Un mejani no dudó en arrojarse al agua, de madrugada, para rescatar a dos inmigrantes que intentaban introducirse a nado en Ceuta. El hecho ocurrió esta misma semana, cuando, tal y como ha tenido constancia la Benemérita, el agente de las fuerzas marroquíes detectó el intento de entrada de una pareja de inmigrantes, arrojándose al mar para rescatarlos y evitar, de esta forma, que accedieran a territorio español.
La actuación de este agente entra en el terreno de lo sorprendente para las fuerzas de seguridad españolas ya que desde hace meses la tónica que está manteniendo Marruecos con España,y en concreto con Ceuta, es la de no colaboración en el ámbito migratorio. Así resulta ya común que las fuerzas de seguridad marroquíes no hagan absolutamente nada para aminorar la presión que por vía marítima está teniendo la ciudad. Tal es el caso que, según los datos que maneja el Instituto Armado, se están produciendo dos entradas de media cada día. Subsaharianos y magrebíes utilizan las dos bahías -según el origen, ya que en esto también hay reparto- para adentrarse en Ceuta a nado o bien en pequeñas balsas playeras. Estos intentos de entrada son detectados a través de las cámaras del COS de la Benemérita, procediendo al rescate de los inmigrantes a través de las patrullas del Servicio Marítimo. En todos estos servicios la colaboración de veto a la inmigración por parte de Marruecos es nula. Así que la actuación de este mejani ha sido entendida como una actuación aislada ya que, a posteriori, no se ha detectado que se haya producido cambio alguno en la cooperación a pie de frontera.
A esa presión por vía marítima que afecta directamente a la ciudad se añade la detectada al otro lado de la frontera, ante la proliferación de pequeños asentamientos en los bosques de Beliones. Esta circunstancia ha motivado que en los últimos meses haya habido más acercamientos al vallado que antes, protagonizados todos ellos por subsaharianos.