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La mágica noche de Reyes amaneció en los hogares ceutíes con el nerviosismo e ilusión de los más pequeños por descubrir si ‘Sus Majestades’ habían atendido a sus peticiones. Los niños caballas tras abrirlos se lanzaron a la calle a disfrutarlos
Ha sido una de las noches más mágicas del año. Los niños se acostaban con el nerviosismo de saber que los Reyes de Oriente estarían muy cerca de sus habitaciones. Algunos confesaban que apenas “han podido pegar ojo” otros se fueron “muy temprano para que los Reyes dejasen todos los regalos”. Pero con más o menos horas de sueño todos despertaron con ilusión e inquietud por ‘tirarse’ al árbol para descubrir si ‘Sus Majestades’ habían hecho caso a sus peticiones o por el contrario se encontrarían con el temido carbón. Esa fue la estampa que ayer llenaba todos los hogares, y horas más tarde ninguno dudaba en salir a la calle para estrenar y probar sus nuevos artículos.
Y es que ayer la ciudad estaba repleta de familias que, gracias a la climatología que ha acompañado durante estas festividades, aprovechaba para disfrutar de un día de unión y de la felicidad que desprendían las caras de sus pequeños mientras disfrutaban de sus regalos. Patines, patinetes, bicicletas, coches eléctricos, pero sobre todo el regalo estrella ha sido el hoverboard, el nuevo patinete eléctrico del que ayer disfrutaban muchos niños. Aunque confesaban que hay que tener bastante equilibrio para poder controlarlo. “Tu te encargas de dirigirlo, pero tienen que ser movimientos muy suaves porque sino te caes. Decides si vas para alante, atrás o si deseas girar”, explicaba una niña que disfrutaba ayer de su hoverboard en el Parque Juan Carlos I. Y es que las caídas fueron las otras protagonistas del día, ya fuese de patinetes o bicicletas, sus ‘pequeños’ dueños todavía tienen que hacerse a los nuevos y deseados regalos.