In Memoriam - Juan Pozo Herrera

Conocía los graves problemas físicos de Juan. A pesar de ello, cuando me llegó la triste noticia  y hasta no confirmarla con su compañera, me costó asimilarla. Juan llevaba tiempo padeciendo la enfermedad. Nunca bajó los brazos. Hasta el final se aferró a la vida. Una vida que en los últimos años le limitó mucho y que finalmente lo ha derrotado.

El mejor homenaje que puedo hacerle es recordar a los lectores su vida artística de la que tanto hablamos. Le gustaba recordar sus años dedicados a la música y pintura. Pasamos bastante tiempo recordando detalles y ante mi insistencia siempre la amabilidad como respuesta.
Juan era de aquellas personas que daban absoluta confianza. Desde las primeras palabras con él, tenías  la agradable sensación de conocerle desde hace mucho tiempo. La confianza e inocencia que desprendía  era tal que, si le preguntabas por el día o mes actual dudaba al contestarte; estaba inmerso en sus dos grandes pasiones: MUSICA y PINTURA.
A pesar de las dificultades físicas que la vida le había  impuesto, Juan no perdía  nunca el humor; una cualidad innata en él  era contagiarte su vitalidad.
Su vocación musical la recordaba  desde muy pequeño:
Cuando tenía ocho años, mi madre, después de gran insistencia por mi  parte y debido a que caí  enfermo de Fiebres de Malta, me compró  un acordeón-piano, le costó 800 pesetas. Ese fue mi primer instrumento.
Juan comenzó su andadura musical en las clásicas fiestas estudiantiles. Debutó en las Fiestas de Santo Tomás. Su actuación fue todo un acontecimiento por dos motivos:
Actué con total improvisación, tuve que inventarme una canción para ello. Sin miedo al ridículo improvisé “El rock del pato”.
Mi sorpresa fue que al  día siguiente las  niñas que me habían visto actuar  me señalaban como todo un acontecimiento.

The Brisks
Miembro fundador de “The Brisks”, es un claro ejemplo de constancia. La guitarra, el  bajo y el órgano los aprendió en horas de duros ensayos. Su primera guitarra eléctrica se la construyó el mismo. Era un manitas, capaz de hacer y construir todo lo que se propusiera. De esta etapa, Juan solía decirme: a pesar de las dificultades de todo tipo, fueron años maravillosos. Estuvo en el grupo hasta su definitiva separación.
   
SONDELSUR
En 1973, después de la etapa de  “Brisks”,  debutó como cantante en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Torremolinos con el grupo “SONDELSUR”. Con ellos  actuó por toda la Costa malagueña hasta su disolución en 1974. Locales míticos de aquellos años son testigos de sus actuaciones: Hotel Meliá Don Pepe de Marbella, Hotel Playa Retiro de Torremolinos, Hotel Andalucía Plaza de Marbella. Club Los Pilares de Coín. “SONDELSUR” fue el grupo elegido para la inauguración de  la sala de fiestas del Hotel Príncipe de Otomán; otros conocidos locales costeros fueron escenarios de su activa carrera.  
En este grupo Juan pasó a tener mayor protagonismo al ser la voz principal. Con ellos demostró su capacidad como cantante. La experiencia adquirida durante años con “The Brisks” le dio confianza y gran capacidad para afrontar nuevos retos.
    
BELPLAYA
En los inicios de la segunda mitad de los setenta entró en otro nuevo grupo “BELPLAYA” en el que hizo de cantante y bajista. De nuevo la Costa del Sol fue el lugar preferido para   sus andanzas musicales.
Entrada la década de los ochenta, formó un dúo con Francisco Martín Pino que había sido compañero suyo como trompetista en “BELPLAYA”. Con este dúo Juan demostró su incansable voluntad de afrontar nuevos retos y sorprendió a todos tocando el órgano.
    
Solista
Como en su larga vida como músico no podía faltar nada, a finales de los ochenta y principios de los noventa, Juan inició una nueva etapa en su carrera: las actuaciones en solitario, acompañado solo de su órgano.
De esta manera, actuando  por diversos locales malagueños, Juan puso fin a su vida como músico. Los años y una salud delicada  le retiraron de la música.
    
Pintor
Desde su retiro como músico, Juan impartió clases de su otra gran pasión: la pintura. Durante su vida  compaginó sus dos grandes pasiones: música y pintura. En Ceuta desde muy temprana ya destacó por su capacidad para pintar. En su ciudad natal a los nueve años ganó un concurso y la obra ganadora fue llevada a Madrid.
Su obra pictórica está repartida por todo el mundo Tiene cuadros en EE.UU. Alemania, Francia y ha realizado exposiciones en distintos países.
Pero como bien dice Antonio Morales, compañero suyo en “The Brisks”:
“El gusanillo de la música no se pierde nunca, siempre se lleva dentro”
Después de cierto tiempo retirado del mundo de la música, el gusanillo volvió con ganas como  colaborador de “AmArgAmA”.  Grupo de jóvenes músicos con los cuales recuperó su vena artístico-musical. Con este grupo  realizó arreglos y montó canciones.
La experiencia de un viejo rockero siempre es buena y  Juan Pozo la aportó. Cuando a Juan se le preguntaba: ¿qué eres músico o pintor? respondía:
“Soy músico pero, mejor pintor”
Juan me mandó no hace mucho, varias canciones en pleno proceso creativo. Las estaba puliendo y quería mi opinión. No llegó a publicarlas. Su legado musical. 

Su vida se apagó en la mañana del día 20 de Enero. Allá donde esté, seguro que seguirá disfrutando con sus dos pasiones: Música y Pintura.