Las motos de agua presionan en las dos bahías a la Guardia Civil

• Durante todo el día el ir y venir de embarcaciones convierte la zona en un circuito

La presión que ejercen las motos de agua sobre las dos bahías es constante. Un no parar. Se monta un circuito de persecuciones cada día en el que cobran protagonismo las que marchan cargadas con inmigrantes y las que lo hacen sin ellos, pero que sirven para intentar despistar a las fuerzas de seguridad.

La Guardia Civil mantiene unidades fijas en cada uno de los espigones, pero la cantidad de motos que de forma constante pasan por la zona convierte el control en un imposible. Es más, las distintas unidades se coordinan perfectamente para lograr sus fines, que no son otros que colar a los inmigrantes en la playa.

Primero parte en grupos reducidos haciendo que la unidad marítima se mueva hacia ellos al objeto de comprobar si van cargados, esto es aprovechado por otras motos que en cuestión de momentos es capaz de dejar al inmigrante en la playa. Todos los días consiguen su objetivo. Si julio empezó con algo de presión, en agosto la misma se ha multiplicado hasta el punto de que casi todos los días es encontrado algún inmigrante que manifiesta haber sido introducido en moto de agua o la propia Benemérita es testigo de estos abandonos. Subsaharianos, argelinos, asiáticos, hombres o mujeres... mientras paguen por el pase a este lado de la frontera el negocio funciona. Detrás del mismo hay jóvenes pasadores, eslabones de un pase sencillo que se repite cada verano pero que en este está sufriendo una mayor presión. Y no solo se nota en Ceuta, también llegan pasadores directos a las costas peninsulares, sobre todo a Tarifa.

La presión, reconocida por el propio Instituto Armado, no se ha materializado todavía en la detención de los pilotos que hacen posible este negocio, se han abierto ya investigaciones.

Rescate

Dos marroquíes con una cámara neumática cerca de Perejil. La Salvamar Atria rescató en la mañana de ayer a dos marroquíes que habían partido de las cercanías de isla Perejil apoyados en una cámara neumática de camión. Un velero detectó a la pareja y se dio aviso a Salvamento Marítimo, que actuó a la unidad con base en Ceuta. Los dos jóvenes querían alcanzar tierras peninsulares de esta manera, pero ni tan siquiera pudieron emprender cierto camino. Fueron recogidos a 4 millas y media de nuestra ciudad. Ayer, además, fue una jornada de elevado tráfico de pateras y salidas de inmigrantes de otros puntos, todas en dirección a la península en distintas maneras y formas. Esta pareja, en una cámara, habían elegido la más complicada. De otra parte los Equipos de Respuesta Inmediata en Emergencias (ERIE) de Ayuda Humanitaria a Inmigrantes han duplicado su atención a personas llegadas a nuestras costas y a Ceuta y Melilla en el primer semestre en relación al mismo periodo del año anterior (7.400 personas frente a las 3.600 atendidas en los primeros seis meses de 2016). Almería y Ceuta son los dos puntos de entrada donde Cruz Roja ha atendido a más personas. Se trata mayoritariamente de hombres (90.48%), y de origen subsahariano. “Estos datos confirman una clara tendencia creciente desde el año 2010, cuando fueron atendidas 3.300 personas; El año de mayor número de atenciones tuvo lugar en 2006, con 37.000 personas atendidas”, apuntó Iñigo Vila, responsable de la Unidad de Emergencias de Cruz Roja Española.