Nueva sede del Colegio de Abogados tras 27 años de existencia

El Colegio de Abogados de Ceuta inauguró ayer oficialmente su sede en el transcurso de un solemne acto en el que también se procedió a la toma de juramente de cuatro nuevos letrados.

Con la presencia  del presidente del Consejo General de la Abogacía Española, Carlos Carnicer, además de la decana Isabel Valriberas, y del presidente Juan Vivas  por parte de la Ciudad, el acto comenzó echando la vista atrás a los primeros pasos que el colegio dio  de la mano de un grupo de 25 letrados que decidió independizarse de Cádiz para establecerse por cuenta propia en nuestra ciudad. Los nombres de algunos de ellos fueron recordados en el acto de ayer: Lería; Olivencia; Verdú; Ibáñez; Moro Montero o Gabizón, primer decano de Ceuta “perseverante y ahorrador que consiguió comprar una sede en Velarde al contado. El colegio se fundó entonces con 100.000 de las entonces pesetas”, explica la actual decana.
Mucho ha llovido desde entonces y ahora el número ha ascendido a 287 letrados, 177 en ejercicio y 110 sin ejercer, mientras que la escuela de prácticas jurídicas acoge una media de 14 alumnos al año.
Para el presidente del Consejo General de la Abogacía Española, Carlos Carnicer, esta profesión ha mejorado “en número y más en calidad”, y sin necesidad de establecer una formación específica “con el esfuerzo se mantiene un nivel de actuación aceptable”, apuntaba.
Carnicer recordaba que, a partir del próximo 30 de octubre será obligatorio haberse formado en un máster para ejercer como abogado e insistía en que la justicia es una “ventana abierta” que, si bien “presenta muchos problemas” intenta seguir trabajando por los menores, las mujeres maltratadas, los presos o los inmigrantes, “en la atención a los discapacitados tiene que haber más justicia que en procedimientos más extensos”, argumentaba.

Mejoras

El presidente Vivas felicitó el “salto cualitativo” experimentado por el Colegio de Abogados prueba de lo cual ha sido su “dinamismo y compromiso” tanto con la profesión como con la ciudadanía. Ha reconocido su labor y “contribución” con la Ciudad a través de convenios en actuaciones de malos tratos.
En 1964 se inauguró el Colegio de Abogados de Ceuta y desde entonces todo han sido esfuerzos “por ampliar y mejorar la calidad y porque su tamaño no se convierta en un impedimento para su calidad”.
Una vez finalizadas las tres intervenciones, se procedió a la toma de juramento o promesa de los cuatro nuevos abogados que han solicitado su inclusión en el Colegio de Abogados de Ceuta. Se trata de Pablo Ibáñez; David Luis Martínez; Lorenzo Rosa; y Gema López.
También´n se hizo entrega de un diploma a los alumnos que este año han intervenido en el CAP o Certificado de Aptitud Profesional.
Tras las palabras de ánimo dirigidos a los nuevos letrados por parte del máximo representante de los abogados españoles asegurando que “habéis elegido la mejor profesión del mundo porque no hay nada mejor que ayudar a los demás”, el acto concluyó con la inauguración de la placa que dejará constancia de la nueva sede donde los abogados podrán ejercer esta profesión que desarrollan con tanto orgullo.

El Colegio de Abogados de Ceuta inauguró ayer oficialmente su sede en el transcurso de un solemne acto en el que también se procedió a la toma de juramente de cuatro nuevos letrados.
Con la presencia  del presidente del Consejo General de la Abogacía Española, Carlos Carnicer, además de la decana Isabel Valriberas, y del presidente Juan Vivas  por parte de la Ciudad, el acto comenzó echando la vista atrás a los primeros pasos que el colegio dio  de la mano de un grupo de 25 letrados que decidió independizarse de Cádiz para establecerse por cuenta propia en nuestra ciudad. Los nombres de algunos de ellos fueron recordados en el acto de ayer: Lería; Olivencia; Verdú; Ibáñez; Moro Montero o Gabizón, primer decano de Ceuta “perseverante y ahorrador que consiguió comprar una sede en Velarde al contado. El colegio se fundó entonces con 100.000 de las entonces pesetas”, explica la actual decana.
Mucho ha llovido desde entonces y ahora el número ha ascendido a 287 letrados, 177 en ejercicio y 110 sin ejercer, mientras que la escuela de prácticas jurídicas acoge una media de 14 alumnos al año.
Para el presidente del Consejo General de la Abogacía Española, Carlos Carnicer, esta profesión ha mejorado “en número y más en calidad”, y sin necesidad de establecer una formación específica “con el esfuerzo se mantiene un nivel de actuación aceptable”, apuntaba.
Carnicer recordaba que, a partir del próximo 30 de octubre será obligatorio haberse formado en un máster para ejercer como abogado e insistía en que la justicia es una “ventana abierta” que, si bien “presenta muchos problemas” intenta seguir trabajando por los menores, las mujeres maltratadas, los presos o los inmigrantes, “en la atención a los discapacitados tiene que haber más justicia que en procedimientos más extensos”, argumentaba.

Mejoras

El presidente Vivas felicitó el “salto cualitativo” experimentado por el Colegio de Abogados prueba de lo cual ha sido su “dinamismo y compromiso” tanto con la profesión como con la ciudadanía. Ha reconocido su labor y “contribución” con la Ciudad a través de convenios en actuaciones de malos tratos.
En 1964 se inauguró el Colegio de Abogados de Ceuta y desde entonces todo han sido esfuerzos “por ampliar y mejorar la calidad y porque su tamaño no se convierta en un impedimento para su calidad”.
Una vez finalizadas las tres intervenciones, se procedió a la toma de juramento o promesa de los cuatro nuevos abogados que han solicitado su inclusión en el Colegio de Abogados de Ceuta. Se trata de Pablo Ibáñez; David Luis Martínez; Lorenzo Rosa; y Gema López.
También´n se hizo entrega de un diploma a los alumnos que este año han intervenido en el CAP o Certificado de Aptitud Profesional.
Tras las palabras de ánimo dirigidos a los nuevos letrados por parte del máximo representante de los abogados españoles asegurando que “habéis elegido la mejor profesión del mundo porque no hay nada mejor que ayudar a los demás”, el acto concluyó con la inauguración de la placa que dejará constancia de la nueva sede donde los abogados podrán ejercer esta profesión que desarrollan con tanto orgullo.

“Esta profesión ha reventado de éxito, ahora toca organizarla”

“La apertura de la nueve sede es importante para el colectivo pero mucho más para la ciudadanía porque esta es la casa de la libertad y de los derechos fundamentales”. Con estas palabras, el presidente del Consejo General de la Abogacía Española, Carlos Carnicer, se mostraba más que orgulloso de la inauguración de las instalaciones del Colegio Oficial de Abogados de Ceuta, una institución que goza de muy buena salud, a juzgar por lo expresado por el máximo representante de los letrados españoles. “Hay 166.000 colegiados en toda España. Ceuta es un buen ejemplo, en los años 50 no podían constituir un colegio porque no llegaban ni a 25 y ya son casi 300. Si hablamos por cantidad de abogados esta profesión ha reventado de éxito y ahora toca organizarla”, explica.

Una ardua tarea

Como ejemplo Carnicer insiste en el duro trabajo desempeñado en los últimos años, desde la finalización de la reforma de los estatutos generales de la Abogacía española, hasta la consecución de un ejercicio profesional en sociedades. “Ya el viernes de la pasada semana el Consejo de Ministros aprobó el reglamento de desarrollo de la Ley de Acceso, una relación laboral especial para la Abogacía”.
Asegura que el sector tampoco ha sido ajeno a la crisis y que también “ha generado mucho paro, perdiéndose muchos puestos de trabajo”, además de haberse producido una menor disposición financiera frente a un incremente del turno de oficio. “Eso no llega ni para cubrir los gastos, se han cambiado clientes de pago por clientes de oficio, pero los de pago también han pedido que se rebajen las minutas”.

Un  aprobado

La buena noticia, por contra, es la percepción de los abogados por parte de la la ciudadanía, “mejor incluso que la de los propios letrados” que salen a la luz en los estudios sociológicos realizados cada tres años, y que dan más que un aprobado en cuanto a calidad, prestación de servicio, trato y confianza. No en vano, apunta Carnicer, los abogados “nos dedicamos a defender los derechos e intereses de los demás”.
“Todas las personas tienen libertad y dignidad, no entienden de fronteras, y sí tienen derecho fundamental a la defensa y a la necesidad a preservar la dignidad contra los que la mancillan”, concluye.