El autor de los disparos se llevó su pistola particular de maniobras para deshacerse de ella

• El jefe superior del CNP, Alfonso Sánchez, confirmó en la tarde ayer la información adelantada en redes sociales por El Faro: el autor y el encubridor tienen graduación de sargento primero de La Legión y tras los sucesos se fueron a Almería de maniobras, en donde se les detuvo

Han sido poco más de 72 horas de incertidumbre, de trabajo intenso y de búsqueda de quienes se escondían detrás de los rasgos aportados por la hilera de testigos que, en la madrugada del viernes al sábado, presenciaron la brutal agresión a Hicham, quien aún permanece grave en la UCI del Hospital, aunque ya ha despertado. Ellos, esos hombres y mujeres anónimos de los que nadie se acordó ayer en la comparecencia oficial ofrecida por el jefe superior del CNP y el delegado del Gobierno, han sido muy importantes para que la UDYCO pudiera avanzar en sus investigaciones, ya que desde el momento de producirse los hechos aportaron los datos físicos de la pareja así como unas características que hacían presumir que se trataba, al menos en el caso del autor de los disparos, de alguien conocedor del manejo de armas.

Ayer, Alfonso Sánchez, encorsetado en sus declaraciones por el secreto de las actuaciones ordenado por el juzgado de instrucción número 2, vino a confirmar lo que adelantó El Faro a través de redes sociales: que se trataba de dos militares, con graduación de sargento primero que habían marchado a la península con motivo de las maniobras desarrolladas en Almería por La Legión y anunciadas por la Comandancia General. La revisión de las cámaras en el puerto, llevada a cabo el mismo lunes, terminó siendo clave para dar con las dos personas que, reseñadas fotográficamente para que los testigos las visionaran, eran las implicadas en el suceso de la fatídica madrugada del sábado. El autor del disparo, Óscar R.P. de 42 años y con pocos meses destinado en la ciudad, es la persona que, borracha, sacó de su riñonera el arma y disparó en el abdomen a Hicham. Había además embarcado con su pistola particular, con la idea, al menos sospechada por la Policía, de deshacerse de ella.

Todo cuadraba a la perfección: un militar acompañado de otro compañero de la misma graduación que ha pasado a convertirse en su encubridor. Cuadró con las características físicas aportadas y de su perfil se sabe que lleva poco tiempo destinado en Ceuta, que tiene orígenes vascos y ha estado destinado en Gijón y en otros puntos del norte. Ése era el acento al que insistentemente aludían los testigos. Para llegar hasta las dos personas, el CNP ha contado no solo con esa colaboración de muchos testigos sino, también, con la de la Comandancia General, así como con la de la Guardia Civil. Los primeros momentos fueron de muchísima confusión por lo que el círculo de sospechosos se amplió a posibles miembros de fuerzas de seguridad o militares, de ahí que la Policía pidiera, por ejemplo, el listado de filiaciones de GRS o de mandos que además procedieran de la península. También, internamente, el CNP actuó en revisión a sus propias unidades desplazadas de la península. Todo esto a contrarreloj para ganar el máximo tiempo y evitar fugas o desaparición de pruebas.

“Habíamos partido de un supuesto, de un perfil que en la misma noche del viernes establecimos con el testimonio de los testigos. Se ha requerido del trabajo constante de los funcionarios encargados de la investigación”, refirió Sánchez. Aunque no lo dijo, ese trabajo constante también ha sido para los testigos que han acudido a dependencias policiales cuantas veces se les ha solicitado desde la misma mañana del sábado para revisar un montón de imágenes e ir estrechando el cerco.

“Identificados los autores, tuvimos el hándicap de que estaban fuera de Ceuta, porque pocas horas antes habían salido de maniobras a Almería. Allí acudieron funcionarios de Jefatura y policías militares de Ceuta. Ayer, sobre las 12.00 horas, se produjo la detención de los dos identificados”, amplió Sánchez, poco después llegarían a Ceuta.

A la hora de dibujar un particular croquis de lo que pudo ocurrir esa noche, el propio jefe superior situó el móvil en “un mal beber” que derivó en enfrentamientos, discusiones y el disparo a Hicham, que solo quiso mediar para evitar males mayores, tal y como en la misma noche del crimen informaba FAROTV, aludiendo a la discusión previa con menores que intentó ser negada hasta la saciedad de manera oficial pero que ayer, sorprendentemente, se ha dado por válida.

“Responde todo a un pasarse con las copas, venían por el Revellín de tomarlas y llegaron al Paseo de Colón por la parte trasera del Mercado. Allí se encontraron con unos menores con los que la emprendieron en una discusión diciéndoles que los iban a identificar, que se los iban a llevar detenidos... una serie de tonterías... Hay que poner muy en valor a la persona que recibió el impacto porque lo único que hizo fue intervenir para evitar que siguieran molestando a los menores. Eso fue todo, que es muy grave”, sentenció.

En la detención de ambos identificados, la Policía ha conseguido hacerse con la pistola usada en los disparos, modelo Glock, que ya está siendo estudiada por el área de Balística de la sede central. Los detenidos serán acusados de intento de homicidio y de agresión a menores. En el caso del encubridor también puede ser acusado de coautor.

EL ARMA

La pistola particular que ya está siendo analizada

Ha sido importante que en la detención del considerado autor de los hechos, la Policía ha podido encontrar la pistola que tenía en su poder la noche del suceso y que empleó para herir de gravedad a Hicham. Se la había llevado de maniobras, se sospecha que para hacerla desaparecer. Está pendiente del examen balístico que determinará que ha sido el arma usada para herir al joven. Los casquillos encontrados en el escenario del crimen ayudaron también a estrechar el cerco porque no eran de los que usa la Guardia Civil, sino que era más propia de la empleada por el Ejército. Falta por recuperar la bala que todavía se encuentra en el cuerpo de Hicham, que sigue estable pero grave.

CONFESIÓN

El detenido reconoce los hechos

Lo que ha hecho el sargento primero Óscar R.P. es reconocer los hechos nada más verse sorprendido por los policías en el campo de maniobras de Almería. También que usó esa pistola, pero esta declaración para ser válida tiene que efectuarse ante sede judicial, lo que se hará en las próximas horas.

EN DETALLE

¿Por qué no se entregaron?

A esta pregunta tendrán que responder en sede judicial, por qué sabiendo lo que había pasado y con toda la presión mediática que apuntaba ya a participación militar y que tuvieron que leer, optaron por marcharse de maniobras. El acusado se llevó su arma, el compañero fue su encubridor y calló.

LOS DETENIDOS FUERON GRABADOS EN EL PUERTO CON LA MISMA ROPA

“Era evidente que se trataba de alguien que circulaba por ahí con un arma que no era clandestina, en el interior de una riñonera”

La Policía estableció primero un perfil del autor: “Era evidente por el lugar, la hora, por una serie de circunstancias... que debía ser alguien que no utilizaba un arma clandestina sino que circulaba con un arma guardada en una riñonera que la llega a sacar”, aclaró Sánchez. El calibre y la marca les llevó. “Pensamos en policías, guardias civiles y militares de cierta graduación. Con ese perfil y datos llegamos a estas personas, recogidas en las cámaras, que vestían ese día de la manera en la que les hemos encontrado las ropas”, añadió el jefe superior.

En la resolución del caso no se pudo contar con grabaciones de las cámaras viarias porque no funcionan, que es lo que publicó este medio, que nunca dijo que las que no funcionaran fueran las de la Jefatura (ver edición del lunes) como se quiso malinterpretar ayer.

AL JUZGADO EN HORAS

El móvil fue una “estupidez”

Así lo consideró ayer el jefe Sánchez, porque “disparar a un hombre” como se hizo esa noche fue “una estupidez” propia de unas personas que se encontraban borrachas. “No se les ha tomado declaración, será la autoridad judicial la que determine lo que ha sucedido”, sentenció.