-
Un grupo de 15 personas, bajo el indicativo ED9E, demostró estar entre los mejores de este certamen internacional
Buen oído y muchas ganas de hablar. Son dos de los ingredientes necesarios para ser un buen radioaficionado. Es algo que a los miembros de la Unión de Radioaficionados de Ceuta, URCE, no les falta. Y así lo han demostrado en el ‘Concurso S.M. el Rey de España SSB 2017’, donde el grupo caballa se alzó con el segundo premio. Una excelente clasificación, pero con la que no se muestran muy conformes los ceutíes. “Podíamos haber quedado los primeros pero nuestra potencia era mucho menor que los que han ganado, un 10% de los primeros. Eso se debe a un fallo en las normas del concurso que no especificaba el tipo de potencia a emplear y eso no es justo”, se lamenta el presidente de la URCE, Joaquín Fernández, o EA9F4, como es conocido en la ‘jerga’ de los radioaficionados.
En cualquier caso, el grupo de 15 personas, bajo el indicativo ED9E, dejó bien alto el pabellón ceutí y los días 24 y 25 de junio así lo demostraron. Durante 24 horas ininterrumpidas conectaron una y otra vez con radioaficionados de todo el mundo sumando así puntos para ser el mejor del certamen. En total durante el concurso realizaron 1.010 conexiones que se tradujo en más de 400.000 puntos.
Hasta hace unos años, los ceutíes participaban de manera individual en este concurso organizado por la Unión de Radioaficionados Españoles, URE, pero en esta edición optaron por aunar fuerzas, decisión más que afortunada en vistas de los buenos resultados obtenidos en un certamen de tan alta categoría.
Actualmente, la URE cuenta con 39 miembros, aunque esta afición está más viva que nunca. “Cada vez hay más personas interesadas en ser radioaficionado, sobre todo gente joven” asevera José Antonio Méndez o EA9CD.
Cada vez son más pero se lamentan de la falta de apoyo institucional a pesar de ser un escaparate de la ciudad de cara al mundo. “Las autoridades tienen que entender que esto es cultura. A través de la emisora damos a conocer Ceuta al resto de países y son muchos los radioaficionados de otros lugares que vienen a visitarnos”, concluye Fernández.
Tienen una labor cultural, social y humanitaria
Para muchos puede parecer un simple entretenimiento, pero detrás de la radioafición se esconde una auténtica labor social y humanitaria. “Cuando se produce una catástrofe, especialmente un terremoto que destroza otro tipo de comunicaciones, los radioaficionados son los primeros en enviar noticias para conocer la situación de esa zona”, apunta Méndez.
La solidaridad se hace patente en momentos puntuales, como en el caso de un argentino que solicitó ayuda a Méndez o EA9CD para conseguir una medicación imposible de adquirir en su país. De inmediato EA9CD contactó con otros radioaficionados y, finalmente, la medicina se adquirió en Gibraltar. “Eso fue hace años, a día de hoy ese radioaficionado llanito mantiene una amistad con su homólogo argentino”. Un caso similar se produjo en Madrid, desde donde se reclamó otra medicina para una persona en estado muy grave. Tras varios contactos, en esta ocasión el protagonista de lograr la medicación fue Fernández. EA9F4 contactó con radioaficionados parisinos que consiguieron localizar y enviar este producto a su destinatario.