No atraviesa por sus mejorar momentos la relación de la Iglesia en nuestra ciudad con el Ejecutivo local. La venta frustrada del edificio de ‘Amor Fraterno’ al Gobierno ceutí no ha ayudado a mejorar una situación que aún se ha complicado más con la necesidad de habilitar, tras ese desencuentro, las aulas de Infantil de un centro escolar para abrir a primeros de septiembre, con el inicio del curso escolar, la guardería Nuestra Señora de África.
¿Qué ha ocurrido? En el Ejecutivo local no se aprecian cambios de actitud ni de comportamiento en relación a la línea seguida en los últimos años. Desde hace tiempo, el Gobierno ceutí se ha mostrado dispuesto a colaborar dentro de sus posibilidades con la Iglesia en diversos proyectos. Algunos han contribuido a recuperar, poner en valor o simplemente rehabilitar un patrimonio que la Diócesis ha ido reuniendo con el esfuerzo constante de los ceutíes que a lo largo de muchos años han realizado aportaciones más o menos considerables en función de sus capacidades económicas y de su generosidad. Esa colaboración entre los fieles, la Iglesia y la Administración ha servido en muchas ocasiones para solventar problemas que afectaban a nuestra sociedad y que resultaban difíciles de abordar sin la cooperación.
Sin embargo, ese caminar hoy no es tan acompasado como era habitual hasta hace unos años. Probablemente esta situación haga necesaria una reflexión por parte de todos y en especial por parte de quienes parecen haberse apartado de la senda que tantos frutos había dado.
No marchan bien las cosas entre la sociedad ceutí, la Iglesia y la Administración local. Sin embargo, no se trata de una situación insalvable. La vuelta a la moderación y al interés por el entendimiento sería suficiente para recuperar la armonía que nunca debería de haberse perdido.