Con la campaña de descrédito contra las fuerzas de seguridad españolas puesta en marcha por Marruecos, los sindicatos ya se han puesto manos a la obra para defender a los policías y guardias civiles que están siendo acusados de “trato racista” a marroquíes y subsaharianos tanto en Ceuta como en Melilla. Si el pasado fin de semana era AUGC (Asociación Unificada de la Guardia Civil) la que defendía la labor del Servicio Marítimo, negando que dejaran abandonados en estado crítico a ocho subsaharianos; ayer era el SUP (Sindicato Unificado de Policía) el encargado de ‘lavar la cara’ de los agentes. Tal y como indicó su portavoz, Andrés Carrera, a ‘El Faro’, “es mentira” que los policías estén agrediendo a marroquíes en la frontera. Marruecos “miente descaradamente. Todos sabemos lo que ocurre, siempre sacan de donde no hay. Los inmigrantes que devolvemos son los que ellos admiten”, indicó Carrera.
Los agentes de este Cuerpo han sido tildados de “racistas” por Marruecos sacando a la luz, primero, supuestas agresiones en el paso fronterizo melillense y, después, trasladándolas a la vía marítima de Ceuta.
“Todos sabemos dónde hay malos tratos”, dijo Carrera, y “es en el lado marroquí en donde se ve cómo tratan a las mujeres que se dedican al trabajo de porteadoras, quitándoles su sustento”, avanzó.
La misma tónica empleada en su discurso por Carrera es la utilizada por la AUGC que, incluso, hace cuatro años denunció que la policía marroquí se dedicaba a golpear en las playas vecinas a los subsaharianos que eran devueltos por el Servicio Marítimo.
Son declaraciones que ahora cobran mayor fuerza en un periodo en el que Marruecos ha puesto en marcha una campaña de descrédito contra las fuerzas de seguridad españolas destinadas en ambos puestos fronterizos.
Tal es así que incluso se han organizado ya manifestaciones en Nador y se preparan ya otras ante el consulado de Tetuán que terminarían a la puerta de la frontera del Tarajal. En las mismas participan marroquíes y subsaharianos que son utilizados para sustentar las acusaciones contra España. En Ceuta la Delegación del Gobierno ha optado por no posicionarse sobre este asunto, pero sí que se han producido ya reacciones políticas a otro nivel. Es el caso del PP, cuya senadora en Melilla María del Carmen Dueñas pedirá explicaciones sobre lo sucedido.Dueñas ha pedido que el Ejecutivo aclare “con la firmeza necesaria” al Gobierno de Marruecos que Melilla forma parte de España y que no es “una ciudad ocupada, como últimamente la denominan las autoridades marroquíes”. “Melilla es tierra española muchísimo antes de que Marruecos existiera como país. Es hora de que el Gobierno español adopte una actitud de firmeza respecto al Gobierno marroquí para zanjar de plano esta cuestión”, ha afirmado.
Marruecos indica que impedirá la entrada de pescado y cemento en Melilla a través del paso.
Cronología:
Primera agresión
Se produce a principios de la semana pasada cuando Marruecos denuncia que agentes españoles en Melilla han golpeado a marroquíes en el paso fronterizo. Es la primera agresión contra España avalada por comunicado de la MAP que da publicidad a la postura crítica del gobierno marroquí contra el español.
Segunda agresión
Se produce el pasado viernes con dos comunicados en cadena, esta vez contra Ceuta. En el primero acusan a la Benemérita de abandonar a inmigrantes en estado crítico y en el segundo incluyen un testimonio de otro subsahariano abandonado.
Los gobiernos
Tanto las delegaciones del Gobierno de Ceuta como de Melilla evitan posicionarse claramente sobre lo ocurrido dejando en manos de Madrid la respuesta.
Las exigencias
Los sindicatos como el SUP o la AUGC son los primeros en salir a condenar lo sucedido, a negar los comportamientos racistas de los agentes y a sacar a la luz lo que entienden como una campaña de descrédito.
El paso político
De momento lo ha dado el PP al solicitar, vía Senado, una respuesta oficial del Gobierno.