‘El Faro’ pone en valor locales de la Ciudad que estaban ruinosos

El secretario general de los socialistas, José Antonio Carracao, situó a El Faro en el centro de la noticia afirmando que el Gobierno le había dado dos locales para tenerlo de su lado. Una mentira.

La verdad es otra. El Faro, una empresa ceutí con ochenta años a sus espaldas, le ha alquilado dos locales a la Ciudad Autónoma que estaban en ruinas y los pondrá en valor con una inversión superior a los cuatrocientos mil euros. Esa es la auténtica verdad, la que prometimos contar a todos los ceutíes y a todos nuestros lectores.
Hace ya tres años, dentro de los estudios de expansión de esta empresa, que incluye no solamente El Faro de Ceuta como periódico diario, sino también Cope Ceuta y el Faro digital y ante nuevos proyectos que se irían incorporando con el paso de los meses contrató con la Ciudad Autónoma de Ceuta el alquiler de las dos plantas que están situadas encima de la Galería Apolo, en la calle González de la Vega y que habían estado ocupados durante muchos años por el Conservatorio de Música.
Unas instalaciones que han estado más de cuatro años cerradas y que presentaban un estado de total abandono, dado que no solamente no había existido mantenimiento, sino que además sus propias estructuras son ya obsoletas. En el contrato de alquiler de estas dos plantas, los propios técnicos municipales ya cifraban hace cuatro años que la empresa Joaquín Ferrer y Cia, propietaria del Grupo Faro, tendría que invertir por encima de los cien mil euros para poner en valor estas instalaciones propiedad de la Ciudad Autónoma. Sin embargo, a día de hoy, así figura en el proyecto redactado para estas dos plantas situadas en la calle González de la Vega, la inversión será cercana a los cuatrocientos mil euros.
Porque aquí nadie ha intentado ocultar nada ni engañar a nadie. Es cierto y además así figura en el contrato de alquiler, la redacción de los medios propiedad del grupo Faro se trasladarán a estas nuevas dependencias, pero es que además existe una ampliación de esa inversión para que todos los ceutíes puedan disponer de un salón de actos para unas sesenta personas, una sala idónea donde se pueda consultar la hemeroteca de El Faro (que no es otra cosa que la historia de nuestra ciudad en los últimos ochenta años) y un museo de la prensa.
¿Cuáles han sido las razones por las cuales las obras no han podido comenzarse hasta hace unos meses, cuando los decretos de los contratos de alquiler son del año 2012? Pues una razón muy sencilla: hasta hace muy poco tiempo la Empresa Municipal de la Vivienda (Emvicesa) ha estado ocupando la última planta de este edificio, desde que se decidió por parte del Gobierno el abandono de las instalaciones de Correos para ahorrarse el gasto de alquiler. Y a pesar de ello, a pesar de no poder disponer de unos locales a los que tenía derecho con los contratos de alquiler en la mano, la empresa ha seguido pagando religiosamente los alquileres que le fueron establecidos por parte de la Ciudad Autónoma.
Y además, el mismo Carracao decide abanderar con una rueda de prensa lo que considera un trato de favor hacia esta Casa, cuando resulta que sabe desde hace mucho tiempo de la existencia de este expediente, que incluso ha llegado a consultar en las dependencias municipales. Carracao sabe que está mintiendo, que el alquiler de estos dos locales es completamente legal, que su estado era prácticamente ruinoso, que su puesta en valor por parte de la empresa editora de este periódico repercute directamente en unas dependencias que son propiedad del Ayuntamiento y que además la inversión cuadruplica la que en su momentos los técnicos municipales exigieron bajo contrato.  
Porque para más remate, hasta Joaquín Ferrer y Cia deberá hacerse cargo de la nueva fachada de este edificio, cuando su única obligación es la puesta en valor del interior, pero lo realizará y además con un coste que supera los sesenta mil euros.
Y todo ello porque esa fachada con grandes cristaleras ha quedado fuera de las propias normas legales, porque no olvidemos las mismas tienen más de treinta años y nunca se han adaptado a las normativas que se han ido publicando.

Un acta notarial deja bien a las claras cómo estaban los locales

Cuando la empresa editora de este medio informativo tuvo la oportunidad de hacerse cargo de ambas plantas y le entregaron las llaves, lo primero que hizo fue levantar un acta notarial para que se comprobara como se encontraban las antiguas instalaciones del Conservatorio de Música, cuando el mismo se trasladó a las nuevas dependencias del complejo cultural del Revellín. Las fotografías que ilustran esta información forman parte de ese acta notarial y dejan ver bien a las claras como el estado era prácticamente ruinoso y que la inversión es muy importante, sin olvidar nunca que la propiedad sigue siendo de la Ciudad y las mejoras introducidas revalorizan el propio patrimonio del Ayuntamiento. 

Al servicio de todos los ceutíes

Cuando se abran las puertas de las nuevas instalaciones del grupo Faro en la calle González de la Vega, los ceutíes tendrán a su disposición una serie de instalaciones para un mejor conocimiento de la historia de Ceuta y para la realización de actividades culturales o educativas. El Faro, justo cuando se cumplen ochenta años de contacto diario con los ceutíes y de formar parte de la vida de generaciones de caballas, aunque a muchos les duela, ha querido dar un paso más en ese permanente interés por prestar nuevos servicios a los ceutíes. Se contará con un salón de actos que tendrá una capacidad aproximada para sesenta personas, en pleno centro de la ciudad que podrá ser solicitado por colegios, asociaciones educativas, o culturales para la realización de sus actividades. Es una aportación más a la vida cultural de Ceuta. Pero es que además se podrá visitar un museo de la prensa ceutí, pero no sólo de este medio escrito, sino de todos los periódicos y revistas que desde hace más de un siglo y medio se han ido publicando en nuestra ciudad. Y se pone en valor la propia hemeroteca de El  Faro en unas salas más amplias que las actuales para que continúe siendo referencia de estudiosos, investigadores y del conjunto de la población de Ceuta, porque no en vano ahí se recogen los últimos ochenta años de la historia de nuestro pueblo.  Pero con un claro interés por parte del editor de esta Casa por cumplir con una de sus ilusiones, la digitalización de toda esa hemeroteca. Un proyecto por supuesto costoso, pero que seguramente será una de sus apuestas cuando vea culminada la que actualmente se trae entre manos.  
Un legado que quedará a disposición de las futuras generaciones de ceutíes por parte de una empresa que siempre ha tenido la defensa de los intereses generales de esta tierra por encima incluso de los intereses particulares propios. Y muchas pruebas existen para demostrarlo.