Categorías: Colaboraciones

La mirada de Bappu Gandhi

Con el nacimiento de Muhandas Karamchad Gandhi, el Mahatma (Gran Alma), bautizado así por el que sería fiel y leal  amigo de Bappu, Nheru, primer ministro de la India, tras su independencia en 1947, se abría una nueva página en la historia de la Humanidad. Si días atrás en otro artículo mío enviado a este diario, hablaba de una posible conjunción de planetas cuando nació Jesús de Belén, ¿podría ser que esto ocurriera también cundo nació Bappu Gandhi? El  Mahatma nació en Porbandar (India), el 2 de cctubre de 1869, bajo el signo de Libra, y murió asesinado en Nueva Delhi, el 30 de Enero de 1948. De ahí que este día se celebre en todo el mundo El día internacional de la no- violencia y la paz.
Todos sabemos ya a estas alturas quién fue Gandhi. Hay suficiente información para ello, además de la maravillosa película de larga duración del año 1982, interpretada por el gran actor de ascendencia india, Ben Kingsley, ganadora de  8 Oscar.
Esta vez no voy a hablar del Mahatma como lo vengo haciendo cada año. Ya sabemos su trayectoria y lo que luchó por los derechos de los hindúes, musulmanes, cristianos y otras confesiones religiosas, es decir, por la igualdad y solidarid entre ellos, y por supuesto por la Independencia de la India, a la que pudo ver libre de la colonización inglesa antes de morir. También era un enamorado de la figura de Jesús y su “Sermón de la montaña” que tanto le orientó en su vida. Entabló amistad con el escritor Leon Tolstoi, con el que mantuvo correspondencia durante varios años. En una visita a Inglaterra, Charlie Chaplin y él, también confraternizaron.
Voy a referir dos anécdotas, relacionadas con Gandhi.
El 2 de octubre del 2013, se cumplieron 144 años de su nacimiento. Por la mañana, cuando me levanté, me vestí toda de blanco, recordando a este inigualable hombre que tanto marcó la vida de muchos. Serían sobre las 9:30 de la mañana cuando salí de mi casa, caminando por el Paseo Marítimo, hasta llegar a la pequeña escultura del Mahatma, situada sobre un pedestal. Estuve ante él un buen rato, pensando durante este tiempo  en la grandiosa obra que este enjuto, delgado y pequeño hombre de estatura realizó. Yo llevaba en mis manos un collar de flores artificiales color violeta. No alcanzaba a ponérselo colgado del cuello, con lo cual pedí ayuda a un chico que estaba sentado  cerca en un banco. Se ofreció gustosamente a colocarlo y así lo hizo. Se quedó mirando la figura. Yo le pregunté si lo reconocía y me dijo que no. Era musulmán. Le conté un poco la historia de Gandhi quedando sorprendido y fascinado por el personaje. Le comenté que había una película muy interesante sobre la vida de este extraordinario hombre, respondiéndome que la buscaría y la vería.
Pero, ¿y las gafas? ¿Dónde están las gafas de Gandhi que eran una de sus características propias de su intelectualidad? Como  las gafas de John Lennon, que son lunas redondas de un tiempo que fue. No sé si es que a nuestro amigo Ginés se le olvidaría hacérselas, cosa que dudo, o desaparecieron luego, fruto de algún o algunos desalmados. Sea como fuere, ahí está siempre apoyado en su cayado, rodeado de flores en lo que es el pie del pedestal. Me pregunté si el collar que el amable le colocó alrededor del cuello, duraría algo. Por circunstancias, tuve que pasar varias veces por delante de la escultura, y se mantuvo así como unos ocho días con las flores colocadas. No hubo temporal ni nada por el estilo para que el viento se llevara el collar. Pero en estas cosas ya se sabe, siempre hay gente que no tiene el más mínimo respeto ni otra cosa que hacer.
La otra pequeña historia es la que sigue. Llevaba yo pocos años en Algeciras dando clase (Promoción 1981-1985), grupo de alumnos estupendos  de los que pude disfrutar cuatro años. Por supuesto yo les conté la historia de Gandhi, y les fascinó. Les puse la música de la maravillosa película, para que fueran haciéndose al oído. Les enseñé fotos del Mahatma y les encantó la historia. Les comenté de representar la vida de este extraordinario hombre en una pequeña obra de teatro escrita por mí misma. Aceptaron la idea. Un tal Andrés Mena, de unos 11 años, alumno de baja estatura, enjuto y muy moreno, era el ideal para personificar a Gandhi. Fue muy simpático, ya que el alumno se preparó estupendamente, con total iniciativa y creatividad. Se buscó una sábana blanca que enrolló alrededor de su cuerpo, se buscó unas sandalias y un cayado; un gorro de baño de la playa, al que le dio la vuelta, le sirvió para que pareciera calvo como el Maestro. Lo más típico fueron las gafas de alambre que se hizo, totalmente redondas, quedando perfectamente caracterizado.
Yo hice unas cuantas pinturas sobre la India que coloqué en el Salón de actos; también encendí  sándalo por todos lados, al tiempo que la música de la película sonaba por doquier. El “Salón de actos” estaba rebosar de alumnos de otros cursos, creándose mucha expectación. Y…, ante las repetidas palabras “Gandhi, Gandhi por parte de los estudiantes, Andrés Mena, el que personificaba a Gandhi, entró  llevado a hombros por cuatro compañeros vestidos de hindú, mientras el Mahatma, iba saludando a las masas que se agolpaban para verlo. Fue apoteósico. Tres alumnas vestidas de hindú, esperaban en el escenario. Bappu fue depositado en éste y se sentó intentando con sus manos aplacar el clamor popular. Los porteadores se sentaron a su lado y empezaron a hacerle preguntas sobre el amor, la libertad, la justicia..
P- Maestro, ¿qué es la verdad?
G-Busca en tu interior y la encontrarás.
P-Maestro, dime, ¿qué es el amor?
G-El amor es algo tan sublime que no es fácil de alcanzar. Has de buscar, buscar…
P-Mahatma, ¿y la libertad? ¿Dónde está la libertad?
G-Hijo mío, es un largo camino a recorrer, pero con amor la encontrarás.
P- ¿Y la justicia?, dónde se encuentra?
G- En ti mismo también, en tu forma de estar y de ser…
Las tres bailarinas iniciaron una danza que hizo las delicias de todos, con el fondo musical de la película Gandhi.
Y esto fue lo que en resumidas cuentas ocurrió aquella mañana de un mes de enero de hace varios años, recordando la figura del gran pacifista del siglo XX. Los alumnos quedaron encantados con la representación, amén de la participación de los asistentes (incluidos algunos maestros) que se implicaron tanto que aquello parecía sacado de la realidad. Hoy, con el paso de tantos años recuerdo esto y otros 30 de enero con muchísimo cariño y nostalgia. Gandhi siempre fue un referente para todos mis alumnos a lo largo de mi vida profesional. Además tuvieron la oportunidad de conocer en persona a Lorenzo Vidal i Vidal, quien por aquel  entonces era inspector de Educación. En una visita al Centro Escolar, en concreto a mi clase, felicitó a los alumnos por el “buen rollo pacifista” que se respiraba en la clase. Este inspector fue el fundador del Día escolar de la no-violencia y la PAZ allá por los años 60 y pico, siendo el autor del himno pacifista Hermano de las estrellas, que escribió  precisamente para cantarlo en las escuelas, el 30 de enero de cada año.

“Es entre los niños donde mejor podría comprenderse y aprenderse la ley del amor”
(M. Gandhi)

Entradas recientes

Castillejos, asociaciones civiles y políticas piden su recuperación

Asociaciones civiles y políticas de Castillejos han expresado su preocupación por la cadena de sucesos…

29/09/2024

Intervenido un coche lleno de tabaco para cachimba en la frontera

Agentes de aduanas destinados en el paso fronterizo de Bab Sebta, el lado marroquí que…

29/09/2024

DAUBMA denuncia la basura y el abandono del Fuerte de Piniers

La asociación Plataforma en Defensa del Arbolado Urbano, la Biodiversidad y el Medio Ambiente (DAUBMA)…

29/09/2024

El Sporting juega bien pero cae en Cádiz (2-1)

El Sporting Atlético de Ceuta no pudo conseguir nada positivo en su visita al campo…

29/09/2024

Túnel España-Marruecos: sismómetros para estudiar el fondo marino del Estrecho

El Gobierno de España ha sacado a licitación recientemente el arrendamiento con opción a compra…

29/09/2024

El Puerto deja escapar el triunfo al final

El CD Puerto no pudo conseguir su tercera victoria consecutiva de la temporada, a pesar…

29/09/2024