El capitán Richard Ofey, máximo responsable a bordo del buque mercante del Katrine Krog, accedió ayer por fin a hablar con la prensa.
Aseguró que está a la espera de comunicarse con el armador del buque, pero que tiene esperanzas a que todo se solucione pronto. “Sí, creo que se solucionará pronto. Lo peor que puede pasar es que entremos al puerto algún día, porque no podemos permanecer anclados eternamente. Llegará el día que nos hagan entrar y el que quiera bajará”, comenta.
Richard Ofey reconoció que las casi dos semanas y media que el Katrine Krog lleva en la bahía norte de Ceuta se hacen pesados. “Es como si fuera una cárcel, no tenemos mucho espacio y a la tripulación le gustaría poder dar paseos más amplios”, afirmó.
Ofey aseguró que su motivación para continuar el viaje y querer llegar a Haití es “no romper el contrato firmado”, y que, según le ha hecho llegar la tripulación, son tres los marineros que estarían dispuestos abandonar si pudieran.
El barco, en buen estado
El capitán Richard Ofey habló también del estado del barco. “Es como los trastos viejos, tienen muy buen material, y siempre funcionan”, aseguró. “El motor está bien, perfecto, me siento seguro navegando aquí, es un buen barco”.
Respecto al sistema de radio, si bien es cierto que el Katrine Krog carece del sistema GMDSS, dispone de otro. “Tengo el Digital System of Communication, de baja frecuencia, que me permite comunicarme con cualquier lugar de la tierra”.