La vorágine legislativa a la que se ha entregado España en materia educativa se atropellará a sí misma durante el año académico 2016-2017, cuya actividad lectiva comenzará hoy en los colegios de la ciudad autónoma. Tras la LOECE de 1980, a la que reemplazó la LODE de 1985 y, otro lustro después, la Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo de España (LOGSE), llegó la LOCE de 2002, la Ley Orgánica de Educación (LOE) de 2006 y la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) de 2013.
Durante este curso el Ministerio de Educación no solo terminará de implantar la controvertida ‘ley Wert’, sino también la LOE aprobada hace una década con la ampliación de 1.600 a 2.000 horas lectivas de varios Ciclos Formativos de Formación Profesional como los del IES Puertas del Campo.
Los itinerarios de FP son los que más ha ampliado la Administración para este curso con nuevos Ciclos de edificación, atención a dependientes, jardinería y marketing. Otro objetivo es empezar a implantar la enseñanza bilingüe español-inglés en los colegios.
Salvo nuevos cambios derivados de conversaciones y litigios con las Comunidades Autónomas o del marco político nacional, la próxima primavera los estudiantes de cuarto curso de Secundaria y los de segundo de Bachillerato se someterán por primera vez en una única convocatoria a las polémicas evaluaciones finales o ‘reválidas’. Ninguna de ellas llevará aparejados este curso efectos académicos para obtener cualquiera de los dos títulos pero en el segundo caso sí se tendrá en cuenta para el acceso a la Universidad, ya que la Selectividad pasará definitivamente a la historia con las pruebas de la próxima semana.
Las nuevas condiciones de acceso y admisión en los Ciclos Formativos de Grado Medio también serán de aplicación en el curso escolar 2016-2017 que ahora comienza.
Sin cambios en Educación Infantil (la LOMCE modificó la LOE pero no la derogó, con lo que también siguen en vigor los regímenes jurídicos aplicables al profesorado y a los centros docentes, por ejemplo), la LOMCE terminó de implantarse en Primaria durante el curso pasado con la primera evaluación para el alumnado de sexto curso de ese nivel. Lo mismo se hizo en primer y segundo curso de ESO y en primero de Bachillerato.
Con unos 20.000 alumnos matriculados en las enseñanzas de Régimen General, este año académico cambiarán de currículo por la implementación de la ‘ley Wert’ los cursos pares (2º y 4º) de Secundaria y en el último de Bachillerato.
La comunidad educativa de Ceuta ya ha incorporado otras novedades de la LOMCE como los nuevos procedimientos de elección de directores de centro, con más peso para la Administración en detrimento del Claustro y el Consejo Escolar, que el primer año generaron una considerable polvareda y este se han salvado sin estridencias.
También de forma progresiva han ido perdiendo peso en los currículos formativos del alumnado materias como Biología, Dibujo, Música o Filosofía en beneficio de otras como Física, Matemáticas y Lengua.
En materia de infraestructuras, a falta de nuevas construcciones el Colegio Número 17, ubicado en la antigua Biblioteca del Polígono, opera desde la semana pasada con absoluta independencia, por lo que su Claustro y su Consejo podrán proponer bautizarlo este curso o el próximo. El CEIP Maestro José Acosta se muda desde sus antiguas instalaciones a las anexas de la desocupada Escuela de Magisterio, aunque tendrá que pasar al menos un año para que estrene comedor.
En materia de ratios, uno de los problemas endémicos del sistema en la ciudad mientras no prosperen los proyectos para construir colegios e IES en el centro y la periferia (Loma Colmenar, Brull, antiguo Cine África o Ybarrola como posibles emplazamientos), la Dirección Provincial ha conseguido, ayudada por la evolución demográfica, contener por debajo de 25 niños por unidad la del nivel de Infantil de 3 años. En los cursos superiores sigue habiendo más, hasta por encima de 30.
El calendario escolar prevé un primer trimestre que terminará el 22 de diciembre (con clase) con tres festivos ‘sueltos’ (el próximo lunes, Eid El Kebir; el 12 de octubre y el 8 de diciembre) y dos ‘puentes’, los que propiciarán los martes 1 de noviembre y 6 de diciembre.
La actividad lectiva se retomará el lunes 9 de enero y el parón de Semana Santa se extenderá del sábado 1 al domingo 16 de abril. El año escolar terminará el jueves 22 de junio.
Casi 4.000 alumnos más en menos de diez años
El alumnado matriculado en Enseñanzas de Régimen General en Ceuta, tanto en centros públicos como en concertados, ha pasado durante los últimos quince años de unos 15.000, millar que no se superó hasta el curso 2007-2008, a cerca de 20.000, como el año escolar que comienza.
El alumnado de cuarto curso de Secundaria y segundo de Bachillerato se someterá al final del curso que comienza hoy en los colegios y el día 19 en los institutos de Ceuta a las “evaluaciones externas”, popularmente conocidas como ‘reválidas’, que trae consigo la LOMCE, que la pasada primavera ya experimentó con los estudiantes que concluían su ciclo en Primaria.
Los examinados deberán probar “capacidad de pensamiento crítico, reflexión y madurez, especialmente en la evaluación final de Bachillerato”, para superarlas aunque en esta primera edición no tendrán efectos académicos para la obtención de los títulos de ESO y Bachillerato.
En ese último caso sí se tendrá en cuenta para el acceso a la Universidad. Esto es, el alumno que no supere la ‘reválida’ podrá graduarse (si supera el 5 en la ponderación de la media de las calificaciones obtenidas en cada una de las materias cursadas, con un peso del 60%, y de la nota obtenida en la evaluación final, que valdrá un 40%) pero sí puede verse privado de seguir su camino deseado en Estudios Superiores.
La Prueba de Acceso a la Universidad en extinción, la ‘Selectividad’, se celebrará por tanto por última vez la próxima semana. En su lugar, el alumnado deberá examinarse de todas las materias troncales generales, dos materias troncales de opción y una materia específica cursada en cualquier curso (excepto Religión o Educación Física) de Bachillerato.
En total, cada examen comprenderá un número máximo de 15 preguntas o ítems. Se podrán utilizar también preguntas de opción múltiple siempre que el porcentaje de “abiertas y semiabiertas” alcance como mínimo el 50%.
Cuando la ‘reválida’, que podrán realizarse en soporte papel y/o en formato digital, tenga efectos académicos, en el año escolar 2017-2018, aprobar todas las materias sin superar la evaluación final dará derecho a obtener un certificado que surtirá efectos laborales y académicos y con el que se podrá acceder a Ciclos Formativos de Grado Medio o Superior.
El Ministerio defiende que estas evaluaciones finales, rechazadas por el 70% del profesorado de la ciudad, tienen un carácter “formativo y de diagnóstico” que servirá para “garantizar que todos los alumnos alcancen los niveles de aprendizaje adecuados para el normal desenvolvimiento de la vida personal y profesional” y “orientarles en sus decisiones escolares”.
Los críticos, casi todos los demás, opinan que suponen un retroceso y que terminarán orientando la formación en las aulas exclusivamente para preparar a los estudiantes para superarlas.
Con la LOMCE el alumnado puede repetir cada uno de los cursos de Bachillerato una sola vez, si bien, excepcionalmente, es posible repetir uno de los cursos una segunda vez “previo informe favorable del equipo docente, aunque nunca superando el plazo máximo de 4 años establecido para cursar Bachillerato”. Los estudiantes promocionan de primero a segundo de Bachillerato cuando superan las materias cursadas o tienen evaluación negativa “en dos materias, como máximo”. En cualquier caso, deben matricularse en segundo curso de las materias pendientes de primero.
En Secundaria se puede pasar de curso en las mismas condiciones siempre que las dos asignaturas suspendidas no sean Lengua Castellana y Literatura y Matemáticas “de forma simultánea”. Se puede repetir una sola vez y dos veces como máximo dentro de la etapa.
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