Con motivo del Día de la Discapacidad, que oficialmente se celebra hoy, varias asociaciones han desarrollado actos con los que sensibilizar a la población poniendo el foco en las personas que presentan algún tipo de discapacidad. En algunos colegios y asociaciones de padres también se ha trabajado este asunto. Se han leído manifiestos, se han publicado comunicados... y llegará mañana y todo volverá a ser igual, salvo que usted decida cambiar, decida variar su actitud, decida colaborar en hacer la vida menos difícil a quien lleva superando trabas y alcanzando metas desde hace tiempo. Muchas de esas trabas se las ponemos en el camino los demás, aunque no vengan con carga intencionada.
Es responsabilidad nuestra el hacer algo más por las personas con discapacidad. Y no estamos pidiendo grandes logros, simplemente hacer algo tan sencillo como escucharles, atenderles si reclaman tu atención, saludarles, tratarles como a los demás. Con pequeños gestos se puede conseguir mucho. Pequeños gestos individuales, pero también de una Administración que debe pelear por favorecer la integración en su máxima expresión, por favorecer algo tan sencillo como la libertad de movimiento en una ciudad plagada de barreras; también de empresas que deben luchar por abrir sus puertas a todos, con programas realmente prácticos. En la mano de todos está el conseguir que el día internacional de las personas con discapacidad sea algo más que una jornada preñada de actos oficiales que, 24 horas después, quedan en el olvido, diluyéndose los compromisos obviando el daño que se hace a quienes esperaban mucho de ellos.