La baja inscripción para el Cross que organiza el Instituto Ceutí de Deportes el domingo, poco más de medio centenar de personas a dos días del cierre del plazo, es un claro síntoma de que esta modalidad deportiva sigue en caída libre.
Llamarlo atletismo quizás sea osado, mejor carreras populares, unas que cuentan en su mayoría con menor participación ya sea por falta de ‘cantera’ o por falta de mimo por parte de las instituciones.
Desde la Ciudad han visto con muy buenos ojos la irrupción de la Comandancia General de Ceuta en el panorama deportivo ceutí, organizando pruebas de gran éxito o participación, como la Cuna de la Legión o el Desafío de los 300.
Los ‘militares’ cuentan con la ventaja de su presupuesto, una gran cantidad de personal disponible y la ‘fidelidad’ de sus miembros, que participan en masa en estos eventos.
La irrupción de la Comandancia General en el ámbito deportivo, un alivio para el ICD
Por otro lado, ante este fastuoso espectáculo, las pruebas ‘civiles’ van perdiendo importancia en el calendario, con la Vuelta a Ceuta pasando a un carácter bianual o la desaparición de la Subida a San Antonio, o el paso efímero de la Carrera del Ramadán, entre otras citas.
Y a todo esto hay que unir a una Federación de Atletismo que se tambalea y sobrevive como puede, así como la Escuela del ICD, su único vestigio de movimiento, además de las repetidas promesas de la famosa pista, una broma fea del Gobierno de Vivas desde su llegada al mandato, promesa incumplida con mayúsculas
Pero no nos engañemos. El que habla de atletismo, o como quieran llamarlo, puede hablar de otros deportes ‘abandonados’ y sin ayudas, con una única piscina en la ciudad en uso y modalidades deportivas de segundo plano que sobreviven como pueden gracias al esfuerzo de unos pocos tozudos que por la gestión institucional.