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La tensión se acrecenta en las inmediaciones del puerto entre un grupo de inmigrantes y la Guardia Civil. Los comerciantes alertan de que este ambiente crispado les hace perder clientela
En las inmediaciones del puerto, donde los buques de mercancías descargan los contenedores, se arremolinan cada día medio centenar de inmigrantes con intención de colarse como polizones y llegar así a la península. En su intento de superar las vallas de seguridad del recinto portuario se registran casi a diario una serie de enfrentamientos que cada vez se vuelven más violentos entre estos inmigrantes y los agentes de la Guardia Civil que custodian los accesos. Los comerciantes de la zona ya han empezado a perder clientela por este ambiente cada vez más crispado.
La tensión estalló ayer en torno a las 17.00 horas registrándose un enfrentamiento más de los que se producen a diario, según explicaron a este diario testigos presenciales. “Los agentes de la Guardia Civil trataron de que los inmigrantes no entraran y éstos, que son más numerosos, comenzaron a insultar a escupirles y a reírse de ellos”, aseveró uno de los testigos.
La escena volvió a repetirse horas más tarde cuando una patrulla de la Benemérita que había acudido al lugar se marchó. “Cuando la cosa se calma, vuelven otra vez al mismo lugar”, añade. Y es que, tal y como se puede comprobar en las imágenes la valla perimetral del puerto tiene una parte que está rota, lugar por el que escalan los inmigrantes logrando así entrar en el recinto portuario y de ahí, buscar un ‘escondite’ como el espigón del puerto.
Los comerciantes son los afectados por esta situación, pues aseguran que están perdiendo clientela. La presencia de este gran número de inmigrantes disuade a los clientes a acudir a los establecimientos a realizar sus compras, máxime si tienen que acudir con sus vehículos privados, incluso encuentran dificultades para poder aparcar y hacer sus compras con tranquilidad.