Maruchi Sánchez Miaja. Presidenta EAPN: “En Ceuta hay muchísima exclusión y no sé si la gente no lo ve o no quiere verlo"

Procedente de Mujeres Progresistas se enfrenta a la presidencia de EAPN con la convicción de seguir trabajando y ampliar la red de asociaciones que tratan de hacer de la ceutí una sociedad más justa Hace poco más de un año que se jubiló enlazando esta dicha con la enfermedad de su marido que falleció en noviembre. A los 69 años, esta profesora vinculada a la izquierda desde la cuna, madre de tres hijos y abuela de seis nietos, sigue luchando por la justicia social, con más fuerza incluso que antes. Porque asegura que hace falta. Que nos rodea cada vez más la pobreza y la exclusión. Ahora lo hace con la batuta de la Red Europea contra la Pobreza que opera en Ceuta desde hace ya un año englobando a más de una docena de entidades. Mujeres Progresistas, que es la que ella preside tras su refundación hace tres años la empujó a coger las riendas tras pedirlo el resto de entidades. “Nadie se presentaba”, dice. Y también dice que la labor de EAPN debe continuar, más en estos tiempos donde la crisis sacude con virulencia a buena parte de la sociedad ceutí. No hay que ocultarlo. Es una realidad por la que hay que trabajar y está dispuesta a hacerlo.
–¿Cómo ha llegado hasta aquí?
–Muy sencillo. Me propusieron. Nadie se presentaba y finalmente acepté. EAPN hace mucha falta y hay que seguir trabajando.
–EAPN siempre ha luchado por desvincularse de la política pero su vinculación personal a la izquierda es más que evidente. ¿Cómo se come ésto?
–Pues muy fácil también. Cuando soy presidenta de EAPN mis ideas políticas las dejo en la puerta. Soy de izquierdas pero todo son pequeños compartimentos. Si hay que trabajar para EAPN lo haré desde la defensa de los excluídos y los pobres. Al margen de la política.
–Supongo que la crisis es más feroz cuando uno se topa con casos reales a diario. Y formar parte del Tercer Sector implica contactar casi obligatoriamente con toda esta gente necesitada.
–Sin duda y está ocurriendo un fenómeno que yo no he visto en mi vida y es que los hijos regresan al cargo de los padres. A veces solos pero a veces con su propia familia. Entonces, los padres que salían adelante como podían con sus pensiones, se ocupan también de sus hijos e incluso de sus nietos.
–¿Hay mucha exclusión en esta ciudad?
–Muchísima. Yo no sé si la gente no lo ve o no lo quiere ver pero es algo evidente. Vas a la puerta de Cruz Roja y cada día hay ocho o diez familias esperando a que le den una bolsa con alimentos. Hay gente que no tiene para comer. Y no tener significa en esta sociedad ser excluído muchas veces.
–¿Existen o no colectivos más excluídos que otros? Parte de la comunidad musulmana lo denuncia a nivel laboral, por ejemplo.
–Yo eso no lo comparto. No estoy de acuerdo. Los musulmanes están integrados. La exclusión es de otro tipo en Ceuta. Hay una exclusión social por la falta de recursos, por el maltrato que pueda existir, etc.
–¿Qué podemos hacer?
–Ser solidarios y a los que nos sobra: dar. No hay más truco.
–Eso es complicado...
–Pero posible. Difícil pero posible. Ceuta es una ciudad solidaria. No todos pero sí muchos.
–¿Y los políticos son solidarios?
–Ahí no me meto. Ni con uno ni con otro. Esto va más allá. La crisis es mundial pero aquí afecta mucho más con la burbuja inmobiliaria que ya reventó. Se dieron préstamos e hipotecas sin suficiente garantía y ahora nos encontramos así.
–EAPN vela también por los derechos de las personas y habéis solicitado que los inmigrantes no vuelvan a viajar en las bodegas de los barcos.
–Es inaceptable y esperamos que no vuelva a ocurrir. Eso se lo hacían a los presos políticos en los años 40 que los llevaban desde el Hacho al Puerto de Santa María esposados en la cubierta. Ahora incluso peor. Esperemos que no se repita.
–¿Objetivos?
–Existe una programación que debemos llevar a cabo y seguir trabajando para reducir la pobreza que en Ceuta es mucha aunque no se crea.
–Muchos dicen que la ayuda para los ceutíes, que no se vaya tanta para el otro lado de la frontera...
–No estoy de acuerdo. Hay que ayudar al que lo necesite. Todos somos personas y todos necesitamos ayuda. A nadie le gusta pedir. Contestaré con lo que le dice mi hija mayor a mis nietos cuando no dejan de pedir cosas: “Tendrías que haber nacido un kilómetro y medio más allá”. Así todos aprenderíamos. La necesidad no entiende de fronteras.
–Eso es complicado...
–Todos deben ayudar.
–Con los políticos no se mete pero algo pedirá  ¿no?
–Sí claro, que hagan todo lo posible para resolver la situación, a nivel local que colaboren con nuestros programas y nos concedan un local porque dependemos de las entidades que se integran en la Red y necesitamos uno propio.
–Cada vez hay menos dinero y los recortes sacuden la sociedad de bienestar...
–Voy a procurar que EAPN sea cada vez más fuerte y que además de las asociaciones que hay se incremente la red a otras porque la unión hace la fuerza y ese es el sentido de esta plataforma.