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El alto número de ejemplares, alrededor de 5.000, ha hecho necesario adoptar esta decisión
La entidad municipal Obimasa alargará hasta agosto la campaña de control poblacional de gaviotas en el núcleo urbano que en un principio estaba previsto desarrollarse entre marzo y junio y que, finalmente, y debido al alto número de ejemplares se ha decidido ampliar otros dos meses. “De momento se ha acometido la primera fase de la campaña pero pedimos la colaboración de los ciudadanos para poder controlar la gran población de gaviotas que hay en la ciudad”, expuso el gerente accidental de Obimasa, Antonio Muñiz.
La época de nidificación de la gaviota patiamarilla se extiende de marzo a junio, periodo en que construyen sus nidos en azoteas o cubiertas de los edificios. Dede Obimasa recomiendan mantener estas zonas en un adecuado estado de limpieza y colocar elementos disuasorios, como la instalación de líneas de sedal o filamentos paralelamente y distanciadas entre 1,5 y 2 metros, o bien entrecruzadas, situadas por encima del suelo a una altura mínima de entre 30 y 40 centímetros.
Otra de las recomendaciones que ofrece Obimasa en esta campaña es la relativa a evitar la presencia de restos de alimentos en estas zonas o inmediaciones, así como cerrar los contenedores de basura, evitando dejar bolsas fuera de estos recipientes.
En la actualidad en Ceuta se registran 5.000 individuos invernantes y en torno a 525 parejas nidificantes localizadas mayoritariamente en el Monte Hacho, en el ámbito territorial del espacio natural protegido LIC-ZEPA denominado ‘Acantilados del Monte Hacho’.
La enorme versatilidad y adaptabilidad de la especie a los recursos de origen antrópico ha propiciado, paulatinamente, que nidifique en el casco urbano, utilizándolo además como lugar de descanso, refugio y alimentación durante todo el ciclo anual.
Por otro lado, el sellado del vertedero de Santa Catalina contribuyó al desplazamiento de ejemplares de esta especie al casco urbano. Sus fuentes de alimentos son los contenedores, restos de alimentos abandonados en centros educativos, instalaciones temporales de secaderos, playas en verano, hasta alimento que les proporcionan los ciudadanos. Además, ejercen predación directa sobre otras especies de aves urbanas como palomas, grajillas o tórtola turca, entre otras.