Entre 1.500 y 2.000 ciudadanos europeos o residentes en la UE han viajado a Siria a combatir al régimen del presidente Bashar al Assad, la mayoría afiliándose a grupos terroristas, y podrían ser una amenaza a su vuelta por su radicalización y el entrenamiento y los contactos hechos allí, según las cifras que manejan los ministros del Interior de los Veintiocho. Los ministros acordaron ayer durante una reunión en Bruselas reforzar la cooperación para evitar que lleven a cabo ataques terroristas a su vuelta y se han comprometido a explorar medidas para mejorar la prevención, el intercambio de información para detectar estos viajes a Siria y la colaboración con países de la zona, en particular Turquía, Túnez y Marruecos.
Los Veintiocho seguirán estudiando la posibilidad de tipificar como delito viajar al extranjero para la yihad, tal y como ha hecho ya Francia. El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha sido uno de los mayores defensores de reforzar la legislación de la UE contra el terrorismo para castigar penalmente el adiestramiento pasivo para actividades terroristas, según han explicado fuentes europeas.
“Por lo que se refiere a la cifra europea es verdad que estimamos que es más o menos entre 1.500 y 2.000”, explicó la ministra del Interior belga, Joëlle Milquet, en una rueda de prensa conjunta con su homólogo francés, Manuel Valls que ha sido recogida por las agencias informativas. En el caso de Bélgica, la cifra está entre 100 y 150, mientras que París calcula que en la actualidad hay 180 ciudadanos franceses luchando en Siria, 80 han regresado ya, un centenar quiere ir y alrededor de 40 están en tránsito.
Fernández Díaz ha rechazado desvelar las cifras españolas por motivos de “seguridad interior y exterior”, aunque ha dicho que son “sensiblemente inferiores a las de Francia”. Además, ha resaltado que España ha desarrollado “operaciones muy importantes contra células” que se dedican a captar, adoctrinar y trasladar a personas a zonas de conflicto por Turquía, entre ellas la que se desarticuló en Ceuta hace unos meses.
“Seguimos muy vigilantes contra este tipo de actuaciones conscientes del peligro que significan esas personas que una vez que son llevadas a las zonas de conflicto son muy radicalizadas y por tanto son potenciales terroristas cuando retornan a los países de origen”, ha insistido. Y ha sostenido que esta vigilancia se está demostrando “muy eficaz” y que “España, compartiendo la amenaza que tenemos todos los países, está muy bien posicionada”.
Parón en Ceuta, sangría en Marruecos
La operación llevada a cabo por la Guardia Civil y la Policía Nacional en Ceuta consiguió frenar la marcha de más ciudadanos ceutíes a la yihad en Siria. Se calcula que finalmente casi una docena de residentes en la ciudad y marroquíes asentados en Ceuta marcharon para combatir y la amplia mayoría de ellos murió. Queda por conocer, de hecho, el paradero de dos de ellos. El bloqueo a estas marchas se consiguió aquí pero no al otro lado de la frontera. En Marruecos se está produciendo una auténtica sangría y se cuentan por cientos los que han abandonado el país.