Las víctimas consiguieron regresar a Ceuta tras interponer denuncia en la comisaría de Castillejos. El pase a la ciudad fue otra odisea, entraron sangrando, heridos, llegando por sus medios al hospital.
Sobre las 18.30 horas de la tarde los dos hermanos, acompañados del pequeño de la familia, conseguían llegar a Ceuta. Lo hacían después de ser auxiliados por algunas personas y tras ser atendidos inicialmente de sus heridas en el mismo Castillejos. Allí, en el lugar de la refriega, quedó “completamente reventado” el vehículo de uno de los hermanos, modelo Toyota. Los asaltantes destrozaron sus cuatro ruedas y provocaron daños cuantiosos en la carrocería.
Tuvieron que entrara en Ceuta con su propio vehículo ya que “nos dijeron que la ambulancia no nos podía trasladar” hasta la frontera. Heridos, con la ropa que todavía conservan, completamente manchada de sangre, un hermano con los dedos colgando y otro con la brecha en la cabeza “que me caían borbotones de sangre por la cara” consiguieron llegar hasta la ciudad, presentándose por sus propios medios en el hospital, desde donde se coordinó el traslado de ambos a quirófano para ser tratados de las heridas. En la frontera estuvieron prácticamente una hora en este estado, dando explicaciones a la Policía y recuperando la documentación personal para poder entrar.
Mientras duró todo el asalto el hermano pequeño permanecía en el coche, siendo testigo de todo lo sucedido. A él, también, quisieron atacarle. Una mujer se hizo cargo del niño llevándolo al hospital de Castillejos para entregarlo a sus hermanos mientras éstos eran atendidos.
Rememorando todo lo sucedido, Youness y Rabeh intentan encontrar una explicación. ¿Por qué les atacaron? Creen que, quizá, los asaltantes pretendieron robarles los vehículos. No llevaban dinero en grandes cantidades ni hicieron ostentación de llevarlo. Tampoco se metieron con persona alguna. “Nos insultaron sin que les dijéramos nada y después nos atacaron, sacando las espadas que llevaban escondidas”, recuerdan. El padre de ambos es el que se está encargando de poner en conocimiento de la Policía marroquí todos los datos, intentando de esta forma que se detenga a los autores de la agresión.
Una agresión similar a la sufrida por otros dos jóvenes ceutíes
La historia que narran los hermanos Youness y Rabeh es, en detalles, similar a la sufrida por otros dos jóvenes de la ciudad que hace un par de meses fueron atacados, en el mismo punto, por otro grupo de delincuentes armados con catanas. Sufrieron golpes cuando intentaban entrar en Ceuta con sus propios vehículos, en moto. De hecho Rabeh y Youness, cuando llegaron al hospital, pudieron hablar con uno de estos heridos que trabaja de viser en el Hospital, coincidiendo en muchos de los aspectos. Podrían ser historias de agresiones que siguen el mismo camino y que tienen un origen todavía no aclarado. Pero hay más. Conocedores de la agresión sufrida por los dos hermanos, algunos vecinos les han comentado que otros jóvenes de la ciudad han sido agredidos en el mismo punto, siendo asaltados por un grupo que utiliza armas blancas, tipo espadas o catanas, para intentar robarles o hacerse con sus vehículos. La mayoría de estos casos no ha sido denunciado y se está ante un problema en materia de seguridad importante y que debe ser analizado con celeridad.