La oenegé Ca-minando Fronteras los da por muertos. Nueve personas. Nueve sin nombre para este mundo. Otra tragedia más en una Frontera Sur que mata. El pasado jueves, en pleno temporal de Levante, nueve senegaleses partieron de las costas marroquíes en una embarcación.
El objetivo perseguido era el de cruzar el Estrecho, superar ese inmenso cementerio que ha atrapado tantas y tantas vidas, escenario de demasiadas tragedias. Una llamada efectuada desde un teléfono móvil servía de advertencia: estaban en peligro, reclamaban auxilio, no podían más. De ahí al silencio. Así cinco días sin datos, sin saber nada, sin localización. Hoy se les da ya por muertos pero esta noticia no ha pasado más allá de un mensaje en redes sociales de la activista Helena Maleno.
Nueve muertes, otro naufragio, más miseria en la frontera azotada por la indiferencia de muchos, por el desprecio de los grandes medios de comunicación que ya hasta etiquetan lo que es noticia y lo que no. Hoy, nueve fallecidos en la tumba del Estrecho parecen no serlo.
En los dos últimos meses la vía marítima está siendo la más explotada para travesías que terminan siendo trágicas.
Muchas son las pateras que desaparecen, demasiadas vidas en una frontera que dibuja con sangre las diferencias entre quienes buscan nuevas oportunidades y quienes las niegan.
Nueve almas sin nombre. Nueve muertes más en el mar. Nuevo drama en el Estrecho. Hambre de tragedia. El día a día en la Frontera Sur.