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Se descarta que haya sido una acción provocada por pirómanos o predeterminada, ya que cuadra que se trató de una imprudencia con resultado grave. Se sigue trabajando
Las investigaciones que lleva a cabo la Guardia Civil sobre el posible origen del incendio que asoló tres hectáreas en pleno Monte Hacho apuntan ya a una imprudencia con resultado grave. Los rastreos que agentes de la Judicial y Seprona están realizando coinciden en este punto: no se trataría de un incendio provocado por pirómanos sino más bien de la actuación de individuos que habrían prendido fuego causando de manera imprudente el resultado que terminó haciendo saltar todas las alarmas, ya que el fuego, con inicio en el entorno de la fortaleza del Hacho, siguió camino hacia los depósitos de Dúcar.
Unas tesis que cuadran a la perfección con datos de los que ha tenido conocimiento este periódico, como que minutos antes del incendio se vio por la zona a unas personas a bordo de un vehículo con el que se dirigieron al lugar origen del incendio, pudiendo haberlo causado en el desempeño de actuaciones imprudentes.
Durante estos días la Benemérita ha trabajado en el escenario del siniestro barajando distintas tesis, siendo ésta última la que ha terminado por ser la de mayor peso. Se está actuando ya en la elaboración del informe final que será remitido a la autoridad judicial.
Al margen de estas actuaciones, salen a la luz denuncias de vecinos y usuarios de este monte, por las malas condiciones en que se encuentra y por la dejación existente que ha influido también en la aceleración de las llamas, al alimentarse de basura, plástico y cables abandonados. A esto se suma el hecho de que las bocas para alimentar agua en caso de incendios no han funcionado porque estaban abandonadas, lo que llevó a que los Bomberos no pudieran hacer uso de las mismas, teniendo que recurrir a cubas de agua traídas expresamente por Trace, algunas desde la playa de San Amaro usando el acceso a la base de los GEAS. La línea de cortafuegos que debía servir a modo de protección tampoco estaba en su estado debido, de ahí que se temió por las consecuencias que podían haberse ocasionado si las llamas hubieran seguido hacia los depósitos de San Amaro, cargados en un 70% de combustible.
Blogs como el de El saltamontes verde denunciaba este mismo verano con más de 30 fotografías la acumulación de basura en todo el Monte Hacho así como el estado de las bocas de incendio, inutilizadas por completo, de ahí que no pudieran estar en uso para servir a los componentes del SEIS que llegaron a verse atrapados por las llamas.
Este mismo blog sacaba a la luz imágenes de asentamientos de marroquíes en las proximidades en donde se ha producido el incendio, mostrando con fotografías restos de fogatas realizadas por los propios indocumentados para comer, así como por chatarreros que queman objetos para sacar utilidad a lo que realmente buscan.
Una realidad que no escapa a la ciudadanía, harta de denunciar la situación en que están los montes así como el abandono continuado de todo tipo de objetos y basuras. A esto se añade el hecho de que se han efectuado fogatas sin control alguno a pesar de las prohibiciones existentes de hacer incendios.
Por otro lado, el SEIS sigue acudiendo al escenario del incendio prácticamente a diario para comprobar los avisos de ciudadanos que alertan de la presencia de humo. Desde el Servicio de Extinción se ha comunicado a este medio que se trata de rescoldos ya que la tierra sigue ardiendo tres días después del incendio, por lo que se seguirá divisando humo alguna jornada más sin que esto signifique que se vaya a reavivar.
Las salidas están siendo diarias cada vez que se traslada avisos desde el 112.