Artículos escritos por Dr. José Manuel Ávila Rivera en El Faro de Ceuta https://elfarodeceuta.es/autor/doctor-avila-rivera/ Diario digital Wed, 17 Jul 2024 09:02:45 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.7.1 https://elfarodeceuta.es/wp-content/uploads/2018/09/cropped-El-faro-de-Ceuta-32x32.jpg Artículos escritos por Dr. José Manuel Ávila Rivera en El Faro de Ceuta https://elfarodeceuta.es/autor/doctor-avila-rivera/ 32 32 Oxigenoterapia Hiperbárica en el tratamiento del dolor (y III) https://elfarodeceuta.es/oxigenoterapia-hiperbarica-tratamiento-dolor-iii/ Wed, 18 Aug 2021 02:00:14 +0000 https://elfarodeceuta.es/?p=656930 El dolor crónico constituye un reto terapéutico especial. Abordaremos el papel del tratamiento de oxigenación hiperbárica (TOHB) en el tratamiento del dolor neuropático, y sus aplicaciones en dolor crónico, síndromes neurosensitivos disfuncionales y oncodolor. El conocimiento de las indicaciones de TOHB en algiología y su aplicación en la práctica médica puede contribuir a mejorar la […]

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El dolor crónico constituye un reto terapéutico especial. Abordaremos el papel del tratamiento de oxigenación hiperbárica (TOHB) en el tratamiento del dolor neuropático, y sus aplicaciones en dolor crónico, síndromes neurosensitivos disfuncionales y oncodolor. El conocimiento de las indicaciones de TOHB en algiología y su aplicación en la práctica médica puede contribuir a mejorar la calidad de vida del paciente.
El dolor que dura más de 6 meses constituye un reto terapéutico especial. La prevalencia de dolor crónico en las poblaciones europeas se ha estimado en 20%; en tanto el dolor lumbar es la causa principal de dolor crónico moderado a severo. Más aún, cuando hay presencia de dolor neuropático, el dolor se cronifica y está relacionado principalmente con una lesión o disfunción primaria en el sistema nervioso. Se produce como resultado de un daño en las fibras nerviosas, que transmiten el impulso de dolor de las propias estructuras neuronales en lugar de las terminaciones nerviosas estimuladas. Ejemplos claros de dolor neuropático en mayor medida son los síndromes neurosensitivos disfuncionales como la fibromialgia, el síndrome de dolor regional complejo, el dolor miofascial, el dolor isquémico de enfermedad vascular periférica y en la esclerosis múltiple o escle¬rosis lateral amiotrófica, donde existe un daño en el sistema somatosensorial.

El dolor en reposo es un signo de EVP (Enfermedad Vascular Periférica) y ocurre cuando hay una profunda reducción en el flujo sanguíneo del miembro en reposo

Algunos de los tipos más desconcertantes de dolor crónico, como la neuropatía diabética, el dolor en el miembro fantasma y la neuralgia posherpética, son de origen neuropático. Una proporción significativa de los pacientes que sufren dolor lumbar crónico o dolor oncológico presentan un componente neuropático además del componente nociceptivo1, así como en cualquier lesión de la médula espinal, o incluso en el dolor neuropático posterior a accidentes cerebrovasculares o a traumas cerebrales.
El tratamiento de oxigenación hiperbárica (TOHB) es una terapia que consiste en que el paciente respire altas concentraciones de oxígeno en ambientes hiperbáricos (cámaras hiperbáricas) y actualmente se utiliza en el tratamiento de dolor crónico como la fibromialgia y el dolor neuropático.
El objetivo de esta revisión narrativa es realizar una búsqueda bibliográfica del mecanismo por el cual el TOHB tiene acción en el dolor neuropático y de las aplicaciones de la terapia de oxigenación hiperbárica en el tratamiento del dolor.

TOHB en oncodolor

El dolor es uno de los síntomas comunes en pacientes que presentan cáncer de cabeza y cuello. Un 50% de estos ma¬nifiestan dolor antes de comenzar el tratamiento, el 81% durante el tratamiento, el 70% al finalizarlo y el 36% se quejan del dolor hasta 6 meses después del tratamiento. En un trabajo retrospectivo de 60 pacientes con dolor orofacial que recibieron TOHB (19 con tumores de cabeza y cuello, 13 con disfunción del trastorno de la articulación temporomandibular, 7 con neuralgia del trigémino y 14 con neuropatía atípica facial, entre otros) y consultaron en centros odontológicos, el 87% mejoró su dolor medido por la escala EVA después de TOHB, y su percepción del dolor fue menor, siguiendo también esa escala; asimismo el 78% de los pacientes disminuyeron la dosis de medicamentos que se les había prescripto.
En cuanto a los pacientes oncológicos se demostró que el TOHB reduce significativamente (90%) el dolor en aque¬llos con adenocarcinoma de próstata avanzado, cuando se combina con tratamiento de estrógenos, según un estudio realizado en Cuba con 40 pacientes. Todos tenían dolor osteoarticular de intensidad variable y 37 de ellos manifestaron mejoría inmediatamente después del tratamiento, llegando prácticamente a la desaparición del dolor.

El dolor en reposo es un signo de EVP (Enfermedad Vascular Periférica) y ocurre cuando hay una profunda reducción en el flujo sanguíneo del miembro en reposo

El 25 al 33% de las pacientes con cáncer de mama expe¬rimentan dolor, fatiga, y en las dermatosis inflamatorias asociadas a la radioterapia el componente de dolor puede incluso persistir o aparecer hasta años después de aplicado el tratamiento. La toxicidad tardía del tejido se presenta en un período de 10 años entre un 12,6 y 26,2% en pacientes con cáncer de mama en quienes la radiofibrosis puede aumentar el riesgo de producir linfedema de brazo. En un estudio de 57 pacientes con toxicidad tardía por tratamiento por cáncer de mama, el TOHB mejoró todos los ítems de calidad de vida del cuestionario específico para cáncer de mama (QLQ-BR23) entre los que se encontraba la medición del dolor. El oxígeno hiperbárico mejoró en el 85 % el dolor del brazo u hombro y en el 63,6% el dolor en alguna parte de la mama; el edema de la mano, brazo o mama y los problemas en la piel son otros puntos específicos mejorados con TOHB.
La escala global numérica de dolor mejoró en el 81% de las pacientes que reciben tratamiento por radiotoxicidad en cáncer de mama. El oxígeno hiperbárico, además de disminuir el dolor en el tratamiento de radiolesiones, cuando se utiliza como coadyuvante en la radiosensibilización puede mejorar significativamente el dolor relacionado con el tratamiento, ya que disminuye el efecto inflamatorio de la radioterapia y la quimioterapia y promueve la analgesia y la acción profiláctica o preventiva de las radiolesiones posteriores o tardías. Adicionalmente, en referencia al dolor en pacientes con cáncer, se ha visto que el TOHB ejerce su efecto de reversión de la necrosis, favoreciendo la recuperación de la función del tejido u órgano afectado, aliviando la sensación de dolor y mejorando el pronóstico. De esta manera, el uso de TOHB también se justifica para reducir las dosis de analgésicos y modular los efectos adversos propios de la patología y el tratamiento convencional y los efectos secundarios de la radioterapia y quimioterapia. pacientes con cáncer, se ha visto que el TOHB ejerce su efecto de reversión de la necrosis, favoreciendo la recupe¬ración de la función del tejido u órgano afectado, aliviando la sensación de dolor y mejorando el pronóstico. De esta manera, el uso de TOHB también se justifica para reducir las dosis de analgésicos y modular los efectos adversos propios de la patología y el tratamiento convencional y los efectos secundarios de la radioterapia y quimioterapia.

La oxigenoterapia hiperbárica en el dolor en enfermedad vascular periférica

El dolor en reposo es un signo de EVP (Enfermedad Vascular Periférica) y ocurre cuando hay una profunda reducción en el flujo sanguíneo del miembro en reposo. Cuando TOHB es usado en el tratamiento de heri¬das relacionadas con la EVP, el alivio del dolor en la pierna isquémica se observa frecuentemente. Si bien muchos de estos pacientes requieren cirugía vascular, el oxígeno hiperbárico puede aliviar el dolor antes del procedimiento y además acoplarse en el proceso agudo posquirúrgico para disminuir la inflamación. Se ha propuesto que, en EVP, el TOHB disminuye la hipoxia y el edema, disminuyendo la acumulación de polipépticos alogénicos y aumenta los sitios receptores de endorfinas.

Las úlceras crónicas en las piernas pueden ser consecuencia de EVP o una comorbilidad de otras enfermedades sisté¬micas como diabetes, colagenopatías, etc. En la población adulta mayor de 80 años se encontró una prevalencia de in-tensidad de dolor ≥ 5 en la escala numérica y se encontró una mayor intensidad en úlceras arteriales y arterio-venosas. El dolor en heridas crónicas puede ser inhabilitante y la mayoría de los estudios relacionado con TOHB se focalizan en los tiempos de cicatrización, cuando la inflamación, el dolor y la afección neurológica constituyen un factor im¬portante en estas lesiones. La incorporación de TOHB en el esquema terapéutico de la cura de úlceras crónicas no solo permite promover la cicatrización en lesiones re¬fractarias al tratamiento, sino también mejorar la calidad de vida y disminuir significativamente el dolor durante su cicatrización, porque disminuye la inflamación y promueve la regeneración axonal en heridas contribuyendo a la dismi¬nución de la neuropatía y el dolor neuropático.

Londhal y cols. demostraron que los pacientes que recibieron TOHB en úlceras crónicas con respecto al placebo tuvieron menos aumento de dolor durante el tiempo que duró el tratamiento y mejoraron, entre otras cosas, su calidad de vida. En un estudio de Arroyo y cols., el TOHB disminuyó significa¬tivamente el dolor evaluado por EVA en 60 pacientes con diferentes indicaciones de TOHB (isquemias traumáticas agudas, quemaduras, infecciones, pie diabético, posqui¬rúrgico, colgajos y otras). El 95% refirió disminución en el dolor con escalas EVA iniciales de 5-10 hasta llegar a escalas 0-1 después del tratamiento.

Además de disminuir el dolor en el tratamiento de radiolesiones puede mejorar significativamente el dolor relacionado con el tratamiento

El tratamiento de oxigenación hiperbárica debe ser con¬siderado en cualquier patología en la cual el dolor sea un síntoma agregado y, más aún, si este se cronifica, ya que posee una actividad directa sobre el dolor neuropático. Además de ser útil en el tratamiento de síndromes neu¬rosensitivos, se puede incorporar en el tratamiento por oncodolor, dolor en EVP, enfermedades autoinmunitarias y reumatológicas con componente inflamatorio, heridas crónicas, lesiones medulares, dolores lumbares e incluso en el dolor en el síndrome posaccidente cerebrovascular y traumatismo cerebral. Debe incluirse en lo posible en las intervenciones posquirúrgicas porque, además de promover la cicatrización y disminuir las infecciones, la oxigenación hiperbárica produce analgesia, disminuye la inflamación y mejora la calidad de vida en el posoperatorio inmediato. Si bien existe mayor evidencia y metaanálisis con respecto a síndromes neurosensitivos, la incorporación de TOHB en las heridas crónicas isquémicas y en radiolesiones, además de contribuir a su cicatrización, promueve la disminución del dolor, y debería ser medido y registrado el aporte del oxígeno hiperbárico en la analgesia en esas condiciones.

El TOHB es una herramienta para incorporar en el trata¬miento de todas las patologías donde un componente de dolor se encuentre presente. El oxígeno hiperbárico produce analgesia efectiva ya que disminuye el edema y la infla-mación y posee acción directa sobre el dolor neuropático a nivel mitocondrial porque restaura la funcionalidad del tejido nervioso y regenera fibras nerviosas dañadas.
Se deben realizar estudios focalizados en la medición de los cambios del dolor neuropático en los pacientes que realizan TOHB y en pacientes que presentan oncodolor o síndromes neurosensitivos disfuncionales. El oxígeno hiperbárico puede constituir una herramienta para el alivio del dolor crónico en numerosas condiciones y debe ser considerada por el médico y el sistema de salud en general para mejorar la calidad de vida del paciente.

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Oxigenoterapia Hiperbárica en el tratamiento del dolor (II) https://elfarodeceuta.es/oxigenoterapia-hiperbarica-tratamiento-dolor-ii/ Wed, 14 Jul 2021 03:20:19 +0000 https://elfarodeceuta.es/?p=647317 El dolor crónico constituye un reto terapéutico especial. Abordaremos el papel del tratamiento de oxigenación hiperbárica (TOHB) en el tratamiento del dolor neuropático, y sus aplicaciones en dolor crónico, síndromes neurosensitivos disfuncionales y oncodolor. El conocimiento de las indicaciones de TOHB en algiología y su aplicación en la práctica médica puede contribuir a mejorar la […]

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El dolor crónico constituye un reto terapéutico especial. Abordaremos el papel del tratamiento de oxigenación hiperbárica (TOHB) en el tratamiento del dolor neuropático, y sus aplicaciones en dolor crónico, síndromes neurosensitivos disfuncionales y oncodolor. El conocimiento de las indicaciones de TOHB en algiología y su aplicación en la práctica médica puede contribuir a mejorar la calidad de vida del paciente.
El dolor que dura más de 6 meses constituye un reto terapéutico especial. La prevalencia de dolor crónico en las poblaciones europeas se ha estimado en 20%; en tanto el dolor lumbar es la causa principal de dolor crónico moderado a severo. Más aún, cuando hay presencia de dolor neuropático, el dolor se cronifica y está relacionado principalmente con una lesión o disfunción primaria en el sistema nervioso. Se produce como resultado de un daño en las fibras nerviosas, que transmiten el impulso de dolor de las propias estructuras neuronales en lugar de las terminaciones nerviosas estimuladas. Ejemplos claros de dolor neuropático en mayor medida son los síndromes neurosensitivos disfuncionales como la fibromialgia, el síndrome de dolor regional complejo, el dolor miofascial, el dolor isquémico de enfermedad vascular periférica y en la esclerosis múltiple o escle¬rosis lateral amiotrófica, donde existe un daño en el sistema somatosensorial.

El tratamiento de oxigenación hiperbárica (TOHB) es una terapia que consiste en que el paciente respire altas concentraciones de oxígeno en ambientes hiperbáricos (cámaras hiperbáricas)

Algunos de los tipos más desconcertantes de dolor crónico, como la neuropatía diabética, el dolor en el miembro fantasma y la neuralgia posherpética, son de origen neuropático. Una proporción significativa de los pacientes que sufren dolor lumbar crónico o dolor oncológico presentan un componente neuropático además del componente nociceptivo1, así como en cualquier lesión de la médula espinal, o incluso en el dolor neuropático posterior a accidentes cerebrovasculares o a traumas cerebrales.
El tratamiento de oxigenación hiperbárica (TOHB) es una terapia que consiste en que el paciente respire altas concentraciones de oxígeno en ambientes hiperbáricos (cámaras hiperbáricas) y actualmente se utiliza en el tratamiento de dolor crónico como la fibromialgia y el dolor neuropático.
El objetivo de esta revisión narrativa es realizar una búsqueda bibliográfica del mecanismo por el cual el TOHB tiene acción en el dolor neuropático y de las aplicaciones de la terapia de oxigenación hiperbárica en el tratamiento del dolor.

Las claves

TOHB
El conocimiento de las indicaciones de TOHB en algiología y su aplicación en la práctica médica puede contribuir a mejorar la calidad de vida del paciente.
Más de 6 meses
El dolor que dura más de 6 meses constituye un reto terapéutico especial. La prevalencia de dolor crónico en las poblaciones europeas se ha estimado en 20%
Daño
Se produce como resul¬tado de un daño en las fibras nerviosas, que transmiten el impulso de dolor de las propias estructuras neuronales en lugar de las terminaciones nerviosas estimuladas
Fibromialgia
Ejemplo claro de dolor neuropático en mayor medida son los síndromes neurosensitivos disfuncionales como la fibromialgia

TOHB en síndromes neurosensitivos disfuncionales y dolor neuropático

La Sociedad Americana de Medicina Hiperbárica ha aprobado 14 indicaciones con demostrada eficacia en estudios experimentales y clínicos, pero además el TOHB se utiliza en más de 100 patologías en el resto del mun¬do. La oxigenación hiperbárica también es activa contra otros síndromes de dolor crónico, como la fibromialgia, el síndrome de dolor regional complejo, el síndrome de dolor miofascial, las migrañas y en el dolor asociado a la isquemia de los miembros inferiores por enfermedad vascular periférica (EVP).
Sin embargo, debido a su mecanismo de acción y su acti¬vidad para disminuir el dolor neuropático por contribuir a la mejora del funcionalismo mitocondrial, todo dolor relacionado con inflamación, neuropatía o dolor nocicep¬tivo en heridas puede ser disminuido con el tratamiento de oxigenación hiperbárica. Un ítem especial es el dolor relacionado con el tratamiento oncológico (quimioterapia o radioterapia), donde el oxígeno hiperbárico se demostró que puede reducir la inflamación asociada a la radiación y contribuir a la disminución del dolor neuropático relacio¬nado con los quimioterápicos. Varios estudios de dolor realizados sobre la intensidad del dolor en pacientes con fibromialgia demostraron que uno de los mecanismos por los que disminuye el dolor en esta patología es la dismi¬nución de óxido nítrico sintetasa inducible con el oxígeno hiperbárico. La fibromialgia es una enfermedad crónica, persistente y debilitante. Está caracterizada por un dolor generalizado (poliartromialgias) y por una fatiga crónica (astenia). Es una enfermedad de carácter neuropático (sistema nervioso) que tiene un impacto directo en la calidad de vida de los pacientes, ya que se dan unas alteraciones neuro-químicas que participan en el umbral del dolor y otros procesos como el ánimo, el sueño y la energía, dando lugar a alteraciones del sueño, alteraciones cognitivas (memoria y atención), ansiedad o depresión. Esto genera conflictos socio-familiares y muchas veces origina un ausentismo laboral.
Hasta ahora, la fibromialgia se ha tratado fundamentalmente a través antidepresivos duales, anticonvulsivantes y otro tipo de fármacos. Además, estos tratamientos se complementan con rehabilitación con fisioterapia y/o terapia psicológica.
El estudio llevado a cabo por Efrati S., Golan H., Bechor Y., Faran Y., Daphna-Tekoah S., Sekler G., et al. (2015), en el Centro Sagol de Medicina e Investigación Hiperbáricas de Tel Aviv, publicado en PLoS ONE, permitió demostrar los efectos positivos de la oxigenación hiperbárica en el tratamiento de la fibromialgia. En dicho documento se describe como la oxigenación hiperbárica genera en el paciente un estado de hiperoxia (alta concentración de oxígeno en sangre) que induce un gradiente de O2 que interviene directamente en los mecanismos de acción del dolor. En este estudio se demuestra como el tratamiento con oxígeno hiperbárico mejora los síntomas y la calidad de vida de los pacientes con fibromialgia.
Además dejo en evidencia que este tratamiento promovía la neuroplasticidad (capacidad con la que nuestro sistema nervioso cambia a partir de su interacción con el entorno) y la capacidad de rectificar significativamente la actividad cerebral anormal en áreas relacionadas con el dolor así como disminuir la expresión de sustancias proinflamatorias disminuyendo así el dolor de origen tanto central como periférico.
Por tanto la oxigenación hiperbárica incide de forma directa en los síntomas del paciente con fibromialgia, ya que, además de disminuir el dolor, podría mejorar la función cognitiva, disminuir la fatiga e incrementar la capacidad física. Además, se consigue reducir el número de puntos dolorosos y se mejora el umbral del dolor, a la vez que disminuye la cefalea y los síntomas digestivos asociados.

La Sociedad Americana de Medicina Hiperbárica ha aprobado 14 indicaciones con demostrada eficacia en estudios experimentales y clínicos

La oxigenación hiperbárica siempre debe aplicarse como terapia complementaria a los tratamientos que el paciente ya recibe.
El TOHB actúa sobre el flujo sanguíneo cere¬bral, además de contribuir a la disminución de la hipoxia muscular en los puntos sensibles de dolor, y disminuye la interleuquina 1 y TNF-α. El oxígeno hiperbárico logra disminuir de manera significativa los puntos de dolor en pacientes tratados con respecto a los que no reciben el tratamiento: desde 17,5 puntos (de 19). En mediciones a través del dolorímetro se encontró un aumento en la tolerancia al dolor en los puntos sensibles y en otros puntos del cuerpo otorgando un aumento en la resistencia al dolor. Más aún, el efecto se logra desde la primera sesión, pero se hace más evidente a partir de la sesión 15 con una eficacia analgésica en tratamientos a 2 y 2,4 ATA. También está demostrado que el TOHB es eficaz para disminuir el dolor en el síndrome de dolor regional complejo (SDRC), en donde se piensa que existe una actividad excesiva en el sistema nervioso simpático. La hipoxia y la acidosis que surgen durante este síndrome aumentan la sensación de dolor y reducen la tolerancia a él. Con TOHB, la hiperoxia contribuye a la vasoconstricción, disminuyendo el edema y aumentando la presión parcial de oxígeno. El dolor puede disminuir incluso en la primera sesión y con una serie de 20 a 30 sesiones va disminuyendo progresivamente. (En un estudio doble ciego aleatorizado controlado se trataron con TOHB 37 pacientes con SDRC en los cuales se logró disminuir el dolor significativamente y mejorar el rango de movimiento. En el caso del síndrome de dolor miofascial de causa desconocida se encontraron puntos isquémicos a nivel muscular. Yildiz y cols. trataron 20 pacientes con síndrome de dolor crónico miofascial y lograron disminuir el dolor de manera significativa medido por algometría e intensidad de dolor usando la escala de valoración analógi¬ca de dolor (EVA)13. Di Sabato y cols. compararon grupos de pacientes con migrañas que recibieron TOHB y placebo en el tratamiento de migrañas en racimo observando una mejora en 6 de 7 pacientes en los cuales disminuyeron los episodios durante 6 meses. Aunque es un área para desarrollar más evidencia científica, existen algunos ensa¬yos a favor de la oxigenación hiperbárica, que se reserva para los pacientes resistentes a la terapia convencional o para resolver las migrañas agudas refractarias a la terapia analgésica.
En enfermedades reumáticas, el TOHB tiene un efecto analgésico antiinflamatorio porque disminuye la inflama¬ción, y también se observa en pacientes con enfermedad reumatológica como la artritis y principalmente en vascu¬litis primarias y secundarias. En una revisión sistemática del papel del TOHB en el manejo del dolor, que incluye ensayos clínicos controlados aleatorizados de diferentes síndromes y patologías con componente neuropático, se obtuvo una disminución significativa del dolor de 2,23 de diferencia y hasta -7,18 en el caso de la fibromialgia.

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Oxigenoterapia Hiperbárica en el tratamiento del dolor (I) https://elfarodeceuta.es/oxigenoterapia-hiperbarica-tratamiento-dolor-i/ Sat, 10 Jul 2021 02:25:29 +0000 https://elfarodeceuta.es/?p=646177 El dolor crónico constituye un reto terapéutico especial. Abordaremos el papel del tratamiento de oxigenación hiperbárica (TOHB) en el tratamiento del dolor neuropático, y sus aplicaciones en dolor crónico, síndromes neurosensitivos disfuncionales y oncodolor. El conocimiento de las indicaciones de TOHB en algiología y su aplicación en la práctica médica puede contribuir a mejorar la […]

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El dolor crónico constituye un reto terapéutico especial. Abordaremos el papel del tratamiento de oxigenación hiperbárica (TOHB) en el tratamiento del dolor neuropático, y sus aplicaciones en dolor crónico, síndromes neurosensitivos disfuncionales y oncodolor. El conocimiento de las indicaciones de TOHB en algiología y su aplicación en la práctica médica puede contribuir a mejorar la calidad de vida del paciente.
El dolor que dura más de 6 meses constituye un reto terapéutico especial. La prevalencia de dolor crónico en las poblaciones europeas se ha estimado en 20%; en tanto el dolor lumbar es la causa principal de dolor crónico moderado a severo. Más aún, cuando hay presencia de dolor neuropático, el dolor se cronifica y está relacionado principalmente con una lesión o disfunción primaria en el sistema nervioso. Se produce como resultado de un daño en las fibras nerviosas, que transmiten el impulso de dolor de las propias estructuras neuronales en lugar de las terminaciones nerviosas estimuladas. Ejemplos claros de dolor neuropático en mayor medida son los síndromes neurosensitivos disfuncionales como la fibromialgia, el síndrome de dolor regional complejo, el dolor miofascial, el dolor isquémico de enfermedad vascular periférica y en la esclerosis múltiple o escle¬rosis lateral amiotrófica, donde existe un daño en el sistema somatosensorial.

TOHB El tratamiento de oxigenación hiperbárica (TOHB) es una terapia que consiste en que el paciente respire altas concentraciones de oxígeno en ambientes hiperbáricos (cámaras hiperbáricas)

Algunos de los tipos más desconcertantes de dolor crónico, como la neuropatía diabética, el dolor en el miembro fantasma y la neuralgia posherpética, son de origen neuropático. Una proporción significativa de los pacientes que sufren dolor lumbar crónico o dolor oncológico presentan un componente neuropático además del componente nociceptivo1, así como en cualquier lesión de la médula espinal, o incluso en el dolor neuropático posterior a accidentes cerebrovasculares o a traumas cerebrales.
El tratamiento de oxigenación hiperbárica (TOHB) es una terapia que consiste en que el paciente respire altas concentraciones de oxígeno en ambientes hiperbáricos (cámaras hiperbáricas) y actualmente se utiliza en el tratamiento de dolor crónico como la fibromialgia y el dolor neuropático.
El objetivo de esta revisión narrativa es realizar una búsqueda bibliográfica del mecanismo por el cual el TOHB tiene acción en el dolor neuropático y de las aplicaciones de la terapia de oxigenación hiperbárica en el tratamiento del dolor.

Las claves

TOHB
El conocimiento de las indicaciones de TOHB en algiología y su aplicación en la práctica médica puede contribuir a mejorar la calidad de vida del paciente.
Más de 6 meses
El dolor que dura más de 6 meses constituye un reto terapéutico especial. La prevalencia de dolor crónico en las poblaciones europeas se ha estimado en 20%
Daño
Se produce como resul¬tado de un daño en las fibras nerviosas, que transmiten el impulso de dolor de las propias estructuras neuronales en lugar de las terminaciones nerviosas estimuladas
Fibromialgia
Ejemplo claro de dolor neuropático en mayor medida son los síndromes neurosensitivos disfuncionales como la fibromialgia

Mecanismo de acción del oxígeno hiperbárico en la analgesia

El oxígeno hiperbárico disminuye el dolor neuropático actuando directamente sobre el tejido neuronal por varios mecanismos: induce la mitofagia (degradación de mitocondrias dañadas o envejecidas), disminuye la inflamación neuronal mediada por los astrocitos, y disminuye la expresión de la enzima óxido nítrico sintetasa (nNOS) neuronal y óxido nítrico sintetasa inducible (iNOS).
En los nervios periféricos, más del 90% de las mitocondrias están ubicadas en los axones; por lo tanto, un defecto en el metabolismo energético en la mitocondria puede causar una modificación en el gradiente de voltaje que se produce en el potencial de acción, por un incorrecto funcionamiento de los canales de sodio-ATP dependientes y los canales que movilizan el calcio. La alteración en la funcionalidad de la cadena respiratoria puede conducir a un proceso de señalización en la neurona y programar apoptosis, es decir, muerte celular programada.
La mitofagia es un proceso selectivo en el cual las mitocondrias dañadas o envejecidas en la célula son degradadas en los lisosomas, para mantener una función celular apropiada. En el caso de una neuropatía o dolor neuropático, el proceso de mitofagia se encuentra alterado, existe daño neuronal y la consiguiente alteración en las mitocondrias. Estas se vuelven disfuncionales y este mal funcionamiento mitocondrial genera inflamación celular produciendo acumulación de radicales libres y peróxidos, que son productos citotóxicos. En el caso del tejido neuronal, esa acumulación produce un desequilibrio de iones necesarios para la correcta transmisión del estímulo eléctrico o potencial de acción. Disminuye la producción de ATP y se altera la síntesis de la mielina o sustancia blanca que recubre las fibras nerviosas. El oxígeno hiperbárico promueve la mitofagia o degradación de esas mitocondrias disfuncionales para restaurar la funcionalidad del potencial entre neuronas, la conducción del estímulo nervioso y aumentar la síntesis de ATP y de mielina.
El TOHB disminuye la activación de las células inflamatorias del tejido nervioso mediada a través de la activación de los astrocitos, disminuye la producción de interleuquinas, TNF-α neuronal y la disminución de la activación de la neuroinflamación mediada por la activación de los receptores tipo TLR (Toll Like Receptors, un complejo molecular que, cuando se activa, desencadena procesos inflamatorios crónicos). El efecto antinociceptivo se produce a través de la atenuación de la expresión de genes que codifican para proteínas que activan los astrocitos y, por consiguiente, los procesos inflamatorios.

En los nervios periféricos, más del 90% de las mitocondrias están ubicadas en los axones; por lo tanto, un defecto en el metabolismo energético en la mitocondria puede causar una modificación en el gradiente de voltaje que se produce en el potencial de acción

Durante los procesos inflamatorios crónicos en el tejido nervioso, la enzima óxido nítrico sintetasa (NOS) se encuentra sobreexpresada, lo cual, por consiguiente, aumenta la concentración de óxido nítrico. Esta enzima y sus isoenzimas son sintetizadas por células de la glía que residen alrededor del nervio lesionado, mediando una hipersensibilidad neuronal y produciendo una hiperexcitabilidad de los nervios periféricos y del sistema nervioso central.
El aumento de los niveles plasmáticos de oxígeno y en el resto de los fluidos corporales (como el líquido cefalorraquídeo) con la terapia de oxigenación hiperbárica tiene efecto sobre la disminución de la expresión de la NOS inducible y neuronal, disminuyendo así la concentración de óxido nítrico en esos niveles, lo que atenúa la hipersensibilidad a estímulos térmicos y mecánicos.
La disfunción mitocondrial tiene un papel crítico en las neuropatías periféricas inducidas por drogas quimioterapéuticas. Estos fármacos antitumorales son “mitotóxicos” ya que tienen la capacidad de afectar el movimiento de iones sodio y calcio a través de las membranas mitocondriales neuronales, alterando así la homeostasis intracelular y conduciendo a una excitabilidad neuronal anormal. El aumento de la disponibilidad de oxígeno con la terapia de oxigenación hiperbárica permite una reactivación mitocondrial neuronal en los pacientes tratados con quimioterápicos, reactivando esta función y garantizando la transmisión del impulso nervioso de manera eficaz.
Varios ensayos experimentales demuestran que el oxígeno hiperbárico actúa sobre los procesos que generan el dolor neuropático crónico. Más aún, se ha demostrado una acción analgésica por la liberación de péptidos simil opioides durante la oxigenación hiperbárica, que puede tener un efecto directo sobre el dolor nociceptivo.

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Mecanismos del estrés (y II) https://elfarodeceuta.es/mecanismos-estres-ii/ Tue, 06 Jul 2021 01:45:44 +0000 https://elfarodeceuta.es/?p=645012 El organismo siempre se encuentra en un estado de estrés mínimo que, ante determinadas situaciones, se incrementa pudiendo producir un efecto beneficioso o negativo, dependiendo de si la reacción del organismo es suficiente para cubrir una determinada demanda o ésta "supera" a la persona. Este nivel de equilibrio dependerá de los factores individuales (disposición biológica […]

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El organismo siempre se encuentra en un estado de estrés mínimo que, ante determinadas situaciones, se incrementa pudiendo producir un efecto beneficioso o negativo, dependiendo de si la reacción del organismo es suficiente para cubrir una determinada demanda o ésta "supera" a la persona. Este nivel de equilibrio dependerá de los factores individuales (disposición biológica y psicológica) de las distintas situaciones y experiencias.
Un determinado grado de estrés estimula el organismo y permite que éste alcance su objetivo, volviendo a la "normalidad" cuando el estímulo ha cesado. Por ejemplo, cuando un atleta intenta conseguir un buen resultado en una competición, está sometido a un estrés que implica un aumento de la actividad muscular (más irrigación, el corazón late más rápido, etc.) lo que le ayudará a alcanzar el éxito y conseguir su objetivo. Una vez finalizadas las pruebas atléticas, se produce un descenso de las constantes y el organismo vuelve a su estado basal.
Cuando se mantiene la presión y se entra en el estado de resistencia, las personas empiezan a tener una sensación de disconfort (tensión muscular, palpitaciones, etc.). Si continúa el estresor, se llega al estado de agotamiento, con posibles alteraciones funcionales y/u orgánicas: son las llamadas "enfermedades de adaptación". Estos síntomas son percibidos como negativos por las personas y producen preocupación, lo que a su vez agrava los síntomas y así puede llegar a crearse un círculo vicioso.

La respuesta fisiológica al estrés es la reacción que se produce en el organismo ante los estímulos estresores

La respuesta fisiológica al estrés, es la reacción que se produce en el organismo ante los estímulos estresores. Ante una situación de estrés, el organismo tiene una serie de reacciones fisiológicas que suponen la activación del eje hipofisosuprarrenal y del sistema nervioso vegetativo.
El eje hipofisosuprarrenal (HSP) está compuesto por el hipotálamo, que es una estructura nerviosa situada en la base del cerebro que actúa de enlace entre el sistema endocrino y el sistema nervioso, la hipófisis, una glándula situada asimismo en la base del cerebro, y las glándulas suprarrenales, que se encuentran sobre el polo superior de cada uno de los riñones y que están compuestas por la corteza y la médula.
El sistema nervioso vegetativo (SNV) es el conjunto de estructuras nerviosas que se encarga de regular el funcionamiento de los órganos internos y controla algunas de sus funciones de manera involuntaria e inconsciente.
Ambos sistemas producen la liberación de hormonas, sustancias elaboradas en las glándulas que, transportadas a través de la sangre, excitan, inhiben o regulan la actividad de los órganos.

Las claves

Estrés mínimo
El organismo siempre se encuentra en un estado de estrés mínimo que se incrementa pudiendo producir un efecto beneficioso o negativo
Presión
Cuando se mantiene la presión y se entra en el estado de resistencia, las personas empiezan a tener una sensación de disconfort
Adaptación
Si continúa el estresor, se llega al estado de agotamiento, con posibles alteraciones funcionales y/o orgánicas: son las llamadas enfermedades de adaptación
Situación de estrés
Ante una situación de estrés, el organismo tiene una serie de reacciones fisiológicas que suponen la activación del eje hipofisosuprarrenal y del sistema nervioso vegetativo

Las respuestas fisiológicas ante el estrés

People shout at meditating worker in suit in office.

Respuestas del organismo: consecuencias biológicas del estrés
La respuesta del organismo es diferente según se esté en una fase de tensión inicial en la que hay una activación general del organismo y en la que las alteraciones que se producen son fácilmente remisibles, si se suprime o mejora la causa- o en una fase de tensión crónica o estrés prolongado, en la que los síntomas se convierten en permanentes y se desencadena la enfermedad.

Modelo biopsicosocial
Este modelo relaciona una situación determinada y la vivencia de esta situación, con las consecuencias fisiológicas expuestas hasta ahora y nos proporciona una estrategia para localizar factores ambientales estresantes y analizar sus consecuencias en el aspecto individual.
Hemos visto que cualquier situación que reconocemos (proceso cognitivo) da señales de la corteza cerebral al hipotálamo y, vía el sistema nervioso vegetativo (automático), a la médula de las glándulas suprarrenales, que responden liberando adrenalina y noradrenalina, que son las llamadas hormonas del estrés; estas hormonas movilizan nuestro cuerpo y nos hacen luchar o abandonar (fight or flight).
Cuando la situación produce sentimientos de distrés o desamparo, el cerebro envía también mensajes al córtex de los suprarrenales, que segrega otra hormona del estrés: el cortisol, que juega un papel importante en el sistema inmunológico. Esto es más complejo e incluye la liberación de ACTH de la glándula pituitaria.
Según la percepción que se tenga de las demandas de trabajo, la respuesta del organismo será diferente; ya Selye distinguía entre reacciones agradables o eutress y desagradables o distrés.
Las reacciones fisiológicas dependerán de la percepción que se tenga de las demandas de trabajo, la respuesta del organismo será diferente en cada caso; por ejemplo, las tareas exigentes pero controlables inducirían esfuerzo, pero sin distrés. A nivel fisiológico se traduce en un aumento de las catecolaminas y la supresión activa de la secreción de cortisol.
Los estudios actuales se centran en dos dimensiones que son, por un lado, el nivel de actividad o pasividad que implica la tarea, y por otro, la dimensión afectiva según el estado de humor sea positivo o negativo; en cada caso se producen una serie de reacciones cuyo resultado es el afrontamiento (coping) de la situación no deseada o el vencimiento ante la misma.
Los estudios experimentales basados en esta teoría han permitido identificar dos características específicas de los procesos de trabajo, en función de la percepción que se tenga del trabajo o de la actitud ante el mismo: positiva (estrés) o negativa (distrés) y en relación al contenido de la tarea: actividad o pasividad.
La combinación de ambas variables conduce a la identificación de algunas de las características específicas de los procesos de trabajo que promueven determinadas actitudes y que se relacionan con las respuestas neuroendocrinas y son las siguientes (figura 3):

Relación entre procesos de trabajo y respuestas neuroendocrinas
Esfuerzo y estrés: En este grupo se puede incluir a las personas que desarrollan un tipo de trabajo de gran control personal, creatividad, y muy dedicados a su trabajo. En estos casos se produce un aumento de la secreción de catecolaminas, y el cortisol se halla muy bajo o inexistente. Se encuentran en este grupo, por ejemplo, los empresarios, los artistas, los científicos, los artesanos, etc., pues en este tipo de profesiones se suelen realizar trabajos con un alto grado de autocontrol y autonomía. Parece ser que, el hecho de que el cortisol esté bajo hace decrecer el riesgo de sufrir un ataque cardíaco.
No esfuerzo y estrés: En este caso, la no actividad se acepta como algo positivo, dándose un descanso de cuerpo y mente. El nivel de las hormonas está bajo.
Esfuerzo y distrés: Esta situación se da en aquellos trabajos que implican elevadas exigencias de producción, pero en los que la persona tiene un bajo control de la situación. Es común en los trabajos repetitivos, y en los trabajos en cadena. El esfuerzo va acompañado de un aumento de la secreción de las catecolaminas que, a su vez, provoca efectos negativos, lo que tiende a aumentar la secreción de ambas hormonas: catecolaminas y cortisol.
Poco esfuerzo y distrés: Personas sin empleo y en trabajos muy coercitivos, en los que la persona tiene muy poca o ninguna autonomía. Se acompaña de una liberación de hormonas del estrés, en particular de cortisol.
Para resumir todo ello, podríamos decir que el aumento de catecolaminas es debido a la exigencia de tener que rendir y el descenso de cortisol significa poder afrontar la situación.

Técnicas preventivas de carácter fisiológico
Así como la reacción del organismo frente al estrés tiene un componente fisiológico, también la fisiología puede ayudar a las personas a afrontar una situación de estrés, de manera que se reduzcan sus efectos negativos sobre la salud. Desde el punto de vista de las condiciones de trabajo, es evidente que la prevención debe ir encaminada a evitar que se den situaciones que puedan provocar estrés; pero. a veces, ocurre que estas circunstancias no pueden cambiarse o que una situación no estresante, desde el punto de vista objetivo, es vivida por alguna persona como una agresión. Cuando se dan esta clase de circunstancias está especialmente indicado el uso de este tipo de técnicas.
Mediante la realización de unos determinados ejercicios físicos, estas técnicas enseñan a controlar los efectos fisiológicos del estrés, a fin de disminuir la sintomatología que se percibe como negativa desagradable y que, en consecuencia, crea ansiedad. Algunas de ellas son de aprendizaje complejo y requieren, a veces, un especialista al menos durante la fase inicial. Las más conocidas y practicadas hoy en día son las que se citan a continuación:
•Técnicas de relajación (Jacobson, Schultz). Actualmente son las más utilizadas en el mundo occidental. Parten del principio de que es imposible estar relajado físicamente y tenso emocionalmente. Se basa en la relajación muscular que supone a su vez la relajación del sistema nervioso.
•Técnicas de respiración.
•Meditación y relajación
mental.
Es importante reseñar que estas técnicas no sirven para evitar o anular el problema, sino que enseñan a controlar los efectos fisiológicos del estrés, a contrarrestar la sintomatología orgánica desagradable que nos crea ansiedad; esto se logra mediante unos determinados ejercicios realizados de forma consciente, con la atención concentrada en las reacciones que nos producen.

Valoración/prevención
Los recientes avances en los conocimientos acerca de cómo el cerebro regula las funciones endocrinas han desembocado en una reorientación en la investigación psicobiológica del estrés humano y del proceso de afrontamiento ante las situaciones estresantes. Hasta hace poco, el cerebro y el sistema endocrino se consideraban entidades separadas; se veía al cerebro como mediador entre el organismo y el entorno exterior. Por otro lado, se consideraba que el sistema endocrino estaba orientado hacia el entorno interno del cuerpo, la regulación del crecimiento, el metabolismo, y la reproducción.
Hoy en día, en cambio, sabemos que entre el cerebro y el sistema endocrino existe una interrelación constante, que puede seguirse de forma continua mediante el empleo de las modernas técnicas de monitorización ambulatoria, que permiten conocer de manera instantánea qué es lo que hace aumentar la presión sanguínea, latir el corazón más rápidamente, o contraer los músculos.
Estas técnicas permiten monitorizar las respuestas del cuerpo bajo unas condiciones reales, inclusive en el puesto de trabajo, sin que interfieran en la actividad normal de las personas. De esta manera se pueden identificar aspectos negativos o adversos del entorno psicosocial, así como los factores de protección, amortiguadores que protegen a las personas contra influencias potencialmente nocivas.
Uno de los métodos que se utiliza actualmente para el estudio de las respuestas fisiológicas del estrés es el análisis de las alteraciones hormonales que se producen en el organismo. Las hormonas del estrés pueden ser determinadas en sangre, orina y saliva; y las técnicas que se utilizan principalmente son la fluorometría, la cromatografía líquida y el inmunoensayo. Al hacer una determinación analítica hay que tener en cuenta las variaciones que sufren estas sustancias a lo largo del ciclo circadiano; a grandes rasgos, puede decirse que alcanzan el punto máximo por la mañana y van decreciendo a lo largo del día.
Un objetivo que deberían conseguir las personas que se dedican a la investigación del estrés es identificar aquellos factores del ambiente laboral que provocan respuestas fisiológicas, y luego determinar cuándo estas respuestas pueden ser de adaptación y promueven la salud y cuándo provocan una desadaptación y son potencial mente dañinas para la salud.

Intervención del sistema endocrino en el estrés
Al experimentar el estrés, las personas segregan hormonas desde la hipófisis, el hipotálamo y otras glándulas endocrinas, en respuesta a los agentes estimulantes y demandantes del medio que lo provocan.
La estimulación del hipotálamo desencadena la segregación de la hormona adenocorticotropina por parte de la glándula pituitaria anterior, la cual estimula a su vez, la corteza adrenal para la producción de cortisol.
Este último es considerado por algunos investigadores como la hormona del estrés. El cortisol permite que el organismo movilice sus energías para enfrentar situaciones difíciles. Esta hormona contribuye a elevar los niveles de azúcar en la sangre, incrementar la presión arterial (Kalat, 2004).
La hormona GH u hormona de crecimiento se ve en aumento durante el estrés agudo, y se ve en disminución en presencia del estrés crónico.
Como respuesta de la hipófisis, la prolactina (PRL), la hormona involucrada principalmente en estimular la lactación, también incrementa. Esta, mientras el estrés, inhibe la sexualidad y estimula la inmunidad.
A su vez, se incrementa la secreción de la arginina-vasopresina u hormona antidiurética, la cual determina la retención de agua en el riñón y eleva la tensión arterial (Orlandini, 2012).
En el páncreas, aumenta la secreción de glucagón, cuya función es la de producir glucemia, mientras que en los testículos disminuye la testosterona.
La adrenalina, juega un indispensable papel, que es el de proveer la excitación requerida para responder a los acontecimientos de manera rápida, de esta manera, ayuda a que se actúe en virtud de evitar el peligro. Tiene efectos anabólicos como lo son: aumento de la respiración y la frecuencia cardíaca, evitar la coagulación de la sangre, entre otros.
La noradrenalina, junto con la adrenalina, enciende la respuesta al estrés en todo el organismo.
Según (Orlandini, 2012), las catecolaminas (adrenalina, noradrenalina y dopamina) y la serotonina desencadenan la ansiedad y la reacción al estrés, mientras que el sistema GABA/benzodiacepina posee efectos antiestrés.

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Mecanismos del estrés (I) https://elfarodeceuta.es/mecanismos-estres-i/ Thu, 01 Jul 2021 02:00:15 +0000 https://elfarodeceuta.es/?p=643580 El organismo siempre se encuentra en un estado de estrés mínimo que, ante determinadas situaciones, se incrementa pudiendo producir un efecto beneficioso o negativo, dependiendo de si la reacción del organismo es suficiente para cubrir una determinada demanda o ésta "supera" a la persona. Este nivel de equilibrio dependerá de los factores individuales (disposición biológica […]

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El organismo siempre se encuentra en un estado de estrés mínimo que, ante determinadas situaciones, se incrementa pudiendo producir un efecto beneficioso o negativo, dependiendo de si la reacción del organismo es suficiente para cubrir una determinada demanda o ésta "supera" a la persona. Este nivel de equilibrio dependerá de los factores individuales (disposición biológica y psicológica) de las distintas situaciones y experiencias.
Un determinado grado de estrés estimula el organismo y permite que éste alcance su objetivo, volviendo a la "normalidad" cuando el estímulo ha cesado. Por ejemplo, cuando un atleta intenta conseguir un buen resultado en una competición, está sometido a un estrés que implica un aumento de la actividad muscular (más irrigación, el corazón late más rápido, etc.) lo que le ayudará a alcanzar el éxito y conseguir su objetivo. Una vez finalizadas las pruebas atléticas, se produce un descenso de las constantes y el organismo vuelve a su estado basal.
Cuando se mantiene la presión y se entra en el estado de resistencia, las personas empiezan a tener una sensación de disconfort (tensión muscular, palpitaciones, etc.). Si continúa el estresor, se llega al estado de agotamiento, con posibles alteraciones funcionales y/u orgánicas: son las llamadas "enfermedades de adaptación". Estos síntomas son percibidos como negativos por las personas y producen preocupación, lo que a su vez agrava los síntomas y así puede llegar a crearse un círculo vicioso.
La respuesta fisiológica al stres, es la reacción que se produce en el organismo ante los estímulos estresores. Ante una situación de estrés, el organismo tiene una serie de reacciones fisiológicas que suponen la activación del eje hipofisosuprarrenal y del sistema nervioso vegetativo.
El eje hipofisosuprarrenal (HSP) está compuesto por el hipotálamo, que es una estructura nerviosa situada en la base del cerebro que actúa de enlace entre el sistema endocrino y el sistema nervioso, la hipófisis, una glándula situada asimismo en la base del cerebro, y las glándulas suprarrenales, que se encuentran sobre el polo superior de cada uno de los riñones y que están compuestas por la corteza y la médula.

El sistema nervioso vegetativo (SNV) es el conjunto de estructuras nerviosas que se encarga de regular el funcionamiento de los órganos internos y controla algunas de sus funciones de manera involuntaria e inconsciente.
Ambos sistemas producen la liberación de hormonas, sustancias elaboradas en las glándulas que, transportadas a través de la sangre, excitan, inhiben o regulan la actividad de los órganos.

Las respuestas fisiológicas ante el estrés

Eje hipofisosuprarrenal

Se activa tanto con las agresiones físicas como con las psíquicas y, al activarse, el hipotálamo segrega la hormona CRF (factor liberador de corticotropina), que actúa sobre la hipófisis y provoca la secreción de la hormona adrenocorticótropa (ACTH). Esta secreción incide sobre la corteza de las glándulas suprarrenales, dando lugar a la producción de corticoides que pasan al torrente circulatorio y producen múltiple incidencia orgánica, como se verá más adelante. Los corticoides que se liberan debido a la ACTH son:
•Los glucocorticoides: El más importante es el cortisol que facilita la excreción de agua y el mantenimiento de la presión arterial; afecta a los procesos infecciosos y produce una degradación de las proteínas intracelulares. Tiene, asimismo, una acción hiperglucemiante (aumenta la concentración de glucosa en sangre) y se produce un aumento de calcio y de fosfatos liberados por los riñones, y de lípidos.
•Los andrógenos: Son las hormonas que estimulan el desarrollo de las características secundarias masculinas y estimulan el aumento tanto de la fuerza como de la masa muscular.

Sistema nervioso vegetativo

Este sistema mantiene la homeostasis del organismo. La activación simpática supone la secreción de catecolaminas, que son:
•La adrenalina segregada por parte de la médula suprarrenal, especialmente en casos de estrés psíquico y de ansiedad.
•La noradrenalina segregada por las terminaciones nerviosas simpáticas, aumentando su concentración principalmente en el estrés de tipo físico, en situaciones de alto riesgo o de agresividad.
Estas hormonas son las encargadas de poner el cuerpo en estado de alerta preparándolo para luchar o huir. Son las que permiten enlazar el fenómeno del estrés con los fenómenos psicofisiológicos de la emoción. Ambas intervienen en los siguientes procesos:
•Dilatación de las pupilas.
•Dilatación bronquial.
•Movilización de los ácidos grasos, pudiendo dar lugar a un incremento de lípidos en sangre (posible arterioesclerosis).
•Aumento de la coagulación.
•Incremento del rendimiento cardíaco que puede desembocar en una hipertensión arterial.
•Vasodilatación muscular y vasoconstricción cutánea.
•Reducción de los niveles de estrógenos y testosterona, que son hormonas que estimulan el desarrollo de las características sexuales secundarias masculinas.
•Inhibición de la secreción de prolactina, que influye sobre la glándula mamaria.
•Incremento de la producción de tiroxina, que favorece el metabolismo energético, la síntesis de proteínas, etc.
Vemos pues que, ante una situación de estrés, existe un compromiso de todo el organismo.

Fases del estrés: síndrome general de adaptación

El origen histórico del concepto de estrés parte de las investigaciones que realizó Hans Selye en el año 1936 y que dieron lugar al llamado síndrome general de adaptación.
Ante una situación de amenaza para su equilibrio, el organismo emite una respuesta con el fin de intentar adaptarse. Selye define este fenómeno como el conjunto de reacciones fisiológicas desencadenadas por cualquier exigencia ejercida sobre el organismo, por la incidencia de cualquier agente nocivo llamado estresor. Se puede definir, pues, como la respuesta física y específica del organismo ante cualquier demanda o agresión, ante agresores que pueden ser tanto físicos como psicológicos.

Síndrome general de adaptación (Hans Selye, 1936)

En este proceso de adaptación por parte del organismo se distinguen las fases de alarma, de adaptación y de agotamiento.

Fase de alarma

Ante la aparición de un peligro o estresor se produce una reacción de alarma durante la que baja la resistencia por debajo de lo normal. Es muy importante resaltar que todos los procesos que se producen son reacciones encaminadas a preparar el organismo para la acción de afrontar una tarea o esfuerzo (coping).
Esta primera fase supone la activación del eje hipofisosuprarrenal; existe una reacción instantánea y automática que se compone de una serie de síntomas siempre iguales, aunque de mayor a menor intensidad:
•Se produce una movilización de las defensas del organismo.
•Aumenta la frecuencia cardiaca.
•Se contrae el bazo, liberándose gran cantidad de glóbulos rojos.
•Se produce una redistribución de la sangre, que abandona los puntos menos importantes, como es la piel (aparición de palidez) y las vísceras intestinales, para acudir a músculos, cerebro y corazón, que son las zonas de acción.
•Aumenta la capacidad respiratoria.
•Se produce una dilatación de las pupilas.
•Aumenta la coagulación de la sangre.
•Aumenta el número de linfocitos (células de defensa).

Fase de resistencia o adaptación

En ella el organismo intenta superar, adaptarse o afrontar la presencia de los factores que percibe como una amenaza o del agente nocivo y se producen las siguientes reacciones:
•Los niveles de corticoesteroides se normalizan.
•Tiene lugar una desaparición de la sintomatología.

Fase de agotamiento

Ocurre cuando la agresión se repite con frecuencia o es de larga duración, y cuando los recursos de la persona para conseguir un nivel de adaptación no son suficientes; se entra en la fase de agotamiento que conlleva lo siguiente:
•Se produce una alteración tisular.
•Aparece la patología llamada psicosomática.

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Oxigenoterapia hiperbárica (y II) https://elfarodeceuta.es/oxigenoterapia-hiperbarica-ii/ https://elfarodeceuta.es/oxigenoterapia-hiperbarica-ii/#comments Wed, 23 Jun 2021 02:15:57 +0000 https://elfarodeceuta.es/?p=640465 La Medicina hiperbárica es una terapia basada en incrementar varias veces el nivel de Oxígeno en la sangre (Hiperoxia). El aumento del Oxígeno (O2) se logra disolviéndolo en el plasma sanguíneo, a presiones superiores a la atmosférica. Este proceso natural desinflama y mejora la regeneración de todos los tejidos, logrando una larga cadena de beneficios […]

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La Medicina hiperbárica es una terapia basada en incrementar varias veces el nivel de Oxígeno en la sangre (Hiperoxia). El aumento del Oxígeno (O2) se logra disolviéndolo en el plasma sanguíneo, a presiones superiores a la atmosférica. Este proceso natural desinflama y mejora la regeneración de todos los tejidos, logrando una larga cadena de beneficios en el cuerpo. Esta modalidad terapéutica que se fundamenta en la obtención de presiones parciales de oxígeno elevadas, al respirar oxígeno puro, en el interior de una cámara hiperbárica, a una presión superior a la atmosférica. Se trata pues de una terapéutica farmacológica, cuyo margen de aplicación está determinado por la presión máxima alcanzada, la duración de la inhalación y la frecuencia y número total de exposiciones.
Respirando normalmente aire la Presión Parcial de Oxígeno (PpO2) en la sangre arterial es de unos 90 mm de Hg. Respirando oxígeno puro en la cámara hiperbárica, esta PpO2 puede llegar a ser de hasta 2.000 – 2.400 mm de Hg a 3 ATA (alrededor de 25 veces más)
En el Real Decreto 1277/2003, de 10 de octubre, del Ministerio de Sanidad y Consumo, por el que se establecen las bases generales sobre autorización de centros, servicios y establecimientos sanitarios. En el Anexo I, se especifican la Clasificación de centros, servicios y establecimientos sanitarios. Dentro de este apartado, se especifica la Medicina Hiperbárica (U.92), dentro de la oferta sanitaria, dentro de la Sanidad Pública.
U.92 Medicina hiperbárica: unidad asistencial vinculada a un centro hospitalario, que, bajo la responsabilidad de un médico, tiene como finalidad la administración de oxígeno puro al organismo, en un medio presurizado, con fines diagnósticos o terapéuticos.
La 7ª Conferencia Europea de Consenso en Medicina Hiperbárica del European Committee for Hyperbaric Medicine (ECHM) celebrada en Diciembre de 2004, establece que la Oxigenoterapia Hiperbárica implica la administración de oxígeno a una presión no inferior a 2 bar y una duración mínima de 60 minutos.
La 10ª Conferencia Europea de Consenso en Medicina Hiperbárica celebrada en Abril de 2016, actualiza las Indicaciones de la Oxigenoterapia Hiperbárica,
La Asociación Española de Medicina Hiperbárica y Subacuática (ASEMHS), de acuerdo con la Undersea and Hyperbaric Medical Society (UHMS) ha establecido una lista de indicaciones aceptadas .
“Solo es Medicina Hiperbárica si hay más de 2 Ata's, al menos 95% de O2" y una duración mínima de 60 minutos”

Los efectos fisiológicos de la oxigenoterapia hiperbárica

• Vasoconstricción
Reduce la inflamación y el edema. La hiperoxia produce vasoconstricción de las pequeñas arterias produciendo la desinflamación a partir de la reducción del edema
• Angiogénesis
La hiperoxia estimula y favorece la formación de pequeños vasos acelerando el proceso de cicatrización
• Estimula la síntesis y producción del colágeno
La hiperoxia estimula los fibroblastos que son las células que producen el colágeno, que, a su vez, es la sustancia fundamental para el proceso de cicatrización de heridas y reparación de tejidos
• Estimula la inmunidad celular y el sistema inmunológico
Un tipo de glóbulo blanco, los polimorfonucleares, utilizan radicales libres como mecanismo bactericida. Este proceso se favorece y estimula con la presencia de O2
• Regula el Estrés Oxidativo y la Respuesta Inflamatoria
La hiperoxia actúa sobre reguladores y mediadores de la respuesta inflamatoria y disminuye el estrés oxidativo resultando en efectos antiinflamatorios, disminución del daño celular

Aumento y redistribución del flujo cerebral. La mayor disponibilidad de O2 a nivel cerebral produce desinflamación y mayor captación de O2 celular

• Estimulación de células madre
La hiperoxia estimula la diferenciación y liberación de células madres (Stem Cells) ayudando al proceso de reparación de tejidos y la formación de nuevos vasos sanguíneos
• Estimula de la regeneración axonal periférica
Permite una rápida recuperación funcional en pacientes con neuropatías periférica como parálisis facial
• Aumento y redistribución del flujo cerebral
La mayor disponibilidad de O2 a nivel cerebral produce desinflamación y mayor captación de O2 celular, beneficiando el tratamiento y rehabilitación de pacientes con ACV, parálisis cerebral, trastornos del espectro autista y enfermedades neurodegenerativas
• Aumento del éxito en colgajos e implantes
La Hiperoxia incrementa la tasa de aceptación de implantes y colgajos utilizados en quemados y cirugía reparadora
• Osteogénesis
La hiperoxia estimula la diferenciación de las células formadoras del hueso favoreciendo la osteogénesis y reparación ósea. Favorece la recuperación de fracturas óseas.
• Acelera la cicatrización de heridas y úlceras de difícil curación
• Mejora las secuelas de la radioterapia.
• Mejora de procesos quirúrgicos.
• Alivia el estrés y el cansancio crónico.
• Acelera la recuperación de lesiones deportivas.
• Fuerte acción anti bacteriana.
• Acelera la recuperación de daños neurológicos (parálisis cerebral, autismo, hipoxia cerebral...)

Tratamientos para una amplia variedad de especialidades

Cefaleas - Migrañas
Los efectos de la hiperoxia reducen rápidamente los síntomas en cefaleas y migrañas agudas y disminuye la cantidad de episodios en el paciente. Tanto las cefaleas como las migrañas son producidas por un proceso inflamatorio dentro de la cavidad craneal que no permite su expansión y la hiperoxia producida por la cámara hiperbárica es un fuerte desinflamatorio del tejido neuronal y sistema nervioso central que actúa en pocos minutos en la zona afectada, reduciendo la inflamación y el edema, logrando la rápida disminución de los síntomas en el paciente. La cámara hiperbárica produce un aumento de la perfusión sanguínea junto con una redistribución del flujo cerebral, es antiinflamatorio, estimula los procesos de reparación de tejido neurológico y tiene efectos beneficiosos en neurotransmisores.

Trastorno del Espectro Autista y TGD (En Estudio)
El autismo y el trastorno general de desarrollo TGD son síndromes en los que la terapia hiperbárica esta protocolizada e indicada especialmente para la recuperación y mejoramiento de varios de los trastornos que genera en los niños. A partir de aplicar Cámara Hiperbárica se logra un avance muy significativo en la atención, conexión con la familia y el entorno, sociabilización, refuerzo de la tonicidad muscular y del sistema inmunológico. Si bien hay muchas corrientes para los distintos casos, los especialistas mundiales en esta materia siempre coinciden en que la cámara hiperbárica es de gran ayuda. La amplia experiencia que hay en este campo demuestra a través de la expresión de los padres que el avance de estos niños con oxígeno hiperbárico es muy notorio y los cambios en la atención y el aprendizaje conmueven por su resultado positivo.

Neuropatías Periféricas
Muchas de los efectos de las neuropatías periféricas son producidas por inflamaciones que afectan tejidos nerviosos. El sistema nervioso central y periférico es muy sensible a los cambios de Oxígeno y mediante la cámara hiperbárica se elevan las dosis de oxígeno a niveles hiperoxia que desinflama los tejidos incluyendo el tejido nervioso que afecta por ejemplo las parálisis faciales y otros tipos, acelerando significativamente la rehabilitación de las zonas afectadas. Los beneficios para el tratamiento de estos cuadros clínicos se fundamentan en sus efectos antiinflamatorios, reparación de tejidos, mejora de la respuesta celular y regulación en neurotransmisores.

Úlceras y Curación de Heridas
Las heridas ulcerosas arteriales y venosas son muy difíciles de cicatrizar pues uno de sus efectos es la falta de circulación periférica (en la piel) o angiopatía periférica que impide la correcta irrigación en la zona afectada y necesaria para que el proceso de cicatrización se realice adecuadamente. El tratamiento con cámara hiperbárica genera una fuerte hiperoxia y la mayor disponibilidad del Oxígeno en los tejidos inicia el proceso de Angiogénesis o formación de nuevos vasos sanguíneos que son el inicio del proceso de cicatrización. El aumento de Oxígeno en la sangre alcanzado por la cámara hiperbárica es antiinflamatorio, estimula la formación de nuevos vasos sanguíneos, estimula a las células que producen colágeno, estimulan la liberación de células madre y aumenta la actividad bactericida de los glóbulos blancos. Todos estos efectos favorecen el proceso de cicatrización y reparación de las heridas producidas por la insuficiencia venosa y circulatoria.

La oxigenoterapia Hiperbárica, en tratamientos de Estética, se utiliza para aportar oxígeno a personas en estado de hipoxia (déficit de oxígeno)

Oncología
Los problemas oncológicos son generados por células tumorales que tienen una componente anaeróbica, por cuanto son células que reaccionan ante la presencia de oxígeno, retrayéndose, pues se reproducen en un ambiente libre de este gas. La fuerte hiperoxia que genera la cámara hiperbárica hace llegar Oxigeno a todos los tejidos del cuerpo incluyendo los tumorales, disminuyendo el crecimiento de los mismos y favoreciendo su retracción. Existe mucha información sobre estos temas y trabajos científicos en los que se complementa este tratamiento con los oncológicos habituales. Asimismo, en los casos en los que se aplica radioterapia está fuertemente indicado por organismos internacionales para la recuperación de las lesiones producidas por los rayos mediante la oxigenación en cámara hiperbárica.

Varices y problemas circulatorios
El oxígeno hiperbárico es indicado para los problemas generales de varices pues mejora la circulación periférica y desinflama por efecto de la fuerte hiperoxia. La reducción de edema que se logra por el tratamiento reduce los dolores y mejora el cuadro general del paciente tanto en su circulación periférica como la interna. El tratamiento con cámara hiperbárica genera una fuerte hiperoxia y la mayor disponibilidad del Oxígeno en los tejidos inicia el proceso de Angiogénesis o formación de nuevos vasos sanguíneos que ayuda al proceso circulatorio y venoso. El aumento de Oxígeno en la sangre alcanzado por efecto de la cámara hiperbárica es antiinflamatorio, de modo que disminuye el dolor de las zonas afectadas por la deficiencia circulatoria. En resumen, la regeneración circulatoria, la reducción de edema y la capacidad antinflamatoria del oxígeno hiperbárico son un eficiente tratamiento para el paciente.

Parálisis cerebral
El tratamiento con cámara hiperbárica produce un aumento del flujo sanguíneo cerebral, es desinflamatorio a partir de la vasoconstricción y la disminución del edema, estimula los procesos de reparación de tejidos lesionados, ejerce una regulación sobre los procesos inflamatorios, tiene efectos directos sobre algunos neurotransmisores y aumenta el consumo de Oxígeno del sistema nervioso central. Todos estos efectos beneficiosos del Oxígeno se traducen en su incorporación a los protocolos de tratamiento de parálisis cerebral ya que los pacientes presentan diversas mejoras clínicas y mayor capacidad de rehabilitación.

Tercera edad
Incrementa el oxígeno en los tejidos recuperando la movilidad articular y muscular, mejorando las deficiencias circulatorias con aumento de la perfusión cerebral, que previene y alivia las alteraciones neurológicas.

La Fisioterapia, se beneficia del aumento del transporte y disponibilidad de oxígeno que se produce cuando es respirado en concentraciones del 100% en el interior de una Cámara Hiperbárica a una presión superior a la atmosférica

Estética
La oxigenoterapia Hiperbárica, en tratamientos de Estética, se utiliza para aportar oxígeno a personas en estado de hipoxia (déficit de oxígeno).
Con esta terapia también podemos tratar la deshidratación, dilatación de los poros, secreción sebácea… y combinada con tratamientos, podemos potenciar los beneficios, dentro de los cuales encontramos:
•Aumento en el metabolismo de la piel y el tejido profundo.
•Mejora la firmeza de la piel (reducción de arrugas y surcos, flacidez cutánea), gracias a que estimula la producción de colágeno y elastina
•Provocar un efecto reductor del volumen, puesto que favorece la microcirculación y, por tanto, mejora el aspecto de la piel con celulitis.
•Ayuda a reducir los poros y aporta humedad. Resulta útil en el tratamiento del acné.
•Es Estética, por lo que está indicada para atenuar ojeras, algunas manchas en la piel y mejorar la apariencia de cicatrices.
•Piel hidratada, tersa y luminosa.
•Piel más elástica y firme.
•Combatir los radicales libres.
•Mejora en la apariencia de la piel con rosácea.
•Tiene un efecto relajante.

Fisioterapia
La Fisioterapia, se beneficia del aumento del transporte y disponibilidad de oxígeno que se produce cuando es respirado en concentraciones del 100% en el interior de una Cámara Hiperbárica a una presión superior a la atmosférica. Comparativamente, a una presión absoluta de 3 ATA (Atmósfera absoluta de presión) el volumen de oxígeno disuelto en el plasma sanguíneo es aproximadamente 22 veces mayor que a presión atmosférica. Ese efecto de Hiperoxia produce un aporte adicional de oxígeno, que por sí solo, es casi suficiente para satisfacer todas las necesidades de los tejidos sin contribución del oxígeno que se encuentra combinado con la Hemoglobina, siendo el responsable de la mayor parte de los efectos beneficiosos de esta terapia.
La Fisioterapia, incorpora como tratamiento coadyuvante la Oxigenoterapia Hiperbárica (OHB) aprovechando así el gran potencial de esta terapia para reforzar esta disciplina en el ámbito clínico con amplios y efectivos resultados en patologías como:
•Daño Vascular y Linfático
•Daños Cerebrales
•Politraumatismos
•Heridas de difícil Cicatrización
•Consolidación de Fracturas
•Lesiones Deportivas
•Postoperatorio
•Acondicionamiento Físico
•Tratamiento del Overtraining
•Recuperación de la Fatiga entre Entrenamientos
•Aumento de la Tolerancia al Esfuerzo Físico

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La Medicina hiperbárica es una terapia basada en incrementar varias veces el nivel de Oxígeno en la sangre (Hiperoxia). El aumento del Oxígeno (O2) se logra disolviéndolo en el plasma sanguíneo, a presiones superiores a la atmosférica. Este proceso natural desinflama y mejora la regeneración de todos los tejidos, logrando una larga cadena de beneficios en el cuerpo. Esta modalidad terapéutica que se fundamenta en la obtención de presiones parciales de oxígeno elevadas, al respirar oxígeno puro, en el interior de una cámara hiperbárica, a una presión superior a la atmosférica. Se trata pues de una terapéutica farmacológica, cuyo margen de aplicación está determinado por la presión máxima alcanzada, la duración de la inhalación y la frecuencia y número total de exposiciones.
Respirando normalmente aire la Presión Parcial de Oxígeno (PpO2) en la sangre arterial es de unos 90 mm de Hg. Respirando oxígeno puro en la cámara hiperbárica, esta PpO2 puede llegar a ser de hasta 2.000 – 2.400 mm de Hg a 3 ATA (alrededor de 25 veces más)
En el Real Decreto 1277/2003, de 10 de octubre, del Ministerio de Sanidad y Consumo, por el que se establecen las bases generales sobre autorización de centros, servicios y establecimientos sanitarios. En el Anexo I, se especifican la Clasificación de centros, servicios y establecimientos sanitarios. Dentro de este apartado, se especifica la Medicina Hiperbárica (U.92), dentro de la oferta sanitaria, dentro de la Sanidad Pública.
U.92 Medicina hiperbárica: unidad asistencial vinculada a un centro hospitalario, que, bajo la responsabilidad de un médico, tiene como finalidad la administración de oxígeno puro al organismo, en un medio presurizado, con fines diagnósticos o terapéuticos.
La 7ª Conferencia Europea de Consenso en Medicina Hiperbárica del European Committee for Hyperbaric Medicine (ECHM) celebrada en Diciembre de 2004, establece que la Oxigenoterapia Hiperbárica implica la administración de oxígeno a una presión no inferior a 2 bar y una duración mínima de 60 minutos.
La 10ª Conferencia Europea de Consenso en Medicina Hiperbárica celebrada en Abril de 2016, actualiza las Indicaciones de la Oxigenoterapia Hiperbárica,
La Asociación Española de Medicina Hiperbárica y Subacuática (ASEMHS), de acuerdo con la Undersea and Hyperbaric Medical Society (UHMS) ha establecido una lista de indicaciones aceptadas .
“Solo es Medicina Hiperbárica si hay más de 2 Ata's, al menos 95% de O2" y una duración mínima de 60 minutos”

Los efectos fisiológicos de la oxigenoterapia hiperbárica

• Vasoconstricción
Reduce la inflamación y el edema. La hiperoxia produce vasoconstricción de las pequeñas arterias produciendo la desinflamación a partir de la reducción del edema
•Angiogénesis
La hiperoxia estimula y favorece la formación de pequeños vasos acelerando el proceso de cicatrización
•Estimula la síntesis y producción del colágeno
La hiperoxia estimula los fibroblastos que son las células que producen el colágeno, que, a su vez, es la sustancia fundamental para el proceso de cicatrización de heridas y reparación de tejidos
•Estimula la inmunidad celular y el sistema inmunológico
Un tipo de glóbulo blanco, los polimorfonucleares, utilizan radicales libres como mecanismo bactericida. Este proceso se favorece y estimula con la presencia de O2
•Regula el Estrés Oxidativo y la Respuesta Inflamatoria
La hiperoxia actúa sobre reguladores y mediadores de la respuesta inflamatoria y disminuye el estrés oxidativo resultando en efectos antiinflamatorios, disminución del daño celular

• Estimulación de células madre
La hiperoxia estimula la diferenciación y liberación de células madres (Stem Cells) ayudando al proceso de reparación de tejidos y la formación de nuevos vasos sanguíneos
• Estimula de la regeneración axonal periférica
Permite una rápida recuperación funcional en pacientes con neuropatías periférica como parálisis facial
• Aumento y redistribución del flujo cerebral
La mayor disponibilidad de O2 a nivel cerebral produce desinflamación y mayor captación de O2 celular, beneficiando el tratamiento y rehabilitación de pacientes con ACV, parálisis cerebral, trastornos del espectro autista y enfermedades neurodegenerativas
• Aumento del éxito en colgajos e implantes
La Hiperoxia incrementa la tasa de aceptación de implantes y colgajos utilizados en quemados y cirugía reparadora
• Osteogénesis
La hiperoxia estimula la diferenciación de las células formadoras del hueso favoreciendo la osteogénesis y reparación ósea. Favorece la recuperación de fracturas óseas.
Acelera la cicatrización de heridas y úlceras de difícil curación
• Mejora las secuelas de la radioterapia.
• Mejora de procesos quirúrgicos.
• Alivia el estrés y el cansancio crónico.
• Acelera la recuperación de lesiones deportivas.
• Fuerte acción anti bacteriana.
• Acelera la recuperación de daños neurológicos (parálisis cerebral, autismo, hipoxia cerebral...)

Tratamientos para una amplia variedad de especialidades

Acúfenos, Sordera Súbita y Síndrome Vertiginoso

La experiencia en un sinfín de casos demuestra una rápida respuesta a estas patologías después de algunas sesiones, logrando la eliminación o reducción de los síntomas en todos los pacientes. La aplicación de oxígeno hiperbárico para el tratamiento de acufenos, sordera súbita y síndrome vertiginoso es una solución moderna y efectiva con evidencia de buenos resultados clínicos. El tratamiento con cámara hiperbárica aumenta la cantidad de Oxígeno transportado por la sangre generando una fuerte hiperoxia que produce la desinflamación y reducción de edema de todos los tejidos del cuerpo, produciendo en estos casos el estímulo de la circulación de endolinfa y mayor aporte de Oxígeno a las células del oído interno, desinflamando el mismo y ayudando a la disminución o desaparición de los síntomas con pocas sesiones.

Diabetes, Ulceras y Pie Diabético

Las heridas producidas en pacientes diabéticos son muy difíciles de cicatrizar pues uno de sus efectos es la falta de circulación periférica (en la piel) o angiopatía periférica que no permite la irrigación en la zona afectada, necesaria para que el proceso de cicatrización se realice adecuadamente. El tratamiento con cámara hiperbárica genera hiperoxia y la mayor disponibilidad del Oxígeno en los tejidos dispara el proceso de Angiogénesis o formación de nuevos vasos sanguíneos que son la base del proceso de cicatrización. El aumento de Oxígeno en la sangre alcanzado por la cámara hiperbárica es antiinflamatorio, estimula la formación de nuevos vasos sanguíneos, estimula a las células que producen colágeno, estimulan la liberación de células madre y aumenta la actividad bactericida de los glóbulos blancos. Todos estos efectos favorecen el proceso de cicatrización y reparación de las heridas producidas por el avance de la diabetes.

Fibromialgia

El Oxigeno hiperbárico es fundamental y muy efectivo en la reducción, reversión o eliminación de los síntomas generados por la Fibromialgia. El tratamiento consiste en sesiones de cámara hiperbárica cuya cantidad se determina luego de la evaluación del paciente. El aumento del Oxígeno en sangre producido por el tratamiento hiperbárico tiene efectos desinflamatorios, estimula la cicatrización y reparación de tejidas, aumenta el flujo sanguíneo a nivel periférico y del sistema nerviosos central y tiene acción sobre neurotransmisores. Todos estos efectos hacen que el tratamiento con cámara hiperbárica sea cada vez más utilizado como parte de los protocolos de tratamiento a pacientes con fibromialgia obteniéndose excelentes resultados clínicos.

Quemaduras e Injertos

La Cámara Hiperbárica está especialmente indicada por todos los organismos internacionales para el tratamiento de quemaduras e injertos de piel. El oxígeno hiperbárico actúa eficientemente generando la angiogénesis que crea los vasos y capilares sanguíneos necesarios para que las zonas quemadas y con injertos cierren rápidamente, evitando las infecciones y el dolor que producen. La fuerte hiperoxia produce un aumento significativo del Oxígeno en sangre y posee efectos regenerativos del tejido dañado sumado al efecto antiinflamatorio que reduce el dolor, la estimulación de células que producen colágeno favoreciendo la cicatrización y reparación de tejidos, la angiogénesis y el aumento de sangre en los tejidos dañados, estimulando la liberación de células madre. Esto hace que la Cámara Hiperbárica sea indicada ampliamente para el tratamiento de quemaduras e injertos en todo el mundo.

Escaras

El tratamiento con cámara hiperbárica genera hiperoxia y mayor disponibilidad de Oxígeno en los tejidos generando el proceso de Angiogénesis o formación de nuevos vasos sanguíneos que son la base del proceso de cicatrización de las escaras.
La hiperoxia estimula la síntesis del colágeno para reparar el tejido, formación de nuevos vasos sanguíneos que aumentan la irrigación en la zona de la escara, la acción antiinflamatoria que disminuye el dolor y mejora la actividad bactericida de los glóbulos blancos para el control de la infección.
La incorporación de la cámara hiperbárica a los tratamientos de escaras ha logrado que muchas lesiones que no tenían una evolución favorable, logren revertir la proliferación y cicatrizar correctamente.

Enfermedad de Fournier

Los efectos beneficiosos de la cámara hiperbárica son fundamentales en la recuperación y control de esta patología siendo muy eficiente el proceso de cicatrización, recuperación y sinergia con el sistema inmunológico.
La hiperoxia es fundamental en el frenado del avance y recuperación de pacientes con Síndrome de Fournier debido a sus efectos reconstructivos y antiinflamatorios, alta sinergia con la acción de antibióticos, aumento de la acción bactericida de los glóbulos blancos y la formación de colágeno que produce la cicatrización y reparación de los tejidos dañados, aumento del flujo sanguíneo a partir de la formación de nuevos vasos sanguíneos y el aumento muy significativo del Oxígeno en la zona dañada estimulando y aumentando toda la actividad celular ayudando al control y reparación de la zona afectada

Traumatología

La aplicación de cámara hiperbárica es fundamental para la recuperación en todo trauma o lesión. Incluso es ampliamente utilizada para la recuperación de los deportistas de alto rendimiento donde cada minuto de su participación representa mucho dinero y esfuerzo de la organización. El Oxigeno hiperbárico es fundamental en la cicatrización y reparación de lesiones musculares, tendinosas, ligamentarias y favorece los procesos la formación ósea. Estos efectos beneficiosos se deben a que la cámara hiperbárica genera hiperoxia, aumentando el Oxígeno transportado por la sangre siendo muy efectivo como antiinflamatorio en todos los tejidos, genera la angiogénesis o formación de nuevos vasos sanguíneos recuperando las lesiones, estimula la formación de colágeno para la cicatrización y aumenta la perfusión sanguínea del hueso favoreciendo la osteosíntesis.

Apneas de Sueño

La experiencia y los estudios específicos demuestran una eficiente respuesta a la disminución y desaparición de los episodios de apneas de sueño con la incorporación del tratamiento hiperbáricos en pacientes con esta afección. Una de las componentes de esta patología se caracteriza por un desbalance del dióxido de carbono que expele el organismo en la respiración y la incorporación de oxígeno hiperbárico equilibra esta falencia logrando que el paciente duerma normalmente corrigiendo esta anomalía. La aplicación de oxígeno hiperbárico para el tratamiento de apneas de sueño es una solución moderna y efectiva con evidencia de buenos resultados clínicos. El tratamiento con cámara hiperbárica aumenta en gran cantidad el Oxígeno transportado por la sangre, generando una fuerte hiperoxia que produce el estímulo de la circulación favorece la reparación del tejido nervioso y tiene efectos sobre neurotransmisores, ayudando a la disminución o desaparición de los episodios con pocas sesiones.

Enfermedad de Parkinson

Esta enfermedad neurodegenerativa tiene como consecuencia la inflamación del tejido nervioso que produce una espasticidad que se traduce en su temblor característico. A partir de aplicar Cámara Hiperbárica se logra una amplia mejoría en los síntomas, logrando en pocas sesiones, la reducción de la inflamación de estos tejidos nerviosos que afectan la movilidad y la respuesta integral del paciente. El Oxígeno Hiperbárico es antiinflamatorio, produce una redistribución del flujo sanguíneo a nivel del Sistema Nervioso Central, estimula la reparación de tejidos nerviosos y tiene efectos sobre neurotransmisores. Esta combinación de efectos resulta en las mejorías que refieren los pacientes tratados como la disminución del temblor y, sobre todo, disminución de la rigidez, lo que resulta en mejor de calidad de vida.

Radioterapia

Uno de los usos más extendidos de la Cámara Hiperbárica a nivel internacional, es su utilización en el tratamiento de las lesiones producidas por radioterapia o terapia de rayos. La fuerte hiperoxia produce un aumento significativo del Oxígeno en sangre y entre los efectos regenerativos del tejido dañado por la radiación se logra el efecto antiinflamatorio, estimulación a las células que producen colágeno favoreciendo la cicatrización y reparación de tejidos, favorece la angiogénesis abriendo nuevos vasos sanguíneos y aumentando la llegada de sangre a los tejidos dañados y estimula la liberación de células madre. Esto hace que la Cámara Hiperbárica sea indicada en el protocolo del tratamiento de lesiones por radioterapia en todo el mundo.

Artritis y Artrosis

El tratamiento con Cámara Hiperbárica para el tratamiento de artritis y de artrosis es muy eficiente en la reducción de dolores e inflamaciones articulares debido a que la acción de la hiperoxia en los tejidos articulares y tendinosos produce una rápida desinflamación y reparación, favoreciendo la recuperación y la movilidad. El aumento significativo de Oxígeno en sangre (hiperoxia) logrado a con el tratamiento en cámaras hiperbáricas, produce efectos antiinflamatorios y estimula los mecanismos de reparación y cicatrización de tejidos, interviene en la regulación del estrés oxidativo y el proceso inflamatorio beneficiando a los pacientes en el tratamiento y el proceso de rehabilitación.

Rehabilitación de ACV

El tratamiento con cámara hiperbárica es muy utilizado en pacientes que tuvieron ACV isquémicos siendo indicada en los protocolos de tratamiento por los especialistas ya que los efectos del tratamiento vascularizan la zona afectada y permite a las zonas aledañas tomar rápidamente las funciones perdidas por el ACV, acelerando la rehabilitación y previniendo nuevos episodios. El importante incremento del Oxígeno transportado por la sangre a consecuencia del tratamiento con oxígeno hiperbárico produce un aumento del flujo sanguíneo cerebral, desinflama las zonas afectadas partir de la vasoconstricción y disminuye el edema, estimula los procesos de reparación de tejidos lesionados, tiene efectos directos sobre neurotransmisores y aumenta el consumo de Oxígeno del sistema nervioso central. Estos mecanismos aceleran el proceso de recuperación y rehabilitación de pacientes que han sufrido un ACV con evidencia de excelentes resultados clínicos.

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¿Cuándo el estrés se convierte en un problema? https://elfarodeceuta.es/estres-problema/ Thu, 09 Jul 2020 01:45:10 +0000 https://elfarodeceuta.es/?p=535883 El estrés es una palabra de etimología inglesa que significa "agresión”. El estrés forma parte de nuestra vida ya que estamos inmersos a continuos cambios y desafíos que afectan a nuestra integridad física y mental. Una situación de estrés puede ser puntual o puede estar mantenida en un largo periodo de tiempo llegando a cronificarse. […]

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El estrés es una palabra de etimología inglesa que significa "agresión”. El estrés forma parte de nuestra vida ya que estamos inmersos a continuos cambios y desafíos que afectan a nuestra integridad física y mental. Una situación de estrés puede ser puntual o puede estar mantenida en un largo periodo de tiempo llegando a cronificarse. Ante esta situación la calidad de vida se ve afectada y la alimentación tiene que combatir todas las posibles deficiencias nutricionales para recuperar su estado de salud

Nuestro organismo reacciona ante cualquier agresión mediante un sistema de respuestas que, si bien tienen un significado de compensación, constituyen motivos de manifestaciones clínicas y, con frecuencia, se convierten en mecanismos nocivos al sobrepasar en intensidad o en tiempo las circunstancias de una adaptación adecuada.
En la práctica, sin reacción no hay enfermedad. La reacción constituye una parte fundamental del proceso de enfermar y su trascencia fisiopatologica, clínica, pronostica y evolutiva es equivalente a las consecuencias directas de la agresión.
En sus inicios la agresión tiene una repercusión local, aunque acaba siempre manifestándose por una reacción general a través de diversos sistemas de respuesta que de una manera u otra se interrelacionan.
La reacción del organismo se produce ante muy diversos tipos de agresión, los cuales, desde la descripción por Selye del síndrome general de de adaptación, se conocen con el termino común de stres. Bajo este termino se incluyen múltiples causas que alteran la fisiología normal del organismo: infecciones, traumatismos, agentes físicos y químicos, lesiones internas (necrosis, neoplasias, etc.), estímulos que producen emociones y situaciones de angustia y depresión.
Ni las causas de la agresión ni los mecanismos de reacción intervienen de forma aislada, sino que se imbrican sucesivamente. Una agresión, en principio física, como puede ser un traumatismo o una quemadura, es causa de inflamación y, además, ocasiona una respuesta emocional de adaptación a la nueva situación. Por otra parte, sustancias liberadas como consecuencia de la inflamación, actúan sobre receptores situados en el Sistema Nervioso Central y en el hipotálamo, desencadenando una respuesta neuroendocrina.
Los tipos de reacción que pone en marcha nuestro organismo ante una agresión van a ser dos: una reacción a través del sistema neurohormonal (hipotálamo-hipófisis) y neurovegetativo y otra que se origina en el mismo foco de la lesión mediante la liberación de una sustancia que se denomina citocinas.
El estrés lo podíamos definir, como cualquier estimulo agresivo de naturaleza biológica, física, química o psicosocial que amenaza con alterar el equilibrio homeostático fisiológico. La respuesta normal al estrés provoca la activación de una estructura cerebral llamada hipotálamo que a su vez estimula a la hipófisis y las suprarrenales (eje hipotálamo-hipofisario-suprarrenal), al sistema nervioso simpático con la liberación de catecolaminas y a las vías neuronales que median el estado de alerta y de adaptación de la conducta.
El síndrome general de adaptación se entiende como una alerta general del organismo, que se acompaña de aumento de los sistemas de vigilancia, movilización de las reservas energéticas (aumento de la función cardiorrespiratoria y cambios metabólicos) y preparación de los sistemas orgánicos de defensa y combate (redistribución del flujo de oxigeno y de nutrientes). Durante la respuesta al estrés al estrés el organismo da preferencia a los sistemas de supervivencia inmediata (cerebro, aparato cardiovascular, sistema esquelético, metabolismo) mientras relega a un segundo plano las funciones de crecimiento y reproducción necesarias para el desarrollo y la conservación de la especie a más largo plazo.
Los limites de la respuesta son muy amplios en relación con la categoría del estimulo y la configuración previa del individuo. Esta reacción defensiva general frente a múltiples estímulos nocivos no siempre es beneficiosa para el individuo. La persistencia del estimulo estresante, una respuesta inflamatoria continuada o la aparición de complicaciones puede, con el tiempo, conducir a la disfunción orgánica progresiva y múltiple o incluso a la muerte a través del síndrome de fallo multiorgánico. Con frecuencia, la respuesta normal al estrés desencadena o agrava un importante número de enfermedades, extraordinariamente comunes en la clínica diaria (hipertensión arterial, arteriosclerosis, trastornos digestivos, ansiedad-depresión). Existen datos concluyentes sobre la hegemonía de la función neuroendocrina en la respuesta al estrés. Neurotransmisores, hormonas, citocinas y sus correspondientes receptores celulares conforman la base fisiolologica de la actual teoría integradora neuroinmunoendocrina que aseguraría, en conjunto, el equilibrio homeostático, amenazado por el estrés.
Las situaciones de estrés asociadas a amenaza de la integridad orgánica y psicológica son extraordinariamente heterogéneas; en sentido estricto bastaría con que el individuo percibiera el estimulo como realmente peligroso para su hemostasia física o mental, para que se originase una respuesta.
El estrés psíquico es una de las experiencias humanas más comunes, especialmente modulada por factores genéticos y del contexto social y por el aprendizaje. El sistema limbito sería el encargado de evaluar la señal estresante comparándola con la experiencia acumulada y decidiría si el hipotálamo, verdadero brazo eferente en el ajuste de las funciones del medio interno, debe ser informado.

Efectos perjudiciales del estrés

Las repuestas neuroendocrinas, metabólicas y sobre los mediadores de la inflamación que caracterizan al síndrome general de adaptación al estrés afectan de manera desfavorable el curso de numerosas enfermedades, sobre toda las relacionadas con el sistema cardiovascular y al aparato digestivo. No obstante, se han descrito trastornos debidos al estrés en múltiples áreas orgánicas. Por ejemplo, crisis de asma bronquial, ciertas formas de diabetes mellitas, brotes agudos de enfermedades auto inmunes o incluso una mayor tendencia a padecer catarro común. A medida que se conocen mejor los mecanismos biológicos por los que el estrés físico y psicológico altera el concepto general de salud, adquieren mayor importancia el reconocimiento y el tratamiento adecuado de las reacciones desmedidas, sobre todo en pacientes especialmente vulnerables.
El infarto agudo de miocardio es uno de los mejores ejemplos de enfermedad aguda desencadenada por el estrés físico o psicológico. Además, la respuesta crónica al estrés a través de los cambios metabólicos, hormonales y sobre la hipertensión arterial acelera el curso de la arteriosclerosis. La alerta general orgánica del síndrome general de adaptación origina hipertensión, elevación de ácidos grasos libres y del colesterol, aumento de la agregación plaqueta ría, de la formación de trombos y del consumo de oxigeno. Todos estos factores actúan de forma deletérea sobre la enfermedad vascular coronaria y sobre otros territorios y pueden desencadenar episodios isquemicos.
El perfil de comportamiento definido como “patrón A” (individuos competitivos y combativos, sobre todo en relación con el trabajo, que presentan sentimientos de urgencia temporal, y altos niveles de insatisfacción y hostilidad) resulta especialmente susceptible e hiperactivo frente al estrés. Diversos estudios epidemiológicos han demostrado que el patrón A de conducta se asocia a una mayor incidencia de enfermedades coronarias.
En el área de las enfermedades gastrointestinales, clásicamente se han descrito dos tipos de trastornos: las enfermedades sin lesión anatómica, denominadas funcionales, y los trastornos psicosomáticos con lesión anatómica. Entre las primeras destaca las dispepsias funcionales comunes y el síndrome de colon irritable. Entre los trastornos orgánicos digestivos predomina la ulcera gastroduodenal.
El mejor ejemplo de enfermedad digestiva aguda desencadenada en presencia del síndrome de adaptación lo constituyen las hemorragias digestivas por el estrés. Estos trastornos se producen por el desequilibrio entre los factores agresivos y defensivos de la mucosa gástrica.
Con respecto a las enfermedades infecciosas, es sabido el efecto inmunosupresor provocados por el estrés. Varios estudios han puesto de manifiesto la relación del estrés psicológico y la reactivación de ciertas enfermedades bacterianas o víricas. El síndrome de fatiga crónica también se ha relacionada con infecciones víricas crónicas reactivadas como respuesta alterada al estrés.
Las secuelas psicológicas al estrés comprenden desde fenómenos de ansiedad, crisis de angustia, depresión y conductas auto líticas hasta los efectos adversos de la adicción a drogas como el tabaco o el alcohol que constituyen una respuesta equivocada de lucha frente al estrés psicológico.
Los traumatismos psíquicos graves originan el denominado estrés postraumático, caracterizado por la persistencia de la respuesta psicológica aguda con hipervigilia permanente, tendencia a la irritabilidad y la agresión, fijación mental en el trauma, miedo, constricción de la personalidad, reacción inapropiada ante estímulos menores y trastornos del sueño. Se considera que el desequilibrio entre los sistemas adrenergicos, serotoninergicos y de los opiáceos endogenos, constituyen la base fisiopatologica de este síndrome postraumático.

Control del estrés

El objetivo será llegar a adoptar un nuevo estilo de vida que pueda resultar incluso más satisfactorio que el anterior.
Claves prácticas para conseguirlo:

 DESACELERACION
• Realizar las actividades habituales (comer, conducir, caminar, hablar, etc.), sin sensación de apremio o urgencia, más lentamente.

 PENSAMIENTO POSITIVO
• Pensar lo más posible que ¨esto es lo mejor que puedo estar haciendo en este momento¨.

 LIBERACION DE ANTERIORES DEPENDENCIAS
• Liberación de la preocupación excesiva con respecto al reloj, al qué dirán, a los compromisos sociales, etc.
Saber decir “No”.

 SABOREAR EXPERIENCIAS DECIDIDAS POR UNO MISMO
• Disfrutar de una buena música, charlar sin prisas, coleccionismo, pintar, antigüedades, museos, pasear…

 APRENDER A RELAJARSE
• Aprender a desconectar en básico para disminuir emociones negativas y mejorar la calidad de vida.

 APOYO SOCIAL
• Desarrollar relaciones de calidad con la familia y amigos.

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Cáncer colorrectal https://elfarodeceuta.es/cancer-colorrectal/ Thu, 02 Jul 2020 01:30:52 +0000 https://elfarodeceuta.es/?p=534281 En España, la prevalencia del cáncer colorrectal está por detrás, únicamente, de la del cáncer de mama y próstata. En cuanto al cáncer de recto, “no son muy fiables los datos macroestadísticos mundiales, ya que esta patología suele comunicarse junto con el carcinoma de colon en global. No es la enfermedad oncológica con mayor incidencia […]

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En España, la prevalencia del cáncer colorrectal está por detrás, únicamente, de la del cáncer de mama y próstata. En cuanto al cáncer de recto, “no son muy fiables los datos macroestadísticos mundiales, ya que esta patología suele comunicarse junto con el carcinoma de colon en global. No es la enfermedad oncológica con mayor incidencia a nivel mundial, pero sí en los países desarrollados”.

La incidencia, según datos de la Asociación Española Contra el Cáncer, del  cáncer colorrectal es el más frecuentemente diagnosticado en la población española cuando se suma la incidencia en ambos sexos, con 37.172 casos detectados en 2018. Cuando se desglosan los datos, el cáncer más diagnosticado en hombres, es el de próstata y, en mujeres, el de mama. En cuanto a la mortalidad, es responsable de más de 15.500 defunciones al año.

Según las cifras ofrecidas por la Sociedad Española de Oncología Médica, se estima que en 2018 hubo 105.714 casos de tumores colorrectales.

La mediana de edad de aparición está por encima de los 65 años y es mucho más frecuente en los varones que en las mujeres (casi en una proporción de dos a una).

Hace 10 años los expertos estimaron para 2020 los casos de cáncer que habría en nuestro país en base al crecimiento de la época. Sin embargo, el pasado enero, la Sociedad Española Oncología Médica (SEOM), desveló en su informe Las cifras del cáncer en España 2017, que en España se registraron en 2015,  247.771 nuevos tumores, una cifra que sobrepasa en más de mil las previsiones basadas en el crecimiento demográfico para 2020.

“Al igual que ocurre con otros tumores malignos, estos datos confirman que la incidencia de cáncer en general y la de cáncer colorrectal en particular están creciendo por encima de las expectativas”. Este aumento se puede deber al envejecimiento de la población, la reducción de la mortalidad por causas cardiovasculares y factores ambientales, como el tipo de alimentación que sigue la población, el sedentarismo y el consumo de tabaco y alcohol, entre otros.

En la actualidad el cáncer colorrectal es el que tiene mayor incidencia en España, es decir: cada año se diagnostican 44.000 nuevos casos. Pese a estas cifras, lo cierto es que no es el más conocido por la población. Uno de los principales problemas a la hora de diagnosticar esta enfermedad es que, según los últimos datos de la Asociación Española Contra el Cáncer, el 70 por ciento de los casos de cáncer colorrectal se dan en personas sin ningún problema médico. Ante esto los expertos consideran como población de riesgo a las personas de más de 50 años sin antecedentes familiares ni enfermedades predisponentes, y de alto riesgo a las personas con historia familiar de cáncer de colon, pólipos intestinales o con enfermedad inflamatoria intestinal.

“El cáncer colorrectal es una enfermedad de la edad avanzada; su incidencia aumenta progresivamente a partir de los 60 años y es más común entre los familiares directos de pacientes que han padecido un cáncer colorrectal”. Podemos prevenirlo si evitamos sus factores de riesgo (consumo de alcohol, obesidad, ingesta excesiva de carne roja) y empleamos factores protectores (actividad física, consumo de verduras y dosis bajas de aspirina).

El diagnóstico precoz eficaz: la determinación de sangre oculta en heces a partir de los 50 años. “Estos programas se están implantando en la mayoría de Comunidades Autónomas y son recomendables para todos los adultos sanos entre 50 y 70 años”.

Cuando un cáncer pasa de un tejido u órgano a otros tejidos u órganos del cuerpo recibe el nombre de metástasis. Si esta situación se da en el cáncer colorrectal estaremos ante un cáncer colorrectal metastásico (CCRm). De hecho, en parte debido a la ausencia de síntomas, el 25 por ciento de los nuevos casos de cáncer colorrectal se diagnostican cuando la enfermedad está en un estadio metastásico.

La aparición de metástasis empeora el pronóstico de los pacientes con cáncer colorrectal. Algunos casos pueden curarse si las metástasis se pueden operar y extirpar. Para el resto, el tratamiento es paliativo, pero puede mejorar significativamente la supervivencia y la calidad de vida. Existe un número creciente de fármacos y técnicas locales que benefician a este tipo de pacientes y se toleran bien”.

La prevención de este tipo de tumores, pasa por una prevención primaria, es decir, evitar los factores de riesgo de esta patología, y, por otro lado, “es necesario cumplir con los programas de cribado recomendados por las sociedades científicas y con implantación desigual en nuestro país. Se trata de colonoscopias a partir de los 45-50 años o del test de sangre oculta en heces anual y colonoscopia en caso de que sea positivo dicho test”.

“El test diagnóstico por excelencia es el de la colonoscopia, pero, por criterios prácticos, el que se está imponiendo en España es el de sangre oculta en heces. En caso de que sea positivo, existe un 40% de posibilidades de encontrar un tumor en estadios iniciales o un pólipo displásico (se podría considerar lesión preneoplásica)”.

El síntoma más frecuente del cáncer rectal es el de la rectorragia (sangrado por el recto), que, desgraciadamente, se confunde en muchas ocasiones con el diagnóstico de las hemorroides.

 

Factores asociados a una mayor incidencia del cáncer de colon en global:

  • Falta de actividad física habitual: Un estilo de vida que incorpora la actividad física habitual se relaciona con un menor riesgo de cáncer colorrectal.
  • Alimentación : Se desconoce si consumir una alimentación on bajo contenido de grasa y carne procesada y alto contenido de fibra, frutas y verduras reduce el riesgo de cáncer colorrectal. En algunos estudios se observó que una alimentación con alto contenido de grasa, proteínas, calorías y carne aumenta el riesgo de cáncer colorrectal, pero esto no se observó en otros estudios.
  • Sobrepeso y obesidad. La obesidad se relaciona con un aumento de riesgo de cáncer colorrectal y muerte por esta causa.
  • Consumo de alcohol : El consumo de tres o más bebidas alcohólicas al día aumenta el riesgo de cáncer colorrectal. El consumo de alcohol se relaciona también con el riesgo de formación de adenomas colorrectales grandes (tumores benignos).
  • Tabaquismo: El consumo de cigarrillos se relaciona con un mayor riesgo de cáncer colorrectal y muerte por esta causa. El consumo de cigarrillos también se relaciona con un mayor riesgo de formación de adenomas colorrectales. Los fumadores de cigarrillos que se han sometido a una cirugíapara extirpar los adenomas colorrectales tienen más riesgo de que los adenomas recidiven (vuelvan).
  • Edad : El riesgo de cáncer colorrectalaumenta después de los 50 años. La mayoría de los casos de cáncer colorrectal se diagnostican después de los 50 años.
  • Raza: Las personas afroamericanas tienen un aumento de riesgo de enfermar de cáncer colorrectal y de morir por esta causa en comparación con las personas de otras razas.
  • Enfermedad inflamatoria intestinal, como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa.
  • Antecedentes personales o familiares de cáncer colorrectal o de pólipos colorrectales. Si alguno de los padres, hermanos o hijos tienen cáncer colorrectal, esto duplica el riesgo de una persona de tener cáncer colorrectal.

Tener antecedentes personales de las siguientes afecciones aumenta el riesgo de cáncer colorrectal:

  • Cáncer colorrectal previo.
  • Adenomas de riesgo alto (pólipos colorrectales que miden un centímetro o más.
  • Cáncer de ovario.
  • Enfermedad intestinal inflamatoria (como colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn).
  • Síndromes de origen genético, como poliposis adenomatosa familiar (FAP) o cáncer colorrectal hereditario no polipósico (síndrome de Lynch).

 

 

  • Se han descrito varios factores de protección que pueden disminuir el riesgo de cáncer colorrectal:

 

  • Actividad física: Un estilo de vida que incorpora la actividad física habitual se relaciona con un menor riesgo de cáncer colorrectal.
  • Aspirina: En estudios se observó que consumir aspirina disminuye el riesgo de cáncer colorrectal y de morir por este tipo de cáncer. La disminución del riesgo comienza 10 a 20 años después de que el paciente comienza a consumir aspirina.
  • Terapia de reemplazo hormonal combinad : En los estudios se observó que la terapia de reemplazo hormonal (TRH) combinada, que incluye tanto estrógeno como progesterona, reduce el riesgo de cáncer de colon invasivo en las mujeres posmenopáusicas. Sin embargo, en las mujeres que reciben la TRH combinada y tienen cáncer colorrectal, es más probable que el cáncer se diagnostique en un estadio más avanzado y el riesgo de morir por este cáncer no se reduce. Los daños posibles de la TRH combinada incluyen un mayor riesgo de presentar lo siguiente: Cáncer de mama, Enfermedad cardíaca, Estados de hipercoagulación.
  • Extirpación de pólipos: La mayoría de los póliposcolorrectales son adenomas que se pueden convertir en cáncer. La extirpación de los pólipos colorrectales que miden más de 1 cm (tamaño de un guisante) puede reducir el riesgo de cáncer colorrectal. No se sabe si la extirpación de los pólipos más pequeños reduce el riesgo de cáncer colorrectal.

Los posibles daños de la extirpación de los pólipos durante una colonoscopia o una sigmoidoscopia incluyen un desgarro de la pared del colon y sangrado.

 

  • Factores que no afectan el riesgo de cáncer colorrectal:

 

  • Terapia de reemplazo hormonal con estrógeno solo: La terapia de reemplazo hormonal con estrógeno solo no disminuye el riesgo de tener cáncer colorrectal invasivo o el riesgo de morir por este cáncer
  • Estatinas: En los estudios se observó que tomar estatinas(medicamentos que disminuyen la concentración de colesterol) no aumenta ni disminuye el riesgo de cáncer colorrectal.

En la actualidad el tratamiento curativo más importante, en caso de que no existan metástasis, es la cirugía. Además, la combinación de radioterapia y quimioterapia previa a la cirugía reduce la incidencia de metástasis posteriores, las recidivas -o reapariciones del tumor- locales (en la pelvis), y aumenta la supervivencia de los pacientes.

En caso de intervención quirúrgica, en algunos casos, es necesario la realización de una colostomía (Una colostomía es una abertura de la pared abdominal por donde se exterioriza un extremo del colon. Su finalidad es dar salida al exterior a las heces cuando no es posible su excreción por el ano). Esta va a depender de la distancia del tumor a los esfínteres. El cirujano está obligado a cortar el tumor con márgenes para asegurarse de que no quedan células microscópicas. Por eso, si el tumor está muy próximo al margen anal, no podría respetar el esfínter.

El pronóstico de estos tipos de tumores, cuando no hay metástasis a distancia es una neoplasia curable; de ahí la importancia de los planes de cribado.

Las probabilidades de curación van desde un 40 al 90%, dependiendo del estadio tumoral (que se establece según la profundidad en la que el tumor haya afectado a la pared del colon y la afectación de los ganglios peritumorales), así como de la respuesta a los tratamientos previos a la cirugía”.

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Complicaciones asociadas a la obesidad https://elfarodeceuta.es/complicaciones-asociadas-obesidad/ Thu, 25 Jun 2020 02:00:21 +0000 https://elfarodeceuta.es/?p=531985 Uno de los principales problemas de salud, que actualmente está adquiriendo dimensiones epidémicas, es el relativo al sobrepeso y la obesidad, tanto por ser un factor de riesgo asociado a la génesis o desarrollo de las principales enfermedades crónicas y causa prematura de muerte como por el coste sanitario derivado de las mismas. La prevalencia […]

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Uno de los principales problemas de salud, que actualmente está adquiriendo dimensiones epidémicas, es el relativo al sobrepeso y la obesidad, tanto por ser un factor de riesgo asociado a la génesis o desarrollo de las principales enfermedades crónicas y causa prematura de muerte como por el coste sanitario derivado de las mismas.

La prevalencia de sobrepeso y obesidad ha aumentado entre un 10% y un 40% en la mayor parte de los países en las últimas décadas. Un sexto de la población mundial tiene sobrepeso unos 1.600 millones de personas, y más de 400 millones son obesas. Actualmente en la Unión Europea el 60% de los adultos y el 25% de los niños tienen sobrepeso. El 25% de los adultos y un 10% de los niños tienen obesidad. La previsión para el año 2030, es que el 44% de los niños tendrán sobrepeso y que el 60% de la población europea será obesa.

Este problema de salud ha aumentado también en los niños y adolescentes, con tendencia a perdurar a lo largo de toda la vida en un elevado porcentaje de los casos, lo que hace resaltar la importancia de la prevención como la medida terapéutica más eficaz.

De los datos aportados destaca la relación de la obesidad y del sobrepeso en función del sexo, dándose la primera en mayor proporción en las mujeres y el segundo en hombres. Igualmente, la frecuencia de ambas situaciones se incrementa al aumentar la edad, alcanzando el máximo a los 45 años y disminuye en función del nivel de estudios, especialmente en las mujeres.

Con respecto a las tendencias, el porcentaje de personas con sobrepeso y obesidad está aumentando en los varones entre 30 y 64 años, permaneciendo estable en las mujeres.

Ante esta perspectiva, y habida cuenta que la obesidad es una entidad heterogénea, con múltiples factores etiológicos implicados, se hace necesaria la concienciación social y sanitaria del problema y la puesta en marcha de medidas dirigidas a los ciudadanos relativas a los factores ambientales y sociales que influyen determinantemente en la evolución de la tasa de prevalencia de esta enfermedad, tales como la ingesta calórica, el estilo de vida en relación con la alimentación y el ejercicio físico.

 

Sobrepeso: Situación anatómica de aquellos individuos cuyo IMC se encuentra entre 25 y 29,9 Kg/m2

Se divide en dos categorías, con una nomenclatura específica:

  • Grado I .............................................IMC 25 - 26,9
  • Grado II (preobesidad) ................... IMC 27 - 29,9

Obesidad: Enfermedad crónica, que se caracteriza por un exceso de grasa que a su vez se traduce en un aumento de peso. Esto significa que no todo aumento del peso corporal se considera obesidad, sino sólo si es debido a un exceso de la masa grasa.

 

Tipos de obesidad:

  • Siguiendo un criterio cualitativo de la distribución de la grasa corporal.

 

  • Tipo celular:
  • Hiperplásica, en la que se produce un aumento de la población de adipocitos conservando su tamaño.
  • Hipertrófica, en la que aumenta el tamaño de los adipocitos al cargarse de grasa, pero no su número.
  • Tipo morfológico:
  • Androide abdominal o central (manzana), con cociente cintura/cadera superior a 1 en el varón y a 0,9 en la mujer. Este tipo de obesidad se asocia a un mayor riesgo de dislipemia, diabetes, enfermedad cardiovascular y quizás en segundo término el daño respiratorio por disminución de la capacidad funcional ante la elevación del diafragma y de mortalidad en general.
  • Ginoide gluteofemoral o periférica (pera), con cociente cintura/cadera inferior a 1 varón y a 0,9 en la mujer.
  • De distribución homogénea o generalizada, si no hay un claro predominio del exceso de grasa en ninguna zona.
  • Siguiendo un criterio cuantitativo, los grados de obesidad en relación con el índice de masa corporal establecidos el año 2007 por la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad, quedan definidos para adultos como sigue: Valores

 

Valores                                                                  IMC Kg/m2

Peso insuficiente ...................................................menor 18,5

Normopeso ...........................................................18,5 - 24,9

Sobrepeso Grado I ................................................25,0 - 26,9

Sobrepeso Grado II (preobesidad) ........................27,0 - 29,9

Obesidad Tipo I .....................................................30,0 - 34,9

Obesidad Tipo II ....................................................35,0 - 39,9

Obesidad Grado III (o mórbida) .............. ………40,0 - 49,9

Obesidad. Grado IV (o extrema) ............. ………mayor 50

 

Métodos instrumentales de medida de la composición corporal

  • Antropométricos:

Basados en la realización de mediciones corporales: - Peso y talla - Medición pliegues cutáneos para valoración de la grasa subcutánea, que se realiza con un plicómetro o caliper ejerciendo una compresión de un pliegue de tejido adiposo subcutáneo en determinadas zonas anatómicas. - Medida de perímetros o circunferencias de la cintura y de la cadera. -  La medida de la circunferencia media del brazo se emplea para la valoración de la masa muscular del individuo. -  Medida de los diámetros óseos en el codo o en la muñeca que se utiliza para definir la “constitución del individuo” que refleja la contribución de las proporciones esqueléticas.

  • Conductancia eléctrica:

Análisis de la impedancia bioeléctrica, consiste en administrar una corriente eléctrica entre dos puntos del organismo y medición de la oposición al paso de la misma, que depende de la composición de los tejidos que atraviese la corriente. Su cuantificación permite conocer el porcentaje de agua corporal, la masa libre de grasa y la masa grasa.

-  Método de la conductividad eléctrica total, consiste en introducir al individuo en una bobina en la que se ha generado un campo electromagnético que induce una corriente en el cuerpo, que se comporta como un material conductor. Esa conductividad es proporcional a la masa libre de grasa. -  Existen otras técnicas, tales como la densitometría, la absorciometría con rayos X de doble energía, la resonancia magnética, TAC o la ecografía que no suelen ser empleadas rutinariamente.

Causas del Sobrepeso y la Obesidad

La etiología de la obesidad es multifactorial y debe analizarse de forma individualizada. Sin duda existen diferentes tipos de pacientes obesos. Es posible diferenciar la obesidad primaria de causa desconocida y la secundaria de causa conocida.

La obesidad siempre se caracteriza por un exceso de depósito de grasa en el organismo debido a que, a largo plazo, el gasto energético que presenta el individuo es inferior a la energía que ingiere.

  • Factores Genéticos y Ambientales

Actualmente se considera que la alteración del balance energético que lleva a la obesidad es multifactorial y compleja y se produce como resultado de la carga genética del individuo y diferentes factores ambientales. Por lo tanto, la obesidad es consecuencia de la interacción entre la variación genética y las condiciones cambiantes del medio ambiente ya que ambos pueden condicionar la variabilidad interindividual del gasto y el aporte energético. Los factores genéticos pueden influir en la susceptibilidad de desarrollar depósitos corporales de grasa como respuesta a los estilos de vida poco favorables del entorno de la opulencia.

Existen factores familiares que influyen en las preferencias alimentarias, pero, sin embargo, es difícil determinar si estos factores familiares se deben a características genéticas o a influencias culturales o hábitos familiares.

La explicación genética que a menudo se esgrime para entender el incremento del sobrepeso y la obesidad es la discordancia entre el medio ambiente en el cual vivimos hoy día y los “genes ahorradores de energía” que se multiplicaron en el pasado en condiciones ambientales muy diferentes. Es la teoría del “genotipo ahorrador”, que explica el problema adaptativo por el que los mismos genes que ayudaron a nuestros ancestros a sobrevivir hambrunas ocasionales se ven ahora confrontados por ambientes en los cuales hay abundancia de alimentos durante todo el año, que influiría en la tendencia a comer demasiado (discordancia entre apetito o necesidad y saciedad), la tendencia a ser sedentario (inactividad física), una menor capacidad de utilizar las grasas de la alimentación diaria como combustible y una mayor y fácilmente estimulada capacidad de almacenar grasa corporal.

 

  • Factores sobre el Gasto y Aporte Energético
  1. Gasto energético

Se puede ganar grasa o peso debido a que se consuma menos energía de la que realmente se ingiere. El gasto energético depende de tres componentes:

1.1.  Gasto energético basal. Se refiere al gasto de energía para el mantenimiento de los procesos vitales en condiciones de en reposo físico y psicológico completo, en ayunas de doce horas y a una temperatura ambiente de veinte grados. Representa el 50-70% del gasto energético total. El obeso tiene un gasto energético basal inferior al de un individuo no obeso. Diferentes estudios demuestran que el gasto energético basal puede tener un componente genético, dado que existen familias que presentan un gasto energético inferior y por lo tanto pueden ganar peso más fácilmente.

Esta variabilidad interindividual del gasto energético puede explicar por qué puede conseguirse el mantenimiento de peso cuando diferentes individuos ingieren distintas cantidades de energía, con similar actividad física.

1.2.  Gasto energético condicionado por la actividad física. Es el componente más variable del gasto energético del individuo. El gasto energético frente a una actividad física es superior en el individuo obeso debido a que éste tiene que realizar un mayor esfuerzo para desplazarse, pero el obeso es menos activo y en general realiza menos actividad física.

1.3.  Gasto energético postprandial (termogénesis postprandial). El gasto energético de un individuo aumenta tras las comidas. Este aumento depende en gran medida de la cantidad de energía ingerida y del tipo de dieta. El gasto energético postprandial representa el coste energético de la absorción, digestión y sobre todo metabolización de los nutrientes. El obeso puede tener una termogénesis normal o disminuida. Entre los factores que pueden estar involucrados en esta alteración de la termogénesis se encuentra el hiperinsulinismo ligado a una resistencia a la insulina. No obstante, la alteración de la termogénesis no puede considerarse una causa importante, debido a que el gasto de este componente es muy pequeño con respecto al total.

  1. Aporte energético

La mayoría de los estudios demuestran que la hiperfagia es una causa de obesidad. En general la población obesa tiende a subestimar inconscientemente la ingesta energética. Aunque en ocasiones no está muy claro si la hiperfagia es causa o consecuencia de la obesidad.

 

  • Factores fisiológicos.

En el hipotálamo se encuentran una serie de núcleos y regiones con distintas poblaciones neuronales implicadas en los mecanismos reguladores de la ingesta. Por una parte, existe el centro del hambre y el centro de la saciedad, pero también hay otros núcleos con poblaciones neuronales distintas que secretan distintos neuropéptidos con posibles acciones, tanto como estimuladores del apetito (Neuropéptido Y) como inhibidores del mismo. Asimismo, al hipotálamo llegan también una serie de señales nerviosas y químicas que actúan al mismo nivel. Uno de los péptidos más estudiados es la Leptina, citocina que disminuye la ingesta y aumenta la actividad de los componentes termogénicos del sistema nervioso simpático.

 

  • Enfermedades Endocrinas y Genéticas
  1. Enfermedades endocrinas

Durante años la obesidad se ha considerado consecuencia de otras enfermedades endocrinas, sin embargo, menos del 1% de los pacientes obesos presentan otras alteraciones endocrinas significativas. Las siguientes son las que con mayor frecuencia pueden producir un aumento del peso corporal. 1.1.  Enfermedades hipotalámicas. Son raras. Se pueden producir en el caso de afectación del hipotálamo ventromedial por traumatismo, tumor (craneofaringiomas, hamartomas, etc.) o enfermedad inflamatoria. Se acompaña de manifestaciones clínicas de hipertensión intracraneal (cefalea, alteración de la visión), de manifestaciones endocrinas (amenorrea, hipotiroidismo...).

1.2.  Enfermedades hipofisarias y suprarrenales. Déficit de hormona de crecimiento. Exceso de producción de ACTH. Síndrome de Cushing.

1.3.  Hipotiroidismo. Se acompaña de un incremento de peso, sobre todo cuando hay mixedema.

1.4.  Síndrome de ovario poliquístico.

  1. Trastornos genéticos 2.1. Monogénicos. La obesidad es un rasgo característico de más de 20 síndromes de origen genético de los cuales el más conocido es el síndrome de Prader - Willi. También existen formas monogénicas de obesidad asociadas a alteraciones en el gen de la leptina, el receptor de la leptina y el receptor tipo 4 de la melanocortina entre otras.

2.2.  Poligénicas. En la patogenia de la obesidad están implicados múltiples genes, por eso el componente genético de las formas primarias de obesidad es complejo y se han descrito más de 200 marcadores, genes y regiones cromosómicas asociadas con estas formas de obesidad, aunque todavía no se conoce la transcendencia clínica de estos marcadores.

  • Fármacos

Glucocorticoides • Antidepresivos tricíclicos (amitriptilina) • Ciproheptadina • Fenotiazina

 

Consecuencias de la obesidad

Un exceso importante en la nutrición puede dar lugar, en cualquier época de la vida, a un aumento de la grasa corporal. Durante la infancia y la adolescencia una nutrición excesiva induce rápidamente al desarrollo de nuevos adipocitos, aumentando su número por unidad de volumen. En el adulto, el exceso de energía se traduce primordialmente en el aumento del volumen de los adipocitos existentes. Se entiende que un adulto que fue obeso de niño tenga más facilidad para acumular grasa en su mayor cantidad de adipocitos desarrollados en la infancia, precisamente en respuesta a una ingesta superior a la necesaria.

Las consecuencias que acarrea la obesidad, a parte que supone el 7 % del gasto sanitario, son 15 % de la mortalidad, 10 % de la aparición de demencias, mayor riesgo de eventos cerebrovasculares, uno de cada 20 tumores, el 25 % de los tumores malignos podrían evitarse, mayor riesgo de padecer Hipertensión Arterial y Diabetes Mellitus tipo 2.

 

Secuelas metabólicas y complicaciones clínicas son:

Diabetes mellitus tipo 2. La obesidad es el mayor factor de riesgo para el desarrollo de DM tipo 2 en personas genéticamente predispuestas y la prevalencia de DM aumenta exponencialmente según aumenta el IMC. Más del 80% de las DM tipo 2 presentan un IMC > 27kg/m2. El riesgo de DM tipo 2 aumenta con el grado y duración de la obesidad más aún en la obesidad troncular.

Síndrome metabólico. Es un conjunto de rasgos clínicos en el que aumenta considerablemente el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y diabetes mellitus. Para considerar que existe síndrome metabólico (o síndrome X) se deben cumplir, al menos, tres de los siguientes factores: obesidad abdominal, dislipemia, hipertensión arterial y elevada intolerancia a la glucosa o resistencia a la insulina.

Hiperlipidemia. Existe un aumento de los niveles de triglicéridos, una disminución de HDL-colesterol y un aumento de las concentraciones de LDL-colesterol, VLDL-colesterol.  La alteración del perfil lipídico y el aumento del trabajo cardíaco confieren al paciente obeso un alto riesgo de padecer cardiopatía isquémica.

Insuficiencia venosa periférica. Mayor riesgo de presentar varices, edemas y cambios tróficos en las extremidades inferiores. Se asocia a un mayor riesgo de padecer enfermedad tromboembólica.

Hipertensión arterial. La resistencia a la insulina y el hiperinsulinismo pueden ser los responsables del aumento de la reabsorción tubular renal de sodio y explica la alta prevalencia de HTA. La pérdida de peso se acompaña de una disminución importante de las cifras de tensión arterial, incluso sin realizar dieta hiposódica.

Enfermedades cardiovasculares. La obesidad puede producir un aumento del volumen sanguíneo, del volumen diastólico del ventrículo izquierdo y del gasto cardiaco, responsables a medio plazo de la hipertrofia y dilatación del ventrículo izquierdo. La insuficiencia cardiaca congestiva y la muerte súbita son mucho más frecuentes en el paciente obeso.

Colelitiasis y esteatosis hepática. La obesidad se acompaña a menudo de un hígado graso, y también el paciente obeso presenta un alto riesgo de padecer colelitiasis.

Problemas del aparato locomotor. Por factores biomecánicos (sobrecarga), siendo la artrosis de columna y rodilla una complicación frecuente en las personas con obesidad.

Hiperuricemia y gota. La hiperuricemia del paciente obeso es multifactorial. Está disminuido el aclaramiento de ácido úrico y aumentada su producción.

Problemas respiratorios. El Síndrome de apneas-hipopneas del sueño (SAHS) 

El síndrome obesidad-hipoventilación, se caracteriza por hipoventilación, hipercapnia y somnolencia, y el deterioro de la función respiratoria empeora por la disminuida respuesta ventilatoria a la hipercapnia, frecuente en los sujetos obesos, que produce una tendencia al adormecimiento. En algunos obesos, el cuadro se cataloga de síndrome de apnea obstructiva del sueño. Generalmente, padecen obesidad centrípeta o toraco-abdominal, con las alteraciones respiratorias descritas, a las que se asocia un aumento de la resistencia de las vías aéreas superiores. En la situación más grave, durante el sueño, se puede llegar a la obstrucción completa transitoria del flujo respiratorio con producción de apneas más o menos prolongadas. La sucesión de al menos 5 apneas de duración de 10 segundos o más por cada hora de sueño (o hipopneas, definidas como reducción del flujo aéreo o movimientos toracoabdominales de más de 10 segundos acompañados de desaturación de oxígeno de al menos el 4%) marca la presencia del síndrome de apneas obstructivas del sueño (SAOS). Entre las explicaciones que se dan a este cuadro figuran el estrechamiento de la propia vía aérea, posiblemente por acumulación perilaríngea de grasa, junto con una pérdida del tono muscular gloso-faríngeo, con el resultado de una reducción del flujo aéreo durante las fases inspiratorias. Existen evidencias en la literatura que refuerzan la relación entre la leptina y el compromiso ventilatorio en la obesidad, tales como que el nivel de leptina es mejor predictor de la presencia de SOH que el índice de masa corporal (IMC) y esto es independiente de la presencia o no de apneas durante el sueño y que los niveles elevados de leptina en el SOH corrigen bajo tratamiento con ventilación no invasiva (VNI) a largo plazo. En este caso la reversión de la hipoventilación obtenido gracias a la VNI reduciría la “necesidad” de altos niveles de leptina para luchar contra la mayor carga ventilatoria. La reducción de peso, aunque moderada (10% del peso inicial), mejora la sintomatología del SAHS.

Complicaciones neurológicas pseudotumor cerebri También se denomina Hipertensión intracraneana benigna o idiopática y se caracteriza por aumento de la presión intracraneana, sin causas sistémicas o estructurales subyacentes. En adolescentes se presenta como cefalea y puede simular una migraña, con compromiso visual. Con la excepción del edema de papila y la posible parálisis del sexto par, el examen neurológico suele ser normal. Aunque la causa es desconocida, algunos estudios sugieren que la obesidad, especialmente en mujeres, es un factor de riesgo.

Complicaciones psicológicas Los efectos de la obesidad en la calidad de vida de los adolescentes pueden ser severos, siendo la depresión una importante comorbilidad de la obesidad. Los pediatras deben estar atentos a la aparición de síntomas como aplanamiento afectivo, ansiedad, fatiga, dificultad para dormir y/o somnolencia diurna.

Baja autoestima Es mayor en preadolescentes y adolescentes que en jóvenes mayores obesos, pero incluso ya a los 5 años de edad los niños tienen preocupación por su propia gordura, lo que impacta en la percepción que tienen de su apariencia, habilidades atléticas, competencia social y autoestima. En la adolescencia esto se hace más evidente, porque la confianza y autoimagen está muy ligada al peso y la composición corporal a esta edad.

Ansiedad y depresión Estos síntomas se incrementan a medida que aumenta el peso en adolescentes. Dentro de los obesos severos, cerca de un 50% tienen síntomas depresivos moderados a severos y 35% refieren altos niveles de ansiedad. Además, se ha descrito que las mujeres obesas tienen mayor probabilidad de tener intentos de suicidio que las no obesas.

 

 

Recomendaciones de hábitos de vida   saludables para la alimentación

El control del peso corporal se consigue ajustando los ingresos al gasto calórico. Para el mantenimiento de dicho equilibrio entre la energía que se aporta al organismo y la que éste consume, hay que establecer, como una de las medidas principales, unos patrones dietéticos apropiados para evitar las ganancias de peso, pero al mismo tiempo, para mantener un funcionamiento óptimo del organismo.

Se podría considerar que la dieta es la piedra angular del tratamiento de la obesidad, entendiendo por dieta una orientación nutricional diferente según cada paciente. Así es importante, la forma de comer, la cantidad y el tipo de alimentos a consumir, el modo de distribuirlos a lo largo del día... Es decir, la popularmente conocida como “dieta equilibrada”, tan comentada en los últimos tiempos, tan de moda actualmente y que en la práctica requiere de todo un aprendizaje en alimentación y en nutrición. Por ello, hoy día sería más afortunado hablar de “normas alimentarias” o también “hábitos alimentarios”, que no es ni más ni menos que un plan estructurado, pero abierto, encaminado a reducir el aporte energético.

Dado el importante papel que tiene la alimentación para conseguir una pérdida de peso, o al menos para evitar ganancias del mismo, se podrían sugerir algunos consejos dietéticos prácticos, útiles y más o menos fáciles de llevar a cabo a la hora tanto de prevenir como de tratar el sobrepeso o la obesidad.

Consejos nutricionales

  1. Elegir alimentos con poca grasa.
  2. Moderar el consumo de carnes rojas y aumentar el de pescado.
  3. Consumir frutas, verduras y hortalizas en abundancia.
  4. Beber agua, entre 1,5 y 2 litros diarios.
  5. Limitar el consumo de alimentos fritos, rebozados o cocinados con excesiva grasa. Serán de elección los alimentos cocidos o a la plancha.

Consejos conductuales

  1. Repartir la alimentación en 5 comidas: desayuno, media mañana, comida, merienda y cena.
  2. Comer despacio y masticar muy bien los alimentos.
  3. Comer sentado y en compañía.
  4. Nunca se debe saltar el desayuno, ya que un ayuno prolongado favorece la activación de mecanismos de almacenamiento de grasa.
  5. No se debe picar entre horas. En su caso, cuando se tenga hambre, se debe disponer de alimentos de bajo contenido calórico (por ejemplo, una manzana), o realizar alguna actividad que ocupe tiempo y atención disipando así la idea de comer.

Consejos psicológicos

  1. Utilizar platos pequeños y extender la comida en ellos.
  2. Intentar ser creativos en la cocina, utilizar condimentos que den a los platos un olor, sabor y colorido agradables, evitando así la monotonía.
  3. Planificar de antemano lo que se va a comer, y preparar las comidas cuando no se tiene hambre.
  4. Ir a la compra con una lista cerrada de productos.
  5. No debe existir una lista de prohibiciones y de obligaciones, sino una información detallada de la forma de comer.

 

El ejercicio físico y sus beneficios

El ejercicio físico es la segunda piedra angular del tratamiento del sobrepeso y la obesidad y en la mayoría de los pacientes la dieta sola consigue escasos beneficios a la larga si no va acompañada de un ejercicio físico moderado pero constante. Este nos aporta los siguientes beneficios:

  1. Reduce la masa grasa. Cuanto mayor sea el peso, se gastan más calorías para el mismo tiempo empleado en el desarrollo de la actividad física.
  2. Disminuye la morbí-mortalidad por todas las causas, por lo que aumenta la esperanza de vida.
  3. Modera la presión arterial, aumenta los niveles de HDL-colesterol y disminuye los triglicéridos. Mejora la sensibilidad a la insulina y el metabolismo de glucosa.
  4. Puede aumentar la masa muscular corporal y con ello en algunas ocasiones se puede producir incremento de peso, aunque disminuya el volumen corporal.
  5. Mejora la función articular y la densidad ósea.
  6. Mejora la capacidad cardiorrespiratoria.
  7. Tiene efectos psicológicos positivos, ya que el ejercicio produce confortabilidad, reduce la ansiedad y ayuda a controlar el estrés.

Conclusiones

La obesidad es algo más que un problema estético. Está considerada una enfermedad en sí misma causante a su vez de muchas otras: hipertensión, diabetes, colesterol, dificultad respiratoria, estreñimiento, artrosis, gota, etc. por no mencionar una menor perspectiva de vida e incluso trastornos psicológicos.

Perder peso es, por encima de todo, una cuestión de salud y por ello debe conseguirse de forma gradual. Una pérdida excesivamente rápida no es sana ni realista.

Dado que la obesidad es la enfermedad metabólica más frecuente en el mundo occidental y su evolución es imparable, habiéndose convertido en la epidemia del siglo XXI, es lógico pensar, que la única manera de evitar su progresión, sea establecer las medidas preventivas que impidan su evolución. Es decir, que resulta más fácil y menos complicado PREVENIR que tratar esta enfermedad.

Habría que comenzar por la labor educativa, por enseñar desde pequeños a los niños a conocer los alimentos que les podrían perjudicar a corto, medio y largo plazo, al igual que aprender cómo algunos alimentos pueden ser sustituidos por otros de menor valor calórico y más saludables.

Para reducir peso es necesario un tratamiento integral, que garantice una pérdida a largo plazo y de forma progresiva, teniendo en cuenta todos los factores implicados: grado de sobrepeso, tipo de alimentación, nivel de actividad física, motivación para cumplir el tratamiento, etc.

Los profesionales de las Oficinas de Farmacias, por su contacto directo con la población, juegan un importante papel a la hora de colaborar con las personas con sobrepeso en la identificación y modificación, de forma paulatina, de patrones de vida que pueden desencadenar en obesidad, así como en el cumplimiento de su tratamiento y finalmente, en la orientación y pautas a seguir para alcanzar los objetivos propuestos de reducción y/o mantenimiento del peso corporal, a través de unos hábitos higiénicos y dietéticos adecuados y a ser posible, individualizados a cada tipo de paciente.

El sobrepeso requiere un tratamiento multifactorial individualizado para cada persona, que abarque los siguientes ámbitos: alimentación equilibrada con bajo contenido en grasas, incremento de la actividad física, atención médica para descartar que el exceso de peso sea secundario a un problema que precise tratamiento, en cuyo caso es el médico quien deberá diagnosticar y tratar a la persona, y apoyo psicológico en aquellos casos que se estime necesario.

Ya se ha destacado la importancia de la alimentación en el control del sobrepeso. No obstante, además de las medidas dietéticas, hay que adquirir otra serie de hábitos, o por qué no llamarlo “costumbres”, que resultan igualmente favorables para la salud de nuestro organismo desde todos los puntos de vista, lo que implica, por supuesto, el control del sobrepeso, como es la práctica de ejercicio físico de forma regular, el mejor aliado para prevenir la obesidad y mejorar la calidad de vida. Además de ayudar a perder peso y a mantener el que se haya perdido, disminuye el estrés, ayuda a conciliar el sueño, aumenta la fuerza física y la autoestima, disminuye la masa grasa y aumenta el consumo energético, psicológicamente sirve como desahogo emocional, disminuye el riesgo de enfermedad cardiovascular, mejora los niveles de colesterol de alta densidad (que es el que protege a las arterias de la arteriosclerosis). Desde el punto de vista nutricional, hace más eficientes los procesos bioquímicos, con una mejor utilización de los azúcares, las proteínas y las grasas.

Es imprescindible complementar la dieta con ejercicio físico adaptado al estado de cada individuo teniendo en cuenta la edad, el grado de la misma, sus preferencias, etc. No es necesario acudir a un gimnasio; se puede practicar un ejercicio que le sea agradable y variable si le apetece, buscando un sitio cómodo para practicarlo. También se puede, para aumentar la actividad física, pasar de utilizar el ascensor o las escaleras mecánicas subiéndolas a pie, apearse del autobús dos o tres paradas antes o habituarse a pasear durante 45 minutos al día.

 

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