El músico ceutí, pero afincado en Cádiz, Félix Slim es un animal de escenario. Ahí se mueve como pez en el agua. Pero en la conversación es más pausado. Dice que esta noche, en La Sala, ofrecerá un repertorio centrado en el blues. Sí, esa música que nació en los infiernos del hambre. Aunque Slim no lo describa así. Él se limita a hablar de su repertorio: “En La Sala haré un repaso por los estilos del blues de los años 30”.
Félix Slim habla de mezcla. De fusión y riqueza. Blues con piano que luego se adapta a la guitarra. Habla de ritmo. Musicalidad. De swing. Todo eso habrá en el concierto de esta noche, que el músico hará en solitario, aunque tiene una banda y un dúo de música griega. Ahí es nada.
No es la primera vez que Félix Slim aterriza en La Sala. Este sería su cuarto concierto en el local.
Anoche actuó en Algeciras. Ha realizado giras por medio orbe, por Inglaterra, Grecia, Colombia, ... Lo cuenta y ni se inmuta. Este, el de la música, es su trabajo. Tiene suerte. Pero tampoco tira cohetes. Este verano tampoco ha parado por toda España. Por la costa gaditana y por Almería.
Y ¿qué espera del público de esta noche? “Que me compre los discos que llevaré”. Se ríe. Es una broma. Félix Slim espera encontrarse con lo de siempre. Un público entregado que coree sus canciones y que palmee el ritmo. Eso es realmente lo que espera. “Que la gente participe como la primera vez que actué en Ceuta, en mi ciudad. La verdad es que ese día, de eso hace ya tiempo, me llevé una grata sorpresa, no esperaba que la gente fuera tan participativa, pensaban que iban a ser más apáticos”, suelta de repente.
Hace ya 16 años que Félix se marchó de Ceuta. A conocer mundo. A desarrollar su carrera musical. “Porque la verdad es que en la ciudad no hay muchas alternativas. De momento, que yo conozca, sólo La Sala trae música en directo como iniciativa privada”. La reivindicación le sale de pronto al músico. Y vuelve a su calma. “Es que la gira me tiene agotado”, se disculpa.
“¿Que cuente algo de mí? Pues soy alto y guapo”, resuelve hilarante. Le cuesta, pero al final lo cuenta. Dice que se enganchó a la música por su madre. De pequeño. “Que la escuchaba cantar en casa y por ahí empezaría, digo yo”. Luego vino lo otro, lo del rock and roll, la música de los años 50, un imán que le absorbió y lo convirtió en lo que es ahora. “Una persona que vive de la música”. ¿Un privilegiado? “Tal vez”.
Félix Slim es autodidacta. “Y además no lo tuve fácil. Que ahora todo el mundo tiene Internet y más acceso a otras músicas, en cambio yo tuve que buscar discos”, explica.