Europa sigue avanzando en grandes proyectos de infraestructura, y mientras el túnel submarino entre España y Marruecos se encuentra de momento en fase de estudio, un nuevo macrotúnel entre Irlanda y Gales está ganando protagonismo.
Este túnel, que cruzaría el Mar de Irlanda y conectaría Holyhead (Gales) con Dublín (Irlanda), se convertiría en el más largo del mundo, con 87 kilómetros de longitud.
Su construcción reduciría el tiempo de viaje a solo 30 minutos en coche, en comparación con las más de cuatro horas actuales en avión o ferry. Aunque el proyecto sigue en fase conceptual, se considera clave para mejorar la conectividad y el desarrollo económico de la región.
El proyecto, conocido como la "ruta del Irish Mail" según el Huffpost, tiene como objetivo unir Holyhead, en Gales, con Dublín, en Irlanda, en un trayecto que reduciría el tiempo de viaje a tan solo 30 minutos en coche. Actualmente, cruzar entre ambos países requiere más de cuatro horas en avión o ferry. Aunque el proyecto sigue en fase conceptual, se perfila como una infraestructura capaz de transformar la conectividad y el desarrollo económico en la región.
La idea de establecer una conexión directa entre Irlanda y Gran Bretaña no es nueva. Desde la época victoriana, se han presentado propuestas similares, pero los avances tecnológicos de las últimas décadas han hecho que este tipo de proyectos sean más factibles.
La conexión aprovecharía las infraestructuras ferroviarias y viales existentes en Dublín y Holyhead, lo que impulsaría el turismo y el comercio a ambos lados del Mar de Irlanda.
Este túnel entre Irlanda y Gales podría convertirse en una obra icónica de la ingeniería moderna, marcando un hito en la movilidad europea. Aunque los desafíos financieros y técnicos son enormes, el proyecto destaca por su potencial para reforzar la cohesión económica y social de la región, sentando un precedente para futuras infraestructuras transfronterizas.