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Insectos, ratas y cucarachas proliferan desde que se interrumpió el servicio en marzo
Plagas de insectos, cucarachas o ratas. Son los nuevos habitantes de la barriada del Príncipe Alfonso desde que el pasado mes de marzo el servicio de limpieza se interrumpiera, hecho que coincidió con la retirada de la brigada del Plan de Empleo derivada a este barrio. “Siempre ocurre lo mismo. Nos envían a diez o doce personas para callarnos la boca, pero cuando terminan sus contratos ya no viene nadie a limpiar”, se lamenta el presidente de la barriada, Abdelmalik Mohamed, Kamal.
La consecuencia ha sido la aparición de estas desagradables plagas que se reproducen, más si cabe, debido a las altas temperaturas. “Hemos tenido que llamar a Sanidad para que acaben con las ratas que han aparecido en calle Este, Casas Nuevas y en otras zonas de la barriada”.
Kamal asegura que desde hace casi tres meses no se está llevando a cabo el servicio de limpieza de las calles interiores del Príncipe. “En marzo retiraron a los trabajadores del Plan de Empleo que mandan a la barriada y desde entonces no limpian”, se lamenta el presidente asegurando que los vecinos de esta zona “tenemos los mismos derechos que el resto de ceutíes, pagamos nuestros impuestos y creo que merecemos algo tan esencial como es una adecuada higiene en nuestras calles”.
El responsable del movimiento vecinal del Príncipe asevera que algunas calles de la barriada no se encuentran recogidas en el pliego de limpieza que la Ciudad mantiene con Trace y que incluso en las zonas que sí atienden el número de operarios es insuficiente. “Vienen dos trabajadores por la mañana y uno por la tarde. Los días festivos ni siquiera aparecen por aquí, aunque debería haber un operario”.
Otra de las quejas relacionadas con este asunto es la escasez de contenedores, a todas luces insuficientes, para atender a la gran población del Príncipe. “Se nos han quedado pequeños porque estamos hablando de 9.000 personas. Pero cuando se lo comentamos a Trace nos dicen que no es competencia suya”.
De trato “discriminatorio” tilda Kamal esta situación que sufren los vecinos desde hace meses. “Se gastan ocho millones de euros para renovar el centro y aquí no se dignan ni siquiera a limpiar y baldear las calles. Es una vergüenza que tengamos que andar así cuando tenemos los mismos derechos que el resto de ciudadanos”, concluye.