Artículos escritos por Antonio Guerra en El Faro de Ceuta https://elfarodeceuta.es/autor/antonio-guerra/ Diario digital Mon, 15 Jul 2024 06:08:36 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.5.5 https://elfarodeceuta.es/wp-content/uploads/2018/09/cropped-El-faro-de-Ceuta-32x32.jpg Artículos escritos por Antonio Guerra en El Faro de Ceuta https://elfarodeceuta.es/autor/antonio-guerra/ 32 32 La iglesia de Nuestra Señora de África en Méjico https://elfarodeceuta.es/iglesia-nuestra-senora-africa-mejico-colaboracion/ https://elfarodeceuta.es/iglesia-nuestra-senora-africa-mejico-colaboracion/#respond Mon, 15 Jul 2024 02:25:04 +0000 https://elfarodeceuta.es/?p=1075009 El año 2008, en otro artículo publicado aquí, en El Faro de Ceuta, ya me referí a la imagen de Nuestra Señora de África, cuya presencia también existe en otros lugares del mundo, según mi nueva investigación en tal sentido realizada y que, entiendo, es bueno se sepa en Ceuta, sobre todo, por los más […]

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El año 2008, en otro artículo publicado aquí, en El Faro de Ceuta, ya me referí a la imagen de Nuestra Señora de África, cuya presencia también existe en otros lugares del mundo, según mi nueva investigación en tal sentido realizada y que, entiendo, es bueno se sepa en Ceuta, sobre todo, por los más jóvenes que, entonces, por su corta niñez, no hubiesen tenido acceso aquella información anterior. Y es que, la imagen de Nuestra Señora de África, tan querida y venerada en Ceuta por los cristianos, cuenta con varios lugares más en los que se le rinde culto y devoción; uno de ellos es en Argel y, el otro, en Monterrey (Méjico). Y de este último, me voy a ocupar hoy.
Fruto de tal investigación, he podido saber que, en 1914, antes de la demolición de un convento mejicano, se documentó en dos fotografías el embargo, por parte del Gobierno estatal mejicano, de todas las imágenes de veneración y los confesionarios, para su destrucción en el fuego en la plaza pública. Desde entonces, nada se sabe de dicha imagen ni de su inscripción en la cultura regional. Sabemos que es una advocación mariana importante; pero, dada la destrucción del archivo histórico de aquel convento, no se ha podido precisar aún su origen, autoría, adquisición y veneración. Mientras no se desentrañe esta complejidad con documentos de otros archivos, es necesario seguir investigando, por si fuera posible que algún vestigio histórico nos pueda llevar a conocer su posible origen, junto a los demás datos que puedan existir.
Hasta ahora se sabe que, Fray José María Bringas elaboró, en 1860, un exhaustivo inventario de los bienes del claustro y los dos templos del convento de San Andrés en Monterrey, Nuevo León (región del antiguo Méjico del siglo XVI). En dicho inventario registró la existencia, en la sacristía del templo de San Francisco, de seis esculturas y seis lienzos de imágenes religiosas, de las cuales una llama la atención por llamarse: “Nuestra Señora de África”.


El origen más re moto conocido del hombre en África y su lento proceso de hominización tuvieron como escenario lo que hoy llamamos el continente africano. Y sobre la existencia allí de Nuestra Señora de África en Monterrey (Méjico), nos dice Armando V. Flores Salazar que, ello queda demostrado en los hallazgos de fósiles de Homo hábiles, de Hans Reck, en 1911; de Raymond Dart, en 1924, y de Louis y Mary Leakey, en 1959; todos localizados en el África ecuatorial, cuya remota antigüedad, datada mediante isótopos radioactivos de argón y potasio, pues indica que el origen de África se remonta a dos millones de años.
Desde los actuales Taung, el cañón de Olduvai, en el Serengeti, y la cuenca del lago Rodolfo, el hombre inició el peregrinaje, nunca concluido, para poblar dicho continente y el resto del planeta. La ostensible dualidad de un «África blanca» en el norte, en oposición a la subsahariana «África negra» quedó determinada desde los tiempos prehistóricos. La región septentrional del continente africano, dominada por el desierto y la estepa, que va de Egipto a Marruecos y del Mediterráneo al borde meridional del Sáhara, ha sido habitada por pueblos de lengua camita procedentes del Medio Oriente desde varios milenios antes de la era cristiana.
A los egipcios predinásticos se fueron agregando libios, fenicios, árabes, sirios, hebreos, turcos, griegos, latinos y vándalos que en conjunto configuraron el «África blanca». La región al sur ha sido ocupada desde el principio de los tiempos por una diversidad amplia de grupos, entre ellos los ascendentes de los pigmeos, los bosquimanos, los bantúes, los masai, los watussi; que, aunque dedicados a diversas actividades como la caza, la agricultura, la ganadería y el pastoreo, tienen en común la piel oscura, por tal condición ellos conforman el «África negra».

El dominio del África blanca sobre el África negra se da en la relación de servidumbre y esclavitud, a que la primera ha sometido a la segunda por mucho tiempo. En el Egipto de las primeras dinastías (3000-2700 a. C.), esclavos procedentes de Nubia atendían no sólo el cultivo de los campos de dominios faraónicos, sino la construcción de pirámides, templos y obra pública en general. Desde el siglo VI a. de C. hasta los tiempos islámicos, los tuaregs del Sáhara central apresaron negros para venderlos en Egipto y en las costas mediterráneas. La esclavitud era una práctica social derivada de los sistemas de producción humana y documentada desde el mundo antiguo.
Hasta mediados del siglo XV de nuestra era, la trata de negros se circunscribió solamente al binomio de árabes esclavistas y negros africanos esclavizados, pero con las plantaciones tropicales del naciente capitalismo europeo, los portugueses se convirtieron en punta de lanza en la compra-venta de jóvenes para satisfacer dicho mercado; con el descubrimiento y la conquista del continente americano, tal práctica adquirió dimensiones descomunales. Pronto se incorporaron al negocio de esclavos, a gran escala, los españoles, los ingleses, los holandeses y los franceses, más otros en menor escala, para atender sus propias necesidades derivadas del colonialismo expansionista ilimitado.
En 1501, llegó a la isla La Española, en América, la primera carga de esclavos africanos, y el emperador Carlos V concedió permisos, como el otorgado al flamenco La Bresa, de introducir anualmente 4 000 esclavos negros a Cuba, Jamaica y Puerto Rico. Este mercado inhumano transterró, en cuatro siglos, a unos 100 millones de africanos negros, según cálculos que no se pueden demostrar por la destrucción de archivos; sin embargo, hay documentación que ampara Armando V. Flores Salazar (junio y julio-septiembre) que indicaría la existencia en Méjico de Nuestra Señora de África, en Monterrey, así como la venta de 12 millones de esclavos en los puertos americanos de Veracruz, Sao Paulo y Nueva Orleáns. Como en el principio de los tiempos, África vuelve a estar presente en esta época histórica del esclavismo, fecundando al mundo, transfiriéndose genética y culturalmente.

Pues bien, Ceuta, la ciudad africana fundada por los fenicios en el Estrecho de Gibraltar hacia el siglo VII a. C., como bien se sabe, fue conquistada por Portugal a los marroquíes en 1415, por Juan I y su hijo, Enrique el Navegante, para el Reino de portugués. En 1421, como gran maestre de la Orden de Caballeros de Nuestro Señor Jesucristo, el infante Enrique envió, a los Caballeros de esa orden militar-religiosa destacados en Ceuta, una escultura románica-gótica de la Virgen María, en la modalidad de Piedad, para que bajo la advocación de Santa María de África – Virgen de África o Nuestra Señora de África– se le construyera un templo y fuese declarada patrona y protectora de Ceuta. Las instrucciones se acataron con prontitud, se erigió el templo como sede y se declaró el patronazgo, y con ello el origen y difusión de esta advocación mariana desde tierras africanas.
La trascendente labor de Enrique el Navegante como impulsor de la navegación portuguesa transoceánica, que conllevará al negocio de la esclavitud, su condición de gran maestre de la orden militar-religiosa y los caballeros distinguidos como miembros de la misma, todo coadyuvó en la difusión de este culto mariano al mundo dominado, y se estableció el 5 de agosto para celebrar su festividad. En 1580, el reino de Portugal decidió su anexión al reino de España, y volvió a separarse en 1640. Sin embargo, tras la separación, los ceutíes decidieron seguir formando parte de España, y así fue aceptado y reconocido por Portugal en el tratado de 1668. De esa forma, desde hace ya unos seiscientos años, Ceuta es una ciudad de plena soberanía portuguesa, perteneciente al mismo territorio peninsular en el continente africano. Y, por lo que respecta a la imagen de Nuestra Señora de África en Ceuta, es su patrona, a la que el pueblo siempre ha profesado una fervorosa devoción.
Y, por lo que se refiere a Méjico, la fuerza cultural generada por portugueses y españoles, ejercida en sus tradiciones y costumbres, llegó al noreste de la Nueva España (antiguo nombre de Méjico, que los conquistadores le dieron) con los pobladores o colonizadores del entonces llamado Nuevo Reino de León. La ostensible presencia de castellanos en la citada región de Méjico queda determinada, en tanto que las gracias, mercedes, concesiones y capitulaciones sólo se atribuían a probados hidalgos de origen español, como Alberto del Canto, Luis de Carvajal y Diego de Montemayor. La presencia de portugueses en la región se facilitó porque se dieron al mismo tiempo la fundación del Nuevo Reino de León y la anexión de Portugal a la monarquía española; por ello, en la catalogación que hace Eugenio del Hoyo, de los 259 acompañantes que fueron con Luis de Carvajal a fundar el Nuevo Reino de León, el 70 % de ellos eran portugueses, y existe la posibilidad de que el resto que quedó sin definir también lo fuera.

"La imagen de Nuestra Señora de África, tan querida y venerada en Ceuta por los cristianos, cuenta con varios lugares más en los que se le rinde culto y devoción"

Pues, aun sin poder precisar con total exactitud su origen, la presencia de la imagen de Nuestra Señora de África en el convento de franciscanos de Méjico, pudo haberse dado por primera vez allí en diciembre de 1746, junto con el bagaje del capitán comandante de infantería don Vicente Bueno de la Borbolla –regidor perpetuo y alguacil mayor de la ciudad de Puebla, mejicana –, fecha en que éste llega a tomar posesión como gobernador del Nuevo Reino de León, luego de haber jurado «servirlo fielmente y defender el misterio de la Purísima Concepción de Nuestra Señora». De igual forma, la imagen pudo haber sido adquirida y donada durante su estancia en el cargo que se prolongó hasta 1752, periodo en el que ordena y cubre todos los gastos en la reconstrucción y ampliación, tanto del templo de San Pablo de Labradores como del convento franciscano de San Andrés, en Monterrey.

El conjunto arquitectónico, formado por el convento de San Andrés y los templos de San Francisco y de la Tercera Orden, logró su máximo esplendor en esta intervención concluida con sus cubiertas artesonadas en rombos con vigas de sabino, sus pavimentos con duela de madera machihembrada, sus ocho altares laterales y su imafronte de cantera labrada con nichos habitados por las esculturas de Santo Domingo, San Francisco y San Andrés, que al decir de Fray Francisco Cabrera, guardián del convento, son «de bulto, de piedra cantera, de cuerpo entero, todos de una pieza». En segunda instancia, la procedencia de la imagen pudiera ser atribuida al gobernador militar de origen español Manuel de Bahamonde (1789-1795), como regalo al convento tras ser investido, en 1793, como caballero en la Orden de Alcántara. Su relación cordial y apoyo franco a las obras de los obispos José Rafael Verger y Andrés Ambrosio de Llanos y Valdés, la promoción exitosa para fijar la silla episcopal en Monterrey, la donación del sagrario o tabernáculo, mueble de plata y cristal, para la entronización de la Virgen del Roble en su templo y la conclusión de los trabajos de la iglesia parroquial para sede de la catedral y el cabildo eclesiástico, le dan el perfil como donante potencial.
Con la irracional demolición del convento en 1914, la eliminación de todas sus imágenes religiosas y la destrucción de su archivo histórico se debilitó la precisión de los datos de este culto mariano en lo particular y de otros muchos casos en lo general, también disminuyeron parte de la materialidad que opera como evidencia ostensible de las tesis. Sin embargo, el hecho histórico sobrevive de muchas otras maneras en las prácticas culturales, tangibles e intangibles, y operan fortaleciendo la parte sustantiva de nuestra identidad.
En conclusión, la presencia temporal de la imagen de Nuestra Señora de África en el convento de franciscanos de Méjico nos ha de llevar a la reflexión sobre el trasfondo cultural de castellanos, portugueses y africanos que opera en la región, y de las prácticas culturales que sobreviven como evidencia de tal relación histórica.

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Posibles causas del Desastre de Annual ( y 3) https://elfarodeceuta.es/posibles-causas-desastre-annual-colaboracion-antonio-guerra-caballero/ Mon, 24 Jun 2024 02:20:44 +0000 https://elfarodeceuta.es/?p=1066408 Como colofón de la serie de tres artículos que, con éste de hoy, he venido dedicando a los lectores de El Faro de Ceuta, bajo el título de “Posibles causas del desastre de Annual”, creo que es importante conocer que, el entonces presidente del Gobierno español, Indalecio Prieto, aseveró en un discurso parlamentario, que el […]

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Como colofón de la serie de tres artículos que, con éste de hoy, he venido dedicando a los lectores de El Faro de Ceuta, bajo el título de “Posibles causas del desastre de Annual”, creo que es importante conocer que, el entonces presidente del Gobierno español, Indalecio Prieto, aseveró en un discurso parlamentario, que el general Fernández-Silvestre (responsable del desastre) le había informado sobre el mismo desde la borda del barco en el que viajaba, pese a que, luego, el presidente del Congreso y el Ministro de Defensa lo desmintieran contestando, que, “eso era contrario a la verdad”; cuya discrepancia de criterios, entiendo que había que buscarla en los distintos colores políticos que concurrieron y las diversas Instituciones que sobre ello elucubraron.

"Tras la caída de Aberrán e Igueriguen vio su grave error de apreciación al no haber considerado antes la alarmante situación general del territorio. Comenzó a estar muy preocupado y se convenció de que no podía seguir avanzando, pero cuando ya era demasiado tarde"

También se daba la circunstancia de que el rey Alfonso XIII, que mantenía muy buenas relaciones con el general Fernández-Silvestre, teniéndolo por su preferido en aquella guerra de África, y que a menudo solían reunirse para comer juntos, pues, el monarca animó días antes al general, jaleándole con el siguiente telegrama: “Haz lo que te digo y no te preocupes del ministro de la Guerra, es un imbécil” (cita de Vicente Blázquez Ibáñez en su libro “Alfonso XIII. La terreur militariste en Espagne”).

Y, aunque soy completamente civil e inexperto en estrategias militares, pero creo que, a todas las autoridades, sean civiles o militares, les es dado mantener la debida prudencia y el sigilo aconsejable sobre todo lo referente a las operaciones militares de guerra. Recuerdo de la vieja “mili” en la que serví voluntario en Ceuta cuando sólo tenía 16 años (hace ya otros 66 desde entonces), que en ella se nos enseñaba que la condición de militar exige mucho sigilo profesional en materia de operaciones militares, también mucha subordinación, y férrea disciplina jerárquica desde abajo hacia arriba, así como unidad de mando en la toma de decisiones, desde arriba abajo, debiéndose respetar siempre el conducto regular, con plena lealtad al jefe natural directo. Entonces, se decía que la disciplina era el alma de un ejército y que, sin disciplina, ni siquiera existe tal ejército.

En el caso de la torpeza de Annual, el mismo general Fernández-Silvestre, al final – aunque ya tarde - cayó en la cuenta de sus errores. Tras la caída de Aberrán e Igueriguen vio su grave error de apreciación al no haber considerado antes la alarmante situación general del territorio. Comenzó a estar muy preocupado y se convenció de que no podía seguir avanzando, pero cuando ya era demasiado tarde. En sus últimos e inciertos días de Igueriben, escribía sobre él Augusto Vivero en su libro “El derrumbamiento”, página 168: “Silvestre no duerme. No deja dormir a nadie en torno suyo. Va y viene por las habitaciones de la Comandancia como un espectro. De aquel hombrón fornido apenas subsiste la sombra: en la cruel ansiedad de las últimas semanas, cayó su reciedumbre, quedose en los huesos”.

Se dio cuenta cuando ya estaba superado por los acontecimientos y falto de municiones, con las cabilas de Beni Said y Beni Ulichek encima rodeándole por su retaguardia, siendo entonces cuando comenzó a pensar en la retirada; pero hasta en eso fue lento y dubitativo. Primero lo reflexionó demasiado, lo sometió a la Junta de Jefes, que lo aprobó; telegrafió al rey para que la aviación bombardeara la zona y facilitaran el repliegue, volviéndose a saltar, con ello, el conducto reglamentario. El ministro Eza le comunicó que le enviaba refuerzos desde Ceuta por mar, que rechazó, y después ordenó la retirada a toda prisa y desordenadamente.

El Alto comisario, Berenguer, informó al efecto: "Sobrecogido el Mando por la amenaza, sin discernir su real alcance, decide precipitadamente el repliegue y acuerda la evacuación del campamento. La impresión de la amenaza inminente invadió todas las esferas del Mando, enajenando sus facultades de discernimiento, y al activar irreflexivamente la salida de elementos sin organizarse siguió la puesta en marcha de las unidades sin orden, ni orientación, ni gobierno, sin más norte que alejarse de Annual, con completo desconocimiento de las reglas más elementales de toda retirada. Todo se dispone apresurada e incoherentemente".

"En el caso de la torpeza de Annual, el mismo general Fernández-Silvestre al final – aunque ya tarde - cayó en la cuenta de sus errores"

Resultado de todo ello fue que cundió el pánico en la tropa y oficialidad; dándose bastantes casos de pugnar unos con otros, entre los mismos españoles, por coger antes un caballo o un vehículo para quitarse del mayor peligro cuanto antes. Los rifeños, percatándose de que los españoles huían a la desbandada, se lanzaron sobre ellos como ave de presa al ver el desorden reinante y explotaron al máximo su éxito; pero actuando de forma horrenda sobre quienes caían en sus manos.

Omito la serie de tremendas e increíbles atrocidades mayores todavía que las que he reseñado al principio, porque hieren la sensibilidad hasta del alma menos sensible llamar por su nombre a los bárbaros métodos utilizados para masacrar a heridos y rendidos.

Sólo traeré a colación el más suave relato que hizo el escritor Ramón J. Sender, testigo del «desastre»: “Las mujeres indígenas seguían a la retaguardia mora torturando y rematando a los españoles heridos. A muchos les arrancaron las muelas a vivos para hacerse con el oro de fundas y empastes. A otros los abrieron en canal a golpe de gumía…”.

Pero, aun así, hubo casos de heroísmo y gran valor, como los 700 hombres del Regimiento de Caballería Montesa, de cuyo nutrido contingente sólo sobrevivieron 70, muriendo en combate el 90 % restante. Que, con su indómita bravura y valor, suplieron las carencias de un mando en la desidia e incapaz ante la toma de decisiones transcendentales.

Y es que, hasta en los peores momentos y en las más difíciles circunstancias, cuando ya se veía todo perdido, una parte importante de la Institución militar estuvo en su sitio luchando contra la vida y la muerte, habiendo reaccionado con la serenidad y el valor necesarios, dejando a salvo la dignidad del Ejército, reaccionando con aplomo, solvencia y acometividad, que normalmente son propios de nuestras Fuerzas Armadas.

Blandiendo en alto aquella bandera, allí estaban los valerosos del Regimiento de Caballería Montesa nº 3, de Alcántara, ahora de base en Ceuta. Aquellos héroes que, con su inestimable ayuda, salvaron vidas humanas y, al menos, algo paliaron tan triste desgracia.

Pues, vayan mi recuerdo, respeto y consideración hacia todos aquellos mártires españoles inocentes, que lucharon en su legítima defensa, en honor de España y de su Ejército, en la actualidad, una de sus Instituciones más queridas y respetadas.

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Posibles causas del Desastre de Annual (1) https://elfarodeceuta.es/posibles-causas-desastre-annual-centenario/ Mon, 10 Jun 2024 02:25:11 +0000 https://elfarodeceuta.es/?p=1058563 El año 2020 se cumplió el Centenario del Desastre de Annual, en nuestra guerra con Marruecos. Y, creo que nada por aquel funesto "desastre" teníamos que celebrar, debido al indigno y miserable trato que recibieron nuestros soldados españoles por parte de los marroquíes, infligido por sus tropas, y por cuya contienda sólo hay que sentir […]

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El año 2020 se cumplió el Centenario del Desastre de Annual, en nuestra guerra con Marruecos. Y, creo que nada por aquel funesto "desastre" teníamos que celebrar, debido al indigno y miserable trato que recibieron nuestros soldados españoles por parte de los marroquíes, infligido por sus tropas, y por cuya contienda sólo hay que sentir desprecio, amargura y rabia contenida por tan oprobiosos hechos que condujeron a la vejación, tortura y muerte más atroz de unos 20.0000 militares españoles entre civiles, detenidos, desaparecidos y otras víctimas de aquella locura tan salvaje, en lo que fue una flagrante violación del más elemental Derecho humanitario de guerra.
Ni siquiera murieron los nuestros en una batalla abierta luchando frente a frente, donde el soldado español ha dado siempre pruebas inequívocas de su indómito arrojo y valor, sino que murieron en una emboscada, presos de pánico, sorprendidos por los súbitos acontecimientos que en sólo unas horas se le vinieron encima al verse arrollados por una masa de rifeños que en forma de alud se les descolgaron de las montañas, envolviéndoles inesperadamente cuando ya se retiraban la mayoría, incluso desarmados exhibiendo pañuelos blancos de paz en alto. Y eso, como simple español que soy, me duele en mis propias carnes y hasta me creo en el "deber moral" de denunciarlo aquí.
Entre las muchas y bárbaras atrocidades contra los españoles cometidas y tan horrendos crímenes contra ellos perpetrados, como matarlos vivos a degüellos, decapitándolos, abriéndoles en canal con afiladas dagas, mutilaciones y amputaciones de piernas, brazos y hasta órganos genitales que les cortaban vivos para introducírselos por vía bucal con gran saña, quemándoles vivos, saqueando a los cadáveres tras pasarlos a cuchillo, más numerosos actos inhumanos propios de salvajes y no de gente mínimamente civilizada, más propio de "chusma" sin dignidad ni decoro de no saber vencer con honor y magnanimidad, no consiguieron otra cosa que mancharse de deshonra y deshonor.

En aquella derrota intervinieron una serie de factores muy variados que, habiéndose cobrado tantos miles de vidas españolas, creo que lo que sí se hace de todo punto necesario es analizar, no sólo por prestigiosos militares y estrategas que ya antes lo han hecho, sino también por escritores civiles, incluso inexpertos en la materia – como es mi caso - para que, al menos, sean sacadas a la luz de forma objetiva, imparcial y totalmente independientes algunas de las causas de aquella fatídica derrota. Y, también, es bueno que las nuevas generaciones de españoles lo sepan, por si ello puede servir de lección para todos y para que nunca más vuelva a darse una catástrofe humana de tal magnitud.
Veamos, en primer lugar, algunos de los errores que pudo cometer el que fuera Comandante General de Melilla, Manuel Fernández Silvestre. Y, al efecto, hay que comenzar diciendo en justicia que dicho general era un militar prestigioso, valiente, gallardo, bravo y audaz, que hasta entonces había luchado de forma invicta y heroica en Cuba y en el Protectorado español en Marruecos, habiendo prestado excelentes servicios a España antes del Desastre. Era un jefe aureolado por los éxitos de sus campañas anteriores en Larache, todo un patriota, con valor más que acreditado y muy digno profesional de la milicia, de noble enardecimiento, que siempre elegía para él el sitio de mayor responsabilidad y peligro; de trato afable y de corazón muy cercano a los problemas de sus subordinados.
Lo que no obsta para reconocer que, quizá llevado por su ímpetu y arrojo impulsivos, en Annual, pudo cometer involuntariamente numerosos errores que también es bueno poner de relieve para que de ello puedan extraerse enseñanzas, sobre todo, en el sentido de que todo superior que en el Ejército tenga bajo su mando la posibilidad de llevar al combate a tantas personas y medios, ha de ser en todo momento lo suficientemente reflexivo, sereno, ponderado, responsable, prudente y sensato en la toma de decisiones como para no adoptarlas con ligereza ni altivez, sin antes sopesar el alcance de sus órdenes y contar con las debidas garantías de que no se va a poner inútilmente en peligro la suerte de tantas vidas humanas. Como decía con salero tífico sevillano un soldado cuando yo hice la mili: "Un hombre, no se cría en una maceta. Les cuesta mucho a sus padres sacarlo adelante".
A mi modesto juicio, el primer error imputable a Silvestre es haber iniciado una ofensiva general en profundidad de forma prematura e insuficientemente planificada, sin contar con unas fuerzas suficientemente preparadas y sin los medios adecuados que le hubieran permitido asegurar el éxito desde el principio hasta el final, pues si bien es cierto que toda operación ofensiva conlleva la asunción de riesgos por muy bien programada y planificada que esté, no lo es menos que él había tomado posesión en Melilla el 14-02-1920, y ya ese mismo día planteó al Alto Comisario, general Berenguer, planes para iniciar un avance que extendiera su acción sobre un área que alcanzara desde Melilla hasta Annual. Es decir, nada más saber que iba a ser nombrado, ardía ya en deseos incontrolados de iniciar las operaciones, sin sopesar las consecuencias.

Reunió a prisa y corriendo 7.368 hombres y comenzó a avanzar el 7-05-1920. A menos de tres meses de su llegada, ya había dado comienzo a tan importante como arriesgada operación, empezando por Dar Azuqaj, para proseguir, sin solución de continuidad, hacia Tamasmit, Arrayén, Afsó, Dar Drius, Zamia de Abd el Kader, Abbda, Ain Kert, Azur, Hamuda, Tizi Sarguas, Azib de Midar, Ison Larsen, Bu Afora, Ben tieb, Beni Ulixech, Kadur Naamar, Monte Mauro, Beni Said Yebel Hudia, Abarrán, Igueribe, Sidi Dris; habiendo avanzado hasta 130 km hasta Buy Meyán y Annual. Lo que se cree que supuso una temeraria penetración, con una dispersión de las fuerzas en un cordón de unas 144 posiciones y fortines casi completamente aislados entre sí, que formaban una media luna que partía del Sur de Melilla y llegaba hasta Sidi Dris, al Oeste.
Esas posiciones o blocaos habían sido construidos en puntos altos, sin agua, con insuficiencia de víveres, en terreno escabroso y lugares aislados que hacían muy difícil la llegada de convoyes incluso utilizando acémilas de carga, habiendo alargado demasiado sus líneas de abastecimiento, con exiguas posibilidades de comunicación entre sí y con condiciones de vida muy difíciles. Mas, excepto los oficiales y suboficiales que eran entonces los profesionales de las Fuerzas Armadas, la tropa estaba formada en su gran mayoría por soldados de reemplazo obligatorio, a los que les tocaba por sorteo hacer la "mili" en África por su quinta, porque sus padres no disponían de medios económicos necesarios para pagar la llamada "cuota" eximente del servicio, frente a los que sí podían pagarla, para que tan vergonzoso dinero pudiera librar a los ricos de ir a la guerra, eximiéndose también del riesgo de morir en ella. Esa creo que fue una enorme injusticia del Ejército de entonces. La guerra deben hacerla todos los españoles útiles que resultaran aptos, y no poner de "carne de cañón" sólo a los que sus padres no podían salvarles de ir a ella por su injusta pobreza de nacimiento u origen.
Buena parte de aquellos soldados eran entonces analfabetos, ni siquiera habían terminado la instrucción militar, llevaban sirviendo sobre un mes, mal adiestrados en las armas, sin experiencia alguna, debiendo manejar fusiles viejos, obsoletos y en mal estado, como el Máuser modelos 1893 y 1895, que yo mismo en 1958 manejé, tenían escasos conocimientos del armamento y material que debían manejar y mal pertrechados; muchos de ellos adquirían enfermedades típicas de África (tifus, paludismo, malaria), sometidos a un clima de mucho calor de día e intenso frío de noche, con numerosísimas bajas médicas, mal calzados con abarcas y alpargatas de esparto, mal alimentados, mal pagados, con una Artillería desfasada que procedía de la campaña de 1909; en el campo de batalla se necesitaban ametralladoras y morteros, disponiendo de sólo tres ambulancias y 20 camiones; necesitándose otra clase de material más eficaz para el combate.
En febrero de 1921 el alto comisario, Berenguer, envió varios informes al ministro de la Guerra, Vizconde de Eza, detallándole las insuficiencias en los suministros, que siguieron sin llegar. Según declaraciones del teniente coronel de Estado Mayor, Dávila, a mediados de junio de 1921, "Melilla no tenía medios para continuar desarrollando operaciones, sino sólo para actuar a la defensiva". Y si bien éste no fue un error de Silvestre, sino de los políticos y del Gobierno de entonces que no facilitaron los medios y se perdían en el Congreso con inútiles y estériles descalificaciones, insultos y oposición férrea y sistemática siempre que de facilitar medios al Ejército se tratara, pero sí recaía sobre Silvestre el deber, la grave responsabilidad, de no llevar a sus tropas, por su propia iniciativa, a una ofensiva generalizada con medios tan precarios en un territorio tan difícil.
En principio, todo iba fenomenal, se avanzaba y conquistaban cabilas y posiciones cada día más, apenas tenían bajas porque los rifeños casi no oponían resistencia, también a ellos les cogió en principio desprevenidos y fue una operación relámpago a modo de paseo militar. Y mientras todo iba bien, Silvestre era tenido como un héroe y gran estratega, que parecía que en tiempo récord iba a pacificar toda la zona Oriental del Protectorado. Él mismo se vanagloriaba con arrogancia y pretenciosidad, pretendiendo ser el estratega más lúcido y más rápido en la conquista del territorio que en la Zona Occidental en la que Berenguer estaba volcado.

Según el teniente coronel Dávila, jefe de Sección de campaña, la toma de Abarrán se debió más bien a un pique con Berenguer, ya que hizo el siguiente comentario: "Así como el general Berenguer tiene a un Castro-Girona que le ha regalado Xauen, yo tengo en la Policía un comandante de huevos (coronel Morales) y quiero explotarlos, y él me va a dar Aberrán (Dávila Jalón en "Una vida al servicio de España, General Fidel Dávila Arrondo 1878-1962", página 463). Y eso es lo que se cree que nunca debe hacer un jefe militar mínimamente responsable, llevar a sus hombres a exponerlos en el combate simplemente para entrar en pugna o competición temeraria con sus compañeros de armas.
Y, aunque él, encumbrado con sus notables avances, no viera con la necesaria clarividencia los peligros a los que exponía a sus hombres, al menos debieron hacerle recapacitar los numerosos avisos y serias advertencias que en tal sentido recibió tanto de su superior, general Berenguer, como de sus propios subordinados, que reiteradamente le pusieron sobre aviso del riesgo que corría si continuaba la ofensiva. Así, el 19-07-1920, el coronel Gabriel Morales, jefe de la Policía Indígena que conocía perfectamente el terreno, ya le avisó del peligro de continuar avanzando hacia el Oeste dejando en la retaguardia a los de Beni Said, diciéndole en un informe: "No puede darse un paso más hacia el Oeste dejando a la espalda un enemigo fuerte con elevada moral que en un momento dado podría crearnos un conflicto, ya que el límite Oriental de la cabila no dista más de 30 kilómetros de Melilla".
Y Berenguer le exigió conocer de las operaciones, y en dos ocasiones le recriminó que no le hubiera informado de alguna de ellas, a pesar de que le dio libertad de planteamiento en la estrategia a seguir, siempre que no se saliera de sus instrucciones. Por su parte, Antonio Got, profesor que visitó Alhucemas con el coronel Morales, avisó a Silvestre que Abd El-Krim le había dicho que los españoles no debían cruzar el río Amerkán, porque si lo hacían, los de la tribu Temsaman y los Beni Tuzín irían a la guerra. Y, sin embargo, como estaba obcecado con seguir avanzando, el 1-06-1921 mandó al comandante Jesús Villar, de la Policía Indígena, a establecer una posición en Temsaman, en el monte Abarrán, cruzando dicho río, a sabiendas también de que la montaña era sagrada para los musulmanes.

(Continuará próximo lunes).

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Bondades de Mérida y Ceuta https://elfarodeceuta.es/bondades-merida-ceuta/ Mon, 03 Jun 2024 02:30:37 +0000 https://elfarodeceuta.es/?p=1055162 Mérida, la Emérita Augusta romana, monumental y artística, que con justicia fue llamada la “Segunda Roma”, la ciudad de los acueductos romanos, la del impertérrito Arco de Trajano, con más de dos mil años de su construcción, ciudad en la que nací, aunque luego de verdad que me siento y me tengo, con todo mi […]

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Mérida, la Emérita Augusta romana, monumental y artística, que con justicia fue llamada la “Segunda Roma”, la ciudad de los acueductos romanos, la del impertérrito Arco de Trajano, con más de dos mil años de su construcción, ciudad en la que nací, aunque luego de verdad que me siento y me tengo, con todo mi espíritu y mi corazón, como que soy de Mirandilla, mi pueblo del alma, más modesto y sencillo, como también yo lo soy. A él, días después de nacer, mis padres me llevaron a vivir para siempre, hasta que allí alcancé la pubertad. Aunque, de Mérida, siempre hay que decir mucho y bueno de su grandiosidad y de su monumentalidad.

Y es que, Mérida es cuna de las más puras esencias de Extremadura; fue fundada como colonia romana el año 25 a. C. por orden del emperador Octavio Augusto, para que sirviera de retiro y descanso de los soldados veteranos eméritos de las legiones romanas V Alaudae y X Gemina, que habían luchado victoriosamente en el norte de Hispania contra los astures y los cántabros.

Tras haber sufrido Mérida atroces invasiones de los “bárbaros del norte”, fue duramente maltratada y saqueada en sus numerosos tesoros, a partir del siglo V d. C., Mérida siguió siendo en el siglo VI un importante enclave y se convirtió en flamante capital de todo el Reino Visigodo. Pero, en el año 713, la ciudad cayó en manos musulmanas. Musa y sus tropas atravesaron el Estrecho de Gibraltar, saltaron primero a Sevilla y, después, fueron directamente hasta Mérida, ciudad muy codiciada y, también, duramente saqueada por todas las civilizaciones que la habitaron, hasta convertir en ruinas sus numerosos monumentos, permaneciendo en ella 437 años, hasta su reconquista por los cristianos el año 1230.

En reconocimiento a su esplendoroso pasado, en 1983, Mérida fue designada capital de Extremadura y su «Conjunto arqueológico» fue declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad, debido a su importante interés histórico, artístico, arquitectónico y monumental. Ostenta el título de Muy Noble, Antigua, Grande y Leal ciudad, habiendo sido fundada Colonia Iulia Augusta Emérita, que le dio el legado Publio Carisio por orden de Octavio Augusto. Dichos soldados romanos se ubicarían mezclados cerca de un poblado prerromano ya existente, puesto que Estrabón, III, 2, 15, cita expresamente a Mérida entre las ciudades "sinoicísticas" (de población mixta, indígena y romana).

Sus ciudadanos romanos fueron adscritos a la tribu Papiria. Y, tuvo tal importancia que fue llamada la Segunda Roma, aplicándosele el propio derecho romano, que eximía a sus moradores de pagar impuestos.

Se inició después un periodo de gran esplendor del que dan elocuente testimonio sus magníficos monumentos: el Teatro Romano, Anfiteatro, Museo Nacional de Arte Romano, Casa del Mitreo, Circo o Hipódromo, Acueducto de San Lázaro o Rabo de Buey, Acueducto de Los Milagros, Puente Romano. Presas romanas de Proserpina y Cornalvo, la calzada romana de la Ruta de la Plata, de la que más 2.000 años después quedan evidentes vestigios en el mismo término de mi pueblo, Mirandilla, y que recorre España de norte a sur hasta Asturias.

Durante siglos y hasta la caída del Imperio Romano de Occidente, Mérida fue un importantísimo centro jurídico, económico, militar, cultural, nudo de comunicaciones y una de las poblaciones más florecientes en aquella época, a la que Ausonio catalogó en noveno lugar entre las más destacadas del Imperio (incluso por delante de Atenas), y en el siglo III se convirtió en la capital de la Diócesis Hispaniarum.

En 412, el rey alano Atax (o Attaces) conquistó la ciudad y estableció en ella su corte durante seis años, hasta que en 418 murió en una batalla contra el rey visigodo Walia y es esta rama de los alanos, por consiguiente, apeló al rey vándalo asdingo Gunderico para que aceptara la corona alana.

En épocas posteriores Mérida sufrió incursiones de los pueblos bárbaros hasta el asentamiento de los suevos, que la hicieron capital de su reino en el siglo V, bajo el mandato de Requila. Posteriormente la ciudad también fue capital del Reino Visigodo y, por lo tanto, de toda Hispania, en el siglo VI bajo el mandato de Agila I. En ese siglo sobresalieron las figuras de varios obispos, los llamados Santos Padres de Mérida, y el cristianismo se arraigó con fuerza y recobró gran impulso. De esta fe popular, da elocuente muestra la figura de la Mártir Santa Eulalia, patrona y alcaldesa perpetua de la ciudad, en cuyo honor se erigió el popular “hornito” de Mérida, de estilo gótico, que rememora el horno donde la joven Eulalia fue quemada por sus enemigos.

En el año 713 el caudillo árabe Musa ibn Nusair conquistó la ciudad tras 14 meses de resistencia de sus habitantes y ésta se convirtió en capital de la Cora árabe emeritense, una de las más extensas y poderosas de la península. A comienzos del s. IX, los mozárabes de la ciudad se rebelan sucesivamente contra el poder central cordobés, que necesitaba hacer sucesivas campañas militares para reducirla entre el 805 y el 835, hasta que Abderraman II ordenó construir la Alcazaba y desmantelar las murallas romano-visigodas que defendían la ciudad, quedando su población y poder gravemente mermado. Aun así, fue capital la mayor parte del período musulmán en lo que comprende el territorio actual extremeño, concretamente hasta la caída del Califato de Córdoba. Mérida fue sede Metropolitana hasta 1119, en que se trasladará a Santiago de Compostela.


A principios de 1230, las tropas cristianas del rey Alfonso IX de León, reconquistaron Mérida y la convirtieron en sede del Priorato de San Marcos de León de la Orden de Santiago. Una vez reconquistada, debería de haberse repuesto la sede episcopal más antigua de Hispania en la ciudad, pero debido a la negativa de los obispos de Santiago de Compostela, y al incumplimiento de una orden papal, no se llegó a reponer. Sería en época de los Reyes Católicos cuando la ciudad inició una recuperación política gracias al apoyo del Maestre de Santiago, don Alonso de Cárdenas, defensor de la causa de Isabel la Católica. La invasión francesa en 1813 supondrá para Mérida, igual que para el resto de Extremadura, una lamentable pérdida de parte de su patrimonio histórico artístico.

Pero Mérida se convertiría luego en importante nudo ferroviario, en un núcleo industrial y de comercio en alza. Un gran desarrollo que se llevó a cabo entre las décadas de 1950 hasta 1970 del Siglo XX con motivo de su industrialización (fue cuando se construyeron en ella el Matadero Regional-IFESA, Corchera Extremeña, CEPANSA, factoría de Butano, Centro de Fermentación del Tabaco, El Gavilán, La Cruz Campo, La Casera, Runianca-Siasa, Zeltia Agraria, etc.).

Con la designación de Mérida, en 1983, como Capital de Extremadura, la ciudad prosiguió su crecimiento. Junto a esta preponderancia política e industrial, la ciudad ha despertado, y sigue avanzando con un gran interés por parte de arqueólogos e instituciones que se afanan en sacar a la luz la inmensa riqueza arqueológica que alberga y que se continúa descubriendo en su subsuelo. Y todas estas circunstancias fueron las que motivaron que el Conjunto Arqueológico Emeritense fuera declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Con anterioridad, la ciudad ya contaba con veinte monumentos nacionales y algunos más en espera de obtener el mismo título. Por Decreto del 8-02-1973, en vísperas de conmemorarse su Bimilenario, Mérida fue declarada "Conjunto Histórico-Arqueológico", única ciudad que ostenta esa denominación en toda España.


En 1994 se constituyó la Archidiócesis de Mérida-Badajoz, recuperándose, de este modo, la antiquísima sede metropolitana emeritense y devolviendo la dignidad catedralicia al templo de Santa María la Mayor, heredero de la Catedral Metropolitana de Emerita Augusta. Los orígenes de este Arzobispado se remontan a la época romana, en la que tuvo doce obispados sufragáneos, según el Edicto de Milán. La Provincia Eclesiástica era el ámbito jurisdiccional del metropolita o arzobispo, y en lo que respecta a Mérida, cuya capital religiosa comprendía diócesis de origen romano tan importante como Ávila, Évora, y Faro; de origen suevo, Viseo, Coimbra, Idanha y Lamego; y de origen visigodo Corla, Béjar y Salamanca.

La historia de la Provincia Eclesiástica emeritense está plagada de afanes de dominio, unos de orden puramente eclesiástico y otros por influencia de los cambios políticos. Así, mientras los suevos respetaron la capitalidad de Mérida como sede del Vicariato Romano, sin embargo, los visigodos establecerían su capitalidad en Toledo.

Sin duda, los hechos de mayor gravedad en la historia de la sede metropolitana emeritense fueron los derivados de la ocupación por los musulmanes, que llevaron a la desaparición de la sede episcopal, y después, a la fuerte presión, incluso con sobornos, que el ambicioso obispo Gelmírez, de Santiago de Compostela, ejerció sobre los papas y la curia romana, primero para que le concediesen el “pallium”, (símbolo de la dignidad arzobispal), y después para dotar a esa dignidad de su correspondiente provincia eclesiástica.

La formación de estos nuevos instrumentos para fortalecerse en la defensa de los ataques musulmanes, primero, y proseguir la Reconquista, después, movilizó de nuevo al obispo compostelano, pues a pesar de las bulas conseguidas por la ambición del del obispo Gelmírez que confirmaban el traslado de la dignidad metropolitana de Mérida a Santiago, siempre tenía en su horizonte la posibilidad de que se restaurase en Mérida su antigua dignidad eclesiástica una vez estuviera de nuevo la ciudad y su territorio en poder de los cristianos, y así empezó activamente a trabajar cerca del rey Alfonso VIl, del que obtuvo la promesa de que le daría el dominio y la jurisdicción de la ciudad de Mérida cuando fuese reconquistada; no obstante, para mayor seguridad, el arzobispo don Pedro, en 1170, recabó del nuevo monarca Fernando.


Mérida fue reconquistada a los árabes por Alfonso IX, al igual que toda Extremadura en 1230, en cuya conquista estuvo presente don Bernardo, el arzobispo de Santiago de Compostela, quien desde el momento de poner pie en la ciudad se opuso firmemente a las pretensiones de algunos de solicitar la restauración de la que había sido sede primada de la Iglesia en Híspanla. El rey Alfonso el Nono hizo merced de la ciudad al arzobispo, el 2-06-1230.

Pues, en un plano muchísimo más sencillo y modesto, en mi caso concreto, cuando sólo contaba con 16 años, me marché a Ceuta, en 1958. Y, en ella permanecí luego un total de 27 años en las tres veces que voluntariamente quise volver a ella, porque aprobé hasta cinco oposiciones a la Administración del Estado, y cada vez que me promocionaba, me tenía que marchar de la ciudad por falta de vacantes; pero en cuanto, luego, se producía una plaza de mi nueva categoría, voluntariamente la solicitaba y, así, fue como conseguí volver siempre a ella, de manera que en Ceuta inicié mi vida profesional y en Ceuta me jubilé casi con 70 años, siempre muy ilusionado por haberlo conseguido, pues Ceuta me cautivó desde la primera vez y, en cuanto la vi, me quedé prendado de ella.

Y es que, en Ceuta, son preciosas sus vistas exteriores placenteras, su luz, su clara y diáfana luminosidad cuando en sus mañanas tempraneras la luz del alba anuncia un nuevo día y todo el horizonte amplio se va abriendo a la contemplación. Son preciosos su puerto y sus dos bahías, la ciudad recostada sobre la ladera del Monte Hacho, su fresca brisa de mar, sus numerosas playas, de San Amaro, Benítez, La Ribera, El Chorrillo, El Sarchal, El Tarajal, Almadraba, Benzú, Calamocarro, Cala del Desnarigado; con sus bonitas puestas de sol, cuando el mismo comienza ya a descender y, lenta y suavemente, se va introduciendo en la penumbra de las noches; pero hasta las noches son bonitas en Ceuta, cuando la luna llena se ve asomar, pletórica y resplandeciente, por lo alto del Monte Hacho.

Ceuta es de las pocas ciudades en que sus playas permiten bañarse con sólo una diferencia de unos quince minutos en el Atlántico y el Mediterráneo. Y, luego, como Mérida, también Ceuta es monumental y arquitectónica; ahí están sus monumentales Murallas Reales, la gran muralla del Monte Hacho y sus Murallas Merinidas, más otros importantes monumentos con los que cuenta.

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¿Toros sí o toros no? https://elfarodeceuta.es/toros-si-toros-no/ Mon, 27 May 2024 02:20:41 +0000 https://elfarodeceuta.es/?p=1051489 Otra vez salta a los medios y redes sociales la vieja polémica sobre los toros, promovida ahora por el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, que quería acabar unilateralmente con la Fiesta Nacional, invocando el manido pretexto del "maltrato animal", habiendo sido esa la causa de que se ha valido para cargarse el Premio Nacional de […]

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Otra vez salta a los medios y redes sociales la vieja polémica sobre los toros, promovida ahora por el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, que quería acabar unilateralmente con la Fiesta Nacional, invocando el manido pretexto del "maltrato animal", habiendo sido esa la causa de que se ha valido para cargarse el Premio Nacional de Tauromaquia. Pero, como resulta que el toreo no sólo tiene detractores, sino también partidarios, ya se ha anunciado otro premio nuevo para sustituir al proscrito por él, mediante la creación de un nuevo galardón de Tauromaquia hasta que se reinstaure el premio nacional quitado. Y varios líderes de los dos grandes partidos, Feijóo y Page, han asistido en Las Ventas, a una corrida, con el cartel de "no hay billetes", en el Día Internacional de la Tauromaquia.
Y es que, parece, como si Cataluña estuviese "catalanizando" a España en materia de toros. El Parlamento catalán hace ya años aprobó una iniciativa legislativa para prohibir allí las corridas de toros en Cataluña, so pretexto del "maltrato a los animales". Si bien, tal reparo a las corridas, se compadece luego mal con la exaltación que los catalanes separatistas luego hacen con sus llamados "corre-bous", toros atados, a los que les prenden antorchas encendidas en su cornamenta y cabeza, haciéndoles objeto de cruentos maltratos.

Eso prueba que lo que en realidad allí se persigue no es eliminar el sufrimiento de los animales, que sería muy plausible, sino acabar con todo rastro de cultura o fiesta que huelan a España. Pero, si en Cataluña conocieran bien su verdadera historia (no la que allí algunos se inventan), se pasmarían al saber que, cuando Alfonso VII se casó en 1128 Dª Berenguela, hija del Conde de Barcelona, se festejó la boda por todo lo alto; y, para mayor solemnidad, la boda se celebró a lo grande, con una excelente corrida de toros, a la que asistió el propio conde Berenguer.

La afición a los toros trae causa desde hace más de 4000 años, cuando Minos, rey de Creta, hizo surgir del mar un toro, que al verlo tan bravo, bello y majestuoso, le perdonó la vida en vez de ofrecérselo en sacrificio a su dios pagano. También Poseidón, dios de los mares, rendía culto a los toros. En el siglo V a.C, en mi tierra, Extremadura, los vettones, pobladores prerromanos de cultura celta, adoraban al toro, cuya escultura zoológica se conserva expuesta en el Museo de arte romano de Mérida.

Los mismos romanos se encerraban en el circo emeritense con leones, bisontes y toros, y, a quienes delinquían y eran condenados a muerte, solían conmutarle la pena de muerte por la de libertad, si se encerraban solos en la plaza con toros bravos y los dominaban.

El toreo en España ha sido exaltado por numerosos intelectuales. Valle-Inclán, Sebastián Miranda y Pérez de Ayala, entre otros, escribieron en un homenaje a Juan Belmonte: «Capotes, garapullos, muletas y estoques, no son instrumentos de más baja jerarquía estética que plumas, pinceles y buriles; sino que los aventajan, porque el género de belleza que crean es sublime por momentáneo». A Goya y Picasso, entre otros, el toro y el toreo les sirvieron de inspiración. De la mano de José Delgado, “Pepe-Hillo” (1745-1801) y Pedro Romero (1751-1839), la lidia profesional fue dividida en tres tercios o suertes: “picar”, “banderillear” y la suprema de “matar”. Y el poeta Fernández de Moratín rimó el siguiente quinteto de arte menor: «Sobre un caballo alazano/ cubierto de galas y oro/ demanda licencia ufano/ para lancear un toro/ un caballero cristiano». Y el auténtico arte del toreo fue perfeccionado a base de ir marcando los distintos estilos.

Y, en Ceuta, que siempre se ha caracterizado por ser más española y más patriótica que los propios peninsulares, la última ocasión que en ella se celebró una corrida fue el 6-05-1995, habiendo entonces actuado los afamados espadas Rafael Camino, Jesulín de Ubrique y Cristo González. El primero, hizo las delicias de la concurrencia, especialmente de las féminas, dentro y fuera de la plaza portátil instalada en los bajos de la Marina; aunque también es cierto que ya entonces hubo en Ceuta dos formaciones políticas que se opusieron al “maltrato animal”. Posteriormente, se celebraron en territorio ceutí algunos festejos menores en 1997 y 1998, sin que, desde entonces, la puerta grande se haya vuelto a abrir allí para toreros.

Recuerdo que, hace unos años, también en Ceuta, surgió la polémica sobre la celebración de una corrida goyesca para conmemorar el Centenario de la creación de La Legión en 2020, que, de haber llevado a cabo tal evento taurino, habría vuelto a tener lugar después de 27 años. Pero no pudo aquel año celebrarse por causa de la pandemia. De haberse festejado, la ciudad habría recuperado su tradición taurina que trae causa de 1896.

También fueron frecuentes las corridas en el antiguo Protectorado en Marruecos en la década de los cincuenta (ocho espectáculos en 1950, doce en 1951 y catorce en 1952, cesando en 1955. También en Casablanca se remozaron las Arènes, la nueva plaza de toros inaugurada el 8-03-1953, con una corrida de Domingo Ortega. Aquella plaza resistió, en pleno Boulevard de Anfa, hasta 1969. El periódico Tánger deportivo del 15-05-1954, se quejaba en primera página: "No estamos dispuestos a consentir que se cierren las puertas de nuestra plaza. ¡Queremos toros!". Existieron otras plazas en el Alhucemas español, inaugurada en 1951, y también se creó la Escuela Taurina en Tánger.

Cuenta Alfonso Cossío que, en Casablanca, existía ya en 1913 una plaza de madera en la que se daban espectáculos taurinos. Según el Eco Taurino, ese año existía en Tánger un “Circo taurino” en el camino de Yamaa el Mokra. También, el mismo autor informaba que en los años veinte Casablanca contó con un nuevo coso, hacia 1921, con capacidad para 12.000 espectadores.

Pero el momento dorado de la tauromaquia en el Protectorado, tuvo lugar en los años cincuenta, en que se construyeron dos grandes cosos, en Tánger y Casablanca, la primera piedra se puso el 24-02-1949, siendo inaugurada el 27-08-1950, con una corrida de 7 toros de la ganadería de Juan Belmonte, uno rejoneado por Ángel Peralta y seis de Fermín Bohórquez toreados a pie por Agustín Parra (“Parrita”), José María Martorell y Manuel Calero, (“Calerito”). Allí, se celebraron hasta: ocho corridas en 1950, doce en 1951 y catorce en 1952.

Pues, con mi más absoluto respeto y consideración hacia las distintas posturas y creencias en materia de corridas de toros, ya se sean partidarios o detractores de su celebración, pienso que, lo que no se puede ni se debería hacer, es tomar al toro bravo como una cuestión meramente ideológica. Por encima de las ideologías, lo que debe imperar es la norma; y, desde el año 2005 el toreo figura oficialmente declarado, que, “constituye un Patrimonio Artístico de los pueblos de España”. Más la Fiesta Nacional, a nadie se debe prohibir, sino que, en uso del legítimo derecho de todos a la libertad; quien no quiera verlos, hará bien en no asistir a las corridas, si no lo desea; pero, para quienes quieran verlas, igual de legítimo es que no por ello se les demonice.

En Mérida (Badajoz), me consta que se tiene en toda su comarca una gran afición a los toros. El año 1460 (hace 564 años) ya se creó allí la cofradía de San Gregorio Ostiense, patrón protector contra las plagas de langosta.

En los siglos XVI y XVII, también sería aquella plaza escenario de espectáculos de cañas, mascaradas, fuegos de artificio y corridas de toros a caballo y a pie. Y, aunque siguieron celebrándose festejos en la plaza mayor hasta 1789, las caveas, o circos del Teatro Romano, conocido popularmente como «Las Siete Sillas», fue escenario de frecuentes festejos taurinos.

Allí, existió una efímera plaza de toros de madera en 1883, en el conocido como Corralón de los Pacheco. No fue hasta 1902 cuando, al rebufo del esplendor industrial y comercial que el ferrocarril estaba aportando a Mérida una parte de la sociedad emeritense quiso construir un coso taurino de fábrica de las denominadas «monumentales». Se ubicó en el sitio más alto, para que fuera bien visible. Ese mismo año, el 30-12-1902, se constituyó en Mérida la Sociedad Taurina Extremeña, cediendo los terrenos, entonces arrendados para sembrar cebada, don Fidel Macías. Y no sería hasta 1914 cuando fue allí terminada la primera planta del edificio,

El cartel de la primera corrida, fue el siguiente: Tomás Alarcón «Mazzantinito», el magistral torero azteca Rodolfo Gaona y Francisco Posada, que se significó por su valentía y acierto con la espada. En la reseña de su inauguración en la revista taurina Sol y Sombra, firmada por M. Asins, describe la plaza como «capaz para 12.000 almas, está dotada de corrales, cuadras, hermosos chiqueros, una preciosa capilla y una enfermería montada con arreglo a los últimos adelantos de la cirugía».

En el Protectorado Español, el periódico "Tánger deportivo" del 15-05-1954 se quejaba en primera página: "No estamos dispuestos a consentir se cierren las puertas de nuestra plaza. ¡Queremos toros!". Hubo frecuentes las corridas en los primeros años (ocho espectáculos en 1950, doce en 1951 y catorce en 1952). de beneficencia.

Las cualidades que los entendidos del toreo más aprecian son las de saber “parar”, “templar” y “mandar”. En la época clásica destacaron como buenos toreros Lagartijo, Frascuelo, Mazzantini, Guerrita, Caraancha, Fuentes y Bombita. Manolete (1917-1947), que fue figura señera y de gran pundonor profesional, que introdujo el toreo de perfil aumentando la emoción y la belleza a base de unir técnica y estética. El toreo moderno se inició con Joselito y Belmonte, que trajo la reducción del tamaño, la fuerza y la edad de los toros. El toreo, en fin, ha sido siempre un auténtico arte nacional, tanto en belleza, lucimiento, destreza y peligro por igual para toro y torero.

"El toreo en España ha sido exaltado por numerosos intelectuales. Valle-Inclán, Sebastián Miranda y Pérez de Ayala, entre otros, escribieron en un homenaje a Juan Belmonte: “Capotes, garapullos, muletas y estoques, no son instrumentos de más baja jerarquía estética que plumas, pinceles y buriles; sino que los aventajan, porque el género de belleza que crean es sublime por momentáneo"

Valle-Inclán, Sebastián Miranda, Pérez de Ayala, entre otros, escribieron en un homenaje a Juan Belmonte: “Capotes, garapullos, muletas y estoques, no son instrumentos de más baja jerarquía estética que plumas, pinceles y buriles; antes los aventajan, porque el género de belleza que crean es sublime por momentáneo”. Toros y toreros sirvieron de inspiración a Goya, Picasso y Manet, entre otros. El poeta Fernández de Moratín rimó el siguiente quinteto de arte menor: “Sobre un caballo alazano/ cubierto de galas y oro/ demanda licencia ufano/ para lancear un toro/ un caballero cristiano”.

Fray Luis de León, escribió: “Las corridas de toros están en la sangre del pueblo español, y no podrían ser suprimidas sin enfrentarlo en una seria reacción”. Carlomagno, Alfonso X El Sabio y el Cid Campeador fueron grandes aficionados a los toros. Carlos I de Inglaterra y su ministro Lors Buckuigan participaron en corridas, y tan a gusto se sintieron que repitieron en su país invitando a los embajadores de Francia y España. Carlos I lanceó un toro bravo para celebrar el nacimiento de su hijo Felipe II. Ortega y Gasset, dijo: “Es impensable estudiar la historia de España sin las corridas de toros”. Unamuno fue un gran aficionado a los toros. Federico García Lorca escribió: “El toreo es probablemente la riqueza poética y vital de España...Creo que los toros es la fiesta más culta que hay en el mundo”. Y Tierno Galván aseveró: “Los toros son el acontecimiento que más ha educado social y hasta políticamente al pueblo español”.

En conclusión, creo, respetuosamente, que tanto en la Península como en las plazas de soberanía la Fiesta de los Toros ha gozado siempre de excelente salud celebrativa, de dilatado arraigo y de genuina tradición española. La tauromaquia, hay que entenderla y tenerla como cultura nacional del pueblo español que, ahora, no se puede hacer desaparecer de un plumazo. La cultura y las tradiciones de la genuina sociedad, forman parte de sus raíces más profundas, y deben ser promovidas, mantenidas y respetadas, pero nunca convertirlas de la noche a la mañana en ideología ni prohibirla unilateralmente por una sola persona, por el solo hecho de que ésta sea de contraria a la celebración de las corridas.

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Encinas de Extremadura https://elfarodeceuta.es/encinas-extremadura/ Mon, 06 May 2024 02:20:46 +0000 https://elfarodeceuta.es/?p=1041839 Las encinas tienen un complicado nombre técnico, quercus ilex rotundifolia, que procede de la palabra kaerques y significa árbol hermoso, bello, alto y ostentoso, de copa ancha y con espeso y verde ramaje. Su vida, en condiciones normales, suele ser muy longeva, entre 800 y 1000 años de duración. El tronco de las más antiguas, […]

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Las encinas tienen un complicado nombre técnico, quercus ilex rotundifolia, que procede de la palabra kaerques y significa árbol hermoso, bello, alto y ostentoso, de copa ancha y con espeso y verde ramaje. Su vida, en condiciones normales, suele ser muy longeva, entre 800 y 1000 años de duración. El tronco de las más antiguas, es grueso y con viejas oquedades. Es, también, un árbol de aspecto patriarcal entre los demás árboles, de raíces profundas y gruesas, que simbolizan la firmeza y la robustez adheridas a la tierra. En Extremadura, concretamente, en Zarza de Montánchez (Cáceres), se tiene la más grande del mundo, “La terrona”, con 16'40 mts. de altura, 9'4 de perímetro por la base y 26 de copa; por eso, ha sido declarada “árbol singular”. Y esa vieja estampa señera y señorial que la encina presenta ha sido la causa de que en ella se hayan inspirado escritores y poetas.
Antonio Machado exclamaba en verso: “Encinas, pardas encinas, humildad y fortaleza”. En Miguel de Unamuno, la encina está presente en sus numerosas metáforas, como cuando dice: “No puedo representarme a don Quijote sino al pie de una encina, con las bellotas en la mano”. Leopoldo Panero se jactaba de que su vida hubiera madurado bajo la sombra y los silencios de las encinas. Y, en Extremadura, el eximio poeta romántico y costumbrista, Gabriel y Galán, gustaba mucho de escribir preciosos poemas sentado bajo una encina del Guijo de Granadilla. También Jesús Delgado Valhondo, el poeta modernista de Mérida, decía que, “como mejor se inspiraba para rimar sus versos era recostado sobre el tronco de una encina”. Y el escritor y poeta contemporáneo extremeño, Luis Álvarez Lencero, presenta así uno de sus poemas: “Anchos atardeceres de nuestra tierra/ bravos campos de Extremadura/ mares de trigo y ejércitos de encinas/ y rebaños de ovejas como espumas”.


La encina es, desde la más remota antigüedad, el árbol simbólico que más representa a la naturaleza y el medio ambiente extremeño. Ya sus antiguos pobladores, los lusitanos, los vetones y los celtas, de cuya mezcla procede en buena parte el arquetipo étnico, antropológico y sociocultural de lo que podíamos llamar los orígenes identitarios de los extremeños, se sabe que en aquella época de precariedad alimenticia la población sobrevivía en gran medida gracias al alto valor nutritivo de las bellotas, exquisito producto de la encina, sobre todo si son asadas enterradas con ceniza en los rescoldos de las lumbres y “borrajos” que se hacen bajo las campanas de las chimeneas extremeñas.
Dice una de las viejas leyendas de Extremadura que, con el valioso poder nutritivo de las bellotas, fue como Viriato y sus hombres pudieron vencer en principio a todo un ejército imperial romano, habiendo sido aquellos antiguos héroes lusitano-extremeños los únicos de toda Hispania que, con su resistencia numantina frente a la invasión extranjera, fueron capaces de dejar a salvo la dignidad nacional de los hispanos. Y, como es de sobra conocido, son famosos por su exquisitez y alta calidad nutritiva que en toda España y fuera de ella tienen los ricos jamones ibéricos extremeños de pata negra engordados con bellotas, pese a que luego algunas regiones limítrofes hagan la competencia desleal a Extremadura comprándole la materia prima para luego curarlos en otros lugares y comercializarlos bajo su propia denominación de origen.


Pero lo más significativo de esos amplios y extensos encinares de la dehesa extremeña, es la extraordinaria belleza que dan al entorno en los espacios donde son abundantes las encinas, como sucede al noroeste de Mérida y en el sur de Cáceres y Badajoz. En esas amplias zonas del hábitat extremeño, donde la mirada se pierde divisando en todas direcciones lo que parece ser un inmenso mar de encinas, esos densos y extensos encinares no son sino la expresión más genuina y magistral de lo que es la vida natural y la propia naturaleza extremeña; y esos espacios adehesados vienen a ser algo así como el gran pulmón ecológico y medioambiental por el que Extremadura respira.


Por eso, se ha llegado a decir, por una comisión de técnicos israelitas que hace ya años visitó Extremadura que, los encinares extremeños, constituyen la reserva ecológica de Europa. Y es que, en esas zonas arboladas, tan llenas de exuberancia y frondosidad, sólo se respira y se siente pureza, quietud, armonía y vida sana y natural. Sin embargo, hace aproximadamente una década de años, de unos 2'5 millones de encinas que hay en toda España, unas 246.000 se secaron por falta de humedad. Y daba pena ver los efectos de aquella maligna enfermedad que en poco tiempo dejó los frondosos encinares extremeños diezmados, de manera que la tierra comienza a dar síntomas de estarse desforestando y con peligro de extinción de la especie.


Ya por la década de 1930 se arrancaron unos 9 millones de encinas sin que la incomprensión humana llegara a ruborizarse de tan brutal atrocidad de lesa ecología, que parece ya felizmente superada. Se trataba de que tales arbustos se vieron atacados por una rara enfermedad que unos técnicos llamaron herwina querciana y otros la phutophora, que empieza por presentar pequeños redondeles de hojas secas para terminar con la vida del árbol. Las encinas son uno de los patrimonios singulares de Extremadura, y es deber de todos los extremeños cuidarlo y conservarlo con esmero. De hecho, entonces se creó ya una asociación llamada Foro Encinal, para la defensa y conservación de la dehesa. Y, tanto las distintas Administraciones Públicas, como también la iniciativa privada y toda la sociedad debe cuidar de los encinares, dada su importancia ecológica y las ventajas que suponen para di biodiversidad, pudiéndose respirar entre ellos la más para naturaleza, el aire puro y limpio, alejado del ruido, de humos y la polución atmosférica.


Es por ello, que de lo que aquí se trata es que todos tomemos conciencia de la importancia que para nuestra comunidad puede representar este problema si no se le hace frente a tiempo, pues, aparte de lo anteriormente expuesto, sin encinas no podría haber bellotas, y sin ellas tampoco los afamados jamones extremeños que tanta fama, renombre y exquisitez tienen en toda España y en otros lugares del mundo, ya que dejarían de ser, junto con el resto de los productos extremeños derivados del cerdo, una de las riquezas más importante de Extremadura.

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Vicente Martín Muñoz, de reverendo a Monseñor https://elfarodeceuta.es/vicente-martin-munoz-reverendo-monsenor/ Mon, 29 Apr 2024 02:20:50 +0000 https://elfarodeceuta.es/?p=1038941 Con la venia de los lectores, hoy me voy a tomar la licencia de no escribir sobre cosas del mundo terrenal, para ocuparme, más bien, de nuestro otro mundo espiritual. Por tal motivo, también hoy trataré de ser más breve en m artículo, aunque sólo sea por aquello que nos dejó dicho el prestigioso religioso […]

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Con la venia de los lectores, hoy me voy a tomar la licencia de no escribir sobre cosas del mundo terrenal, para ocuparme, más bien, de nuestro otro mundo espiritual. Por tal motivo, también hoy trataré de ser más breve en m artículo, aunque sólo sea por aquello que nos dejó dicho el prestigioso religioso y escritor, Baltasar Gracián, de que “lo bueno, si breve, dos veces bueno”, aun cuando, en mi caso, sólo llegue a ser este relato, si acaso, “medianamente regular”.
Y es que, con gran alegría me acabo de enterar de que, con fecha 23 de abril de 2024, el Papa Francisco ha nombrado Obispo auxiliar preconizado de Madrid a don Vicente Martín Muñoz, quien en el próximo mes de julio recibirá el sacramento del orden sacerdotal en su grado máximo, que es el de Obispo. Y de verdad que la noticia me ha alegrado mucho y, en tal sentido, me complace enormemente comenzar por felicitar efusivamente al nuevo Obispo, transmitiéndole mi más sincera y cordial enhorabuena y toda clase de parabienes, a él, a su familia y a la población de Mirandilla, por tener un mirandillés tan relevante y aventajado, junto a mi ferviente deseo de que tenga toda clase de suerte y obtenga los mayores aciertos y éxitos en la nueva trayectoria episcopal que desde ahora inicia, que estoy seguro de que, dada su gran valía como persona de fe y de caridad que sabe sufrir con los que sufren (en su propia expresión, “la Iglesia no existiría si estuviese lejos del mundo del sufrimiento»), pues resulta de todo punto indubitado que obtendrá tales éxitos ejerciendo su sagrado ministerio episcopal, a través de ayudar y de velar por los pobres, por los enfermos y los olvidados.

colaboracion-nuevo-obispo-vicente-martin-munoz-1Conozco personalmente a Don Vicente, por el simple hecho de ser, como él, de Mirandilla, mi querido pueblo, aun cuando con ello en modo alguno pretendo significar que nos una íntima amistad, de la que nada está más lejos en mí como pretender arrogarme, habida cuenta de que a ambos luego nos separa la ya longeva edad octogenaria de mis 82 años, mientras que él sólo cuenta con la, para mí, envidiable edad suya, de sólo 54. Incluso he coincidido bastantes veces con él, en los largos paseos que ambos nos hemos dado siguiendo algunas mañanas el itinerario del camino asfaltado que va desde Mirandilla hasta el cruce con la carretera general desde Mérida a Cáceres, en medio de extensos y frondosos encinares entre los que se respira y se disfruta de la más pura naturaleza; porque él, tras el fallecimiento de sus padres, gustaba mucho de volver los fines de semana a la casa del sagrado recinto familiar que constituyó su hogar fraterno, ocasión que también aprovechaba para colaborar con los párrocos de la suntuosa y monumental iglesia de mi pueblo, impartiendo la santa misa y poniéndose a disposición de su feligresía.
Deseo aclarar que, sin perjuicio de que la noticia aparecida al efecto en los distintos medios de comunicación y diversas redes sociales, en el sentido de que el nuevo Obispo de Madrid nació en la digna localidad extremeña de la Nava de Santiago (Badajoz), circunstancia que es auténticamente cierta y que estoy seguro que, tanto a él como a su familia y de más residentes en la Nava, les honra y hoy pueden sentirse por ello muy orgullosos y profundamente satisfechos; pero que igualmente nos sentimos también los vecinos de Mirandilla y quienes somos de ella, que compartimos la alegría y nos sentimos muy honrados por la primicia de tener un paisano del pueblo que ha alcanzado la dignidad de Obispo electo, habida cuenta de que a los pocos días de haber nacido en la Nava, sus padres lo trasladaron a la cercana localidad pacense de Mirandilla, en la que ya pasó toda su infancia y su juventud. Su familia, puedo asegurar, que es toda muy digna, muy honesta y también muy estimada y querida en mi pueblo.

"Con gran alegría me acabo de enterar de que, con fecha 23 de abril de 2024, el Papa Francisco ha nombrado Obispo auxiliar preconizado de Madrid a don Vicente Martín Muñoz"

Ese es el motivo por el que le conozco personalmente y a su familia e, incluso en mi juventud, trabajé mucho con su padre, Jacinto (q.e.p.d.), que era algún año mayor que yo, de orígenes modestos y humildes, como también fueron los míos, pero muy digno obrero del campo, muy trabajador, persona muy responsable y, junto con su madre, unos muy buenos padres de familia, que estoy seguro que, de vivir hoy, se sentirían muy felices y muy honrados de ver ahora a su hijo ya designado por el Papa Obispo auxiliar de la prestigiosa sede episcopal de Madrid; al que, respetuosamente, transmito mi alegría y profunda satisfacción, adhiriendome y solidarizándome con tan relevante acontecimiento.

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Contra los fanatismos religiosos https://elfarodeceuta.es/contra-fanatismos-religiosos-libertad/ Mon, 15 Apr 2024 02:25:32 +0000 https://elfarodeceuta.es/?p=1032534 En la historia de las religiones se puede ver cómo, a lo largo de todos los tiempos, las mismas han sido causa de odios, persecuciones, violencias, excomuniones, atrocidades, sufrimientos y hasta de guerras violentas. Lo mismo en nombre de Dios que actuando contra Él, a veces, se ha matado y hasta declarado las guerras santas. […]

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En la historia de las religiones se puede ver cómo, a lo largo de todos los tiempos, las mismas han sido causa de odios, persecuciones, violencias, excomuniones, atrocidades, sufrimientos y hasta de guerras violentas. Lo mismo en nombre de Dios que actuando contra Él, a veces, se ha matado y hasta declarado las guerras santas. Y eso ha venido sucediendo desde el siglo I de nuestra Era cristiana.
Normalmente, el fanatismo religioso de origen tiene como punto de partida una dimensión afectiva desintegrada en la vida de quien lo vive. Es muy probable que la persona que de adulto se convierte en fanático religioso, es porque en su infancia no se sintiera suficientemente amado por sus padres; quizá porque no se diera una identificación adecuada con su rol materno, por provenir de una familia desestructura, donde las necesidades afectivas no fueron bien alimentadas espiritualmente y la figura paterna haya infundido un ambiente demasiado severo o rígido en la educación. Muchas de estas personas cuando crecen llegan a su vida adulta desvalidos afectivamente y en este marco contextual se topan con la religión, o bien de forma casual o porque se busca de propósito llenar algún vacío que se tenga o se sienta por “algo” que les ayude a sentirse mejor, como una especie de “terapia sobrenatural”, pues muchas veces la religión, basada en el amor que en Dios se pone o se espera sana profundamente.

Lo que hace nacer el fanatismo de una persona, no es en sí mismo que la persona busque un refugio en el amor de Dios, pues eso es totalmente adecuado y cierto, sino que la persona al sentirse identificada con un grupo natural llamado “iglesia, parroquia, feligresía, grupo de catequistas, coro de la iglesia, o miembros del grupo o movimiento de su elección”, su sentido de valoración y pertenencia comienza a ser exagerado, lo que ocasiona que maximice e idealice al grupo de personas creyentes al cual se haya afiliado.
Por lo tanto, su familia en su psicología viene a ser sustituida por el grupo religioso y esto viene a compensar internamente con creces lo que no tuvo, pero sin que realmente haya un proceso consciente de sanación interior de las heridas emocionales del pasado. No tiene nada de malo sentir que se comparte un ideal cristiano y que el grupo se experimente “como familia”, pero siempre y cuando no se tome inconscientemente como una forma de auto compensar las heridas emocionales pasadas.

Así, por puro fanatismo pagano, muchos de los primeros mártires cristianos fueron víctimas de las diez persecuciones romanas más feroces cometidas por emperadores tan crueles como Maximiano, Séptimo Severo, Marco Aurelio, Valeriano, Aureliano, Daciano y Diocleciano, por el simple hecho de creer en Jesucristo. En Mérida, mi ciudad natal, pese a que tengo a mucha honra presumir de que soy de Mirandilla, donde me crie y viví hasta la edad de 16 años en que me marché a Ceuta, martirizaron a cristianos como Santa Eulalia y Santa Lucrecia, y a los Santos Víctor, Estercacio, Antiógenes, etc. Y, en Ceuta ya se sabe que fueron martirizados y descuartizados San Daniel y sus compañeros en 1227, por creer y abrazar el cristianismo.

"Pienso que las religiones todas, o al menos la inmensa mayoría de ellas, se profesan con la sana intención de practicar el bien y evitar el mal"

Ser creyente de una religión concreta, sea la que fuere, no debería ser tenido por nadie, ni por otras religiones, como algo malo, sino todo lo contrario; porque las personas necesitamos creer en algo transcendental o divino, ya que eso forma parte de nuestra propia existencia, porque en ello nos han formado y nos han hecho creer nuestros padres y, sucesivamente, todos nuestros antecesores. Todo el mundo y en todas las épocas la gente no ha hecho más que preguntarse por los secretos que encierra la vida de las personas, los animales, la naturaleza y las plantas, de dónde procedemos o quién ha podido hacernos con tanta perfección, con nuestros cinco sentidos y las múltiples complejas funciones que cada órgano realiza dentro de nuestro organismo.
Si se piensa reflexivamente en cómo funciona el cerebro, yo, personalmente, creo que no hay más remedio que creer en que algo sobrenatural debe regir el mundo y la vida misma. Mas, si yo soy cristiano, lo lógico y razonable es que piense en que el supremo hacedor de todo es Dios, mi Dios, en el que creo. En cambio, para un musulmán será también más que lógico y razonable que crea en su Dios, y lo mismo ocurrirá a los de las demás religiones, que creerán en el Dios de su propia fe, según lo que a cada uno le dicte su conciencia. En Ceuta, en concreto, conviven y se llevan bastante razonablemente bien hasta cuatro religiones y no les va mal; se toleran y se respetan mutuamente los unos a los otros. En ese sentido, yo diría que la ciudad ceutí puede ser considerada escuela de convivencia y tolerancia.

Creo que ser fiel a cualquier religión es bueno, dado que las personas buscamos, a través de la fe, la salvación, la particular forma de encontrar cada uno la paz interior, la esperanza, la felicidad y la tranquilidad de conciencia con el Dios en el que cada uno cree. De hecho, pienso que las religiones todas, o al menos la inmensa mayoría de ellas, se profesan con la sana intención de practicar el bien y evitar el mal, según la leal manera de ser y entender, que es un principio de moralidad ecuménica de cualquier fe o creencia. Tampoco sé de ninguna religión que propugne o enseñe a matar o robar. Ni tampoco puede ningún adepto de religión alguna quitar la vida a otro o cometer atrocidades contra los demás en nombre de su Dios, cualquiera que sea. De ahí que las religiones, por sí mismas, no sean malas, ni mejores o peores unas u otras, sino que las hacen perversas quienes luego son fanáticos de ellas, quienes son de pensamiento único y creen que la suya es la única fe verdadera e inseparable de la conciencia universal.
Ahí es donde creo que empiezan los verdaderos peligros de una religión, porque esa forma tan radical de ser y de pensar es la que desata iras, odio, rencor, pasión y violencia. Y, dentro del siglo actual, se están orquestando demasiadas campañas y duros ataques de violencia, mofa y escarnio, sobre todo, contra el cristianismo y el islamismo, arremetiéndose contra sus símbolos más sagrados por fundamentalistas que son incapaces de comprender, ni de tolerar, ni de respetar la libertad religiosa.
Quizá fuera durante la primera década que comienza en 2006, cuando algunas religiones comenzaron a desviarse hacia cierto fanatismo no sólo en su favor favor, sino también en contra, caracterizándose en ambods casos por la proliferación de libros, comentarios, caricaturas, viñetas y guiñoles, con los que en algunos medios de comunicación y, sobre todo, en las redes sociales, se ejerce una exacerbada crítica contra la religión católica y la musulmana. Y eso, no hace sino enconar el odio y agitar la violencia.
Cito casos lejanos, como los que por entonces se dieron del cantante inglés Elton John, estrella de la música “pop”, que el 12-11-2006 afirmó en el periódico “Observer” que Roseann O'Donnell, más conocida como Rosie O'Donnell, que es una comediante, actriz, productora ejecutiva y presentadora de televisión estadounidense, nacida el 21-03-1962. Pues, entre sus múltiples premios se hallan el Daytime Emmy y el Primetime Emmy. Comenzó su carrera realizando comedia en vivo en clubes nocturnos, en los que convierte a la gente en “odiosos roedores”. En una entrevista comparó al cristianismo con el islamismo más radical, en un programa de difusión nacional. Y ni una ni otra religión debieron ser ofendidas. En Australia, Pamela Bone, en el periódico “Australian”, acusaba el 15-08-2006 a las religiones en general de “ser responsables directas de incontables conflictos mundiales, que han dado como resultado la pérdida de millones de vidas humanas”.
En Canadá, el escritor Christofer Hitchens, expresaba el 18-11-2006 en el “Nacional Post” que odia la religión; atacó ferozmente a la madre Teresa de Calcuta que tanto bien hizo por la gente pobre y marginada, aseverando que “la principal fuente de odio es la religión”. El escritor norteamericano Gam Harris ha agregado una breve secuela (112 páginas) a su libro de 2004 “The end of faith (El fin de la fe), y en una presentación en la Biblioteca Pública de Nueva York el 26-10-2006 en el “Washington Post”, condenaba lo mismo al Dios del Antiguo Testamento que al del Nuevo Testamento, comparando la historia de Jesucristo con un cuento de hadas y criticando al Corán musulmán. Y lleva vendidos cientos de miles de ejemplares, con el efecto perverso que ello produce a religiones, describiendo a la religión como “un matrimonio desesperado entre la esperanza y la ignorancia, y que la religión promueve la intolerancia”, circunstancias que parecen n o adecuarse a la auténtica realidad.

El escritor británico Richard Dawkins, ha publicado su libro “The god desilusion” (La desilusión de Dios) degradando las religiones, habiendo llegado a calificar a la religión, en el periódico “Observer” el 19-10- 2006 como “El celebrado ateo y sumo sacerdote de la ciencia popular”. El comediante norteamericano Hill Maher, llegó a decir: “La religión impide que las personas piensen..., la religión es una enfermedad neurológica”. Y otros casos sacrílegos, como el de representar el cantautor Javier Krahe, que simuló cocinar un crucifijo. O también en Dinamarca los dibujos contra el Profeta Mahoma. Y aquí en España, lo mismo nos salen un día dos renegados, ex Presidente y ex vicepresidente de Cataluña, en Jerusalén en su día que, pese a su deber de dar ejemplo de responsabilidad, sensatez, mesura y buena educación, presentaron un numerito jocoso de los suyos haciendo escarnio de la corona de espinas de Jesucristo. O en el Festival de Mérida de 2011, que se anunció a Cristo con una cruz en los genitales. O el “arte” de un tal Montoya, que cocinó nuestros símbolos más queridos. O en el club de fútbol de Getafe, que salieron burlándose de personajes religiosos en un aberrante spot publicitario. O en Pamplona, donde en las fiestas de San Fermín se presentó la imagen de Cristo en actitud nazista. También las últimas campañas que se han desatado contra el Islam y de persecución contra los cristianos en países en los que se les expulsa o se les mata. Y, más recientemente - hace sólo unas semanas – el salvaje atentado perpetrado en Moscú produjo, nada más y nada menos, que 133 muertos y 143 heridos, habiéndose auto imputado la matanza al llamado Estado Islámico.

"Los líderes religiosos y sus adeptos tienen la grave responsabilidad de promover y fomentar las buenas relaciones"

Los seres humanos hemos nacido libres. Y, dentro de esa libertad, están las de culto y pensamiento, en un sistema de libertades religiosa, ideológica y política. Pero la libertad civilizada no significa que cada uno pueda ir por la vida a merced de sus variables pasiones y egoísmos ex céntricos, sino que la vida ha de estar ordenada siempre hacia un fin moral y ético. Tocqueville nos lo dice: “No se puede ser libre sin tener creencias morales, porque la misma libertad es una idea moral”. Indudablemente, libertad no es ir haciendo por la vida lo que a cada uno le dé su real gana en perjuicio de los demás, que también son libres y merecen el mismo respeto.
La libertad debe de encauzarse y reconducirse a hacer lo que de forma responsable y prudente se debe hacer sin herir a los demás. Toda libertad tiene que ir acompañada de raciocinio, sentido común, mutuo respeto y responsabilidad, pues de lo contrario la vida sería una serie inconexa de actos caprichosos que entrarían en colisión estruendosa los unos con los otros. No se puede ser libre sin tener principios éticos, y la religión (sea la que fuere) normalmente es una de las principales fuentes de esos buenos principios morales, aunque no siempre suceda así. Y en una iglesia, en una mezquita, sinagoga, etc, creo que, en general, nunca se enseñan cosas malas.
Libertad religiosa también significa que, antes de la confrontación y de la violencia, deben siempre darse el diálogo, el respeto y la debida consideración hacia todas las creencias. Los líderes religiosos y sus adeptos tienen la grave responsabilidad de promover y fomentar las buenas relaciones, la moderación y el entendimiento, para así tratar de eliminar tensiones y enfrentamientos entre religiones, personas y pueblos. Y la fe religiosa debe ser siempre elemento de moderación, pero nunca de fanatismos violentos incluso cuando los que los sufren se están defendiendo contra ataques religiosos, porque pretender resolver la violencia con más violencia, en lugar de solucionar los problemas, los aviva más y los empeora.
Más, las personas y los pueblos de fe, deben esforzarse siempre en crear civilizadamente plataformas e instrumentos para el diálogo y la reflexión, en orden a promover y fomentar entre todos un clima de diálogo, tolerancia, entendimiento y paz, que es uno de los bienes más preciados que en la vida se tiene; pero que jamás debemos enfrentarnos unos y otros por el solo hecho de tener creencias diferentes.

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Juicio a Jesucristo https://elfarodeceuta.es/juicio-jesucristo-antonio-guerra/ Mon, 25 Mar 2024 03:20:18 +0000 https://elfarodeceuta.es/?p=1024068 De todas las definiciones que se han dado sobre el concepto de Justicia, quizá, la más conocida en el mundo del Derecho, sea aquella expresada en el siglo III de nuestra era cristiana por el jurista Domicio Ulpiano, quien la definía diciendo, que: “la justicia es la constante y perpetua voluntad de dar a cada […]

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De todas las definiciones que se han dado sobre el concepto de Justicia, quizá, la más conocida en el mundo del Derecho, sea aquella expresada en el siglo III de nuestra era cristiana por el jurista Domicio Ulpiano, quien la definía diciendo, que: “la justicia es la constante y perpetua voluntad de dar a cada uno su propio derecho”. Una máxima que también fue defendida por Santo Tomás de Aquino, llamado el “Doctor Angelical” por su inmensa sabiduría, a sabiendas de que es tan bella frase y, al menos en teoría, tiene tan hondo significado que, luego, en la práctica suele desvanecerse con mucha frecuencia, porque, en nombre de la “justicia”, se llegan a cometer auténticas “injusticias” que tergiversan y desvirtúan su verdadero contenido y significado.
Todavía hoy, Ulpiano, está considerado, como uno de los más grandes jurisconsultos de la historia del Derecho romano. Pese a ser uno de los juristas más prolijos de su época, su mayor logro fue la recopilación y el ordenamiento del derecho clásico, destacando sus comentarios «Ad Edictum» (de acuerdo con o según los Edictos) y «Ad Sabium» (el padre naural). Asimismo, escribió diversos textos sobre las atribuciones de magistrados y funcionarios imperiales. También se dice que un tercio del Digesto de Justiniano se basa en fragmentos de lo escrito por Ulpiano. Tiene frases latinas suyas tan célebres como «Durum est, sed ita lex scripta set (la ley es Roma, en el año 200, por el emperador Heliogábalo. O «Res iudicata pro veritate accipitur (la cosa juzgada se tiene por cierta), entre otras muchas.
Ulpiano fue, junto con su mentor, Emilio Papiniano, y otros juristas, tales como Julio Paulo, Gayoompleto), Herenio Modestino, uno de los referentes de la famosa Ley de Citas del año 426. Allí establecía que las partes sólo podían citar con valor vinculante para el juez los textos de esos autores. Aunque siempre en caso de discrepancia o empate debía primar la opinión del maestro Papiniano. Si, aun así, no podía resolverse la cuestión, el juez podía libremente optar entre una y otra solución, según su leal saber y entender conforme a las reglas de la sana crítica.
1. 64, a. 7), fue formulado de modo más sistemático por el jesuita francés, Jean-Pierre Gury (1801-1886), autor de un famoso compendio de teología moral.
Pues bien, si uno quisiera hacer Surge principalmente a partir del pensamiento de Tomás de Aquino, y luego adquiere un alcance más abierto, asequible a los estudiosos de ética en general. En efecto, "a partir de la segunda mitad del siglo XX, con la rehabilitación de la filosofía práctica clásica en el ámbito analítico anglosajón, el principio vuelve a ser estudiado vigorosamente".
Aunque este principio tiene precedentes anteriores (por ejemplo, en la Suma de teología de Tomás de Aquino, II-II, un poco de abogado e invocar justicia en defensa de Jesús en su enjuiciamiento y proceso penal contra Él, seguido en el curso de su pasión que, cuando este artículo vea la luz, se estará representando en todo el orbe católico durante la Semana Santa. he encontrado que, en aquel juicio al que los judíos lo sometieron, se cometieron, al menos, las siguientes ilegalidades e injusticias, a la vista del proceso penal que regía en aquella época:
1ª.- Jesús fue acusado de blasfemia por decir que era el Mesías y rey de Israel. Esto debió parecerles demasiado a los judíos. Pero es que Jesucristo, sólo se refería a un reino espiritual, no temporal. Además, lo iba predicando Él mismo, al decir: “Mi reino no es de este mundo, sino de Dios”. 2ª.- También se acusó a Jesús de incitar a no pagar impuestos. Y eso era totalmente falso. Él predicaba la justicia de dar a cada uno lo suyo, que es uno de los bastiones en que se apoya nuestro derecho, al disponer: “Dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios”. 3ª.- A Cristo, lo torturaron sin piedad, pese a prohibirlo la ley entonces vigente. Los judíos le escupieron, lo abofetearon, lo empujaron hasta tiraron al suelo, lo zarandearon, le colocaron una corona de espinas y, por último, murió clavado de pies y manos en la cruz. Todo ello, claramente prueba que lo sometieron a las más horrorosas torturas y trato inhumano. 4ª.-Lo juzgaron en Pascua, que también estaba prohibido por aquella vieja ley. 5ª.-Fue juzgado de noche, y sólo podían hacerlo de día, en virtud de lo dispuesto en aquella normativa. 6ª.-Lo juzgó un tribunal incompetente y que estaba contaminado de ser sectario en su contra. 7ª.-Para poder acusar sin pruebas más relevantes, entonces y ahora en el proceso penal, se exigían y se exigen, dos o más testigos presenciales; y los que declararon contra Jesús eran falsos, como Judas. 8ª.-El mismo Pilatos, que por pueblo enfurecido lo condenó, antes había dicho dos veces: No encuentro ningún delito. Este hombre es inocente. 9ª.-Jesús no tuvo abogado que lo defendiera en juicio; y, así, ni entonces, ni ahora, podía ser juzgado, ni condenado, y menos ejecutado. Aquel juicio, así celebrado, debía haberse declarado nulo de pleno derecho; de ninguna forma procedía tenerlo por válido. Todo juicio debe celebrarse con toda clase de garantías para el presunto responsable, sobre todo, con pruebas objetivas e imparciales indubitadas. Y 10ª.-Lo mataron antes de las 24 horas de su condena, y aquella ley exigía que fuera después de transcurrir ese tiempo de haberlo juzgado y condenado a muerte, siempre que Jesús hubiera sido declarado reo del delito penado con la muerte.
En concreto, Jesús no tuvo abogado que lo defendiera en juicio; y, así, ni entonces ni ahora, no podía ser juzgado, ni condenado, y menos ejecutado. Aquel juicio, así celebrado, cualquiera que tuviera incluso los más mínimos conocimientos jurídicos lo debía haber declarado nulo de pleno derecho; de ninguna forma procedía tener aquel juicio por válido. Todo juicio debe celebrarse con toda clase de garantías para el presunto responsable, sobre todo, con pruebas objetivas, imparciales e indubitadas.
Y Jesucristo, no dispuso de tales garantías que, en todo juicio, tanto antes como ahora, son básicas y esenciales para que el proceso sea ajustado a derecho; de lo contrario, el así condenado sufre indefensión, que está totalmente proscrita, tanto en el derecho que se aplicaba al inicio de nuestra era cristiana como también ahora; concretamente, aquel proceso no reunía ni siquiera las mínimas condiciones humanitarias de respeto a la vida y a la integridad física y moral que exige un proceso penal que juzgue a cualquier persona humana.

El sufrimiento de Jesús y su muerte representan los aspectos centrales de la teología cristiana, incluyendo las doctrinas de la salvación y la expiación. Los cristianos hemos entendido teológicamente la muerte de Jesús en la cruz como muerte en sacrificio expiatorio. Los cristianos católicos y ortodoxos celebran la Eucaristía como actualización o continuación, independientemente del tiempo y del espacio, de este mismo sacrificio.
Pero, a mí, concretamente, lo que más me llama la atención, tanto como persona humana como en mi condición de jurista que durante doce años he impartido justicia como Presidente de dos Tribunales Económico-Administrativos, no sólo ha sido la pasión de Jesús, clavado de pies y de brazos en la cruz, sino la mayor tristeza y el más hondo dolor que la pasión escenifica en el momento del “encuentro” con su Madre cuando ambas imágenes van en procesión, y que tanto debió entristecer, sufrir, penar y padecer a la Virgen de los Dolores durante tan horrendo crimen que con su Hijo se cometió.
Para una madre, no hay mayor sacrilegio, ni mayor pena, ni más grande tristeza, ni mayor y más triste dolor que la de ver morir a su hijo crucificado. Y es que, una madre, lo da todo por sus hijos sin esperar nada a cambio. Porque los hijitos de su alma son, trozos de su propia carne y pedazos de su corazón. Una madre, es el amor más puro y más grande. Os lo digo muy orgulloso de haberlo visto en vida de la mía, y lo escribo con mis ojos mirando hacia el cielo en señal de cariño y de mi más profundo agradecimiento hacia ella, que no hay en el mundo amor maternal más grande, ni más verdadero, ni más generoso, ni más profundo, ni más sincero, que el amor tierno y bondadoso que a un hijo da su madre.
Por eso, en estas fechas en que se revive la pasión de Jesucristo, no tengo más remedio que sentirme hondamente dolido, y apenado, y solidarizado cristianamente con nuestro Redentor, con su vida, con su obra y con su Madre, la Virgen Santísima, a la que con mucho amor le rimo el siguiente poema:
¡Virgen de los Dolores/ eres de todas las flores/ la única que no se marchita/ Eres reina de los amores/ con tus lágrimas benditas/ Quien tu imagen hizo/ debió antes verte llorar/ estando en el paraíso/ porque ese llorar tan profundo /ese llorar sin rencor/ ese llorar sólo amor/ ¡ese!..., no es el llorar de este mundo/ Hasta tus lágrimas parecen flores/ ¡Qué buena eres, Virgen de los Dolores!.
Y sigo imaginariamente a Jesucristo en procesión en la cruz por las calles de mi pueblo, me apiado de Él, y le digo:/ ¡Cuerpo llagado de amores/ yo te adoro y yo te sigo/ ¡Oh, Señor de los señores!/ quiero compartir tus dolores/ siguiendo a la cruz contigo/ Señor, aunque no merezco/ que Tú escuches mi quejido/ por la muerte que has sufrido/ escucha lo que te ofrezco/ y atiende a lo que te digo./ A ofrecerte vengo/ mi ser, mi vida y mi amor/ mi alegría y mi dolor/ cuanto puedo y cuanto tengo/ todo lo que Tú me has dado, Señor/ Y a cambio de mi alma llena de amor/ de amor que vengo a ofrecerte/ dame paz y una vida serena/ y en Mirandilla una muerte santa y buena/ cuando me llegue el momento, ¡Cristo de la buena muerte!.
El poeta Gabriel y Galán, en su poema “La pedrada”, representa a un niño que, viendo a Jesús sangrando por los latigazos que a Jesús en la cruz le propinaba un verdugo, arrojó a éste una piedra y le hirió. Y esta vez, no soy yo, sino el poeta quien en verso reflexiona y dice: Hoy, que con los hombres voy/ viendo a Jesús padecer/ preguntándome estoy/ ¿somos los hombres de hoy/ como aquel niño de ayer?.
Pero quiero seguir reflexionando. Porque, trato de descifrar el misterio del largo peregrinar de Jesús desde su vida hasta hoy. Y veo que han pasado ya dos mil años. Pero su obra sigue. Su aspecto sencillo y humano, continúa conmocionando al mundo. Los fieles, lo aman y lo veneran; porque siendo Él todopoderoso, es a la vez ternura y amor; es divinidad, pero también humildad; es dolor y también consuelo. Cristo es para mí, la fe en la que sigo creyendo. Y a mi edad, ya madura, Cristo también es para mí, refugio, amparo, paz y sosiego.
Fijaros bien en lo que os voy a decir. Han pasado dos mil años, y Cristo sigue siendo la figura central de la Humanidad. Ni el rey más poderoso, ni el gobernante más carismático; ni el ejército más potente y victorioso; y ni siquiera todos esos poderes terrenales juntos, no han tenido entre todos tanta influencia en la vida de los seres humanos, como la que desde hace dos mil años sigue teniendo Jesús. Casi dos mil millones de cristianos siguen su fe en todo el mundo. Esa es para mí una realidad indiscutible, incuestionable.
Y yo sigo preguntándome: ¿Por qué habiéndose hecho Jesús tan humilde, pese a ser Él todopoderoso, luego, nosotros, que tan poco somos, a veces, nos hacemos tan soberbios, prepotentes y engreídos?. Nos creemos que dominamos el mundo, y luego es siempre el mundo el que termina con todos para acabar en un viaje sin retorno al cementerio.
Mirad, en mi niñez, en la puerta del cementerio de Mirandilla, mi querido pueblo, había insertada una frase lapidaria, que decía así: “Lo que eres fui, lo que soy serás”. Fijaros qué frase tan pequeña, pero el significado tan grande que encierra. Nos enseña, lo efímera que es la vida, lo poco que en ella somos, y lo poco que la aprovechamos para ser más felices. ¡Cuántas ocasiones perdemos de poder vivir reconfortados con solo hacer siempre el bien y tratar de vivir el mal, viviendo la paz de Dios y con la conciencia tranquila!

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Jaime II de Aragón y Ceuta https://elfarodeceuta.es/jaime-ii-aragon-ceuta-colaboracion/ Mon, 18 Mar 2024 03:20:13 +0000 https://elfarodeceuta.es/?p=1021248 En 1291, por el acuerdo de Monteagudo entre Castilla y Aragón, a esta última región le correspondió la zona al este del río Mulaya, naciendo a partir de ahí el interés de Aragón por Ceuta, con la que desde 1227 Cataluña también había soñado. Las razones eran claras: Ceuta era la puerta que les abriría […]

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En 1291, por el acuerdo de Monteagudo entre Castilla y Aragón, a esta última región le correspondió la zona al este del río Mulaya, naciendo a partir de ahí el interés de Aragón por Ceuta, con la que desde 1227 Cataluña también había soñado. Las razones eran claras: Ceuta era la puerta que les abriría las rutas atlánticas, a la vez que paso obligado hacia el Norte de África. Hacerse con Ceuta era condición «sine qua non» para crear nuevas rutas de expansión comercial. Aragón tenía muy desarrolladas su agricultura e industria, y necesitaba dar salida a sus productos hacia los países africanos, cuyas posibilidades comerciales creían muy provechosas. Los principales productos con los que Aragón comerció en el Norte de África y muy especialmente con Ceuta fueron: a) Exportaron: trigo, vino, frutos secos, miel, lana, cerámicas, esclavos, telas, etc. b) Importaban: aceite, algodón, hierro, pieles.
Como se ve, Aragón exportaba al Norte de África más que importaba, de ahí su interés por Ceuta. Y es que la ciudad siempre fue muy estratégica, tanto desde el punto de vista político como en el aspecto estratégico militar y comercial, por ser la llave del Estrecho de Gibraltar y puerta de penetración comercial hacia Oriente y Occidente, sobre todo, en la época medieval. Por ello, la ciudad fue siempre muy codiciada por los países ribereños del Mediterráneo y del Atlántico. Por su Historia se sabe que en aquella época medieval fueron asiduos comerciantes interesados en ella los genoveses, los marselleses, los aragoneses y los catalanes, empeñados a toda costa en mantener plenas relaciones comerciales con Ceuta para llegar a monopolizar la economía o tener en ella una fuerte influencia.
Otro ejemplo bien claro se tiene en que, a pesar de que, por razones religiosas, durante mucho tiempo estuvo prohibido el comercio entre cristianos y musulmanes, no obstante, el comercio entre ambos pueblos siempre se vino realizando, porque una cosa eran las orientaciones dadas por sus respectivos líderes religiosos, y otra cosa bien distinta eran las mutuas necesidades reales y efectivas de sus pueblos. Así, a pesar de prohibirse o limitarse las relaciones comerciales de los cristianos con los musulmanes, ello lo único que hacía es fomentar el contrabando, porque en todo momento se dio el estraperlo en el comercio.
Así, en el III Concilio de Laterán, del año 1179 y también en el sínodo de Montpellier de 1195, se dio la prohibición de Inocencio III, año 1215 en el IV concilio de Laterán en el que, textualmente se ordenaba en latín: «Excommunicamus praeterea et anathematizamus ¡líos falsos et impíos christianos, qui contra ipsum Christum et populum Chñstianum sarracenis arma, ferrum et lignamina deferunt galearum; eos etiam quui galeas eis vendunt, vel naves, quique in piraticis sarracenorum navibus curam gubemationibus exercent, vel in machinis aut quibuslibet alus aliquod eis ¡mpendunt concilium vel auxilium, in dispendium Terrae Sanctae, ipsarum rerum privatione mulctari et capientium servus fore cessemus...».


Más, Honorio III fue el primer Papa en suavizar tan drásticas medidas, el 31-­10-1224; pero después se restituyó la prohibición el 10 de agosto de este mismo año con Gregorio X. Y luego sería Urbano IV quien reimpusiera las susodichas prohibiciones; el 23-10-1263 redactará su sentencia, repitiendo aquellas normas adoptadas en el IV concilio de Letrán. Tras periodos más o menos severos, sería Nicolás IV quien el 23-08-1291 suavizaría las normas imponiendo sólo listas de objetos con los que estaba prohibido comerciar (recojo el texto original entrecomillado): «... arma, ferrum, lignamina, victualia et alia quecumque mercimonia in Alexandiam vel alia loca serracenorum térra Egiptia9 deferre vel mittere seu de portubus eorum eisdem deferantur,..». Jaime Vicens Vives nos dice que el comercio con los países musulmanes lo fue ilícito o de contrabando, pero nunca dejara de haberlo.
Los comerciantes al llegar a Ceuta y a todo el norte de África, en general, debían abonar un impuesto, un 10% del valor real de la mercancía, en especie o en metálico (a excepción de Génova, la más directa rival de la corona de Aragón, que pagaba un 8%.) al que se añadía un 1% destinado al gobierno local, denominado «intalaca». Sin embargo, lo más importante era salvaguardar la integridad física de los mercaderes y preservar sus productos de todo tipo de peligros.
Para la buena marcha de las relaciones comerciales ceutíes se decidió: 1 Seguridad a los individuos que circulaban por la ciudad. 2° Responsabilidad de los cónsules sobre los diferentes fondacos. 3º Propiedad de los fondacos, de las iglesias y de los cementerios. 4º Responsabilidad civil personal, en el caso de robo o asesinato a un súbdito musulmán. 5º Libertad religiosa. 6º Prohibición de la piratería. 7º.- Anulación de la antigua costumbre, por la cual se atribuía los restos de un naufragio a aquellos que los encontraban. Los principales productos que las distintas potencias adquirían en Ceuta eran: a): hierro, pieles, sal, corales, pinturas, azúcar, cera, esclavos, aceite, algodón etc. b) Vendían en Ceuta: vino, harina, telas, sedas, armas, esclavos, etc.
Uno de los dos documentos históricos que en mi investigación he encontrado dos documentos sobre las relaciones comerciales mantenidas en el siglo XIV entre el antiguo reino de Aragón y Marruecos, está relacionado Ceuta. E inserto, respetando el idioma catalán en el que los dos están redactados, por si no constaran en los archivos de Ceuta. Se trata de otra carta, que es la segunda, dirigida por Jaime II de Aragón al rey marroquí, que está fechada el 1-05-1323, de Jaime II a Abou-Said-Othman, claramente diferenciada en tres partes bien definidas: 1. Reclamación por parte del rey aragonés de ciertos compromisos que el anterior rey de Marruecos, Abu Said, había incumplido, en relación con lo acordado a la toma de Ceuta (de manos del rey de Granada). 2. Pedía un préstamo de dinero y hombres (caballeros aragoneses, que les servían en Marruecos), necesario en esos momentos a Jaime II por la guerra que se produjo en Cerdeña y Córcega. 3. Renovar los acuerdos de paz y de comercio. Este segundo texto, en catalán, dice así:
  «Al molt alt, é molt noble, é molt poderos, Bugayt, rey de Marrochs é del Garb, en Jacme, perla gracia de Deu, rey d'Arago, de Valencia, de Sardenya é de Corsega, é compte de Barchelona, é de la santa egleya de Roma senyaler, almiral é capitán general, salut, axi com á rey per á qui volríem honor é bonaventura. Rey, fem vos saber que, per alguns afers, trametem á la vostra presencia l'amat é feel nostre en a Romeu de Corbera, conseller é de casa nostra,que aquesta carta vos/part nostra. On rey, vospregam que vos lo ditmissatge nostre vullats benignament reebre, é ohir, é creure á ell firmament, é sens tot dupte de tot go queus dirá per part nostra, é grahir vos ho hem molt. Dada en Barcelona, primer dia del mes de Maig, en l'any de Nostre Senyor mil/ trescents vint é tres -Bernardus de Aversone, mandato regio.

1. Primerament, salut de part del senyor rey d'Arago lo dit rey de Marrochs, ab cuvinents paraules, é igili de son bon estament, é demanli del seu.

2. En apres, deja continuarse missatgeria en aquesta forma: dientli que erta cosa es que entre les cases lurs, d'Arago é de Marrochs, ha estada en temps passad entréis predecessors deis dits reys, é encara entre! dit senyor rey d'Arago, amor é amistat bona, é convinenges de pau é de ajuda de la una casa á la altra;é senyaladament toaren acquestes coses entrel dit señor rey d'Arago é el rey Aborrabe, en tant encara quel senyor rey d'Arago qui havia pau ab lo rey de Granada, qui lavors era II volch esser enemich é s'empres contra ellper lo dit rey Aborrabe, é feu ajuda á el contral dit rey de Granada, qui II tenia forgada Cepta, de gatees en gran quantitat; ni trames en elles lo noble ga en rera en Jagpert, vegcomte de castellnou, quin fo davant lo dit rey Aborrabe, é puys ab les gatees fo el fet de Cepta, com fo cobrada á la senyora del dit Aborrabe.E jassia que de part del dit rey Aborrabe fossen al dit rey d'Arago atorgades alcunes coses, aixi de ajuda de sou de cavallers, per mantenir la guerra del dit rey de Granada, é de pagar de gatees, com del moble de Cepta, empero no fo cumplit, é el dit rey Aborrabe hac son enteniment de Cepta;ne encara de go que per acquesta raho fo assignat sobrel dret deis mercaderss qui venen á la térra del dit rey de Marrochs, non fo res pagat ni satisfet al dit rey d'Arago.


3. É com ara lo dit senyor rey d'Arago, segons que creu que ha entes lo dit rey de Marrochs, hala grans ts é fort senyaiats á gran honor sua é de son regne, per acquesta del regne seu de Sardenya é de Corsega, per aho de la qual conquesta, segons que ell pot be pensar, ti ha convengut é ti cove á fer molt grans messions é speses;pergo lo dit senyor rey, esguardantla bona amor é amistat que ha estat é sera, Deu volent, entre les cases d'Arago é de Marrochs, é confiant que en aytal é tant assenyalant fet, lo dit rey de Marrochs li sera bon amich é li ajudara, ha volgut trametre é ell en Romeu de Comerá.

4. Per quelprega que ell, esguardant les coses d'amunt dites, é specialment com lo dit senyor rey d'Arago ha ajudat, é es appereylat de ajudar áelléá la sua casa,en semblant cas é en major, que vula é li placía de accorrerli d'aquella quantitat de moneda que pertanga al dit rey de Marrochs, é que sia de pendreal dit rey d'Arago, é ell grahir Un ha molt;é en ago, lo dit rey de Marrochs li dará á conexer la bona voluntat é la amor que li ha, é el rey d'Arago faria per ell, en semblant cas, é en maior, go que fos honor sua é be de son regne.

5. É sil dit rey de Marrochs atorga que ajudara al dit senyor d'Arago, mas que vol saber de quina quantitat seria pagat lo rey d'Arago, diga lo dit en Romeu que be pot/pensar lo dit rey de Marrochs quina ajuda se pertany á aytal rey com ell es, de fer á aytal princep com es lo rey d'Arago, é en tan grans affers, é aixi que ell hi faga segons qu'el senyor rey d'Arago espera é confía d'ell.É si ell volia qu'el dit missatge expressas la quantitat de que enten lo dit senyor rey d'Arago, pot dir que semblarla que elmenys degúes esser la dita ajuda de quaranta mille dobles d'or;é sobre ago faga sa puja de obtenir é haver aquella maior quantitat que puga.É finalment, si ais no podía, quen preses tro á quantitat de deu mille dobles.

6. Si lo dit rey de Marrochs, per aventura, demanara que pus ell fa la dita ajuda, que en vol que totes les coses d'amunt dites, é go que pugues esser demanat per les dites covinenges, li sien diffinides é absoltes, respona lo missatge queu fara volenter, é qu'en ha poder.

7. Encara, sil dit rey de Marrochs demanara é volra que pau é amistat sia renovellada, é convinences fetes entrel senyor rey d'Arago é ell, diga lo dit Reomue quel senyor rey d'Arago, si ell li es bon amich en aquesta ajuda, es aperellat de donar hi loen/ tota hora que á ell placía. É si li demanaven ell si ha poder sobre ago, responderá que hoc, é, ab que la ajuda sia covinent, ell la fermar de part del rey d'Arago. É en aquel! cas, mostras la carta del poder que s'en porta;é la forma de la pau fos aytal qual se  conté en la forma del procuratorí.

8. ítem, dirá al dit rey de Marrochs que com alcuns cavallers naturals del dit rey d'Arago, qui son en son serviy, entena lo dit senyor rey haver en son serviy en aquest fet de la conquest de Sardenya, prégalo que li placía de donar /licencia á ells que puguen venir al serviy del dit rey d'Arago, aquells, go es á saber quel missatge li nomenara.É d'agol'prega, per lo prechs que ja li ha fetsab carta sua, que li trámete en Jacme Segui, ab cent homensá cavayl á la genetia.

9. ítem, si demanen ajuda de galees, puga ho prometre, lo rey de Marrochs donant per cascuna galea, ab tot son compliment é armada, per quetre meses, tres mille dobles d'or;é passats los quatre meses primers, que do dos mil dobles d'or per galea de quatre meses, mentre mester les haura».
Lamento no poder traducirlo por no entenderlo, pero como documento histórico, he creído de interés insertarlo íntegramente.

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