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Tras la recuperación de una tortuga boba ayer, se devolvió a su hábitat natural en la playa de Calamocarro. Había caído en las almadrabas y estaba afectada de parásitos y cangrejos
Sobre las 11.00 horas, los voluntarios del Centro de Estudios y Conservación de Animales Marinos, CECAM, iniciaban los preparativos para el traslado de la última de las tortugas bobas rescatada en las almadrabas y que ayer fue puesta en libertad.
Voluntarios del CECAM y de la Asamblea Provincial de la Cruz Roja se trasladaban a la playa de Calamocarro para la suelta del quelonio, después de haber recibido los cuidados veterinarios para su recuperación. “Al igual que en el 90% de las tortugas de esta temporada se tratada de una situación muy poco crítica porque el animal flotaba, excepto por los problemas de descompresión por haber permanecido mucho tiempo en el fondo. Por lo demás es lo de siempre: parásitos y cangrejos”, apuntaba el veterinario del CECAM, Álvaro García de los Ríos.
En diez días, los cuidados del CECAM han sido suficientes para que la tortuga pudiera volver a su hábitat natural. La recuperación se ha llevado a cabo en el nuevo local del centro, ubicado en Alfau.
Este año, la temporada de las almadrabas se ha alargado más de lo acostumbrado, pese al riesgo que “eso conlleva ya que cualquier temporal les puede estropear las redes y acabar con las redes en la orilla, pero lo cierto es que está siendo buena temporada de bonitos y albacora”. No obstante, García de los Ríos confía en que, pese a esta prolongación de las almadrabas no vuelvan a caer más tortugas en las redes”, apostilla.
Desde hace aproximadamente un mes, el CECAM se vio obligado a trasladarse a un nuevo local, en este caso ubicado en Alfau, debido a su desalojo del Puerto Deportivo. “Realmente el local reúne las condiciones y nos hemos dado cuenta que es más cómodo. Próximamente lo adaptaremos y pondremos más medios, pero nuestra actividad no ha bajado en nada desde que nos hemos ido de allí”, asevera el presidente del CECAM, Juan Carlos Rivas.
Ahora se preparan para la temporada de delfines y cetáceos que “tendremos que tratar in situ, en la zona donde aparezcan”. De momento ya han liberado a dos tortugas laúd de la red ya “que es imposible trasladar porque son enormes”.
A pesar de las dificultades que han vivido durante el último año, el esfuerzo de los voluntarios del CECAM ha sido determinante para continuar con su lucha por salvar a estos animales marinos.