El Grupo Parlamentario Socialista propondrá a la Asamblea, en el próximo Pleno del lunes, que en los presupuestos de 2015 se establezca una partida para la devolución del impuesto sobre el incremento del valor de los terrenos de naturaleza urbana a los propietarios cuya vivienda habitual haya sido objeto de ejecución hipotecaria, estén empadronados en la ciudad, sean personas físicas, no dispongan de ninguna otra residencia y sus ingresos o patrimonio les impidan el acceso al disfrute de otra vivienda digna.
Además, los socialistas pretenden que la Ciudad apruebe una Ordenanza que regule, con carácter general, esa devolución, por lo que se instarán a que, a la mayor brevedad posible, presente un borrador de la misma para su aprobación en el Pleno.
Por otra parte, la aprobación de esta propuesta contempla el instar al Gobierno de la nación a que exima del pago del Impuesto Sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, a las personas que reúnan las características señaladas en el punto primero; así como para que se establezcan bonificaciones fiscales en el Impuesto sobre el Incremento de Valor de los terrenos de Naturaleza Urbana para aquellas transmisiones forzosas de vivienda habitual por ejecución hipotecaria cuyos titulares sean personas físicas, estén empadronadas en el municipio donde se aplica el impuesto, no dispongan de ninguna otra residencia y sus ingresos o patrimonio les impidan el acceso al disfrute de otra vivienda digna.
El Grupo Parlamentario Socialista argumenta esta propuesta en que “la persistencia de la crisis económica ha supuesto un importante incremento de las ejecuciones hipotecarias como consecuencia de la imposibilidad de las familias para afrontar el pago de los préstamos suscritos al financiar la compra de la vivienda habitual”. A este respecto, consideran que “no hace falta insistir sobre la dramática situación social que conlleva la pérdida de la vivienda y la inutilidad de los esfuerzos económicos hechos durante años para liberar la carga financiera que para aquellas familias supuso probablemente la inversión más significativa de su vida: la compra de una vivienda”.
Así, en la actualidad quien se ve forzado a desprenderse de su vivienda debe además abonar el Impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana, también conocido como plusvalía municipal, que se aplica a la diferencia entre el valor del suelo experimentado desde que se adquiere hasta que se enajena por las razones que fuera.
Es decir, la plusvalía municipal es un impuesto que se aplica sobre unas presuntas ganancias obtenidas por la transmisión de inmuebles, en la mayoría de los casos por la transmisión de la vivienda habitual.