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Las hermandades realizan esta tarea que consiste en colocar la candelería en el paso de palio
Las cofradías ultiman los detalles para sus respectivas salidas procesionales. La Hermandad de la Flagelación está inmersa en uno de los procesos más laboriosos de preparación de un paso de palio: la conocida como la fundición de la cera. “Consiste en colocar todos y cada uno de los cirios que alumbrarán a María Santísima de la Caridad el próximo Miércoles Santo. El palio tiene 72 candelabros por lo que es un proceso que hay repetir con 72 velas de cera pura de abeja que hemos traído desde Andújar”, explica el hermano mayor de La Flagelación, José Montes.
Es una tarea lenta y ardua que da comienzo unos días antes y consta de varias fases. La primera de ellas consiste en la clasificación de las tandas. “Tenemos que ordenar por grosor y altura las velas para que sea más fácil su colocación”, apunta Montes.
En una segunda fase, las velas se rebajan para que puedan introducirse en los candelabros, recortando la base con un cuchillo.
Finalmente, se procede al paso más preciso y laborioso: la colocación en el candelabro. “Se derrite cera y cuando está bien caliente se introduce una cantidad en el cacillo del candelabro y se sitúa la vela. Hay que aplomarla para que quede derecha, se espera unos segundos a que enfríe y se pasa a la siguiente”.
Un proceso que los hermanos de ‘La Flagelación’ deben repetir hasta en 72 ocasiones, pero que para su hermano mayor “es uno de los que más disfruto en el montaje de los pasos”.
Esta labor se desarrolla unos días antes de la salida procesional de la hermandad. En ella participan entre tres y cuatro cofrades y suelen ser necesarias unas 15 horas de trabajo.
El diseño de las alturas de la cera varían en función de la Hermandad. “Hay diferentes estilos, en algunos pasos es completamente recto y no hay diferencia de altura de las velas. Nosotros hacemos un dibujo propio, pero todo depende de la mayor o menor sobriedad de la Hermandad”.
Con mayor o menor ornamentación, las velas volverán a iluminar un año más el ceremonioso paso de cada uno de los tronos de las cofradías que saldrán a la calle a partir de este Domingo de Ramos.
Una hermandad de gozo como ‘La Pollinica’ opta por velas decoradas con flores
Las velas decoradas son otro de los grandes elementos ornamentales de la Semana Santa. Este tipo de decoración se puede admirar en alguna de las cofradías ceutíes. Es reflejo de alegría y por ello no puede faltar en un palio como el de la Madre de Dios de La Palma de la hermandad de ‘La Pollinica’.
“Al tratarse de un palio alegre optamos por el ornamento de la cera. No se ponen velas lisas, sino adornadas con flores de cera hechas a mano”, explica el fiscal de la hermandad, Eusebio Belmonte.
Su elaboración comienza en Sevilla meses antes de la Semana Santa y ofrecen diferentes tipos de flores: rosas, campanillas o claveles.