GANESH

"Ganpati Bappa Morya!!.
Ganpatti Bappa Morya!!”
Desde que estuve en la India en el año 1992, quedé prendada del dios o deidad Ganesh (o Ganesha) con cabeza de elefante. Pude comprobar la cantidad de deidades que los hindúes tienen, pero GANESH fue para mí especial, el por qué no lo sabía. Ahora he podido descubrir que ser el dios de las artes y las ciencias, de la sabiduría e intelecto, de la buena suerte y ayuda en la superación de obstáculos, me identifica totalmente con él. Definitivamente es mi deidad hindú; siempre lo supe.
Dotado de cuatro brazos, en los que figura una soga (la verdad), una flor de loto (la belleza y la madre tierra), un dulce (recompensa) y él último, extendido para bendecir. Ghanes tiene grandes orejas, para escuchar más, ojos pequeños para aprender a concentrarse, boca pequeña porque hay que hablar poco; su trompa significa la adaptabilidad y sustracción del lado positivo de las cosas. El único colmillo que tiene, significa poder vivir con lo justo y necesario. Es hijo del dios Shiva y de la diosa Parvati.
Como cada año, desde el 2005, la Comunidad Hindú de Ceuta, celebra la “fiesta de Ganesh” durante 2 días (al igual que en la India, aunque como es natural, en ésta alcanza más pomposidad).El primer año asistí a esta fiesta y me encaminé a casa de los SRES. de Mirchandani, quienes tenían sus puertas abiertas para todo aquél de cualquier religión que quisiera participar en los actos conmemorativos. Para aquel evento me vestí totalmente de blanco, en solidaridad con la Domunidad Hindú. Participé en un “aarti” y en una meditación. Esta ceremonia duró bastante tiempo. Pasado éste, salimos a la calle, y desprendida la pequeña figura de Ganesh del altar en el que estaba colocada, fue bajada desde el primer piso, para colocarla en el altar correspondiente y ya salir en procesión. Una vez en la calle salimos hasta llegar al puerto (muelle de España) y emprender el viaje en el barco “El Desnarigado”. Como yo no tenía ticket, esto último no lo pude hacer. Me conformé con hacer fotos.
Ganesh. Fuente: adivinaquienlee.blogspot.com
Han pasado siete años y por fin he podido asistir a todos los actos. Si antes no lo había hecho, fue por mis continuos viajes durante el verano. El ver la “inmersión” de Ganesh en el mar, me hacía ilusión, y esta vez sí pudo ser. En casa del Sr. Premi Mirchandani , volvía a asistir a un “aarti” compartiendo con la Comunidad Hindú y otras confesiones este acto, tan lleno de Amor y Espiritualidad. Por supuesto, volvía a asistir vestida de blanco. Antes de comenzar la ceremonia, el sacerdote hindú Prakash Ratán Mirchandani, y a un toque de caracola, llamaba al “aarti” a los fieles asistentes. En esta ceremonia, el participante cubierto de una especie de pañuelo color naranja, ofrece a Ganesh, situado en un preciosos altar, rodeado de flores, una especie de bandeja plateada en la que flamea una llama acompañada de incienso, flores, pétales y algún fruto. Girando aquélla en número impar cuantas veces se quiera, siempre en sentido de las agujas del reloj, alrededor de la deidad. El número de impar es por aquello de que da suerte. Mientras participamos en este acto, se iba cantando “Ganpatti Bappa Morya” (“Viva por el Padre Ganpati”, como también se le conoce a Ganesh). No se paraba de cantar un instante y elogiar en todo momento la bonita deidad. El acto duró alrededor de una hora, ya que había varios participantes. Se nos purificó con agua y soltaron papelillos de colores. Durante todo el tiempo tres mujeres hindúes hicieron sonar campanillas. Todo fue festivo, bello y fraternal, en unos tiempos en los que esto hace mucha falta. Se repartieron dulces de distinto sabores. Pinturas, fotos, pequeños cuadros… del Señor Ganesh rodeaban la ceremonia, colgados en las paredes del hogar de los Sres.. de Mirchandani. Una gran escultura dorada de la deidad preside la entrada a los aposentos, dándonos la “bienvenida”. Este acto estuvo lleno de emoción, más aún cuando una llega a identificarse con ello y la Comunidad Hindú . Terminada la ceremonia, salimos de la casa y bajamos a la calle donde un grupo numeroso de personas nos esperaba, amen de muchos curiosos, para ver aparecer la imagen realzada en su sencillo pero vistoso trono. Salimos ya en “procesión” llevada a hombros por varios hombres, aunque también las mujeres se apuntaban. Pasamos por la “Plaza de la Constitución”, para cruzar al otro lado donde se encuentra situada la conocida escultura de Hércules y sus columnas, siempre acompañados por la agrupación musical de cornetas y tambores de la “Virgen de la Amargura”, que nos deleitó con sus sones desde la salida hasta la hora de embarcarnos. Resultaba simpático el contraste entre la “procesión” y las sugerentes melodías que “el grupo musical” iba interpretando, con lo que todo resultaba festivo y entrañable. No dejábamos de bailar; era un día grande.
Seguimos recorriendo el “Paseo de las Palmeras”, donde desde sus balcones la gente también asistía a este acto, así como en la calle, máquinas fotográficas en ristre. No era para menos. Yo diría, que a este acto debiera unirse el año que viene más gente; se sentirían más confraternizados. Yo también hecho en falta más participación por parte de la “Comunidad Hindú”. Quizás, si sus comercios cerrarán, como lo hace la “Comunidad musulmana” durante el “Ramadán” o “Fiesta del cordero”, nosotros en Navidad, o la “Comunidad hebrea”  en los suyos, esta fiesta adquiriría más renombre. Recorrimos el “Paseo de las Palmeras” con un monte Hacho al fondo como testigo de este evento, en la lejanía. Poco a poco nos íbamos acercando a otro lugar donde me embargaría la emoción: la “Iglesia de Ntra. Sra. De África” justo a la entrada de esta, la procesión se detuvo y dio paso a otro acto. En estos momentos la “Hermandad del Rocío” de Ceuta le dio la “bienvenida” y acompañada de una guitarra flamenca, entonó algunos cánticos, destacando entre ellos el “Himno a la Patrona”. Todos aplaudimos. La “procesión” entró en total silencio y llegados al altar le rindieron honores a la Virgen de África. Maravilloso “encuentro” entre la “Comunidad Hindú” y la “Cristiana”. Todos hermanos. El Sr. Vicario y Presidente de la Comunidad hindú, el Sr. Ramest Chandiramani se saludaron amablemente, dejando más claro aún que “es más lo que nos une que lo que nos separa”. Se hizo una ofrenda de flores a la patrona. Hechos así debieran ser tenidos en cuenta para evolucionar y sentirnos Más Personas.
Nuestro siguiente objetivo fue “el encuentro” con el Cristo del Puente; tan emocionante como lo anterior. Una vez allí, los portadores del Señor Ganesh, acercaron a éste hasta la hornacina donde está situado el Cristo. Hubo aplausos y vítores y se colocó un ramo de flores. Bonito acto que llenaba el momento de alegría y cánticos.
El siguiente y ya último acto sería el transporte de la deidad hasta el “ Muelle de España”, en donde sería embarcada en el Desnarigado, junto a otras embarcaciones. Allí quedó el grupo musical. Yo tuve la suerte de ir en el conocido barco y en el que se llevaba la imagen, ya desprendida de su altar y transportada por el Sr. Prakash Ratán. Éste fue el encargado de oficiar algunos actos y leer en el libro sagrado algunas oraciones, a las que el resto respondía. Se utilizó también el fuego para bendecir de alguna manera la imagen. Ésta, bellamente ataviada sobre una tela naranja de encaje y apoyada su espalda sobre un respaldo azul formado por hojas de pavo real. En su mando izquierda (una de ellas) portaba un pequeño pavo real, también de color azul. Saludábamos a la gente que iba en los otros barcos. El tiempo de levante no se notó en absoluto, con lo cual disfrutamos al máximo. No me resistí y abracé y besé a “mi querido Ganesh “, deseándole “buen viaje” y hasta el año próximo. La inmersión en el agua fue precedida de un toque de caracola por el Sr. Ratán. La citada “inmersión” significa “el amigo que ha venido de paso, como todos los años, y deseamos que vuelva cada vez más pronto”. Me contaban en el barco.
Llegó el momento de sumergir la imagen en el agua; desde otro barco estaban preparados unos cuántos hombres (vi también una chica) para desearle “buena suerte”. Se lanzaron ramos de flores y frutas como cocos, piñas y manzanas. Costó algo sumergir a GANESH, yendo hacía un lado y hacía otro, hasta que pasado un rato el Sr. Chandiramani levantó los brazos en señal de que lo habían conseguido. Todos aplaudimos. Fue un acto emocionante, lo que quedó patente que la “Comunidad Hindú” ama sus tradiciones. La temperatura seguía estando ideal. Eran las 20:30 horas de la tarde del jueves 20 de Septiembre.
Volvimos a pasar por la “Playa de la Ribera”, donde unos pescadores nos saludaron, atravesamos el “Foso Real” y volvimos al “Muelle de España”, donde desembarcamos, habiéndose cumplido todas las expectativas con alegría y buen humor. ¡Hasta el 2013!
“NAMASTÉ!”