Evitan prisión tras ser condenados por tenencia ilícita de armas

La pena de cárcel queda suspendida para dos jóvenes, detenidos en abril de 2014 en El Príncipe con pistolas y chalecos antibalas

Dos jóvenes resultaron en la mañana de ayer condenados en la Sala de lo Penal número Dos de nuestra ciudad en base a un delito de tenencia ilícita de armas, cargo que reconocieron ambos ante el magistrado juez titular, mostrando asimismo conformidad con la pena que había solicitado el Ministerio Público al inicio de la vista. Los términos de la condena quedaron de la siguiente manera: un año de prisión para uno y dos para el otro encausado. Asimismo, se decretó el comiso de las armas que tenían en posesión en el instante de la detención y también de los chalecos antibalas que portaban y demás artículos relacionados entre sí por el mismo hecho delictivo. Todo ello es la consecuencia judicial de unos hechos que se remontan al 24 de abril del pasado año cuando, como así adelantó en la edición inmediatamente posterior a los hechos El Faro, y detalló en las siguientes, la pareja, ambos jóvenes de poco más de veinte años de edad, fue detenida por agentes de la Policía Judicial del CNP en la barriada del Príncipe después de una tarde en la que se recibieron varias llamadas en la Sala del 091 informando de la presencia de al menos un individuo armado que estaba efectuando disparos en el zoco, avisos que pusieron de relieve, una vez más, la necesaria colaboración ciudadana para que la posterior acción policial pueda efectuarse con suficientes garantías de ser finalmente fructíferas. A raíz de las llamadas, la Policía tuvo conocimiento de que en el interior de una casa podía haber dos personas armadas por lo que, ya pasadas las doce de la noche del mencionado 24 de abril del pasado año, accedió a su interior y, en efecto, localizó a los dos jóvenes. Además de las dos pistolas encontraron dos chalecos antibalas, munición y cinco cargadores, siendo uno de ellos doble. Todo ha quedado ahora comisado, mediante sentencia firme, por el magistrado juez del mencionado órgano de lo Penal Dos. Asimismo, cabe destacar también que los encausados, hasta día de ayer, cuando fueron condenados por un delito de tenencia ilícita de armas, no tenían antecedentes penales de ningún tipo, circunstancia que posibilitó, además de otras, todas debidamente tipificadas en el Código Penal español y fundamentadas mediante sentencia firme, la suspensión de la pena de prisión impuesta, razón por la cual no ingresarán en ninguna cárcel para cumplir la condena impuesta, quedando en pleno régimen de libertad. No obstante, el magistrado juez, a la hora de dictar sentencia ‘in voce’ al término de la vista, hizo hincapié en el hecho de que la pena queda suspendida por dos años, lapso de tiempo en el que ninguno de los condenados podrán cometer delito alguno, porque, de ser así, ingresarían de inmediato en la cárcel para cumplir la pena relativa a la tenencia ilícita de armas, con independencia de ser juzgados por los nuevos cargos penales en los que pudieran haber incurrido y sumar, finalmente, años a sus estancias entre rejas. Por último, es preciso señalar ante el anterior relato, narrado ante ellos por el juez, los encausados, igualmente, mostraron sus respectivas conformidades, quedando, por tanto, el caso definitivamente resuelto.

La proliferación de armas, combatida a golpe de leyes

La operación, llevada a cabo por agentes del Cuerpo Nacional de Policía (CNP), dio pie a que la Policía intensificara entonces, primavera y verano de 2014, las sospechas que tenía acerca de la existencia de más pistolas en la barriada. Según informó el decano en las ediciones posteriores, la Policía manejaba un abanico con el número que podía haber, al tiempo que abrió varias investigaciones para intentar dar con ellas. Por otro lado, aunque sin salir de la presente temática, es preciso señalar que el Código Penal español, y por ende la Justicia, persigue igualmente, con las sucesivas modificaciones al respecto, este tipo de delitos de manera vigorosa, con penas de cárcel que pueden alcanzar, según los casos, varios años de prisión. Este endurecimiento se debe, entre otras causas, al incremento de armas en el mercado ilegal y en manos, por ende, de personas que carecen de los permisos pertinentes para la posesión de armas de fuego, restringidas cada vez más.