Tras reclamar la lista de los 15 aspirantes que lograron una plaza para formar parte de la Policía Local, finalmente la Ciudad ha tenido que rectificar este listado, alzando un lugar a la aspirante que supuestamente había conseguido la decimosexta posición y dejando fuera al que en un inicio había logrado entrar en decimoquinto lugar.
Una explosión de alegría para una mujer que no se quedó de brazos cruzados y reclamó lo que ella creía que era injusto, logrando finalmente que se reconociera lo que ella sabía: que había sido una de las 15 mejores. Tras 13 años preparando esta oposición, finalmente ha logrado incluirse dentro de estos 15 aspirantes que tras el curso de formación, se incorporarán a la plantilla de la Policía Local.
Sin embargo, existe la otra cara de esta moneda. Mientras ella entra en la peleada lista, otro aspirante se queda fuera. No es su culpa, ni mucho menos, es culpa de un sistema de puntuación mal elaborado y que ha jugado, finalmente, con el esfuerzo y la ilusión de dos personas.
Esta es una más de las polémicas que ha suscitado esta oposición para ingresar a la Policía Local que no ha hecho más que arrojar titulares y disconformidades por todas partes. Al final, por un error, del cual se tendrán que depurar responsabilidades y tomar cuenta para oposiciones venideras, se ha terminado con dos personas afectadas. Hace escasas semanas, una se creía dentro del cuerpo y otra no entendía su exclusión.
Ayer la cosa cambió y la mujer que antes lloraba por haber quedado fuera, ahora forma parte de esos 15 que pronto se verán con el uniforme. Aquí el problema está con esa persona que queda fuera, que rozó ese uniforme con los dedos y que ahora ha visto su sueño y su esfuerzo disolverse.
Para cuándo una oposición para policía local sin polémica. Ahora un grave error (lo dejamos en error) iba a dejar a una opositora fuera. Menos mal que esta mujer ha luchado por lo que es suyo, y al tribunal no le ha quedado otra que aceptar la realidad.
Cuando no son unos psicotécnicos que se filtran y los tienen un buen puñado de "afortunados" el día de la prueba, como ya pasó hace unos años, son pruebas un tanto ambiguas que su calificación queda en mano de un tribunal.
El tema de los psicotécnicos que se filtraron, y el día de las pruebas lo tenían algunos opositores, dio pie a que se suspendieran esa prueba. Todo ello fue investigado por la Policía Nacional, pero poco pudo hacer, la colaboración de las personas que habían tenido acceso a esos psicótecnicos supuestamente brilló por su ausencia.
Luego así se ve lo que se ve en la calle.
Y hablamos de oposiciones más o menos recientes, de las antiguas mejor ni hablar, ya se ve.
El problema no es un sistema mal elaborado, si no una baremación distinta para el sexo femenino y otra para el masculino. A la ahora agente la baremarón como si fuera un hombre y ocupo el puesto 16, ella exigió (porque la ley lo contempla) ser baremada como mujer y entonces ocupó el lugar que le correspondía el 15.
El femenino tiene que cumplir con una estatura menor que el masculino y en las pruebas físicas el sexo femenino para ser apto puede, por ejemplo en carrera de velocidad, hacer un tiempo mayor que el masculino.
Esto mismo ocurre para superar las pruebas de acceso a la Policía Nacional y al Ejército.
Una vez superadas las pruebas de acceso todos son iguales y se da el caso (con mucha frecuencia) en el ejército, que a la hora de realizar marchas algunas mujeres son incapaces de soportar el peso de la mochila cargada con el mismo peso para todos/as, botas, armamento, etc, etc. Algo muy lógico porque aunque queramos la plena igualdad la mayoría de los hombres son mas musculosos que las mujeres (algo inevitable).
Cuando oposité tenía compañeras y ninguna exigió poder tener menos puntuación para superar las pruebas de acceso. Lo que no es lógico es que para realizar un mismo esfuerzo físico con posterioridad al examen de ingreso, se permita aprobar con distinta puntuación a la hora de realizar las pruebas físicas. Se nos llena la boca reclamando la Igualdad para ambos sexos, pero para todo por favor.