Diálogo imposible

No han sido pocas las ocasiones que desde el Ministerio, la Dirección General de la Guardia Civil o  Delegación del Gobierno nos han pedido que solucionemos los problemas exponiendo a los jefes de Comandancias los inconvenientes para poder remediarlos sin necesidad de trasladar la situación a los ciudadanos. Tampoco son pocos los jefes de unidades que nos han pedido el mismo compromiso para evitar dar una “mala imagen” de la Unidad o de la seguridad ciudadana.
Desde AUGC siempre hemos estado abierto al diálogo entendiendo que el diálogo es la colaboración de ambas partes “Comandancias-Asociación”. Los jefes se sienten muy tranquilos cuando desde AUGC se pone en su conocimiento cualquier problema de forma interna, porque entienden que no se pone en entredicho el funcionamiento de la Unidad y se evita su desgaste personal.
No son pocas las ocasiones que nos han pedido tiempo para solucionar los problemas y se lo hemos dado generosamente, incluso asumiendo el desgaste que esto conlleva para AUGC. En muchas ocasiones hemos tenido que convencer a los afiliados para no denunciar las deficiencias o excesos al organismo pertinente o a la opinión pública. Como organización sufríamos un desgaste innecesario, pero estábamos convencidos de que el diálogo sincero era  positivo para el conjunto de los guardias civiles y de la propia Institución. Lo pusimos en marcha cuando se nos pidió y avanzamos mucho en etapas donde la colaboración fue mutua. Ambas partes colaborábamos objetivamente para que esta máxima no cercenara ni la autoridad del Jefe ni desgastara a la AUGC ante los afiliados, porque cuando el diálogo nada aporta a una de las partes, este se convierte en sometimiento o dejación.
Tampoco podemos obviar que AUGC tiene conocimiento pleno de las carencias y problemas de los guardias civiles y de la ciudad, porque recibimos esa información desde todos los puntos de quienes día a día sufren los inconvenientes y dificultades, que son los guardias civiles. Sin embargo, AUGC también tiene vocación de servicio al ciudadano y conocemos perfectamente las deficiencias de seguridad ciudadana que son o no son de nuestra competencia. Este conocimiento también lo hemos trasladados a nuestros Jefes y ellos se han apuntado un plus ante las Autoridades cuando desde AUGC se ofreció la información para solucionar temas que competían o no a la Guardia Civil. Y lo hemos hecho generosamente sin que se agradeciera desde las Instituciones esa generosidad altruista y desinteresada. Jamás un miembro de AUGC ha tenido un trato de favor por mucha colaboración que hemos ofrecido, pero estábamos satisfechos, porque tampoco lo habíamos pretendido.
Estas premisas son perfectamente comprendidas por los ciudadanos o por cualquier autoridad con dos dedos de frente, pero no buscar recompensa o agradecimiento dista mucho de soportar que por ser miembro de AUGC se te mire con lupa, seas objeto de restricciones para determinados puestos o tengas el régimen disciplinario más próximo que el resto. Cierto que en nuestra ciudad somos casi la totalidad de la plantilla de AUGC, pero también es cierto que dicha lupa carece de dioptrías cuando se mira a determinados coincidentes laborales.
Celebramos la Patrona, colaboramos y compartimos mesa con el coronel Ramón Cortes, que como un plebeyo guardo voluntariamente fila detrás de clases más “bajas”. El teniente coronel se ganó el respeto de los guardias civiles, valoramos y agradecimos con orgullo su compromiso de mejora para nuestros compañeros. Jamás benefició a ningún miembro de AUGC, pero tampoco sufrieron merma por serlo.
Nadie nos podrá tachar de anti-mandos, indisciplinados, de falta de lealtad y compromiso con los mandos o la Institución. Tampoco podrán acusar al coronel de sindicalista, pero tampoco a AUGC de sometimiento, porque cada uno hizo su trabajo con generosidad y lealtad. Tampoco nos dolió, todo lo contrario, agradecemos como organización su trabajo en beneficio de la sociedad ceutí, de los guardias civiles y de la propia Guardia Civil. Avanzamos en turnos, horarios y, sobre todo, en diálogo y respeto entre las distintos empleos. Y los compañeros valoraron el trabajo de AUGC como un éxito para tod@s.
Decía que cuando el diálogo nada aporta a una de las partes se convierte en sometimiento o dejación y la sumisión es la perversión absoluta de los que tenemos la responsabilidad de defender los derechos de nuestros compañer@s. AUGC ni se somete ni se someterá ante nada ni nadie y, lógicamente, cada momento tendrá una respuesta distinta. 
Seguro que nos tacharan de socialistas -ya lo hicieron-,  de anarquistas -ya lo hicieron- o de vendernos a la derecha -ya lo hicieron-, pero los guardias civiles sabemos perfectamente que AUGC no es de izquierdas ni de derechas, porque AUGC es la respuesta a las injusticias, a las dobles varas de medir, a los que ven la paja en el ojo ajeno y no ven la viga en el suyo, a la corrupción y un ejemplo de compromiso con las libertades de los guardias civiles y ciudadanos.
Decía Machado “Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace camino, y al volver la vista atrás, se ve la senda que nunca se ha volver a pisar”. Desde AUGC decimos “Prometimos y cumplimos. Os prometemos y cumpliremos”.