El Ministerio de Sanidad publicó 'La estrategia de diagnóstico, vigilancia y control en la fase de transición de la pandemia de Covid- 19', consensuada con las comunidades autónomas, en la que se incluye las diarreas, cefaleas, dolor torácico, anosmia, ageusia, dolores musculares o la odinofagia (dolor de garganta), como síntomas de casos sospechosos de coronavirus.
Esta sintomatología se suma a la fiebre, tos o sensación de falta de aire, las cuales hasta ahora se utilizaban para considerar caso sospechoso de infección por el nuevo coronavirus a cualquier persona con un cuadro clínico de infección respiratoria aguda de aparición súbita de cualquier gravedad que las padeciera.
El plan para ampliar la capacidad de detección precoz, impulsado por Sanidad con el apoyo del Instituto de Salud Carlos III, especifica que a todo caso sospechoso de infección por el SARS-CoV-2 se le realizará una PCR (u otra técnica de diagnóstico molecular que se considere adecuada) en las primeras 24 horas.
Si la PCR resulta negativa y hay alta sospecha clínica de Covid-19 se repetirá la PCR con una nueva muestra del tracto respiratorio y, si continúa siendo negativa y han transcurrido varios días desde el inicio de los síntomas, se podrá plantear la detección de IgM mediante una prueba serológica tipo 'ELISA' u otras técnicas de inmunoensayo de alto rendimiento.
El objetivo de la estrategia consiste en dar respuesta a la capacidad de detección precoz, el aislamiento de nuevos casos sospechosos y confirmados, así como la vigilancia y diagnóstico de los contactos estrechos, que constituyen el eje central para poder acometer la fase de transición con las máximas garantías. Además, la estrategia, que estará en "revisión permanente", considera prioritario el refuerzo de los equipos de profesionales de la Atención Primaria para garantizar la capacidad diagnóstica y el manejo de casos desde este nivel.
Para ello, prioriza la labor de los sistemas de vigilancia epidemiológica, que deberán suministrar información diaria sobre la evolución de la pandemia para la toma de decisiones, con un nivel de desagregación y detalle adecuado que permita adoptar reacciones rápidas en caso de nuevos brotes.