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El magistrado del TS asegura que el Derecho Civil se estudiará pronto de forma muy diferente
La primera de las conferencias ofrecidas ayer en el salón de actos del Palacio autonómico corrió a cargo del magistrado del Tribunal Supremo, Javier Orduña, conocido por el voto particular que emitió en la resolución del TS que anulaba las cláusulas suelo por considerarlas abusivas. Además, fue el único juez que en esa sentencia de mayo de 2013 reconoció la retroactividad total que más tarde impuso la sentencia del Tribunal de Justicia Europeo (TJUE). Pero esa sentencia, que exigía a las entidades financieras una información transparente a los consumidores a la hora de firmar los préstamos hipotecarios, consideró Orduña, se erige como un principio dentro de nuestro ordenamiento. El control de transparencia en el modelo de protección del consumidor y su implementación en el sistema financiero fue el título de la ponencia de Orduña, quien considera que ese principio de transparencia debe ser transversal y aplicarse también, por ejemplo, en las contrataciones con aseguradoras o acciones, preferentes y demás productos financieros.
El magistrado recalcó la necesidad de una mejor redacción de esos contratos lo que implica una adaptación del lenguaje para que el consumidor, en definitiva el ciudadano, comprenda las consecuencias que puede tener tanto económicas como jurídicas algunas de las cláusulas incluidas en el contrato que firma. Puso de manifiesto que las últimas encuestas desvelan la falta de formación de los ciudadanos en materia de derechos del consumidor y del sistema financiero, que se debe abordar, sin duda.
Esta ha sido una de las consecuencias de calado de la sentencia sobre las cláusulas suelo que ahora ha generado, señaló el magistrado, toda una “nueva cultura” de diseño y venta de productos financieros en base a los criterios, recogidos en sentencia, de “precisión, claridad y sencillez”.
Además, Orduña abogó por que en los contratos con los consumidores, la negociación recupere cierto espacio perdido, puesto que a la hora de firmar un préstamo hipotecario en la mayoría de las ocasiones es el ciudadano el que con su firma asume las condiciones impuestas por una de las partes, nada más. Pero, no le cabe duda al magistrado que a partir de ahora, incluso en un futuro cercano “el Derecho Civil se impartirá y se estudiará de manera diferente” a raíz de todos los cambios que se están experimentando.