En una ciudad como la nuestra donde todas las administraciones, tanto la estatal como la autonómica se han puesto de acuerdo en que todo lo relacionado con las emergencias se ha convertido en una prioridad, no se puede dejar ahora de lado hasta el año 2019 las obras para en una nueva ubicación del 112 y la reforma tecnológica de las comunicaciones. Y todo porque en las prioridades que tiene el Gobierno para la realización de su programa de inversiones no se quiere dejar el dinero presupuestado para esta inversión paralizado porque los servicios técnicos no terminan de dar el visto bueno a ninguna de las ubicaciones que les han presentado para que se convierta en sede del 112. No solamente es importante la citada ubicación para mejorar las comunicaciones tecnológicas, sino porque en esa sede se darán cita integrantes de todos los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, además de las emergencias, cada uno con sus competencias. Se debería intentar, al menos, un último esfuerzo para que no sea necesario aplazar hasta dentro de dos años la reforma de un servicio que hace un año se consideraba urgente e imprescindible. Hay que convencer a los técnicos para que también pongan de su parte y busquen soluciones y no solamente aporten pegas.