Daniel Rubio tiene pinta de chico tímido que se coloca una máscara de risas. Pero lo que le ocurre en realidad es que siente la tensión rondándole. Esta noche, a las doce, debuta con su grupo musical Last Minute Band, en La Sala Café Club de Ceuta. Son tres vocalistas (uno de ellos es Daniel), dos guitarristas, un bajo y un batería. Y no han tenido la oportunidad de ensayar en un local. No lo han encontrado en toda la ciudad. Que no. Que estos chicos, con edades que van de los 15 a los 21 años se han topado con un ‘no’ tras otro. Eso dice Daniel, que en unas semanas se marcha a Madrid para continuar con sus estudios de Arquitectura. Que han tenido que reunirse en sus casas para prepararse la actuación de esta noche. Han tenido que ir con la música a otra parte. Al salón de casa.
“Claro que con el batería no hemos podido tocar, porque el instrumento tiene unas dimensiones considerables, así que nuestro miedo de esta noche es el ritmo, que lo marca la batería, nos da miedo que no salga bien ya que somos un grupo que estamos empezando y tenemos que dar buena sensación”, exclama el joven.
Dice eso pero luego rectifica. Cae en la cuenta. Invita a la gente a venir a la sala. Porque el talento tiene una fuerza volcánica. Y ellos pueden con todo. David se viene arriba. Ellos son músicos autodidactas, “pero somos buenos”, dictamina. En el grupo también hay chicos que estudian en el conservatorio, otros que tienen clases privadas con profesores, “y también está Internet”, argumenta Rubio. Incluso todos se atreven con el piano. “Nos apasiona la música”.
El grupo también tiene un disco. Aunque aquí Daniel haga los coros, “porque por estudios estaba fuera de Ceuta”. El productor David León propuso hacer un disco con las canciones inéditas de un grupo de chicos, entre los que se encuentran integrantes de la banda. Las canciones tuvieron arreglos y finalmente un disco. Parece fácil. Pero para Daniel ser músico en Ceuta no es fácil. A él esto de que le pongan puertas a la música no le gusta. Pero reconoce que las hay. “Empezando por el tema de los locales de ensayo y terminando porque no hay demasiados pubs que ofrezcan conciertos”. Daniel habla de la Sala Café Club como uno de los pocos lugares de la ciudad en el que poder expresarse musicalmente. Cuenta que en el local se involucran con la música de tal forma, que no sólo hacen conciertos con músicos de la ciudad, sino que incluson traen artistas de fuera, de la península y más allá. Del extranjero. De Europa. “Hace unos días trajeron a un grupo irlandés y nos gustó bastante. Iniciativas como esta se agradecen y no hay muchas”, recalca el joven.
Del repertorio de esta noche, del de Last Minute Band, no revela mucho. Serán temas versionados, para todas las edades. Para gente que, como ellos, quiera simplemente disfrutar de la música.