La visita de Mariano Rajoy a Melilla ha transcurrido sin ningún tipo de incidente, como es lógico, en el desplazamiento del jefe de la oposición a cualquier ciudad española. Incluso, en su intervención ante los medios de comunicación no quiso hacer sangre y dejó muy claro que con Marruecos hay que fomentar lo que une y dejar de lado “lo poco que nos separa”. Tuvo un gran sentido de Estado, pero lo que no parece nada lógico son las intervenciones de distintos líderes socialistas como el ministro de Educación, Angel Gabilondo y el presidente de la Generalitat catalana y antiguo ministro de Industria de Zapatero, José Montilla. Ambos han criticado fuertemente a Rajoy por el viaje, con lo cual no es entendible que unos españoles no defiendan el derecho de otro a viajar a otros puntos del territorio nacional. No es nada entendible.