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Septem Nostra no puede concluir si son consecuencia del cambio climático, pero asegura que habrá más fenómenos extremos
Las últimas inclemencias del tiempo han hecho replantearse a muchos la situación en que se queda la Ciudad ante este tipo de temporales como el que actualmente ha cortado la comunicación marítima en el Estrecho. Muchos no recuerdan tantos cortes en los últimos años y relacionan directamente la decisión de los capitanes de no cruzar en barco los 14 kilómetros con unos temporales cada vez más fuertes.
Aún es pronto para vincular causa y efecto del cambio climático con el incremento de los temporales tal y como explica desde Septem Nostra José Manuel Pérez Rivera. Para ello, recuerda que hay que distinguir entre tiempo y clima. “La diferencia es de tipo temporal. El tiempo puede variar de un día a otro, incluso de un año a otro. Para hablar de cambio climático hay que observar las series climáticas que nos aporta un marco histórico mucho más amplio. Quiero decir con esto que esta sucesión de temporales puede o no ser significativa en función de su repetición en una serie climática de varios lustros o décadas”.
Lo que es cierto es que todos los científicos que trabajan sobre cambio climático llevan tiempo diciendo que las consecuencias del aumento de la temperatura global pueden ser imprevisibles. En este sentido, es seguro que hay un mayor número de olas de calor, una reducción de los niveles pluviométricos junto a un incremento de las lluvias torrenciales y gotas frías y un aumento del nivel del mar.
“Todo está interrelacionado”, apunta Pérez Rivera recordando que los vientos se generan por una diferencia de presión entre dos puntos, que a su vez depende de la temperatura del aire y del mar. “Existe, además, todo un complejo sistema de circulación planetaria de la atmósfera que, al parecer, también está viéndose afectado por el cambio climático. En conclusión, hay que esperar algún tiempo para determinar si estamos ante una anomalía normal y puntual o a ante una consecuencia imprevista del cambio climático”. En cuanto a los eventos climáticos extremos se prevé que se produzcan con mayor intensidad. “En este sentido, aumentará la torrencialidad de las lluvias y se prolongarán los periodos de sequía. Además se pronostica la ocurrencia de ciclones con características tropicales en la zona mediterránea para finales del siglo XXI”.