En el centro caben todos

Las elecciones europeas celebradas el pasado domingo en la ciudad autónoma dejaron, en grandes titulares, un panorama no demasiado distinto al que reflejaron las cifras de las anteriores generales o europeas.

Ganó el PP, que obtuvo algo más de 6.330 votos, se impuso en cinco distritos (todos menos el de Benzú y el Príncipe, que ya se le había resistido también en anteriores comicios, incluso autonómicos) y recibió más sufragios que ninguna candidatura en 3 de cada 4 mesas electorales.
También como en anteriores citas con las urnas fuera de la escala local, el PSOE fue segundo pese a su victoria en las barriadas de la periferia más cercana al perímetro, habitual territorio fecundo para sus siglas cuando los localistas no concurrían a las urnas.
Ambos partidos se dejaron, sin embargo, muchos votos en términos absolutos (un análisis engañoso dado que la abstención, habitualmente por debajo del 50% en generales y autonómicas, se disparó hasta cerca del 75%) y buena parte de su cuota de respaldo popular: el PP cayó por primera vez en catorce años de la mayoría absoluta (recibió el 40,3%, casi 20 puntos por debajo  de las europeas de 2009) y los socialistas retrocedieron diez puntos, pasando de obtener uno de cada tres votos válidos a sólo uno de cada cinco.
¿Adónde fueron esos apoyos? Caballas, que ya había debutado hace dos años en las elecciones generales que ganó Rajoy, se hizo con uno de cada diez sufragios, aparentemente poco para una formación, la de Mohamed Ali, que ha llegado a obtener el 16,5% en las locales de 2007 y el 14,5% en las de 2011.
La “satisfacción” con la que sus líderes han acogido el resultado se explica si, en comparación con las últimas generales, con un 25% menos de electores, se constata que sus resultados han sido casi los mismos: 1.407 votos ahora por 1.712 entonces. La coalición ha obtenido esta vez más apoyos en el centro (80) que entonces y también ha ganado al PP en el Distrito 6. Los de Carracao, mientras, prácticamente han calcado sus resultados de las autonómicas, en las que durante los últimos años vienen produciéndose sus mayores descalabros. Ha perdido respaldo con respecto a esas elecciones en los Distritos 1, 2 y 3 y ha ganado respaldo en el resto.
El PP, de acuerdo con los datos oficiales de escrutinio facilitados ayer por la Delegación del Gobierno a este periódico, cayó mucho más allá del 20% en el Príncipe y Benzú (allí se ha dejado dos terceras partes de su cosecha de 2009, la peor del último lustro) y perdió casi el 50% de sus votos en los Distritos 4 y 5, con zonas como Morro, Juan Carlos I y Hospital Militar.
Su retroceso fue, en comparación con las últimas europeas, muy inferior en la zona del centro de la ciudad, donde cuatriplica al PSOE. El Distrito 1 se distingue del resto de la ciudad autónoma no solamente por su apoyo inquebrantable a los Populares sino también porque fue la zona donde menos abstención se registró: con más de 10.000 electores censados votaron el 35,1%. En los Distritos 2 y 3 lo hicieron algo más del 27%, casi en la media del resto de la ciudad, mientras que en los 5 y 6 solamente acudieron a las urnas el 23,2% y el 24%, respectivamente.
El istmo dio también buena parte de sus resultados a las mayores formaciones minoritarias: VOX, la escisión del PP que se sitúa a su derecha obtuvo 113 votos en la zona centro y se situó por encima de Caballas; como Ciudadanos (136); Podemos, la gran revelación a nivel nacional, cuya papeleta depositaron en las urnas 179 residentes cerca del Foso de la Almina. Otros 357 votos, un tercio del total, fueron a parar a UPyD. En total, más de 4.000 ceutíes votaron a otros partidos que fueron PP, PSOE o Caballas, esta vez bajo la marca Primavera Europea.
Desde mediados de los años noventa (cuando además de los grandes obtenían más de mil votos Ceuta Unida, el Partido de los Socialistas de Ceuta, el PSPC, el PDSC y la Coalición Electoral Musulmana) no iba uno de cada cuatro apoyos a los ‘pequeños’. En las locales de 1995, un total de seis formaciones superaron el 5% de votos emitidos. El domingo pasado, cuatro franquearon el mismo listón (los tres con representación institucional en la Asamblea y UPyD) y otros dos (Podemos e IU) estuvieron a punto pese a no hacer campaña ni aparecer apenas en los medios de comunicación.