La Guardia Civil detuvo el año pasado a 43 personas -dos de ellas en Ceuta- e investigó (imputó) a otras 260 por su presunta implicación en incendios forestales, según datos del Instituto Armado, cuyos agentes actuaron en 2.149 de los fuegos que se produjeron en el pasado ejercicio, de ellos cinco en la ciudad ceutí.
Son cifras publicadas ayer por agencias y que muestran una tendencia a la baja en el número de incendios y, a la vez, una constante: Galicia es la comunidad donde se originan más fuegos forestales, muchos de ellos intencionados.
Del total de incendios a los que acudieron los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) y de otras unidades de la Guardia Civil, se esclarecieron 749 y, de ellos, en 622 se conoció también el autor.
En 127 el motivo que causó el fuego fue fortuito y natural, como los 105 originados por un rayo; en tanto que en otros 174 la causa fue accidental y en 239 una negligencia prendió la llama (en 110 casos por una quema agrícola).
En el caso de Ceuta todos recuerdan el siniestro del Hacho, que derivó en la detención de dos personas, marroquíes y chatarreros, que fueron investigados por la Policía Judicial, quedando después en libertad al no haber suficientes pruebas en su contra. El incendio movilizó a todas las fuerzas de seguridad.