Artículos escritos por José Aureliano Martín en El Faro de Ceuta https://elfarodeceuta.es/autor/jose-aureliano-martin/ Diario digital Sun, 10 Nov 2024 06:57:33 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.7 https://elfarodeceuta.es/wp-content/uploads/2018/09/cropped-El-faro-de-Ceuta-32x32.jpg Artículos escritos por José Aureliano Martín en El Faro de Ceuta https://elfarodeceuta.es/autor/jose-aureliano-martin/ 32 32 ¿Quién debe pagar por la crisis climática? https://elfarodeceuta.es/quien-debe-pagar-crisis-climatica/ https://elfarodeceuta.es/quien-debe-pagar-crisis-climatica/#respond Sun, 10 Nov 2024 03:20:10 +0000 https://elfarodeceuta.es/?p=1122416 Aún no nos hemos recuperado de las consecuencias de la DANA en Valencia y nos llega la noticia de que el negacionista del cambio climático Donald Trump, ha ganado por goleada en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos de América. Toda una tragedia para el mundo, para su país y para la lucha a […]

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Aún no nos hemos recuperado de las consecuencias de la DANA en Valencia y nos llega la noticia de que el negacionista del cambio climático Donald Trump, ha ganado por goleada en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos de América. Toda una tragedia para el mundo, para su país y para la lucha a favor del medio ambiente. Lo más grave es que ha ganado con claridad, pese a ser un delincuente condenado, estar pendiente de otras causas judiciales, haber basado su campaña en la difamación, el odio, el insulto y la mentira. Toda una desdicha, sí. Sobre todo para los valores y principios de la democracia.
La filósofa, historiadora, politóloga, socióloga y profesora de universidad Hannah Arendt, alemana, aunque nacionalizada estadounidense, de religión judía, nos decía en 1937 que “Mentir constantemente no tiene como objetivo hacer que la gente crea una mentira, sino garantizar que ya nadie crea en nada. Un pueblo que ya no puede distinguir entre la verdad y la mentira no puede distinguir entre el bien y el mal. Y un pueblo así, privado del poder de pensar y juzgar, está, sin saberlo ni quererlo, completamente sometido al imperio de la mentira. Con gente así, puedes hacer lo que quieras”.
Por esta razón, a partir de este momento será mucho más difícil que el pueblo le de cierta veracidad a lo que nos dice la ciencia. Como se explica en uno de los últimos informes de Greenpeace, la prevención y la adaptación salvan vidas ante eventos meteorológicos extremos. Esta es la cruda realidad que la DANA de Valencia ha dejado al descubierto: la falta de medidas efectivas de prevención y adaptación ante estos fenómenos.
Como nos explican desde Greenpeace, los estudios realizados indican que el cambio climático ha incrementado la probabilidad e intensidad de la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos), haciendo que las precipitaciones sean un 12% más intensas y que sea hasta el doble de probable, según un análisis preliminar del World Weather Attribution. Ante este escenario es urgente que combinemos la disminución de la quema de combustibles fósiles, como la adaptación a sus efectos.
Es una evidencia constatada que la excesiva construcción en zonas inundables, los fallos en los sistemas de alerta y la escasa cultura de la prevención han amplificado los efectos devastadores de la DANA. Por ello es esencial revisar y fortalecer los protocolos de actuación, resultando fundamental que la ciudadanía y las administraciones estén preparadas para reaccionar ente emergencias.
Julio Barea nos explica en este informe, además de la importancia de la cultura de la prevención, la necesidad de que nos adaptemos a corto y medio plazo, renaturalizando y manteniendo cauces naturales de ríos, riberas y ramblas, así como creando zonas de alivio en ríos ya canalizados, promoviendo el uso de pavimentos permeables/drenantes y otros sistemas que reduzcan el agua que discurre por la superficie. Y también adoptar medidas basadas en la propia Naturaleza, como la creación de espacios verdes, jardines de lluvia y lagunas temporales.
Pero también a medio plazo, la planificación urbana es clave para esta adaptación, para evitar que las infraestructuras invadan el dominio público hidráulico. Las viviendas, o los edificios públicos ubicados en zonas inundables deben recibir alertas inmediatas ante el riesgo de inundaciones. Los ríos ya canalizados deben integrarse en la planificación de infraestructuras. La renaturalización de ecosistemas como humedales y llanuras de inundación es otra estrategia para mitigar el impacto de las lluvias torrenciales. Es decir, mitigación, prevención y adaptación son las claves.
Pero lo que hará Trump en los EEUU de América será suprimir la Agencia de Meteorología, potenciar la industria de las energías fósiles, boicotear las Cumbres del Clima y alentar a todos los ultras y negacionistas del mundo a seguir manipulando y engañando a las poblaciones. Todo un desastre que no nos debe hacer desesperar.
A la mañana siguiente de las elecciones americanas, cuando ya se sabía con certeza que Trump había arrasado, un buen amigo, que suponía que estaría deprimido por la noticia, me envió un mensaje que decía: ¡…que día más triste… ahora Trump… Pero no debemos deprimirnos, ni paralizarnos… hay que seguir defendiendo la razón, la ilustración, la educación, el estado de derecho …Todo menos la parálisis!
Bonitas y profundas palabras que me ayudaron a pasar el día con menos tristeza, que publico aquí con su permiso.

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Cuando todo era contenido https://elfarodeceuta.es/cuando-todo-era-contenido/ Sun, 03 Nov 2024 03:25:24 +0000 https://elfarodeceuta.es/?p=1119547 A lo largo de los años he tenido una relación intensa con el Parque de las Ciencias de Granada. Una, como docente de la Universidad de Granada desde Ceuta. Siempre procuraba programar alguna actividad con los y las estudiantes en este museo. También invité a sus directivos a venir a la ciudad, a lo que […]

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A lo largo de los años he tenido una relación intensa con el Parque de las Ciencias de Granada. Una, como docente de la Universidad de Granada desde Ceuta. Siempre procuraba programar alguna actividad con los y las estudiantes en este museo. También invité a sus directivos a venir a la ciudad, a lo que accedieron amablemente, exponiendo con maestría las claves para programar actividades científicas y culturales en la misma.
La otra relación fue como investigador. A lo largo de una estancia durante 2019 realizamos desde la Universidad de Granada una estimación del impacto socioeconómico del Parque en su entorno. Varios datos. Primero se constató que la evolución del número de visitantes desde su apertura en 1995 había sido espectacular, pasando desde los 128 mil visitantes a los más de 700 mil en 2018. Esta cifra originó unas demandas de consumo y servicios de más de 23 millones de euros y generó una cifra cercana a los 1.000 empleos (0,3% del total de empleo de la provincia).
Pero también descubrimos un modelo de gestión democrática, complementado con una modesta independencia administrativa y financiera, que le había permitido situarse a la vanguardia en innovación sostenible y responsable. Y al mismo tiempo una correlación estadística importante entre el porcentaje de los estudiantes que cursaban algunas carreras en la Universidad de Granada y el total de visitantes del Parque de las Ciencias. Todo ello en consonancia con las evidencias similares obtenidas en países como Austria o Finlandia.
Como visitante, siempre que he acudido a alguna de sus exposiciones permanentes o temporales he encontrado y aprendido algo distinto. En mi artículo de 2013 “Cuando todo es contenido”, explicaba que “Hay lugares que cuando se visitan nos producen una profunda sensación de satisfacción y un irresistible deseo de regresar lo antes posible…. Entonces se da la perfecta simbiosis entre el visitante y el lugar en cuestión, y a través de éste, con el territorio en el que se ubica”.
Y explicaba las razones para esto. La más importante de todas era el concepto de difusión cultural que sus gestores de entonces tenían, de servicio público para promover y tutelar el acceso a la cultura (artículo 44 Constitución Española). No menos importante era su sistema de gestión y de financiación. Se daba una combinación interesante de financiación público-privada y autofinanciación en la proporción de seis por cuatro. La autofinanciación hace que no tenga cabida en la gestión diaria el acomodo propio del que sabe que todo le viene dado. Y todo ello acompañado de la profesionalidad y honradez de un magnífico equipo gestor, joven (no me refería a la edad física) y dinámico, abierto a cualquier colaboración y propuesta, que a diario hacía gala de un espíritu inquieto e innovador, con una gestión bajo criterios responsables y sostenibles.
Por todo lo anterior, ya manifesté en su día mi oposición a que la gestión del Parque se hiciera desde Sevilla, que a los pocos años comenzó a mostrar el deterioro en forma de módulos que no funcionaban, piezas que no se reponían, jardines que se abandonaba. Ya sé que algunos siguen defendiendo en público que esta gestión se hace desde Granada y que lo único que hacen desde Sevilla es el control y fiscalización de la actividad. Quizás es que no se han enterado aún de esto. A fecha de hoy, y según mis informaciones y lo que yo mismo he podido comprobar, la situación se hace más insoportable. La falta de transparencia y el deterioro en el clima laboral han hecho aparición.
Respecto a la falta de transparencia solo unas pequeñas pinceladas. El artículo 31 de los Estatutos obliga a que su Consejo Rector, en el que están representadas todas las instituciones que componen el Consorcio, se reúnan dos veces al año como mínimo. Durante 2023 no hubo ninguna reunión. Otra. La última exposición sobre el Titanic. He buscado en su página de transparencia el coste de la compra de la maqueta, que parece ha sido adquirida, aunque siempre había sido utilizada gratuitamente. O el coste del desplazamiento del conferenciante americano Sr. Mark Loewen. No me ha sido posible encontrarlos.
Y respecto al sueldo de los empleados, en la página están detallados todos menos el del Gerente. Ah!, es que ya es Alto Cargo de la Junta de Andalucía y esta información está en otro lugar. Bueno, pero aquí también debía de figurar, junto al detalle del coste de sus viajes, y de otros gastos. Es la evidencia más clara de que es la Junta de Andalucía la que gestiona desde Sevilla el Parque de las Ciencias de Granada, a través de uno de sus Altos Cargos. El Gerente ya no es uno más de los empleados del Parque. Que se reúna el Consejo Rector es lo de menos. Ya controlan la gestión los funcionarios de la Junta de Andalucía.
Respecto al clima laboral, según me confiesan algunos amigos “…hay miedo, desconfianza, despachos y armarios cerrados con llave, mal ambiente donde antes había trabajo en equipo y camaradería, bajas por ansiedad, despidos fulminantes, ceses voluntarios por no aguantar la situación, sanciones de empleo y sueldo…y otros incidentes que pronto saldrán a la luz”. Pero claro, algunos dirán que estas son simples opiniones de algunos empleados.
En un artículo de hace varios meses titulado “Cómo acabar con el Parque de las Ciencias”, detallaba los pasos que se debían de dar para terminar con esta emblemática institución de Granada y para acabar con su extraordinaria labor de difusión de la Ciencia y la Cultura, a modo de denuncia de la insostenible situación a la que se estaba llegando.
No sé si es que los funcionarios de la Junta de Andalucía me han hecho caso. Lo cierto es que se están poniendo los “espartillos” para la desaparición de una institución pública vital para el desarrollo de Granada.
Si no se pone remedio, el Parque de las Ciencias de Granada pronto acabará convertido en un museo privado de los muchos que hay, más preocupado por la promoción personal de su gerente, que por promover y tutelar el acceso a la cultura, como obliga el artículo 44 de Constitución Española a los poderes públicos.

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La ofensa toma el mando https://elfarodeceuta.es/ofensa-toma-mando/ Sun, 27 Oct 2024 03:20:34 +0000 https://elfarodeceuta.es/?p=1116307 He leído en el diario El País una crónica sobre las elecciones presidenciales de los Estados Unidos de América titulada “Los ataques personales se apoderan de la campaña presidencial en los Estados Unidos”, firmada por Miguel Jiménez desde Washington. Me he quedado perplejo de lo que dice Trump sobre Kamala Harris, así como de algunas […]

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He leído en el diario El País una crónica sobre las elecciones presidenciales de los Estados Unidos de América titulada “Los ataques personales se apoderan de la campaña presidencial en los Estados Unidos”, firmada por Miguel Jiménez desde Washington. Me he quedado perplejo de lo que dice Trump sobre Kamala Harris, así como de algunas de sus últimas ocurrencias para atraer el voto de la ciudadanía.
En concreto, Donald Trump, que ha invocado como deseables las formas y los generales de Adolf Hitler en alguna ocasión, sigue insultando y llamando “estúpida” y “vaga” a Harris, calificativo de tintes racistas en los Estados Unidos, como nos explica el autor del artículo. Pero es que además sigue usando un lenguaje xenófobo y autoritario de forma recurrente, como también sigue sin aceptar la derrota electoral de 2020, pese a estar imputado por intentar revertir dicho resultado electoral.
Nos cuenta el cronista que John Kelly, antiguo jefe de gabinete de Trump, es el que ha desarrollado la idea de que Trump es “fascista hasta la médula”, usando para ello la definición de fascismo, a saber, una “ideología política ultranacionalista autoritaria de extrema derecha, y un movimiento caracterizado por un líder dictatorial, autocracia centralizada, militarismo, supresión forzosa de la oposición, creencia en la jerarquía social natural”. Añadiendo, que Trump “prefiere el enfoque de dictador al gobierno” y que “nunca aceptó el hecho de que no era el hombre más poderoso del mundo…., en el sentido de hacer lo que quisiera, en cualquier momento que quisiera”. Pero es que, según estas mismas revelaciones, en una conversación privada en la Casa Blanca, Trump habría dicho “Necesito el tipo de generales que tenia Hitler”.
Pero hay más. El pasado viernes, a las afueras de Pittsburgh habló del tamaño del pene del golfista Arnold Palmer y luego se refirió a Harris como una “vicepresidenta de mierda” “lenta”, que “tiene un bajo coeficiente intelectual”, y al presidente Joe Biden lo definió como un “corrupto” y un “deficiente mental”. ¿Les suenan de algo este tipo de descalificaciones en la política española? “Comportamientos mafiosos del gobierno”, “señor 1dela trama criminal de corrupción”, “delincuente”, “dictador”, “golpista”, “amigo de criminales”…..
Yo no podía imaginarme que se pudiera llegar a este lodazal, pestilente y desvergonzado. Y que lo haga la persona que puede ser el próximo presidente del país más poderoso de la Tierra, y con más armamento nuclear. Que en este esperpento le esté acompañando el hombre más rico del mundo, Elon Musk, propietario de la poderosa red X (antigua Twitter) y también dueño de los más importantes satélites situados en el espacio, capaces de orientar y desorientar misiles de guerra o misiones espaciales, es bastante preocupante.
Es evidente que la propaganda política no se rige hoy por patrones lógicos y de respeto al oponente, sino por puro cálculo electoral. También busca desviar la atención continuamente sobre los temas importantes y que realmente inciden en el bienestar de la sociedad. La chabacanería, la frivolidad y la desvergüenza es lo que se impone.
Hace tiempo leí la parte dedicada al pan del libro “La mecanización toma el mando” de Sigfried Giedion. Fue cuando comprendí el daño que habían hecho las grandes panificadoras a la producción artesana del pan. También a la salud de las personas que comen pan a diario. Fue terrible. El pan perdió todo su sabor y color. Apenas llevaba nutrientes. Los aditivos para acelerar la maduración de la harina, para dar color al pan y para agrandar su tamaño, se multiplicaron. Hubo algunos físicos que llegaron a inventar artilugios que conseguían una fermentación artificial de la masa en solo 10 minutos. La productividad y la rentabilidad era lo que primaba. La salud de la gente era lo de menos.
Pese a ello, hoy día, cada vez hay más personas interesadas en el buen pan. El hecho como se hizo siempre. Con sabor y color. Crujiente. De fermentación lenta y con masa madre. Y que dure varios días sin ponerse como una piedra. Esto se ha hecho cuando muchas personas han descubierto que, pese a la baja calidad de algunos tipos de productos de panadería, es posible recuperar la tradición y hacer panes como los de toda la vida.
De la misma forma, al igual que en este momento la ofensa ha tomado el mando del debate político, pronto la ciudadanía se dará cuenta que de esa forma no se llega a ninguna parte y que es importante, al menos, mantener las formas y el debate limpio. Esperemos que sea lo antes posible y que no tengamos que arrepentirnos de los resultados, en forma de regímenes autoritarios, a los que, inevitablemente, nos lleva este proceder.

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La prosperidad de las naciones https://elfarodeceuta.es/prosperidad-naciones/ Sun, 20 Oct 2024 02:15:17 +0000 https://elfarodeceuta.es/?p=1113457 Hace pocas semanas escribí un artículo que titulé Panóptico. Me basaba en algo que hasta ese momento desconocía y que provenía de los utilitaristas. En concreto, del filósofo utilitarista Jeremy Bentham, que diseñó un tipo de arquitectura carcelaria llamada panóptico, que permitía que el guardián, guarecido en una torre central, pudiese observar a todos los […]

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Hace pocas semanas escribí un artículo que titulé Panóptico. Me basaba en algo que hasta ese momento desconocía y que provenía de los utilitaristas. En concreto, del filósofo utilitarista Jeremy Bentham, que diseñó un tipo de arquitectura carcelaria llamada panóptico, que permitía que el guardián, guarecido en una torre central, pudiese observar a todos los prisioneros, recluidos en celdas individuales alrededor de la torre, sin que estos pudieran saber si eran observados. Esta idea había surgido de su hermano Samuel, un experimentado ingeniero naval, que lo que buscaba realmente era que un número reducido de capataces pudieran vigilar al mayor número de trabajadores posibles. Lo que Jeremy quería era trasladar dicho principio a la gestión de escuelas, fábricas, cárceles, e incluso hospitales.
Con este ingenioso relato, los economistas del MIT Daron Acemoglu y Simon Johnson, en su libro “Poder y Progreso”, nos introducían en un apasionante recorrido por la historia de la última Revolución Industrial, para trazar las similitudes con la revolución tecnológica en la que se encuentra en la actualidad la humanidad. Y cuando aún estoy inmerso en la lectura de este interesante libro, nos llega la noticia de que se les ha concedido el reciente Nobel de Economía, junto a James A. Robinson, de la Universidad de Chicago, por sus trabajos sobre cómo entender las diferencias que se generan en la prosperidad entre naciones.
Lo que la academia sueca resalta de estos investigadores son los estudios en los que se analiza por qué las sociedades donde el Estado de derecho no funciona de manera correcta son incapaces de generar crecimiento y prosperidad, poniendo el foco en aquellos territorios que han sufrido un proceso colonial. En aquellos países en los que se introdujeron instituciones inclusivas, se ayudó a generar prosperidad. Por tanto, las brechas de prosperidad entre naciones pueden deberse al funcionamiento de las instituciones políticas y económicas. Si son deficientes, no generan círculos virtuosos entre instituciones públicas y ciudadanía para fomentar un desarrollo inclusivo.

"Como estos economistas nos dicen en sus estudios, efectivamente, estamos mucho mejor que nuestros antepasados. Vivimos más tiempo y nuestro nivel de vida es más elevado"

En el libro “Poder y Progreso”, dos de los galardonados nos dicen que aunque muchos sostienen que nos dirigimos hacia un mundo mejor, al igual que ocurrió con la industrialización, sin embargo, los últimos mil años de nuestra historia están llenos de inventos que no nos trajeron una prosperidad compartida, sino el enriquecimiento inmenso de unos pocos. Igual que está ocurriendo hoy mismo.
Lo que sostienen los autores es que si gran parte de la población mundial vive mejor que nuestros antepasados fue porque la ciudadanía y los trabajadores de las primeras sociedades industriales se organizaron, cuestionaron las decisiones de la élite sobre la tecnología y las condiciones laborales y forzaron la creación de nuevos mecanismos para repartir de forma más igualitaria los beneficios derivados de la innovación.
En este sentido, estos economistas ofrecen en el libro una nueva interpretación de la economía política de la innovación y desafían el derrotismo de quienes asumen que el desarrollo técnico trae inevitablemente una concentración del poder y la riqueza. Por el contrario, piensan que estos avances pueden convertirse en una herramienta de empoderamiento y democratización. Podemos y debemos recuperar el control de la tecnología y redirigir la innovación para que vuelva a beneficiar a la mayoría.
Bajo mi punto de vista, este es el gran acierto de la academia sueca al conceder el Nobel de Economía de este año, al señalar a unos economistas que lejos de darlo todo por perdido, nos muestran la forma de que las naciones vuelvan a transitar por el camino de la prosperidad.
Como estos economistas nos dicen en sus estudios, efectivamente, estamos mucho mejor que nuestros antepasados. Vivimos más tiempo y nuestro nivel de vida es más elevado. Tenemos más comodidades y estamos más sanos. Pero la prosperidad generalizada no ha sido resultado de un proceso automático del progreso tecnológico, sino el fruto de los esfuerzos de nuestros antepasados para que los avances tecnológicos sirvieran a muchas más personas.

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Destilando odio https://elfarodeceuta.es/destilando-odio/ https://elfarodeceuta.es/destilando-odio/#comments Sun, 13 Oct 2024 02:20:14 +0000 https://elfarodeceuta.es/?p=1110550 Un informe de FEDEA, difundido estos días, desvincula totalmente la percepción creciente entre los españoles, recogida en los datos del CIS de septiembre de 2024, de la inmigración como principal preocupación, con la evidencia empírica disponible. Su autora es la investigadora de la Universidad Carlos III de Madrid y FEDEA Raquel Carrasco. Lo que en […]

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Un informe de FEDEA, difundido estos días, desvincula totalmente la percepción creciente entre los españoles, recogida en los datos del CIS de septiembre de 2024, de la inmigración como principal preocupación, con la evidencia empírica disponible. Su autora es la investigadora de la Universidad Carlos III de Madrid y FEDEA Raquel Carrasco. Lo que en esencia se dice en este informe es que a pesar del aumento en la visibilidad mediática y el debate público, muchas preocupaciones sobre el impacto de la inmigración en el empleo, los salarios y los servicios públicos están influenciadas por percepciones erróneas y desinformaciones.

El análisis de la situación se centra en las dos cuestiones fundamentales en el debate de la inmigración. Una. Su integración en el mercado laboral. Dos. Los efectos de su presencia sobre las oportunidades laborales de los trabajadores nativos. La primera cuestión es importante porque servirá para diseñar las políticas públicas que eviten la exclusión social y la marginación. La segunda, porque es fundamental disponer de estimaciones fiables del impacto causal de la inmigración sobre el empleo y los salarios, sobre el gasto y servicios públicos y sobre los niveles de criminalidad. Del análisis de todas estas cuestiones se deduce lo que sigue.

Las diferencias salariales entre inmigrantes y nativos se explican por las características de cada grupo, como la edad, el nivel educativo, el tipo de contrato y el sector, y no necesariamente por un trato injusto hacia los inmigrantes. Respecto al empleo, la brecha de empleo entre inmigrantes y nativos llega a alcanzar hasta 15 puntos porcentuales para hombres y 4 para mujeres, en el primer año de estancia en España. Después se estabiliza. Respecto al desempleo, los hombres suelen tener periodos de desempleo más cortos que los nativos, así como menores probabilidades de recibir ayudas que los nativos, debido a su falta de contribuciones al sistema de seguridad social.

La relación de la inmigración y la delincuencia tiene un apartado especial. Así, durante los años de fuerte inmigración, el país ha visto crecer los delitos a una tasa menor que otras naciones en las que el incremento del número de inmigrantes ha sido menos pronunciado. En general, España, en comparación con otros países de la UE, no se caracteriza por tener una elevada criminalidad. Incluso los delitos han disminuido ligeramente en los últimos años, a pesar del flujo de inmigrantes. Y sobre las condenas por delitos, el 74% corresponde a ciudadanos nativos y el 26% a inmigrantes, aunque al considerar el tamaño poblacional de ambos grupos, las tasas varían y se incrementan las de los inmigrantes, fundamentalmente debido a características demográficas y socioeconómicas. Es decir, el fenómeno de la criminalización de los inmigrantes en los medios de comunicación puede distorsionar la percepción pública sobre esta relación de inmigración y delincuencia.

Las conclusiones son claras. Aunque algunos sectores de la sociedad perciben a los inmigrantes como una amenaza para el empleo, los salarios, los servicios públicos y la seguridad, la investigación empírica sugiere que estos temores son exagerados o mal fundamentados. Sin embargo, una gestión inadecuada de la inmigración también podría generar problemas sociales y económicos, por lo que el estudio sugiere diseñar políticas que permitan aprovechar los beneficios de la inmigración y que busquen su integración, la gestión y selección de los flujos migratorios y la coordinación en el ámbito europeo.

Pues bien, esto es lo que se debía de haber tratado en el Pleno del Congreso de los Diputados la pasada semana, pues se convocó a petición del PP para que el gobierno diera explicaciones sobre su política migratoria. Sin embargo, mientras que el presidente del Gobierno realizaba su intervención, el PP puso en escena un esperpéntico espectáculo, consistente en interrumpir dicha intervención para recibir, puestos en pie y dando aplausos, a la hermana del asesinado por ETA Miguel Ángel Blanco, a la que el Sr. Feijóo le cedió un escaño a su lado. A partir de ese momento todo fue un dislate. Se habló de ETA, fundamentalmente, y no se habló de inmigración, que era el tema que les traía allí.

Pero, además, todo se hizo ofendiendo y sobreactuando, de forma coordinada entre la derecha del PP y la extrema derecha de VOX. Evidentemente, esta sobreactuación fue seguida, si no orquestada, por Isabel Díaz Ayuso desde la Asamblea de Madrid, que también mezcló la inmigración con los zulos de ETA y con sus crímenes, cometidos hace ya más de 13 años. El indigno espectáculo tuvo su punto culminante cuando el tal Tellado, escudero de Feijóo, mostró unas fotos de socialistas asesinados por ETA, para recriminar a Pedro Sánchez la tramitación parlamentaria de la trasposición de una directiva comunitaria, que en su día fue votada favorablemente por el PP y que en esta ocasión lo volvió a hacer.

Todo un espectáculo indigno y vomitivo, que destilaba odio por todos los rincones del hemiciclo. Y es que como dijo en su día Rubalcaba, la derecha española, sin ETA no es nada.

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Capeando el temporal https://elfarodeceuta.es/capeando-temporal/ Sun, 06 Oct 2024 02:12:10 +0000 https://elfarodeceuta.es/?p=1107245 Me llamó la atención el comentario de hace unas semanas de un habitual tertuliano político al indicar que el presidente Sánchez estaba capeando el temporal y practicando una política de baja intensidad, para así aguantar lo máximo, hasta que le fuese posible llegar a acuerdos e ir aprobando las leyes necesarias para el desarrollo de […]

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Me llamó la atención el comentario de hace unas semanas de un habitual tertuliano político al indicar que el presidente Sánchez estaba capeando el temporal y practicando una política de baja intensidad, para así aguantar lo máximo, hasta que le fuese posible llegar a acuerdos e ir aprobando las leyes necesarias para el desarrollo de la legislatura. Ante situaciones complejas y difíciles, existen técnicas que ayudan a salir de ellas. La oposición le llama a esto parálisis política. Sin embargo, los datos disponibles sobre nuestra situación económica no indican nada parecido a parálisis económica o política. Ser la economía que más crece de Europa y que menos inflación tiene, debe ser por algo.
Capear o correr el temporal son dos términos marineros que se estudian en los libros dedicados a la seguridad en la mar. Yo estoy inmerso ahora en esta aventura de conocer las técnicas de navegación y obtener las licencias pertinentes para hacerlo. Así, “capear el temporal” es aguantar la temporal proa a él o casi proa por la amura, hasta que mejore el tiempo y se pueda navegar sin riesgo. Esto hay que hacerlo con poca máquina, aunque suficiente para gobernar y no perder la proa al temporal, pues si se pierde, los pontocazos serán fuertes y el barco correrá peligro. Si la nave es de vela, la forma de afrontar la situación es algo más compleja, pero igual de efectiva.
Pero cuando el temporal es muy fuere y no se puede aguantar capeando, entonces hay que ponerse a navegar llevándolo por popa o aleta. Es lo que se llama “correr el temporal”. Esta situación es bastante complicada, pues para hacer la maniobra habrá que esperar el paso de la tercera ola de las famosas “tres Marías”. Una vez hecho, la velocidad del barco no debe acompasarse con la de las olas, pues podríamos zozobrar.
Josep Ramoneda hace un lúcido análisis en el diario el País que titula “La quimera del odio”. Lo que sostiene, con razón, es que aunque se diga que el enfrentamiento político con resentimiento es un teatro, sin embargo es un peligro cuando se representa en la esfera pública. Según explica “…La confrontación parlamentaria con insultos y descalificaciones, sin plan alguno, confesable por lo menos, sólo aumentan el desencanto. Y la demagogia es una contribución a lo peor: una imagen falsa de la realidad, que el perdedor crea impunemente porque todo vale para tumbar al adversario”. Y nos pone dos ejemplos, a saber, la inmigración y la seguridad.
Respecto a la inmigración, la derecha y la extrema derecha han logrado que cale en la ciudadanía el mensaje de que nos están invadiendo y nos están quitando el trabajo, las prestaciones sociales, la vivienda…Y ligado a ello, pese a que no hay evidencia científica al respecto, se añade la inseguridad. De ahí los decretos fascistas del Gobierno italiano y otros que están en marcha en otros países. Puras excusas para poner en marcha su auténtico programa de creación de estados totalitarios y no democráticos.
Si, como nos dice Ramoneda, la sociedad es un edificio muy complejo, formado por poderes económicos, sociales, culturales y morales, que luchan por el control y la influencia, algunos, especialmente en el poder económico, con poderosos recursos y capacidad de influencia porque su potencia le sitúa por encima de los demás y tiene a los gobernantes bajo advertencia; y la democracia es un espacio frágil para conseguir un razonable equilibrio entre todos estos factores, entonces la estrategia de la derecha, basada en la banalidad y la descalificación permanente es el peor camino, aunque muy peligroso. Por eso Feijóo está prácticamente amortizado desde el punto de vista político.
En este sentido, la técnica de capear el temporal hasta que amaine la tormenta y sean posibles nuevos acuerdos, es la mejor política que se puede llevar a cabo. Es más. Si la tormenta se hace más peligrosa, habrá que gobernar situándose delante del temporal y haciendo que el mismo esté a la cola, pero sin que nos sobrepase. Hasta ahora ha dado un resultado magnífico esta forma de proceder. Hasta el punto de que algunas y algunos están perdiendo los nervios.
Es decir, las enseñanzas de los viejos marinos, esos que se enfrentaban a situaciones adversas en mitad de los océanos, parece que son las más productivas en situaciones como la actual. Y Pedro Sánchez parece que ha aprendido muy bien la lección.

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Un pequeño error https://elfarodeceuta.es/pequeno-error-estadistica/ Sun, 22 Sep 2024 02:10:27 +0000 https://elfarodeceuta.es/?p=1101025 Días atrás leía un artículo de Ignacio Escolar del 6 de septiembre en El Diario, titulado “El error estadístico más caro de la historia”. No daba crédito a lo que leía, aunque recordaba las predicciones que el profesor César Pérez y yo hacíamos sobre el desempleo en plena pandemia y entonces comencé a entender cómo […]

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Días atrás leía un artículo de Ignacio Escolar del 6 de septiembre en El Diario, titulado “El error estadístico más caro de la historia”. No daba crédito a lo que leía, aunque recordaba las predicciones que el profesor César Pérez y yo hacíamos sobre el desempleo en plena pandemia y entonces comencé a entender cómo era posible que, contra viento y marea, los resultados de los modelos que empleábamos fuesen tan poco ortodoxos.
Por ejemplo, las últimas predicciones efectuadas sobre las más importantes variables económicas en nuestro país, que el profesor César Pérez nos mostró en un curso reciente de series estadísticas, nos decían que el PIB del segundo trimestre de 2024 estaría cercano a los 391.452 millones de euros. La realidad, según el INE, lo situó en 388.430 millones, es decir, dentro de los intervalos de confianza. Con esta misma técnica, las predicciones para el último trimestre de 2024 lo sitúan en 412.213 millones de euros.
De la misma forma, el déficit público previsto baja desde los 32.714 millones del segundo trimestre, hasta los 26.006 millones en el último trimestre. El gasto en inversión pasa de los 11.448 a los 11.965 millones de euros. Y los salarios pasan desde los 45.145 millones a 47.973. Y si nos vamos al total de Ingresos por impuestos, también se prevé un fuerte incremento de aquí a final de año. Es decir, la actividad económica muestra una fortaleza importante.
Lo que nos dice Ignacio Escolar en su artículo es que el principal indicador de la economía española, el dato del PIB, hace tres años que el INE lo calcula mal. Y esto es bastante grave, porque a través de este indicador se mide el total de bienes y servicios que cada año se produce en un país. Y sobre este tamaño se calculan los demás indicadores, como el crecimiento de la economía, el déficit público, la deuda, la productividad, la presión fiscal. Y cuando más crece una economía, es más probable que lleguen dineros de inversiones exteriores.
Por tanto, si durante los últimos tres años se nos dibujaba como el “patito feo” de Europa, por un error del INE, tiene explicación que las previsiones que algunos hacíamos, y que situaban los ingresos públicos en cifras récord, como también el desempleo o el empleo, no fuesen muy creíbles, hasta que la realidad las corroboraba. Según los datos que se muestran en el artículo y las correcciones efectuadas por el organismo oficial, la economía española creció en 2021 3,2 puntos más que el dato oficial.
Lo que explica Ignacio Escolar es que este error no solo afectó a la imagen exterior de España, sino también al margen presupuestario del Gobierno y las Comunidades Autónomas, pues un PIB mayor suponen un déficit y una deuda pública menores. Esta fue una de las causas de que la oposición política dijera de forma insistente que la economía no iba tan bien y que los datos del empleo y desempleo estaban maquillados. Y posiblemente, algún resultado electoral estuvo afectado por este mantra de que la economía no iba tan bien. Ya contaba en algún artículo anterior que una amiga mía, de ideología conservadora, me dijo que el problema no era que el Gobierno progresista hubiera afrontado la crisis de la pandemia de una forma tan sorprendentemente buena para la población en general, sino cómo íbamos a afrontar la enorme deuda que estábamos acumulando.
Pues no. Ni la deuda pública ha aumentado, ni el paro ha crecido, ni la economía ha tenido una evolución desfavorable. Nada de esto ha sido verdad. El problema ha sido el error garrafal cometido por un grupo de empleados públicos, que por su ineptitud y por su negligencia, han estado a punto de provocar un auténtico golpe de estado. También la mala intencionalidad de la oposición política conservadora.
Porque esto si es un golpe de estado, y no las tonterías que nos dice Esteban González Pons, que Feijóo no desmiente, sobre la intervención de España en el golpe de estado en Venezuela, mientras que, a su vez, el gobierno de Maduro, acusa a España de haber enviado a agentes del CNI a colaborar en un intento de golpe de Estado contra ese gobierno.
Pero, mientras que todo esto ocurre, la economía española sigue funcionando muy bien, mal que les pese a los catastrofistas de todo tipo que tenemos en la oposición conservadora de nuestro país.

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Panóptico https://elfarodeceuta.es/panoptico-progreso/ Sun, 08 Sep 2024 02:20:19 +0000 https://elfarodeceuta.es/?p=1095355 ¿Qué es el progreso? Con este sugerente título, los prestigiosos economistas del MIT Daron Acemoglu y Simon Johnson, comienzan el prólogo de su libro “Poder y Progreso”, que nos introduce en un apasionante recorrido por la historia de la última Revolución Industrial, para trazar las similitudes con la revolución tecnológica en la que se encuentra […]

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¿Qué es el progreso? Con este sugerente título, los prestigiosos economistas del MIT Daron Acemoglu y Simon Johnson, comienzan el prólogo de su libro “Poder y Progreso”, que nos introduce en un apasionante recorrido por la historia de la última Revolución Industrial, para trazar las similitudes con la revolución tecnológica en la que se encuentra en la actualidad la humanidad.

Lo que muchos sostienen, nos dicen, es que nos dirigimos hacia un mundo mejor, al igual que la industrialización supuso un enorme beneficio para todos. Sin embargo, los últimos mil años de nuestra historia están llenos de inventos que no nos trajeron una prosperidad compartida, sino el enriquecimiento inmenso de unos pocos. Igual que está ocurriendo hoy mismo.

Por ejemplo, las mejoras en la agricultura (arados, rotación más inteligente, uso intensivo de los caballos, perfeccionamiento de los molinos….), apenas aportaron beneficio al campesinado, que entonces representaba el 90 por ciento de la población. Igual ocurrió con los avances del diseño naval, que incrementaron el comercio transoceánico, pero también facilitaron el transporte de millones de esclavos. O la industria textil, que pese a generar riqueza para unos pocos, no permitió que los salarios de los trabajadores subieran durante todo un siglo. Lo último, la informática y la Inteligencia Artificial, que está enriqueciendo a un pequeño grupo de emprendedores y magnates, mientras que las clases medias y populares han sido “abandonadas” a su suerte, siendo el germen del resurgir de la extrema derecha.

Lo que sostienen los autores es que si gran parte de la población mundial vive mejor que nuestros antepasados fue porque la ciudadanía y los trabajadores de las primeras sociedades industriales se organizaron, cuestionaron las decisiones de la élite sobre la tecnología y las condiciones laborales, y forzaron la creación de nuevos mecanismos para repartir de forma más igualitaria los beneficios derivados de la innovación.

En el siglo XVIII, el filósofo utilitarista Jeremy Bentham diseñó un tipo de arquitectura carcelaria llamada panóptico. Lo que permitía esta estructura era que el guardián, guarecido en una torre central, pudiese observar a todos los prisioneros, recluidos en celdas individuales alrededor de la torre, sin que estos pudieran saber si eran observados. Sin embargo, lo que se nos cuenta en el libro es que la idea del panóptico había surgido realmente de su hermano Samuel, un experimentado ingeniero naval, que lo que buscaba realmente era que un número reducido de capataces pudieran vigilar al mayor número de trabajadores posibles. Lo que Jeremy quería era trasladar dicho principio a la gestión de escuelas, fábricas, cárceles, e incluso hospitales.

Era la idea del utilitarismo, que buscaba mejorar la eficiencia social y el nivel de bienestar de la gente, es decir, aumentar al máximo el bienestar conjunto de todas las personas de la sociedad, a cambio de apretar un poco a unas cuantas personas. En las fábricas esto suponía que aumentando la vigilancia, los trabajadores se tendrían que esforzar más sin necesidad de subidas salariales. Así, los dueños de las fábricas, principalmente textiles, empezaron a contratar a obreros no cualificados, incluyendo mujeres y niños, para realizar tareas simples y repetitivas. Las nuevas máquinas convirtieron a los trabajadores en meros engranajes, que Chaplin representó magistralmente en su película “Tiempos modernos”. Pero ello llevó a que los trabajadores se quejaran de las condiciones laborales y del esfuerzo extenuante y se organizaran para combatir este sistema.

Como nos dicen estos economistas, las nuevas tecnologías, según esta forma de ver el mundo, mejoran las capacidades humanas y, cuando se aplican al conjunto de la economía, incrementan considerablemente la eficiencia y la productividad. Así lo pensaba también Adam Smith o Edmund Burke, que llegó a identificar estas leyes de la productividad como las leyes de Dios.

Efectivamente, estamos mucho mejor que nuestros antepasados. Vivimos más tiempo y nuestro nivel de vida es más elevado. Tenemos más comodidades y estamos más sanos. Pero la prosperidad generalizada no ha sido resultado de un proceso automático del progreso tecnológico, sino el fruto de los esfuerzos de nuestros antepasados para que los avances tecnológicos sirvieran a muchas más personas.

En la actualidad estamos en la misma situación. Las personas que toman las grandes decisiones, como Bill Gates, Zuckerberg o Elon Musk, están haciendo oídos sordos al sufrimiento que se genera a millones de personas en nombre del progreso. Enfrentarse a esta élite, quizás sea más difícil que en la Gran Bretaña y los Estados Unidos del siglo XIX, pero vuelve a ser trascendental. Este es el mensaje de este interesante libro, que recomiendo.

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Ecosilencio https://elfarodeceuta.es/ecosilencio-mano-invisible/ Sun, 01 Sep 2024 02:15:19 +0000 https://elfarodeceuta.es/?p=1092601 Había leído algo sobre el concepto de greenwasching o lavado verde, que no es más que algo parecido al postureo medioambiental que practican algunas grandes compañías, vendiéndonos lo mucho que hacen por el medioambiente y la sostenibilidad, financiando bonitas campañas de recogida de residuos o plantación de árboles, pero ocultando sus prácticas más sucias, no […]

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Había leído algo sobre el concepto de greenwasching o lavado verde, que no es más que algo parecido al postureo medioambiental que practican algunas grandes compañías, vendiéndonos lo mucho que hacen por el medioambiente y la sostenibilidad, financiando bonitas campañas de recogida de residuos o plantación de árboles, pero ocultando sus prácticas más sucias, no solo contra el planeta, sino también contra la salud de sus propios trabajadores y trabajadoras. Fundamentalmente los que tienen contratados en países en vías de desarrollo. Sin embargo, nunca había oído hablar del greenhushing o ecosilencio.
Nos lo explica muy bien Miguel Ángel Soto, biólogo y responsable de las campañas de Bosques y Empresas, y Derechos humanos en Greenpeace. Se trata de una táctica de ciertas empresas de ocultar o no dar toda la información sobre los esfuerzos que hacen en materia de sostenibilidad, para así librarse de la presión de tener que haberlo de manera rápida y efectiva. Esta práctica, que es legal, lo que realmente genera es desconfianza en el consumidor, por lo que en realidad es una práctica contra los consumidores.
Se trata de una variante más sobre comportamiento empresarial y lo que comunican a la sociedad. El mensaje que transmiten al ocultar total o parcialmente la información es restar importancia o disimular parte de sus compromisos medioambientales, sociales y de género. Es decir, un miedo al coste reputacional que implicaría sufrir un castigo o multa por las infracciones que pudieran estar haciendo en esta materia. Y esto va en contra de los derechos de los consumidores, a juicio de Soto. Y lo explica de forma muy clara. “Si yo quiero elegir un producto en función de su etiqueta, no solo por sus valores nutricionales, sino también si es ecológico, no hay maltrato animal, etc., esa información no puede estar secuestrada”. Porque no basta con decir que se cumplen estos requisitos, además tienen que demostrarlo.
Y este no comunicar tiene un doble daño. No estamos avanzando en los cambios transformadores necesarios a las que las empresas están obligadas por ley. Y no se están preservando los derechos de los consumidores. Es decir, se retrasa la transición ecológica, la economía circular y cualquier otro cambio transformador en el mundo del consumo.
El termino, como nos explica Greenpeace en su último blog, procede de Estados Unidos y tiene que ver con las presiones del partido Republicano y de una parte de la extrema derecha más negacionista del cambio climático, que señalan a las empresas que defienden posturas de sostenibilidad como “progresistas”. Por ello, ante la amenaza de represalias, muchas empresas optan por el silencio. Sin embargo, se trata de un silencio cómplice y peligroso, porque se está jugando con la idea del multilateralismo o con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2023.
El ecosilencio, por tanto, tiene mucha relación con la campaña de desinformación que se realiza a diario desde las grandes plataformas tecnológicas como Facebook, Google, o Twiter (hoy X), cuyos algoritmos dan prioridad a la difusión de contenidos polémicos y sensacionalistas, o directamente falsos, porque son la base de su negocio (“Poder y Progreso” de Daron Acemoglu y Simon Johnson, 2023).
Frente a este enorme poder de las grandes tecnológicas, que provoca efectos tan perversos como el ecosilencio, del que venimos hablando, se imponen actuaciones rápidas, a la luz de lo que históricamente hizo el movimiento progresista a nivel internacional en situaciones similares. Por un lado hemos de cambiar el discurso y las normas imperantes. En este sentido son necesarias campañas fuertes de seguimiento del comportamiento empresarial que permitan la difusión y el conocimiento de los problemas a nivel global.
Por otro lado hemos de promover lo que se denominaron en su día poderes compensatorios, que no es más que la organización de movimientos amplios capaces de oponerse a estas prácticas y obligar a los gobernantes a aprobar nuevas reformas. Por ejemplo, es urgente, según explica Geenpeace, se ponga en marcha la nueva Ley de Consumo Sostenible para llevar a cabo una auténtica defensa de los derechos de los consumidores.
El tercer y último principio, como nos dicen Acemoglu y Johnson, serían las soluciones políticas, articuladas a partir de nuevas investigaciones, narrativas y experiencias.
Lo que no tiene cabida en este mundo, ni en esta situación, es quedarse con los brazos cruzados.

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Serpientes de verano https://elfarodeceuta.es/serpientes-verano/ Sun, 25 Aug 2024 02:20:48 +0000 https://elfarodeceuta.es/?p=1090142 La primera vez que alguien me habló de este término fue un amigo periodista, en un verano en el que apenas había noticias, pero en el que una avalancha de inmigrantes llegó a la costa ceutí. Todos se frotaban las manos porque por fin tendrían noticias para llenar las páginas de sus medios. De hecho, […]

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La primera vez que alguien me habló de este término fue un amigo periodista, en un verano en el que apenas había noticias, pero en el que una avalancha de inmigrantes llegó a la costa ceutí. Todos se frotaban las manos porque por fin tendrían noticias para llenar las páginas de sus medios.

De hecho, la Wikipedia define a la “Serpiente de verano o culebrón del verano” como una expresión que se refiere a las noticias irrelevantes o sorprendentes que publican algunos diarios para llenar sus páginas durante las vacaciones de verano, cuando la mayor parte de los políticos se encuentran de vacaciones y no se producen sucesos ni noticias interesantes.

Ha ocurrido a propósito del asesinato del niño de Mocejón (Toledo). También a propósito del caso de los ERE de Andalucía y la reciente sentencia del Tribunal Constitucional.

En el primer caso, no ha sido suficiente con que el periodista que actuaba como portavoz de la familia golpeada por la tragedia rompiera a llorar el lunes ante los micrófonos de la Cope al relatar el acoso y las amenazas que estaba sufriendo por pedir que cesasen los bulos sobre el asesinato, de los grupos ultras. Oscuros personajes como Alvise Pérez y destacados dirigentes de Vox, seguían sembrando el veneno en las redes acusando falsamente a extranjeros de la autoría del crimen.

Tampoco ha sido suficiente con que la Guardia Civil detenga al presunto autor confeso del crimen, que es un chaval español y “blanco”, que al parecer tiene perturbadas sus facultades mentales.
En el segundo caso, ha sido la presidenta de la Comunidad de Madrid, la señora Ayuso, asesorada por su siniestro y peligroso jefe de gabinete, Miguel Ángel Rodríguez, la que se ha dedicado a seguir lanzando fango. Como le ha respondido el presidente del PSOE de Andalucía en su cuenta de X, “Resulta extravagante que una política del PP, como Isabel Díaz Ayuso se atreva a hablar de corrupción, teniendo tantos ejemplos, de delitos confesos o juzgados, en su entorno íntimo y en los gobiernos de Aznar, Feijóo, Rajoy o Esperanza Aguirre, por citar solo algunos ejemplos.

Con ese historial corrupto, de sobresaliente cum laude, busca para atacar al Gobierno de Pedro Sánchez precisamente el caso de los ERE de Andalucía, sobre el que el Tribunal Constitucional acaba de anular las sentencias de todos los encausados que solicitaron amparo, por vulnerar el derecho fundamental a la legalidad penal y a la presunción de inocencia. Una presidenta del PP que se burla de la Constitución y del TC, que insulta a las que ya son víctimas inocentes y habla sin saber, es un peligro público, expendedora de odio y fango. Repugnancia”.

"Desde hace ya bastante tiempo, España está entre las 10 primeras economías de la OCDE que son receptoras netas de emigrantes"

Desde hace ya bastante tiempo, España está entre las 10 primeras economías de la OCDE que son receptoras netas de emigrantes. En la actualidad, algo más del 13% de los 21 millones de afiliados a la Seguridad Social Española son emigrantes. Y un porcentaje similar, respecto a los 2.550.000 demandantes de empleo inscritos en el Servicio Público de Empleo Estatal, son parados emigrantes.

Gracias a su trabajo y esfuerzo, no solo viven ellos con dignidad y mantienen a bastantes familiares que siguen residiendo en sus países de origen, sino que contribuyen a que nuestra economía sea una de las de mayor crecimiento de la Unión Europea y a que las finanzas de nuestra Seguridad Social estén saneadas y puedan atender a los más de nueve millones de pensionistas.

En 2008 publiqué mis estudios doctorales, cuyo objetivo central era profundizar en las causas de la delincuencia en nuestro país. Ni rastro de que en aquellos años en los que las mayores tasas de inmigrantes irregulares se concentraran en nuestro país, fuesen los emigrantes los causantes de esta delincuencia. Los datos que usé entonces, los he venido actualizando y sigo analizando este mismo problema. Y siguen sin ser los emigrantes los causantes de la delincuencia en nuestro país.

En los años 60 del pasado siglo, mis padres y otros cuantos cientos de miles de paisanos, cruzaron las fronteras para buscar una vida mejor. La primera vez algunos lo hicieron de forma irregular. Fueron devueltos a su país de origen.

Lo siguieron intentando, pese a que se quedaron sin ahorros, y ya pudieron regularizar su situación y permanecer en el país de acogida bastantes años. Ayudaron a sus familias a tener una vida mejor y más cómoda. Y también contribuyeron a que países como Alemania, se convirtieran en las “locomotoras” de Europa. También en aquellos años tuvimos que soportar los insultos de algunos impresentables. Como hoy.

Pero todo pasará y quedará en una simple “Serpiente de Verano” por mucho que les pese a este tipo de siniestros y miserables personajes.

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