Lo vivido la tarde de ayer en la barriada del Príncipe Felipe es un gran ejemplo de unión y de convivencia. Un encuentro deportivo ha sido la herramienta utilizada para reunir a todos en la barriada, un momento para compartir, para el encuentro, para las risas, para los aplausos y para las muestras de solidaridad y apoyo.
Esto se hizo a propósito de la Final del Torneo de Ramadán, pero el mensaje ha ido más allá, pues a través del deporte es posible lograr muchas cosas positivas.
Muchas barriadas han pasado por momentos difíciles por eso más que nunca necesitan de una iniciativa como esta. Los jóvenes merecen la oportunidad de recrearse con este tipo de actividades que no solo son beneficiosas para ellos sino también para todos aquellos que deciden formar parte de las mismas, ya sea desde la organización o como un simple espectador que ha pasado la tarde de un sábado compartiendo con familiares y amigos en un ambiente sano en el que ha reinado el compañerismo, la alegría y las buenas intenciones.
También hay que destacar el bonito homenaje que se le hizo a un vecino que tristemente falleció, Ayman Aomar, una joven promesa del fútbol ceutí que se fue muy pronto, pero que dejó una huella imborrable y un mensaje esperanzador a través del deporte que tanto amaba.
No solo hay que aplaudir sino también buscar las maneras de apoyar este tipo de actividades en las barriadas de Ceuta, esas que invitan al ocio positivo y que unen comunidades. Ayer fue una bonita y agradable tarde en el Príncipe Felipe, una tarde que todos: niños jóvenes y adultos merecen que se repita con mayor frecuencia.