La visita de Jaime Mayor Oreja dejó bien claro que contamos con un importante político “con prestigio en Europa” para defendernos en este período que se abre de negociaciones. Pero lo más significativo estuvo en esa frase del presidente Vivas donde dijo que estas reivindicaciones eran una labor de todos, sin diferencias políticas, porque lo que no se podía perder era el tren de la convergencia que se inició hace diez años y que se podría frenar si Europa no atiende de la manera que se merece a Ceuta y no entiende nuestro hecho diferencial, las consecuencias derivadas de ser la única frontera terrestre, junto con Melilla, de la Unión Europea en Africa. Así de claro. Después de las elecciones hay que sentarse a hablar. La postura de Ceuta debe ser unitaria, no partidista. Pero ha de ser una obligación tanto para los partidos a nivel nacional como para el resto de los que merezcan el apoyo de los ciudadanos para sentarse en los escaños. El llamamiento de Vivas se ha realizado, ha lanzado el guante, ahora falta que los demás quieran recogerlo.