-
Las prioridades que marca para esta nueva etapa son la estabilidad y la suficiencia financiera
Dos razones ha dado el presidente Vivas para la reestructuración de su Gobierno. La primera de ellas es que se acerca el ecuador de la legislatura “y es el momento de pisar el acelerador e impulsar la acción del Gobierno” y la segunda, retomar la agenda de asuntos con la Administración General del Estado, una vez que ya hay un Ejecutivo formado.
Las prioridades que marca para esta nueva etapa se sigue basando en primer lugar en la estabilidad y suficiencia financiera. A estas prioridades añade la resolución de las negociaciones para la financiación autonómica y el impulso de las licitaciones e inversiones. En este punto concreto anunció que hasta el mes de junio saldrán pliegos para adjudicar obras por valor de 75 millones, de las cules, 40 corresponderán al Plan de Barriadas.
Quiere abrir un período de reflexión con personalidades independientes, agentes sociales y económicos, además de los partidos de la oposición en asuntos como la frontera y sus flujos comerciales, abaratamiento del transporte marítimo, reforma del IPSI, planes sectoriales o los planes de empleo.
Advirtió de que irán de la mano con la Delegación del Gobierno en los distintos asuntos que están pendientes con la Administración General del Estado, “donde esperamos encontrar con el Gobierno de Mariano Rajoy la misma sensibilidad de los últimos cuatro años”. Se definió favorable a que Nicolás Fernández Cucurull continúe al frente de los destinos de la Delegación del Gobierno, “porque es un magnífico delegado”.
Por otro lado anunció que entiende que no debía incrementar el número de Consejería, pero que ello no significa que no se fiara del informe que hizo en su día el Consejo de Estado, organismo que le abría las puertas a poder nombrar consejeros que no fuera diputados de la Asamblea.